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=Valoración=

El P. Bertolotti sabía, al asumir el cargo de Vicario General, que su misión era simplemente guiar la barca de las Escuelas Pías hasta el próximo Capítulo general, que tendría lugar dos años más tarde. Y como era un hombre prudente y experimentado, se puede decir que lo hizo bien, sin alboroto, excepto en algún lugar (como Nápoles) donde el alboroto se producía por sí mismo. Apoyó en lo que pudo la creciente casa de Cracovia, e intentó también, con menos éxito, apoyar la provincia decadente de Austria. Respetó la buena marcha de la Vicaría General Española y sus cuatro provincias, así como la Provincia de Hungría, que ya no volvió a quejarse durante este tiempo. Al terminar su mandato tenía 61 años de edad, y los padres capitulares no pensaron en él como nuevo General, sino que le permitieron volver junto al arzobispo Mistrangelo, a la relativa tranquilidad de Florencia, mientras apostaban por un hombre más joven, el P. Tomás Viñas (48 años), que había demostrado varias veces su capacidad y su amor a la Orden.

=Notas=

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