Última revisión de 12:40 14 mar 2019

[1696, Febrero]

Al principio de febrero (5), consultamos a aquellos que conocían las cortes y el estilo para gestionar el asunto, y que eran dignos de fe y probados en su benevolencia, los prelados benedictinos de Alter Altenburg, y los premonstratenses de Pernece, a los cuales manifestamos nuestro objetivo, y pedimos sus favores para recomendarnos a la gente importante. Estos nos hospedaron, nos dieron de comer en su casa y nos acompañaron por la ciudad; aquellos nos ayudaron recomendando nuestra Orden a unos y otros personajes importantes de la ciudad.

La primera opción que se ofrecía a la Orden era una Casa de los Pobres, como la llamaban, que se encontraba en el suburbio Hernals, fuera de la Puerta de los Escoceses, bajo la protección del Ilmo. Sr. Conde de Woës, y bajo la inspección de otros comisarios y consejeros diputados, y se estaba construyendo bajo la dirección de otros oficiales subordinados, en la cual estaban reunidos pobres de diversas naciones, condición, edad y sexo, quizás ya desde hacía tres años. Hacía aquí convenía que se dirigieran nuestros deseos, según el consejo del Emmo. Cardenal de Kollonitsch , y del Conde de Woës. Pues el Emmo. había visto a nuestros Padres de Roma en la obra del Hospital de S. Miguel ad Ripam, trabajando hábilmente con una juventud muy numerosa, y pensaba que los escolapios en Viena podrían hacer grandes cosas por medio del Hospital, y al mismo tiempo podrían entrar en Viena después de tanto tiempo intentándolo, pues ahora se presentaban los medios para obtenerlo. Se había firmado ya un acuerdo para la Casa de los Pobres, y había sido aceptado por parte de los Patronos Consejeros con buena voluntad, el cual luego fue recomendado por el Excmo. Conde Kinsky, Canciller Supremo del Reino de Hungría, con una súplica escrita por el P. Provincial de Germania a Su Majestad, para que dispensara algunos defectos en algunos instrumentos de la fundación lichtensteiniana del Obispo de Olomuc que había fallecido, de modo que legitimada con la plena potestad real pudiera inscribirse de manera solemne en el registro del marquesado de Moravia.

28 de febrero. Abandonó el P. Comisario por entonces Viena, permitiendo que su compañero volviera a Nikolsburg, lo que ocurrió quizás el último día de febrero.

Notas