Revisión de 16:49 21 oct 2014

CAPÍTULO 24 Confirmación De la Reintegración al Generalato De N. V. P. Fundador [1645]

En este capítulo quiero copiaros las cartas que me escribieron de Roma, en ocasión de la reintegración de N. V. P. Fundador General al gobierno de la Orden, para que se vea que fue certísimo, y no un deseo.

Carta

Fuera:

“Al M. R. y Excmo. En Cristo, P. Vicente [Berro] de la Concepción, en las Escuelas Pías de la Duchesca. Nápoles.

Dentro

M. R. y Excmo. Padre en Cristo:

Ayer hubo Congregación de los Sres. Cardenales. Resolvieron, mediante voto, -me parece que deliberativo- que se reintegre al P. General con los nuevos Asistentes. Se lo escribiré más extenso. Esta es la forma como he hablado con aquella persona. Después de haberlo concretado con mucho afecto, se fue. He hecho lo que he podido; no puedo ponerlo por carta. Agradezcámoselo todos al Señor. El P. General está bien. Pida por mí al Señor.

Roma, a 19 de julio de 1645.

De V. P. Revma.,

Afmo. para servirle,

Bernardino, Obispo de Ravello y Scala”.

Otra carta del mismo al mismo

“Pronto se efectuará la reintegración de nuestro P. General. Han hecho bien en pedírselo al Señor. Tranquilícense, pues, todos, porque, ´Lucifer expellatur a Paradiso´, para que no se atreva ya a decir ´ero similis Altissimo´.

Roma, a 9 de agosto de 1645

De V. P. Revma.,

Afmo. para servirle,

Bernardino, Obispo de Ravello y Scala”.

Carta que me escribió mi hermano

Fuera:

“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.

Dentro:

“Pax Christi

Carísimo hermano:

No tengo más tiempo para escribir, pues tengo un dudoso temor “interceptionis<ref group='Notas'>Miedo de intercepción, esto es, de que la carta sea interceptada.</ref>”. Alabado sea Dios.

El martes por la tarde los Sres. Cardenales, casi forzados a unirse para establecer nuestras cosas, después de habérselo pedido personas poderosas y purpurados, que les recomendaban al General como persona Santa, se congregaron en casa del Cardenal Roma. Y después de muchas dificultades y diferencia de pareceres, -pues algunos querían evitarlo de hecho, reduciendo la Orden a una mera Congregación, como la de San Felipe Neri; otros, con votos simples, y sometidos al Obispo en cada Ciudad; y otros querían que fuéramos calzados, y tuviéramos ingresos;

Por fin, -con la persuasión de Monseñor Asesor y del P. Visitador, -a quienes les daba vergüenza, y porque ellos mismos serían estimados como destructores, y no los Emmos. Sres. Cardenales, sobre todo los que le habían prometido al Serenísimo y Emmo. Sr. Cardenal Medici ayudarla y favorecerla- concluyeron que el P. General fuera repuesto con seis Asistentes, es decir, los PP. Pedro [Casani], Francisco [Castelli], Esteban [Cherubini], y otros tres, que no se conocen, con votos deliberativos, remitiendo el gobierno, “in ómnibus”, a lo que hagan los Asistentes con el General. Así que tenemos buena esperanza. Todos los Religiosos, y también los seculares, se han congratulado de que haya sido repuesto el General y acomodada la Orden, porque en el Palacio del Papa corría la voz de que se la iba a destruir. Sed, quis contra Deum? El martes, aquí en el noviciado, tuvimos expuesto el Santísimo Sacramento, y se ordenó tener oración con los alumnos y los Compañeros. Termino. Pida por mí.

Roma, en el Borgo, 20 de julio de 1645.

De V. R. afmo. Servidor y hermano en el Señor

Pedro Pablo [Berro] de Santa María”.

Aunque este Padre sea hermano carnal mío, y Religioso nuestro, yo me doy cuenta de que nos ha querido dar a entender más cosas, no verdaderas.

Notas