Revisión de 16:21 20 oct 2014

Iglesia del antiguo convento-monasterio de las religiosas bernardas, hoy colegio Calasanz de Salamanca

Datos

Demarcación Castilla

(1956- )

Antecedentes históricos.

El Sr. obispo de la ciudad, Barbado Viejo, O. P., cuantas veces tenía oportunidad de entrevistarse con algún escolapio instaba a que abrieran un centro educativo las Escuelas Pías en la ciudad de Salamanca; por otra parte, el existente en la villa de Toro (Zamora) llevaba una vida lánguida y estaba a punto de desaparecer; finalmente se había pensado y luego abierto una casa juniorato por las buenas condiciones que la ciudad reunía para los estudios,, Todos estos motivos impulsaron al P. Juan Pérez, Provincial, a urgir la fundación. Con el fin de conocer mejor la situación del futuro colegio, vio oportuno buscar un local provisional; así se compró un inmueble de la calle Santiago n. 1, que hacía unos años había dejado de servir para curtir pieles. Con toda premura se hicieron las obras pertinentes de consolidación y acomodación del edificio y quedaron preparadas cinco aulas de primera enseñanza y las habitaciones correspondientes para la nueva comunidad. Mientras se impartían las primeras clases se buscó el lugar para el definitivo colegio. Después de varias y posibles soluciones se llegó a un acuerdo con las MM. bernardas, quienes habitaban en el monasterio de Jesús: edificio que necesitaba urgentes y graves reparaciones, inasequibles a las religiosas. Se convino con ellas en construirles un nuevo monasterio, más pequeño y adecuado a su comunidad, con las oportunas instalaciones, los servicios propios de una comunidad de clausura e, incluso, una huerta adjunta; a ello se añadiría cierta cantidad de dinero. Como debía situarse en las afueras de la ciudad, se encontró el terreno suficiente en el «Camino de las aguas», cerca del río Tormes, que satisfizo a las religiosas. Rápidamente se hizo el proyecto de monasterio y se emprendió su construcción (2-4-1957); cuando éste tenía las condiciones de habitabilidad las MM. bernardas cambiaron de casa y entregaron las llaves del antiguo inmueble. Se adquirieron otras fincas complementarias y se le encargaron los planos y dirección de la obra al arquitecto D. Francisco Gil, el cual debía respetar algunos elementos del artístico monasterio e, incluso restaurarlos. El P. Marino Gayar fue el encargado por el P. Provincial de llevar adelante la empresa que comenzaba en la primavera de 1959; el 1-10-1960 se trasladó la comunidad con 554 alumnos (78 internos) aunque en condiciones precarias; y se inauguraba la iglesia, con lo que quedaba la obra concluida, el 27-11-1961.

Desarrollo histórico y pedagógico.

El Colegio forma un complejo educacional construido en torno a dos grandes patios, cuadrado y rectangular que poseen un ala común: la iglesia. En uno de los bloques, el más noble, cuya forma arquitectónica no desdice de los grandes monumentos de la ciudad, se encuentran las aulas y el internado; en el otro, situado en torno al claustro del monasterio, los servicios comunes, el teatro-cine, la comunidad y una pequeña residencia universitaria. Todo el edificio está rodeado de grandes campos de recreo, instalaciones y canchas deportivas. El arquitecto, que tuvo la posibilidad de ver su obra acabada antes de su fallecimiento, solía decir «la más bella y perfecta de mis realizaciones».

En los años siguientes se cerró la residencia para universitarios y los locales que por una razón u otra quedaban sin servicio se adecuaban convenientemente para las nuevas urgencias nacidas de los cambios legislativos. Educativamente hablando la comunidad escolapia tuvo la colaboración de los religiosos del juniorato «P. Scío», no sólo impartiendo clases, sino también en movimientos extraescolares, en actividades pastorales-catequéticas y en otras más.

Conviene resaltar cómo en el gran salón de actos del colegio creció y vio el zenit el cine-fórum de la Universidad Pontificia; y también conviene hacer memoria que la tropa scout del colegio fue la primera de esa índole en la ciudad después de la restauración del movimiento tras la guerra civil (1939).

En el Capítulo provincial de 1982 se aprueba un proyecto de «plan preferencial» en varios centros subrayando la participación de los laicos en la dinámica del centro y la renovación del sistema educativo y pedagógico. Fue nombrado rector y director de la obra el P. Enrique Sánchez quien debía afrontar la ardua tarea. A tal fin se emprenden serias reformas estructurales y personales, se crean organismos activos y se desechan los anquilosados. Comienzan a funcionar las comunidades calasancias, movimientos infantiles y de adolescentes, actividades catequéticas y se dio cabida y participación a todas las personas e instituciones que podían aportar algo a la educación. En nota final hay que hacer constancia de dos temas: primero, el monasterio de las MM. bernardas fue fundado por Francisco Herrera y María Anaya en 1542; ésta diez años más tarde encargó a Rodrigo Gil de Hontañón la iglesia, disimuladamente gótica, de planta de cruz latina; está acompañada de dos portadas y un claustro de traza romana, sin purismos, aunque elegante. El segundo se refiere a publicaciones: el colegio ha lanzado una revista de carácter general «Revista Colegio Calasanz» en la que participaban alumnos, profesores y padres de familia, que ha salido en períodos muy desiguales; y otra «Hoja informativa», siendo el órgano y el cauce de comunicación de los padres de familia.

Superiores

Bibliografía

• Arch. Cast. carp. 90-92.

Redactor(es)

• Aurelio Isla, en 1990, artículo original del DENES I