Revisión de 09:54 20 oct 2014

Datos

Demarcación Sicilia

(1689-1866)

Historia

El creador de este colegio, que perduró casi dos siglos, fue el doctor D. Gregorio Catania, vicario foráneo de la población. Para ello hizo donación irrevocable a las Escuelas Pías mediante el Provincial, P. Carlos Beli de San Ignacio, y con acta notarial de D. Felipe Petringa (10-7-1684) de una iglesia dedicada a San Antonio Abad, huerto contiguo, despensa, almacén y casas vecinas para vivienda de doce escolapios; para su sostenimiento ofreció 396 escudos anuales, limpios, sobre unas viñas, jardín y casas. Imponía una misa diaria y la docencia propia de la Orden. La Sagrada Congregación pidió informes al obispo de Catania, ordinario de Leonforte, con fecha 10-11-1684. Los informes fueron favorables y la concesión de la Santa Sede se fechó el 31-3-1685. A su vez el Provincial de Sicilia tramitó el asunto y, por fin, provistos todos los consentimientos con acta notarial, se extendió la autorización definitiva a 9-4-1690. Con todo, se empezó la docencia ya en 1689. Era sin duda exagerado el número de religiosos para una tal población y se fue reduciendo de forma que en 1724 actuaban en el colegio tan solo tres sacerdotes y un hermano operario a quienes se agregó un terciario. Funcionaban sólo dos escuelas: la de pequeños (lectura, escritura, cálculo con rudimentos de gramática) y la segunda o de gramáticos con incursión para algunos, muy pocos, en el campo de las humanidades. Parece que posteriormente se reanimó todo y en el Archivo general de la Orden quedó el proyecto de fundación de un colegio de nobles en Leonforte; iba acompañado del plano y del reglamento (1733 y 1734). En 1771 sigue siendo igual el número de sacerdotes, un hermano operario y un fámulo. El ajuar de las dos escuelas no podía ser más pobre; dos sillones de nogal usados, un cuadro de San Miguel Arcángel en una y uno de la Virgen en la otra. La pobreza acompañó siempre esta fundación; así, por ejemplo, en 1858 no podía mantener a más de dos sacerdotes. Era rector, a la sazón, el P. Pedro Cremona Venite. Pocos años después la casa y colegio quedaban vacíos con la supresión de las Órdenes religiosas (1866). Sólo quedó en la población el anciano y bondadoso P. Antonio M.ª Pontorno.

Bibliografía

• P 1, 261

• MO, 166-167

• Reg. Prov., 26, 28.

Redactor(es)

• Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I