Diferencia entre revisiones de «GinerMaestro/Cap15/06»

De WikiPía
Saltar a: navegación, buscar
(Página creada con «{{Navegar índice|libro=GinerMaestro|anterior=Cap15/05|siguiente=Cap15/07}} {{OCR}} '''''15.06. Novedades de un trienio 'El primer día de febrero de dicho año (1614) -...»)
(Sin diferencias)

Revisión de 14:06 23 oct 2014

Cap15/05
Tema anterior

GinerMaestro/Cap15/06
Índice

Cap15/07
Siguiente tema


Aviso OCR

Este texto ha sido obtenido por un proceso automático mediante un software OCR. Puede contener errores.

15.06. Novedades de un trienio

'El primer día de febrero de dicho año (1614) -anota en sus ‘Crónicas’ Bernardini- tomé posesión de las Escuelas Pías y de todo lo que les pertenecía…'.<ref group='Notas'>Ib., p.265.</ref> Y sigue diciendo que las recibió de manos de los “mencionados Padres y del Cardenal Giustiniani, su Protector”, con lo que seguramente se refiere a Calasanz, Dragonetti y Landriani, los únicos de quienes antes dio el nombre, considerándolos como los representantes autorizados de toda la Venerable Congregación de las Escuelas Pías. Antes de la toma de posesión dijo que “la Dieta constituyó al P. Pedro Casani, Rector de la casa de las Escuelas Pías, dándole la familia conveniente para que tuviese buen gobierno y los nuestros empezaran a ejercitarse y a aprender el modo que se debe tener para el servicio de las escuelas, cuyo cuidado, como se dijo, quedó en manos del P. Prefecto”.<ref group='Notas'>Ib., p.264.</ref>

Casani y Calasanz, Rector y Prefecto, empezaron a convivir en San Pantaleón y a compartir desde aquel febrero incipiente de 1614 las alegrías y las penas, los gozos y las sombras de aquella espléndida obra de Dios que eran las Escuelas Pías. Quizá al escribir a su padre, ocho días antes, ya sabía Casani que le habían nombrado Rector y estaba informadísimo de las cosas de San Pantaleón. Vale la pena oírselas decir en apretada síntesis, con la que nos pone al día:

Por ahora hay unos 800 alumnos y marcha tan bien que es favorecida y ayudada por todos. El Papa le da de limosna, 200 escudos al año; el Card. Montalto, 300; el Card. Giustiniani, 120; Mellini, 60. Un abate [Landriani], que es de las mismas Escuelas Pías, 300 e insinúa querer llegar a los 500 escudos anuales y de todas partes les llegan limosnas. La casa, donde tienen las escuelas, es de la Congregación,<ref group='Notas'>Es interesante observar que no sólo Casani en esta ocasión, sino también otros hablan de 'Congregación', refiriéndose a las Escuelas Pías, aun después de unida a la otra 'Congregación', la luquesa. En el ‘Liber baptizatorum, confirmatorum, sponsalium ac mortuorum Parochialis Ecclesiae S. Pantaleonis de Urbe’ (1570-1623) escribió el entonces vicario parroquial lo siguiente: 'Ms. Domenico Dominichi de Lucca, Prete ‘nelle Scuole Pie’, mori a di 2 di dicembre 1614. Fu portato a sepelire a S. Maria in Portico et il P. Abbate Landriano ‘della Congregatione di detti Padrí delle Scuole Pie’ pagò giuli dodici a me Alessandro Lutio, curato in S. Pantaleo per il sotterrario solito, stola e mazza, secondo il solito' (cf. G. SÁNTHA, ‘350 anni a condíta domo S. Pantaleonis…’, p.296, n.98).</ref> y la compraron por 10.000 escudos, y está situada en el lugar más noble de Roma, esto es, en la Plaza Massimi,<ref group='Notas'>Sin duda exagera Casani; no obstante, los Massimi no sólo ocupaban el Palacio que sigue siendo suyo hoy día, sino también el situado frente a la fachada de las Escuelas Pías, hoy transformado, que llegaba hasta el actual Corso del Rinascimento. Adosado a él había otro del Duque Orsini, que por la Plaza Massimi tenía enfrente, calle en medio, otro de los Torres y los Lancellotti, de cuyas familias sendos cardenales apreciaron y protegieron a Calasanz y a su obra (cf. L. PICAÑOL, ‘Inventarium Magni Tabularii Ord. Sch. P.’, Romae 1937,lam. XII).</ref> y se ha obtenido de N. Sr. mediante el Card. Farnese, una iglesia que está adosada a dicha casa, que se llama San Pantaleón, sólo falta tomar posesión, proveyendo al cura que la tiene actualmente, como se hará en breve ...<ref group='Notas'>Bernardini escribe: 'il P. Prefetto molto prima che noi havessimo le scuole, aveva procurato d'haverla (la iglesia), ma per le molte difficoltá interpostesi, non si era conchiuso cosa alcuna…'. Por tanto, el mismo P. Bernardini, el 16 de marzo de 1614 se la pidió al papa, quien exigió el consentimiento del cardenal Farnese como Protector de la iglesia de San Eustaquio, a cuyo Capítulo estaba sometida la vicaría parroquial de San Pantaleón. Cumplidos los trámites, se concedió el uso perpetuo por breve apostólico del 13 de junio de 1614, permaneciendo la vicaría parroquial. En el mes siguiente se obtuvo permiso para abrir una puerta que comunicara la casa con la iglesia para el libre acceso de los alumnos y los padres. Por fin, Gregorio XV, con breve del 23 de febrero de 1623, suprimió la cura de almas y cedió ‘in perpetuum’ la iglesia y estancias del vicario parroquial a la ya Orden de las Escuelas Pías (cf. A. BERNARDINI, l.c., p.267-268; G. SÁNTHA, o.c., p.276-277).</ref> Esperamos la próxima semana tomar posesión solemne con la intervención del Card. Giustiniani, Protector de dichas Escuelas Pías, el cual hoy mismo ha dicho a N. P. General y a Juan Bta. [Cioni] que él mismo personalmente. quiere darnos posesión [de la casa]. Para esta ocasión se prepararán todas las escuelas y en el oratorio de dichas escuelas se tendrán las Cuarenta Horas y convendrá hacer un sermón, y de todo este asunto me tocará alguna parte'.<ref group='Notas'>Cf. C. VIlÁ, ‘En torno a la unión…’, p.236, trad. en p.207.</ref>

El 12 de febrero de 1614, como anotó Calasanz en un cuaderno, 'se compró una casita situada entre la casa de las Escuelas Pías y la iglesia de San Pantaleón… para comodidad de dichas escuelas'.<ref group='Notas'>Cf. G. SÁTHA, o.c., p.287, n.31.</ref> Y al año siguiente se compraron otras dos, anejas también,<ref group='Notas'>Ib.</ref> de modo que todo el bloque adosado a la iglesia pasó a propiedad de las Escuelas Pías, salvo -hasta hoy- la fonda de la ‘Cucagna’, sita en la esquina entre ‘Via’ y ‘Vícolo’ homónimos. Al comprar el palacio Torres ya existían dos tiendas en los bajos que fueron realquilados por el P. Prefecto, a las que se añadieron otras dos, situadas también en los bajos de las casitas compradas luego, cuyos módicos alquileres contribuían a engrosar los siempre deficitarios ingresos procedentes de limosnas.<ref group='Notas'>Ib., p.268-269; PosCas, p.177; EGCII, p.171. Es de justicia añadir a las limosnas del papa, cardenales y otros, esta nota del P. Erra: 'la nostra casa di Lucca per un triennio, cioé per tutto il tempo che duró I'unione, contribui 250 scudi I'anno' (C. ERRA, ‘Memorie.de'Religiosi…’ p.32).Es extraño que de esto nada diga Bernardini cuando enumera las limosnas fijas anuales.</ref>

Ni es despreciable este otro detalle de novedades: el 2 de agosto de 1616, a petición del Prefecto y del Rector de la casa, concedía Pablo V gratis y para siempre a las Escuelas Pías 'una onza de agua' de la llamada aún ‘Acqua Vergine’, que empezó a manar en el pequeño patio interior, traída por el viejo acueducto romano que alimenta, entre otras, a la celebérrima ‘Fontana de Trevi’. La concesión gratuita fue repetada hasta marzo de 1979.<ref group='Notas'>PosCas, p.248-250.</ref>

La nueva comunidad de luqueses se instaló, pues, en San Pantaleón con su Rector Casani y su Vicerrector, P. Baltasar Guinigi, los dos únicos sacerdotes entre ellos, por el momento. Los demás eran legos y juniores. Bernardini dice que eran muchos. Los agobiados compañeros de Calasanz debieron de sentirse aliviados al ver entrar a tanta gente joven y bien dispuesta a trabajar. Era como una bocanada de aire fresco. 'Después de la toma de posesión -continúa Bernardini- se procuró ordenar bien la casa y las escuelas. Se constituyeron diversas congregaciones de alumnos, según su edad, en las que se ejercitaban los días festivos en varias devociones con mucho provecho… La intención principal nuestra y de quienes habían instituido estas escuelas es enseñar a los niños a vivir cristianamente en el temor de Dios, y por ello se les provee de confesores y de otros que les hacen oportunas pláticas a su tiempo. Se administra la santa comunión y se hace cuanto se puede para darles ocasión de dejar el vicio y seguir la virtud'.<ref group='Notas'>Ib., p.265. Erra, sin embargo, nombra a Casani como Rector, a Guinigi y a dos clérigos, y continúa: 'gli altri… non sono venuti a mia notizia. Só bene, che furono pochi' (C. ERRA. o.c., p.32).</ref>

Entre estas congregaciones de alumnos es fácil suponer que surgiera una o más de una, para pequeños y mayores, bajo la advocación de nuestra Señora de las Nieves, como las habían instituido en Luca precisamente los PP. Casani y Guinigi con espléndidos resultados.<ref group='Notas'>Ib., p.76-82. La implantación de varios grupos en San Pantaleón la afirma Vilá, aunque no hay testimonio expreso (cf. C. VILÁ, o.c., p.214 y 212)</ref> La suposición vendría avalada por la costumbre anual, instaurada en verano de 1614, de la procesión de todos los alumnos de las Escuelas Pías a la Basílica de Santa María Mayor en uno de los días de la Octava de su fiesta titular de la Virgen de las Nieves, bajo cuya protección puestas las escuelas, como añade Bernardini al darnos la noticia del hecho: 'fueron en procesión -termina diciendo- todos los de las escuelas, junto con los Padres, cantando las letanías y en honor de la Madre de Dios; fueron unos 800 niños, los cuales, caminando ordenadamente, edificaron a toda la ciudad y el hecho fue muy alabado'.<ref group='Notas'>Cf PosCas, p.268-269. Bernardini confiesa que la procesión fue sugerida por don Cipriano, monje benedictino, quizá el mismo don Cipriano Martínez, español, que era maestro de gramática en San Pantaléon, y por encargo de Calasanz debía componer una gramática con la colaboración de Andrés Bayano (cf. CS I, p.35, n.2 y c.36, 42, 573, etc.) Al año siguiente volvióse a repetir la procesión, que se hizo costumbre 'con mucho mayor número de niños que el año pasado y con mejor orden', dice Bernardini (cf. 1.c., p.277).</ref>

Notas