Diferencia entre revisiones de «Cayetano Ramo Parrilla»

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*Oración fúnebre que en las reales exequias que la Muy Noble y Leal Ciudad de Alcañiz celebró a la feliz memoria de su Rey y Señor Don Phelipe V el Animoso dixo el Padre Cayetano Ramo. Zaragoza [[1747]]
 
*Oración fúnebre que en las reales exequias que la Muy Noble y Leal Ciudad de Alcañiz celebró a la feliz memoria de su Rey y Señor Don Phelipe V el Animoso dixo el Padre Cayetano Ramo. Zaragoza [[1747]]

Revisión de 07:44 17 jun 2015

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Aviso de contenido

Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual

Procedencia

Demarcación Aragón

Cualidades

General de la Orden, catequista, orador.

Fechas

Lechago (Teruel) 11-9-1713, Zaragoza 3-7-1795

Biografía

Su necrología latina, bellamente escrita, lo presenta así: «Hijo de la Provincia de Aragón y Padre óptimo... varón ciertamente egregio y sumamente recomendable por su agudo ingenio, preclara erudición, carácter suave, costumbres morigeradas, reconocida integridad, singular prudencia, celo tenacísimo de la observancia regular, equilibrio de su vida entera y de cada una de sus acciones, por sus muchas dotes naturales y sus virtudes evangélicas». Con algunas supresiones copian estas mismas palabras los PP. Viñas y Picanyol. Ambos dan equivocada la fecha de nacimiento. El 3-7-1729 recibió la sotana escolapia en Tramacastilla. El 16-7-1730 profesó en Barbastro, en manos del P. Ambrosio Lasala, Vicerrector del colegio y ya profesor suyo de humanidades, filosofía y teología. En sus años de formación, simultaneó los estudios superiores con prácticas de enseñanza y demostró poseer una personalidad serena, equilibrada y profunda. Empezó su magisterio, enseñando gramática. Ordenado sacerdote en 1737, fue nombrado profesor de filosofía y teología de los júniores escolapios. En 1740 sucedió al P. Agustín Paúl en el rectorado de Alcañiz, continuó su profesorado con los júniores, elevó el prestigio del colegio y se manifestó como elocuente orador sagrado. De Alcañiz pasó en 1751 al rectorado de San Fernando, en Madrid. El 11-12-1752 tomaba posesión del rectorado de Zaragoza, al haber sido nombrado por el General, P. Paulino Chelucci, sucesor del P. Antonio Porquet. En mayo de 1754 asistió como vocal de Aragón, junto con su Provincial, P. José Jericó, al Capitulo General de Roma. Volvió confirmado Rector de Zaragoza para el trienio 1754-1757 y en él demostró todo su talento en el gobierno de la casa y en la defensa de sus intereses en el doble pleito con los jesuitas por la enseñanza de las humanidades y con el Santo Hospital de Nuestra Señora de Gracia por el privilegio de impresión de ciertos libros de texto. Durante dos trienios gobernó la Provincia de Aragón: 1757-1760 y 1769-1772. El período intermedio fue de nuevo Rector de Zaragoza. Resumir su actividad y sus logros como rector y provincial es imposible. Su fama iba abriéndose camino, sin él pretenderlo, en el triple campo de la enseñanza, de la predicación y del acertado gobierno. Volvió a representar a la Provincia en el Capítulo General de 1760; fue el alma de las fiestas con que celebró Zaragoza la canonización de San José de Calasanz en 1767; escribió su plan de enseñanza; perfeccionó con nuevas notas la colección de clásicos latinos que se utilizaba en Aragón y compuso y editó su famoso catecismo. En 1772 volvió a Roma. Tenía 58 años, una experiencia de gobierno poco común, buena salud, hermosa presencia y, sobre todo, el testimonio palpable de una ejemplar vida religiosa, forjada en la imitación del Santo Fundador. Había muerto el 3-5-1771 el P. José María Giuria, elegido según la bula Christianae Pietatis, dada por Benedicto XIV el 14-1-1758. A los PP. Capitulares les costó poco elegir sucesor. El 2-5-1772 nombraron por unanimidad al P. Ramo Superior General de la Orden. «Era, como dice el P. Picanyol, el primer general de provincias españolas y decoro insigne de toda la Religión». El P. Llanas llama a los doce años de su generalato «la edad de oro de la Escuela Pía». Los resume así su Necrología: «Con qué consejo, destreza y solicitud administrara la Religión lo conoce Roma, lo conoce Italia y lo conocieron todas las Provincias». Roma lo conoció pronto, pues sabedor de su gran cultura teológica Pío VI le nombró mediante Motu Proprio del 20-9-1776 examinador de Obispos. Estos doce años fueron fecundos en nuevas fundaciones, favorecidas en Centro Europa por la expulsión de los PP. Jesuitas, y en el Imperio Austro-Húngaro por la benevolencia de la Emperatriz María Teresa. Se organizaron mejor los límites de las Provincias exigentes y en 1776 se erigió la Provincia Renano-Suiza. Al final de su generalto, la Orden contaba con 16 Provincias y 218 casas. Sin duda, el logro más llamativo del generalato del P. Ramo fue la preparación y publicación de las Constituciones de San José de Calasanz, anotadas y puestas al día con las bulas pontificias y decretos capitulares, y completadas con las Reglas comunes, ritos particulares, cánones penitenciales y un exhaustivo índice de materias. Los religiosos y los Capítulos reclamaban inútilmente este volumen desde principios de siglo. Y lo que no pudieron muchos, lo hizo un solo hombre y en pocos años, trabajando con método, constancia y un amor sin límites. El volumen se publicó en Roma en 1781 y fue recibido con aplauso por todas las Provincias. Era el gran regalo que el P. Ramo hacía a la Orden. Con este libro, que hermana lo espiritual con lo jurídico, pudieron restablecerse y potenciarse la observancia y apostolado escolapios y dar a los Religiosos un auténtico espíritu corporativo y eclesial. Era, por otra parte, el gran acontecimiento, pasados apenas 14 años de la canonización del Fundador de la Orden. Vuelto a la Provincia en 1784, el P. Ramo vivió en el colegio de Zaragoza, sin privilegio alguno y practicando las Constituciones que había editado «a la letra y sin glosa». En 1921 se tributó en Lechago un homenaje popular y escolapio al P. Ramo. Su pueblo natal le dedicó una plaza y en ella una hermosa lápida de mármol. La profesora de pintura del colegio de Santa Ana de Valencia pintó con ese motivo un retrato del Padre, que se conserva en la sacristía de la iglesia de Lechago. La constante dedicación al gobierno de las casas, Provincia y Orden no le permitieron escribir lo mucho que podía y sabía. Pero hay dos obras que le honran: las Constituciones ya citadas, y el Catecismo, comúnmente conocido como Catecismo del P. Ramo. Lo escribió con gran sentido pedagógico, para uniformar la enseñanza dispersa en numerosos catecismos manuscritos que utilizaban los escolapios aragoneses, superado ya el de Ledesma. «A expensas del Santo Hospital se hizo una impresión el año 1759 de tres mil ejemplares» con nueva reimpresión igualmente copiosa el año 1762, otra el 1766 y así otras de tiempo en tiempo hasta el presente. Son palabras del mismo P. Ramo en su Defensa pacífica (10-2-1795), que no conoció su primer biógrafo, ni los historiadores que le han seguido. El Catecismo se extendió pronto por España, hasta que un maldado episodio forzó a limitar su horizonte en 1786 al Arzobispo de Toledo, Cardenal Lorenzana. Para esas fechas tenía ediciones en Zaragoza, Madrid, Pamplona y Manila: esta última con la sustitución del nombre del autor por el del Arzobispo P. Basilio Sancho. A pesar de estas dificultades y de un intento fracasado de corregir el texto por el P. Manuel Cid en 1792, el Catecismo en su doble forma —Explicación y Compendio— se siguió publicando en incontables ediciones hasta 1941. Una de las más notables fue la conjunta París-México de 1901, que reproduce la edición príncipe de 1759 y las indulgencias concedidas en 6 y 9-9-1804 por el Arzobispo de México y el Obispo de Azura «a quien leyeren u oyeren leer alguna página de este Catecismo».

Obras

Obras en Base de Datos Bibliográfica

Obras en Enciclopedia Escolapia

  • Oración fúnebre que en las reales exequias que la Muy Noble y Leal Ciudad de Alcañiz celebró a la feliz memoria de su Rey y Señor Don Phelipe V el Animoso dixo el Padre Cayetano Ramo. Zaragoza 1747
  • Oración panegírica que, en los solemnes cultos que a su protectora y patrona Santa Bárbara, virgen y mártir, obsequió el muy ilustre cuerpo de Artillería. Zaragoza 1755
  • Explicación de la Doctrina Cristiana, según el método con que la enseñan los Padres de las Escuelas Pías a los niños que frecuentan sus escuelas. Dispuesta en forma de diálogo entre Maestro y Discípulo. Zaragoza 1759
  • numerosas ed. en Zaragoza durante los ss. XVIII, XIX y XX
  • París-México 1901
  • edic. preparada por el P. Inocencio Palacios, Madrid 1856 y 1865
  • ed. preparada por D. José Puzo, Huesca 1937
  • ed. preparada por D. Práxedes Alonso
  • 8.ª ed. Zaragoza 1938
  • Compendio de la Doctrina Cristiana por el P. Cayetano Ramo de las Escuelas Pías. Zaragoza s/f, once ed. entre 1886-1939
  • Relación encomiástica de las demostraciones festivas con que el colegio de las Escuelas Pías de Zaragoza festejó a su glorioso Patriarca San José de Calasanz, con motivo de su solemne canonización, desde el 24 de octubre hasta el 3 de noviembre de 1767. Zaragozal 1768
  • Novena al insigne Patriarca aragonés San José de Calasanz de la Madre de Dios, fundador de las Escuelas Pías. Zaragoza 1768, Madrid 1863
  • Constitutiones Religionis Clericorum Regularium Pauperum Matris Dei Scholarum Piarum cum notis et additionibus ex Litteris Apostolicis et Decretis Capitulorum Generalium. Accedunt Regulae Communes, Ritus particulares et Cañones poenales. Quae omnia ex Autographis et Locis authenticis extracta sunt, e totidem verbis expressa. Roma 1781
  • Método uniforme para las Escuelas de la Provincia. Zaragoza 1771
  • Noticias de las Escuelas Pías de España desde 1 730 (ms.) 1790
  • Defensa pacífica del cathecismo, o explicación de la doctrina christiana que usan los PP. de las Escuelas Pías (ms.) Zaragoza 1791.

Bibliografía

  • Necrología Zaragoza 1795
  • Caballero, V., Un catequista ilustre del siglo XVIII, Rmo. Padre Cayetano Ramo de San Juan Bautista: Revista Calasancia I (1913) pp. 681-699
  • Historia compendiada del Catecismo del P. Cayetano Ramo en us primeras ediciones: Revista Calasancia I (1913) pp. 956-959
  • López Roselló, L., En el descubrimiento de las lápidas a los PP. Cayetanos Ramo, en su pueblo natal: Revista Calasancia 105 (1921) pp. 361-363

Redactor(es)

  • Dionisio Cueva, en 1983, artículo original del DENES II