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Si el Revmo. P. Pietrasanta, jesuita, nuestro Visitador, y el P. Esteban [Cherubini] de los Ángeles hubieran dicho de verdad que su intención principal era la de tranquilizar a nuestra pobre Orden, y reintegrar en su puesto a N. V. P. Fundador General, es seguro que, vista la justa y santa determinación decretada por la Sagrada Congregación de los Emmo. Sres. Cardenales delegados, de que N. V. P. Fundador fuera repuesto en su gobierno, habrían cooperado ambos en dicha reintegración. Pero, como han hecho lo contrario, se puede decir, con toda verdad, que todo eran palabras falsas y política maquiavélica, para adormecer con palabras a la pobre Orden, y salirse con la suya, de mantenerse al menos en posesión del gobierno, si es que no era otra cosa aún peor, como era “evellere et destruere”. | Si el Revmo. P. Pietrasanta, jesuita, nuestro Visitador, y el P. Esteban [Cherubini] de los Ángeles hubieran dicho de verdad que su intención principal era la de tranquilizar a nuestra pobre Orden, y reintegrar en su puesto a N. V. P. Fundador General, es seguro que, vista la justa y santa determinación decretada por la Sagrada Congregación de los Emmo. Sres. Cardenales delegados, de que N. V. P. Fundador fuera repuesto en su gobierno, habrían cooperado ambos en dicha reintegración. Pero, como han hecho lo contrario, se puede decir, con toda verdad, que todo eran palabras falsas y política maquiavélica, para adormecer con palabras a la pobre Orden, y salirse con la suya, de mantenerse al menos en posesión del gobierno, si es que no era otra cosa aún peor, como era “evellere et destruere”. |
Última revisión de 17:39 27 oct 2014
Ver original en ItalianoCAPÍTULO 6 De cómo trabajaban los adversarios En contra de la Reintegración [1645]
Si el Revmo. P. Pietrasanta, jesuita, nuestro Visitador, y el P. Esteban [Cherubini] de los Ángeles hubieran dicho de verdad que su intención principal era la de tranquilizar a nuestra pobre Orden, y reintegrar en su puesto a N. V. P. Fundador General, es seguro que, vista la justa y santa determinación decretada por la Sagrada Congregación de los Emmo. Sres. Cardenales delegados, de que N. V. P. Fundador fuera repuesto en su gobierno, habrían cooperado ambos en dicha reintegración. Pero, como han hecho lo contrario, se puede decir, con toda verdad, que todo eran palabras falsas y política maquiavélica, para adormecer con palabras a la pobre Orden, y salirse con la suya, de mantenerse al menos en posesión del gobierno, si es que no era otra cosa aún peor, como era “evellere et destruere”.
Esto se ve muy bien. En efecto, habiendo determinado dicha Sagrada Congregación la reintegración, y habiendo llegado la hora de efectuarla, como no les gustaba, impidieron y embrollaron los papeles de tal manera, que ni siquiera la primera potencia de Italia, o al menos el primer Príncipe absoluto, pudo, mediante sus gestiones, superarlas, como se ve claramente por las cartas escritas aquí debajo.
Carta primera
Fuera
“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Dentro
Pax Christi
He visto lo que V. R. me escribe en la suya del 16 del corriente.
En cuanto a nuestras cosas, no ha sucedido nada nuevo; pues, aunque se tuvo la Congregación, conforme se escribió, sin embargo, no determinaron nada. Ahora se dice que Su Santidad quiere terminarlo todo. A tal efecto, hoy, el Señor Embajador de Toscana, aprovechando la audiencia, tratará de ello con Su Santidad, llevándole con esta finalidad un largo memorial que nosotros le hemos dado y recomendado para Su Santidad. Así que, esperamos que en breve se oiga alguna resolución, que, en cuanto se sepa, se dará información de ella.
Mientras tanto, no deje de hacer oración al Señor, como ha hecho en el pasado, para que haga se cumpla su santa voluntad, y nos bendiga siempre.
Roma, a 23 de septiembre de 1645.
Hemos dado al Patrón Quaranta un pliego de cartas para el P. Pedro [Bagnoli], de Sassolo, con un sombrero y un Oficio pequeño, que le envía de Roma el Sr. Cartonio.
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios”.
Carta 2ª al mismo
[“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Pax Christi]
“He visto lo que V. R. me escribe en la suya del 23 del actual, a la que respondo lo mismo que creo haberle dicho en otra ocasión; que, sobre nuestras cosas, estos Eminentísimos delegados no van a tratar ya nada en Congregación, pues están “in pectore” de Su Santidad, de quien estamos esperando día tras día lo que vaya a resolver. Pero, como hay muchos y poderosos adversarios que se oponen a nuestro Instituto, se teme que vaya para largo. Así que, no deje de mandar hacer oración al Señor, para que, cuanto antes, haga que se cumpla lo que sea para mayor gloria suya. Acerca de los cambios, creo que los haga el P. Esteban [Cherubini]. No recordando otra cosa, pido al Señor nos bendiga a todos.
Roma, a 30 de septiembre de 1645
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios”.
Carta 3ª al mismo
[“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Pax Christi]
“A la carta de V. R. del día último del mes pasado, respondo que Su Santidad Nuestro Señor, hasta ahora no ha querido manifestar su intención acerca de nuestras cosas; pero responde que las considerará. Por eso, parece que el tema vaya un poco para largo; y sea necesario que también nosotros alarguemos la paciencia y esperanza en Dios bendito. Mientras tanto, el P. Esteban, con sus secuaces, hace el cambio de individuos para las casas; quizá ahí oigan alguna noticia con el presente correo.
Roma, a 7 de octubre de 1645
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios”.
Carta 4ª al mismo
[“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Pax Christi]
“Respondo a su carta del día 7 de octubre, diciendo que nuestras cosas están aún en la misma situación que cuando le escribí. El Papa no ha dado respuesta al embajador de Toscana más que con palabras generales, como “se tendrá en consideración hacer lo que más convenga”. No se puede hacer otra cosa, si no es pedir a Su Divina Majestad que lo ilumine, para que pueda resolver lo que sea para mayor gloria suya. Después, se oye que el P. Vicente Mª [Gavotti] va a ir ahí como Provincial muy pronto. El P. Glicerio [Cerutti] es Provincial de Roma y Maestro de Narni; el P. Juan Bautista [Costantini] de Santa Tecla, Superior de Nursia; el P. Ignacio [Bruni], genovés, Superior de Génova. Y se dice que el P. Carlos [Fossato] de San José tiene que ir a Palermo, pero no se sabe con qué cargo.
Roma, a 14 de octubre de 1645.
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios
Considera, lector, cómo el P. Esteban, con este cambio de Superiores, lo que quería era declarar que había sido anulado por el Papa el decreto hecho por los Emmos. Cardenales delegados a favor de N. V. P. Fundador General, porque no había necesidad de ello, dado que todos habían sido elegidos no mucho antes, y dentro de los dos años.