Revisión de 19:16 23 oct 2014

CAPITULO 1 De la Patria y Nacimiento de Nuestro Venerable Padre, el gran Siervo de Dios, el P. José de la Madre de Dios, Fundador y Primer General de la Orden de las Escuelas Pías, En el siglo José de Calasanz. [1556-1563]

Debemos venerar silenciosamente muchas cosas que sería necesario consignar en este capítulo, pues no se pueden saber al detalle muchas de las que en sus más tiernos años de la niñez y adolescencia le sucedieron a este nuestro gran Siervo del Señor; porque, ni él hablaba de sus cosas, a no ser con mucha coacción, ni se han podido ver en sus escritos, o en patentes de sus Oficios o dignidades, por haberlos roto o quemado, a partir del principio en que él comenzó las Escuelas Pías, y haber arrancado de las Dimisorias de sus Órdenes lo que podía contribuir a su honor. Lo que aquí se anota se ha conseguido de su boca con mucha habilidad.

Nuestro Parvulito nació del legítimo matrimonio de Pedro Calasanz y de María Gastonia (Zastigon) [Gastón]^{[Notas 1]}, ambas familias nobilísimas de Peralta de la Sal, diócesis de Urgel, Provincia de Tarragona [Lérida], pretendida ésta, según su de[recho], por Aragoneses y Catalanes, como aquí, más adelante, se dirá.

Estos nobles y virtuosos Señores recibieron de Dios en su matrimonio, como fruto de su unión, primero dos hijos y cuatro hijas, una de las cuales se consagró a Dios en el Claustro de un Monasterio, y siempre vivió con…nombre de perfecta religiosa. En séptimo lugar, Dios les dio, el día 3 ó 4 de septiembre de 1556, o, como otros dicen, en 1558, a este célebre Niñito, que el día 11 del mismo mes fue regenerado en la Sagrada Fuente Bautismal, y llamado José.

Lo cuidó desde los pañales su madre María, -no sólo noble, sino también devota-, con mucha piedad y devoción, Santo temor de Dios, y odio al pecado. Por eso, en sus más tiernos años dio no pequeñas muestras de la gracia que la Divina Majestad abundantemente le había impartido; pues tuvo un odio mortal al enemigo infernal, que ha sido siempre enemigo capital de nuestra eterna felicidad.

Por eso, antes de cumplir nuestro José los siete años, muchas veces, con un compañero suyo de la misma edad…José Musches [Marqués], (que después fue Abad de la Real de Perpiñán, y por él se ha sabido, pues murió en Roma después de nuestro Venerable Padre José) salía fuera del pueblo adonde un olivo, con pequeños cuchillos, para encontrar y matar al diablo, sin preocuparse de estar en ayunas hasta muy tarde (con lo que quería ya mortificar aquella pequeña edad), con tal de encontrar y matar al diablo. Éste, temiendo y previendo cuán grande había de ser el daño que haría de mayor…infernal imperio, con un odio tan vehemente,… una vez intentó matarlo, y…fue a aquel olivo. Se subió a una higuera, y cayó a tierra, al romperse la rama adonde había subido, aunque por sus pocos años no pudiera tener mucho peso; pero fue preservado por Dios, quien lo había elegido para mayores empresas.

Aquí me parece conveniente anotar que, al haber nacido aquel año y en aquel país, no debemos dejar de hacer una consideración; y es que era el año en el que pasó a la patria celestial el Patriarca San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, cuyos Reinos incluso eran colindantes.

Notas