Revisión de 08:55 15 oct 2014

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Colegio de Managua antes y después del terremoto

Demarcación Centroamérica

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Datos

Delegación provincial de Valencia (1957-1960)

Viceprovincia dependiente de la Provincia de Valencia (1960- )

Historia

En 1948 era Valencia la única de las cinco Provincias escolapias de España que no había abierto fundaciones en América. El 6-1-1949 llegaban las Reliquias de San José de Calasanz a visitar la Demarcación y en esas mismas fechas salían los primeros escolapios valencianos hacia León, en Nicaragua. Eran los PP. Remigio Mengual y Joaquín Ferrandis. Respondían a la insistente llamada del obispo de la ciudad, Isidro Augusto Reyes, quien a través del P. General de Roma, entró y se relacionó con el P. Provincial, Jesús Gómez, y su Consejo. Aquéllos buscaban la evangelización desde la escuela y no otra cosa. Llegaron el 12-3-1949; tuvieron un recibimiento apoteósico y ocuparon el colegio-seminario «San Ramón», caserón viejo y ruinoso, propiedad del obispado y cedido a la Orden sin límite alguno. La primera comunidad quedó constituida en el mes de septiembre, siendo superior el P. Joaquín Ferragud. Pero tras las primeras glorias y fiestas llegaron las dificultades, nacidas de una aventura iniciada sin respaldo responsabilizado.

Al año siguiente se reclamaron y solicitaron varias fundaciones; sólo se atendió a Jinoteca. A dicha población acudieron los PP. Jesús Sanfeliu y José Martínez-Arenas; en 1952 hubieron de abandonarla con el fin de llegar hasta la capital, Managua.

A pesar de las primeras dificultades, los escolapios comenzaron en la década de los cincuenta una era de expansión. Ferragud llegó a la isla dominicana; colocó la pancarta del colegio de los «calasanes» en Ciudad Trujillo, hoy Santo Domingo, R. D., y pondría en marcha una grandiosa obra por su volumen y las funciones educativas que debería desempeñar. Tras las inseguridades de «San Ramón», los escolapios encontraron su identidad y se asentaron en el «Calasanz» de León, abandonando el primero (2-7-1954) definitivamente. Así pudo quedar constituida la Delegación provincial desde 1957.

La década siguiente, la de los sesenta, superó a la anterior; fue de expansión acelerada. Fue la época de las grandes obras y, consecuentemente, de las grandes construcciones; fue la época en que fueron asentándose las fundaciones anteriores y tomando cuerpo: San José de Costa Rica (1961), el parvulario «El Carmen» en Managua (1962), los pabellones del «Calasanz» dominicano (1964, 1968), el instituto «Lacayo Terán» de León (1960) y la construcción del «11 y 1/2» de Managua. En esta década queda constituida la Viceprovincia por decreto del P. General del 3-8-1960.

Otro color tuvieron los años setenta: los desafueros sociales y políticos en la isla de Santo Domingo, con sus incidencias en el mundo estudiantil y, consecuentemente, en el colegio mayor, abandonando la obra (15-4-1972); el terremoto de Managua (23-12-1972), con la destrucción del edificio y la muerte del P. Bruno Martínez; la amplia deserción de muchos escolapios tras la crisis eclesial del momento; finalmente, el enfrentamiento somozista-sandinista con toda su repercusión en los pueblos, en los colegios y en las comunidades. Estas y otras circunstancias pusieron a prueba la naciente obra, que mostró firmeza y madurez.

La inserción en un pueblo en subdesarrollo, la perenne conciencia de que la docencia es evangelización, el equilibrio general en situación de tensión y radicalismo, la referencia permanente a la iglesia local y a los focos eclesiales particulares fueron las coordenadas de acción de la nueva Demarcación.

En cuanto la Viceprovincia tomó conciencia de su identidad entendió la necesidad de trabajar las vocaciones nativas. El 26-4-1962 aprueba la Congregación viceprovincial la apertura de un aspirantado en Costa Rica. Tras los primeros años de andadura se vio conveniente trabajar en colaboración con otras Viceprovincias americanas en el tema de la formación. Desde 1978 Centroamérica se ha responsabilizado directamente de la formación de sus candidatos, instaurado el Centro vocacional, convertido en el corazón de la Viceprovincia.

Finalmente cabe reseñar a cinco escolapios difuntos (PP. José María Cuesta, Remigio Mengual, Bruno Martínez, Joaquín Ferragud y José Molins), pioneros en la fundación de diversas obras, cuyas vidas dejaron huella en aquéllas.

Superiores

Obras

Redactor(es)

• Jesús Gómez, en 1990, artículo original del DENES I