Revisión de 09:43 20 oct 2014

Datos

Demarcación Cataluña

(1955- )

Nacimiento y desarrollo de la obra.

El Colegio «Nuestra Señora de las Escuelas Pías» de Barcelona, terminada la contienda de 1936-1939, buscó un suburbio para iniciar a sus alumnos en la formación social como complemento de la religiosa y apostólica. Eran responsables de la pastoral del colegio los PP. Ramón Segalés y Salvador Salitjes y a ellos se debió la feliz iniciativa. Fue elegida la barriada de la Mina Pekín, al nordeste de Barcelona, limitando con San Adrián del Besos. La «Mina» -aludida a un antiguo e importante caudal de agua-, era un barrio agrícola; contaba con un edificio sencillo, de una sola planta, que albergaba la parroquia de San Pedro Armengol y dos clases estatales, una de niños y otra de niñas, que eran insuficientes para las grandes necesidades de la barriada. A continuación, y en dirección al mar, seguía el barrio de barracas llamado Pekín, resto de una antigua barriada absorbida por el mar, y que fue sede de algunos baratijeros atraídos por Barcelona con motivo de la exposición internacional de 1888. Al extremo sur de Pekín se levantaba, entre el ferrocarril y el mar, un modesto castillo, bastante deteriorado, construido por el ejército para albergar a sus tropas en época de tiro. El coronel Del Pozo lo cedió como sede del catecismo. Fueron habilitados también una capilla, dispensario y todos los demás servicios de atención al barrio que estaba compuesto, en su mayor parte, de emigrantes venidos del sur y en busca de trabajo; aparte de unos pocos pescadores, la mayoría eran peones y habitaban en barracas carentes de los servicios indispensables.

El catecismo de la Mina-Pekín fue pronto un gran estímulo para los alumnos y antiguos alumnos del colegio «Nuestra Señora»; éstos colaboraban en las campañas de Todos los Santos, Navidad, Reyes y Primera comunión. Los consiliarios fueron los PP. Vicente Ortí (1939-1947), José Liñán (1947-1958) y Jaime Sistac (1958-1960). Todos los domingos los consiliarios, acompañados de un grupo de alumnos y de antiguos alumnos universitarios, se trasladaban al barrio juntamente con un grupo de alumnas del colegio «Bellafils» de las dominicas de la Presentación, que eran acompañadas por dos religiosas. Alternaban el catecismo con las dos misas; funcionaba el dispensario y eran atendidas las necesidades más perentorias; todo ello en constante colaboración con el párroco de San Pedro Armengol. La labor era importante, pero la falta de escuelas, que dejaba a centenares de alumnos sin escolarizar, era agobiante. Se pensó habilitar cuatro aulas del castillo y, con la ayuda del colegio de «Nuestra Señora», se llevó a cabo la reforma pudiendo adquirir el material indispensable. En un principio los colegios de «Nuestra Señora», «Balmes» y «Sarria», juntamente con los socios protectores del catecismo y las pequeñas cuotas de 140 alumnos (5 pesetas a la semana), aportaron lo necesario para sostener las escuelas.

El P. Joaquín Tous, rector de «Nuestra Señora», se propuso crear una comunidad escolapia en la misma barriada, pero no fue posible todavía a pesar de su entusiasmo. Fray Matías Sola, obispo de Colofón, bendijo las aulas que iniciaban sus labores con el nombre de «Escuelas gratuitas: Pío XII» en febrero de 1955. Dos años más tarde, 1957, empezó a funcionar un «taller de Nazaret» con tres profesores y 20 alumnos.

Constitución de la comunidad.

A partir de los años sesenta, una pequeña comunidad escolapia empieza a vivir en una barraca y cuando ésta se hundió, por uno de los frecuentes temporales que periódicamente azotan el barrio, los religiosos, pasan mal que bien, al castillo, para seguir más adelante en otra barraca. En agosto de 1963 se dio carácter canónico a la casa de Pekín. Su primer rector fue el P. José M.ª Segura. Con fecha 14-11-1966 el ministerio de Educación reconoció el colegio denominado «Escuelas Pías de Pekín» (Expediente n.° 8866). Habitaban entonces en el barrio unas 5000 personas que ocupaban 800 barracas. Casi en su totalidad se trataba de una población de paso, en espera de mejor ubicación y sueldo. También residía en la barriada un núcleo importante de gitanos. El castillo atendía pedagógicamente a unos 400 alumnos, niños y niñas, que tenían doce maestros. Funcionaba, además, una escuela nocturna con tres maestros y 50 alumnos y otra escuela gitana, Chipén Ta Li, para 45 niños gitanos.

Había también un parvulario con cuatro clases y cocina. El dispensario prestaba servicios médicos de pediatría, tocólogo con practicante y enfermera. Se fundó un centro social que organizaba una bolsa de trabajo y toda clase de actos culturales.

Cambio de ubicación y de obra.

Durante este último período, el escolapio P. Agustín Munfort contribuyó en gran manera al sostén de las obras sociales de la barriada, con las cuantiosas limosnas que recogía por las calles y plazas de Barcelona.

El barrio de Pekín fue desapareciendo entre los años 1971 y 1974. Sus habitantes fueron, en su mayoría, trasladados a los bloques cercanos de La Mina. El Estado se hizo cargo de las escuelas y de otros servicios. La pequeña comunidad fue destinada, en parte, a otras tareas y el resto continuó en la barriada; de las últimas barracas destruidas fue la de los escolapios. La comunidad se trasladó, una parte, primero a un piso del pasaje de Pallars, luego a San Adrián de Besos y definitivamente al Polígono de La Mina. Desde 1980 hasta el 31-12-1983 la comunidad de La Mina ha sido filial de la casa de Hospitalet. La pequeña comunidad continúa trabajando en las escuelas del barrio y en la alfabetización de adultos. También colabora en la pastoral parroquial de la zona.

Superiores

Bibliografía

• «Catalunia», varios números

• Eph (1963), 87-88, 288

• Chipén-Ta-Li en «El Correo Catalán», n.° 28.793 (21-4-1970) 21

• ARen. Prov. Cat.

Redactor(es)

• José Liñán, en 1990, artículo original del DENES I