Revisión de 19:16 23 oct 2014

CAPÍTULO 3 De cómo N. V. Padre Fundador y General Fue a Savona [1623]

Si bien N. V. P. José de la Madre de Dios, Fundador y General, había enviado a Savona al P. Pedro [Casani], como se ha dicho, y a Carcare, ya antes, al P. Juan Pedro [Cananea] de N. Sra. de los Ángeles, de Cosenza, en Calabria, religiosos de conocida bondad y prudencia, para tranquilizarse y esperar que todo marcharía prósperamente (con la ayuda divina), a pesar de todo, celosísimo de que la mayor gloria de Dios aumentara cada vez más, determinó ir él en persona para verlo todo, y hacer los ajustes que fueran convenientes, como en efecto hizo a principios del año 1623.

Se detuvo algunos días en Carcare, donde fue visitado y obsequiado por todos aquellos Titulados vecinos; y donde los ciudadanos de Noli, en el genovesado, le instaron a que abriera escuelas en aquella Ciudad. Desde allí fue de nuevo a Savona, en donde se detuvo muchos días, muy estimado por toda la ciudad, visitado por aquella nobleza, y por todos apreciado como un gran Siervo de Dios. Yo fui aceptado, e inscrito de su propia mano, para vestir el hábito, y entré en Casa para probar la Orden.

El domingo In Albis, 22 de abril, vistió el hábito con su propia mano al primer hijo de la segunda mujer del Ilmo. Coronel Carretti, Marqués de Finale, dueño de muchos lugares, descendiente de la Serenísima Casa Imperial del Marqués Alderamo Garetti y Olimpia, hija del Emperador de Germania, quien había ido a Italia, había reconocido a los hijos de éstos como sus verdaderos nepotes, y los hizo a todos Marqueses de nobilísimos Estados. Éste fue el primero que vistió el hábito, y se llamó Tomás [Carretti] de la Virgen de las Gracias. En su compañía tomó también el hábito el primogénito de dichos Señores Caldari, el Sr. De Monesilio. Como se le había muerto el padre, hizo la renuncia del Estado en su hermano, por ser feudo imperial; y se llamó Bonifacio del Santísimo Sacramento. El tercero que vistió el hábito fue el hijo de un noble genovés de Casa, Barón, que se llamó Juan Bautista de Santo Domingo. A esta función acudió casi toda la nobleza de Sabina.

Y al día siguiente partió para Génova N. V. P. Fundador y General con el P. Benedicto Cherubini. Yo y algunos otros jovencitos los acompañamos durante un buen tramo de camino, hasta fuera de la ciudad. Al llegar a Génova Nuestro Padre, se embarcó en las galeras, para retornar a Roma.

Yo, después de la comida, fui a nuestras escuelas, adonde el V. P. Pedro [Casani], quien me obligó a dormir en una celda, durante tres o cuatro noches. Luego me asignó al P. Juan Esteban de la Madre de Dios, genovés, hijo del Señor Juan Nicolás Spinola, por el que fui probado durante quince días, cambiándome casi cada noche de habitación y cama, y cada día de mal a peor; de forma que no podía estar en la cama, no digo ya dormir; aunque después he oído decir que no fue su voluntad, sino la voluntad divina.

Y como no tenían individuos suficientes, hicieron que me ejercitara en la clase cuarta de Gramática. Con mi vestido de seglar, acompañaba a una fila de alumnos. Pero después, por ciertas consideraciones, quiso que fuera de nuevo a casa. Fue voluntad de Dios, porque enfermé durante el verano. Y si hubiera estado en la Orden, habría echado la culpa al hábito, y a las mortificaciones.

Notas