Diferencia entre revisiones de «Savona (IT) Real colegio Escuelas Pías»
(Página creada con «Colegio escolapio en Savona =Datos= Demarcación Liguria (1622-1971) =Historia= Las Escuelas...») |
m |
||
(4 revisiones intermedias por el mismo usuario no mostrado) | |||
Línea 1: | Línea 1: | ||
− | [[Archivo:Savona (IT) Real colegio Escuelas Pias-v01n01. | + | [[Archivo:Demarcacion Liguria-v01n03.jpg|350px|thumb|Mapa de la demarcación]] |
+ | |||
+ | [[Archivo:Savona (IT) Real colegio Escuelas Pias-v01n01.png|350px|thumb|Colegio escolapio en Savona]] | ||
+ | |||
+ | {{DENESOriginal}} | ||
=Datos= | =Datos= | ||
Línea 300: | Línea 304: | ||
=Bibliografía= | =Bibliografía= | ||
− | *[[IeO]] (1926-1931) passim | + | *[[IeO|{{IeO}}]] (1926-1931) passim |
− | *[[Eph]]. (1932) 141-142 | + | *[[Eph|{{Eph}}]]. (1932) 141-142 |
*Saggi letterari ed accademici (muchos en P 12, II, 73, 77) | *Saggi letterari ed accademici (muchos en P 12, II, 73, 77) | ||
Línea 310: | Línea 314: | ||
*Bruno, F., Il Collegio dei RR. PP. Scolopi e i Principi delle Accademie (Savona 1922) | *Bruno, F., Il Collegio dei RR. PP. Scolopi e i Principi delle Accademie (Savona 1922) | ||
− | *[[FER]] | + | *[[FER|{{FER}}]] |
− | * | + | *Archivo Liguria |
=Redactor(es)= | =Redactor(es)= |
Última revisión de 14:48 5 dic 2014
Aviso de contenido
Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual |
Datos
Demarcación Liguria
(1622-1971)
Historia
Las Escuelas Pías se establecieron en Savona, importante puerto de Liguria, en 1622. La iniciativa procedía del savonés, Mons. Alejandro Abbati, abogado y protonotario apostólico. Pasando por Roma, se dio cuenta del gran beneficio que las Escuelas Pías reportarían a la ciudad, en la que no existían escuelas, a las que pudieran asistir todos los niños, aun los más pobres. Mons. Abbati se hizo responsable de una petición ante el colegio de los ancianos de la ciudad, a fin de que solicitaran a Calasanz la fundación de su obra. Puso además su propia casa de Vía Scarzeria a disposición de los religiosos y de los alumnos. Hubo no pocas dificultades, en particular de parte de otras Órdenes religiosas, residentes ya en la ciudad, como los jesuitas y franciscanos, pero se superaron bien pronto. En 1622, llegaba a Savona el enviado del P. General, el P. Pedro Casani, con dos hermanos operarios; les siguieron, pocos meses después, los PP. Francisco Castelli y Francisco Michelini. En el otoño del mismo año y precisamente el 1-11-1622, las Escuelas Pías comenzaron a funcionar y los alumnos alcanzaban ya más de los trescientos. El año siguiente, en abril del 1623, el mismo Calasanz, visitando las dos casas de Carcare y Savona, pudo constatar que las Escuelas Pías funcionaban perfectamente y abrió el noviciado, procediendo a la vestición de los tres primeros novicios, todos ellos de noble familia, el 23 de abril, en presencia de lo más distinguido de la sociedad ciudadana.
Bien pronto se encontró una casa para noviciado, que, al principio, se integró en la única comunidad existente en Savona, gracias a la noble señora genovesa, la duquesa Camila D'Oria, que cedió para este fin su palacio de Savona. Las vocaciones empezaron a florecer, hasta el punto de que resultaba insuficiente la casa de Savona y doce novicios hubo que enviarlos a Roma. Entre los primeros religiosos merecen recordarse el P. Domingo Pizzardo, canciller de la municipalidad y su hijo, Octavio. El P. Pedro Casani, que había sido nombrado Provincial, se preocupó inmediatamente de la construcción de la iglesia y de las escuelas. Gracias a la ayuda de muchos bienhechores, el día 23-12-1629, se bendijo la nueva iglesia, dedicada a San Felipe Neri, y en junio del 1630 se inauguró la nueva sede escolapia en el barrio de Chiappinata. Desgraciadamente, dos acontecimientos, ocurridos allí a mediados del siglo, pusieron en peligro la suerte de las Escuelas Pías en la ciudad: la reducción inocenciana de la Orden (13-3-1646) y la explosión del polvorín en la fortaleza de la ciudad (7-8-1648), que ocasionó la destrucción del edificio y la muerte de seis religiosos. A pesar de estas duras pruebas, los escolapios no decayeron de ánimo y comenzaron la obra de reconstrucción, de suerte que, en 1662 se logró recomenzar a pleno rendimiento la actividad escolar en los nuevos edificios. Mérito especial en la reconstrucción del Instituto tuvieron el P. Jerónimo Bonello, que fue su primer rector, después Provincial, y la noble señora María Bardolla, que a su muerte acaecida en 1643, había dejado todos sus bienes a las Escuelas Pías.
En los primeros años del 1700, el colegio «Escuelas Pías» de Savona tuvo un espléndido reflorecimiento. A la escuela que funcionaba maravillosamente, se le confió el seminario con casi 60 niños, muchos de los cuales pertenecían a la alta nobleza de Liguria y Piamonte. Como el internado quedaba abierto todo el año, se adquirió la Villa Corsi en la zona de Monturbano, para los meses de verano.
En este siglo se hicieron famosas las «academias», que se repetían todos los años. En ellas los mejores alumnos, bajo la dirección de sus maestros, disertaban sobre diversos temas de la cultura. A partir de 1800, se celebraban también academias para premiar al alumno que había alcanzado la máxima distinción en las escuelas superiores: éste era proclamado «Príncipe de la academia». La doctrina de los escolapios y la cultura adquirida por los alumnos suscitaban la admiración, tanto de las personas cultas, como de la masa ciudadana.,
El período de la restauración fue particularmente feliz, debido también al mérito del rector, P. Pablo Bellotti, que gobernó el colegio desde 1815 al 1833, y de algunos religiosos, como el P. Juan Solari y el P. Francisco Pizzorno, que imprimieron una huella moderna al centro, el P. Lorenzo Isnardi, que fue preceptor de los príncipes reales de la casa de Saboya, quien concedió el título de Real al colegio «Escuelas Pías» de Savona. Entre los exalumnos más ilustres de este período se debe citar a S. Leonardo Murialdo, fundador de la Congregación de los Padres josefinos.
Otro glorioso período fue la segunda mitad del siglo XIX, en particular, desde 1851 a 1889, bajo el largo rectorado del P. José Mallarini. En la escuela y en el internado se introdujeron importantes innovaciones, muy apreciadas por los contemporáneos. Baste recordar la introducción de la gimnasia o educación física en el programa de actividades escolares. Al efecto, se construyó una palestra y se llamó a un maestro de Suiza, sustituyéndose posteriormente por un oficial de artillería. Desde 1851 se tenían igualmente ejercicios militares con escuadras mandadas expresamente por la real armería de Turín y con la ayuda del regimiento de los «bersaglieri» de guarnición en Savona. Los internos, además del estudio, se ejercitaban en actividades manuales como carpintería, jardinería... Funcionaba también una tipografía rudimentaria, que publicaba cada quince días los mejores trabajos de los alumnos. Algunos exalumnos se destacaron en las carreras profesionales y en las actividades políticas: José Saredo, A. G. Barrili, P. Boselli, P. Giuria, L. Einardi, quien fue presidente de la República italiana.
Después de las leyes subversivas del 1866, los bienes de los escolapios pasaron a las manos del Estado y, a continuación, al municipio de Savona. Mediante un convenio con éste último, renovable con los años, aquéllos podían desempeñar sus tareas, tanto en la escuela, como en el internado y formar hombres preparados incluso para la iglesia, como el cardenal José Pizzardo. A mediados del siglo los escolapios aportaron una notable contribución a los asilos infantiles, que iban surgiendo en la ciudad. En 1905, tras el traslado del colegio de la antigua casa de Chiappinata a la Villa de Monturbano, se formuló un nuevo convenio con el ayuntamiento. Durante la primera guerra mundial, aun cuando los locales se ocuparon para hospital militar, se prosiguió la labor normal de la enseñanza. En 1923 se adquirió un terreno contiguo al colegio y se levantaron asimismo un teatro y una enfermería. La segunda guerra europea, trajo consigo no pocos desastres, pero permitió la vida regular de la escuela.
En la segunda parte del siglo XX, el colegio «Escuelas Pías» de Savona alcanzó un período de florecimiento, bajo los rectorados de los PP. J. Oberti, M. Pastore, J. Lazzaroni y J. Castellani. Se constituyeron varias asociaciones, la Acción católica, los scouts, los exalumnos. Durante algunos años se publicó una revista «Monturbano» (1954-1968). En 1957, siendo rector el P. Mario Pastore, se adquirió el «Albergue alpino de Balme», residencia de verano para alumnos y familias.
Sin embargo, el buen funcionamiento del colegio estaba continuamente amenazado por la precariedad de su situación en las luchas con el ayuntamiento de la ciudad. Los convenios que, en el pasado, garantizaban a los escolapios una tranquilidad relativa, a raíz de las administraciones posteriores a la guerra comenzaron a manifestarse inseguras. El problema afrontado por iniciativa del municipio en 1970, se resolvió con la imposición de un canon de arriendo, insostenible por parte de la Orden, por lo que, el año siguiente 1971, la casa se cerró, al cabo de 349 años de actividad escolar.
Superiores
Bibliografía
- Ieri e Oggi (1926-1931) passim
- Ephemerides Calasanctianae. (1932) 141-142
- Saggi letterari ed accademici (muchos en P 12, II, 73, 77)
- Anfossi, V., Savona e le Scuole Pie (Savona 1907)
- Bruno, F., Il Collegio dei RR. PP. Scolopi e i Principi delle Accademie (Savona 1922)
- Archivo Liguria
Redactor(es)
- Giuseppe Tasca, en 1990, artículo original del DENES I