Diferencia entre revisiones de «Viena (AT) Academia teresiana de nobles»
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Última revisión de 14:50 5 dic 2014
Aviso de contenido
Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual |
Contenido
Datos
Demarcación Austria
(1776-1784; 1805-1856)
Historia
Siguiendo la moda de la época, la emperatriz María Teresa decidió fundar una Academia de nobles en Viena, digna de la capital del Imperio. Para ello destinó el grandioso palacio, llamado «La Favorita», que desde la muerte de su padre Carlos VI (1740) había dejado de ser morada casi permanente de la corte. La carta definitiva de fundación fue firmada en 1746. La Academia debía acoger a diez niños nobles, cuya formación correría a cargo de los jesuitas. La enseñanza comprendía tres años de gramática, dos de humanidades, dos de filosofía y tres de derecho, a cuyas asignaturas había que añadir otras propias de los nobles, como la danza, la esgrima, equitación, lenguas modernas, etc. Los jesuitas dirigieron esta Academia teresiana o simplemente «Theresianum», hasta la extinción de la Compañía en 1773. Ya desde algunos años antes, la emperatriz había pensado unificar el teresiano con la Academia saboyana dirigida por los escolapios desde 1749, pero a ello se oponía la voluntad expresa de la fundadora de ésta última, la duquesa de Saboya, que quería mantener la autonomía de su propia fundación. La duquesa murió en 1772, pero sus disposiciones fundacionales seguían en vigor. Al extinguirse los jesuitas el año siguiente, el teresiano siguió todavía en sus manos, como sacerdotes seculares, ayudados por seglares. Pero la falta de cohesión entre ellos y de seguridad institucional amenazaban la existencia de la Academia, por lo que la emperatriz tomó la decisión de realizar su propósito de fundir ambas Academias. Resueltas las dificultades jurídicas, la fusión fue un hecho en 1776. Con ello los escolapios se hicieron cargo del teresiano. Ambas Academias permanecían unidas, primero conservando cierta autonomía y luego bajo un único rector, que fue el P. Graciano Marx, el hombre de confianza de la emperatriz en materias de enseñanza. Desde que los escolapios entraron en el teresiano instituyeron una misa de aniversario el día de la muerte de Carlos VI, ocurrida en dicho palacio, y a estas honras fúnebres asistió todos los años la emperatriz y su familia hasta la muerte de María Teresa (1780). En 1782 las dificultades económicas fueron tales que pusieron la Academia conjunta al borde de la supresión, pero José II estaba dispuesto por encima de todo a conservar el teresiano en memoria de su madre. La solución fue fundir la Academia bohema de Brünn con la teresiano-saboyana. El nuevo director, barón Stillfried, decidió que antes del 1-5-1782 todos los escolapios del teresiano, con el P. rector Graciano Marx, abandonaran la Academia, siendo suplidos por el profesorado laico de Brünn. Con el ahorro de la subvención a los escolapios se aliviaría la economía. Pero el desorden imperante en el teresiano movió al emperador en 1784 a suprimir radicalmente la Academia conjunta teresiano-saboyana-Brünn, en la que habían quedado todavía doce escolapios con su vicerrector, adscritos a la saboyana por instancia del príncipe de Licchtenstein, heredero de su fundadora y protector de sus derechos. En 1791 el nuevo emperador Leopoldo II restableció la Academia de su madre, llamándola teresiano-leopoldina, pero sus alumnos fueron repartidos entre el internado de Lówenburg y el Barbaraeum (cf. Coleg. Lówenburg) ambos en manos de escolapios. El restablecimiento pleno vino con Francisco II, quien en 1797 reunió de nuevo los alumnos en el histórico teresiano, restaurado y ampliado espléndidamente. En 1805 fueron de nuevo llamados los escolapios para dirigir la Academia teresiana, como antaño, pero la Provincia de Austria no se sentía con fuerzas para hacerse cargo de ella y fueron llamados los escolapios de la Provincia de Bohemia, que en 1810 formaban ya una comunidad de cuarenta sacerdotes, que llegaron a cincuenta en 1820. Las nuevas leyes de enseñanza de 1848 trajeron como consecuencia un cambio radial en el teresiano y el 29-9-1849 el emperador Francisco José quitó la dirección del mismo a los escolapios, que no abandonaron sus puestos de profesores hasta 1856.
Bibliografía
- Hajek, H. Geschichte der Theresianische Akademie bis 1938, en Festschrift. Theresianische Akademie Wien, Wien, 1967, pp. 18-36
- MARX
- «Familiae domorum» ms. Ibid., Catálogo
Redactor(es)
- Severino Giner, en 1990, artículo original del DENES I