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'''Año 1609 de Cristo. Décimo tercero de las Escuelas Pías. Quinto de Paulo V.
 
'''Año 1609 de Cristo. Décimo tercero de las Escuelas Pías. Quinto de Paulo V.
  
El presente año<ref group='Notas'>Falta el párrafo inicial: Annus 1609 Fratres Reformatos Ssae. Trinitatis adscripsit Ordinibus Mendicantium, et ex Hispanicis conventibus duas erexit Provincias sub uno Vicario Generali regendas. Bullar. Const. 60, Pauli V. Traducción: El año 1609 agregó a los Hermanos Reformados de la Stma. Trinidad a las órdenes mendicantes, y con los conventos de España se erigieron dos provincias para ser regidas por un Vicario General. Const. De las Bulas, de Paulo V. </ref> nos ofrece algo para el aplauso, y algo para el luto. Para aplauso fue que cuando era portado el Sumo Pontífice, al pasar frente a la Rotonda con su comité, viendo que José estaba allí para prestarle reverencia entre la gente, hizo parar la comitiva, le hizo llamar y se entretuvo charlando familiarmente con él, en presencia de la gente. Este hecho despertó la admiración de los espectadores, y a partir de entonces se sintió una gran veneración y estima hacia José, de la cual él por su humildad nunca se aprovechó. Hay algunos testimonios en el proceso de su vida que dicen que en esta ocasión el Pontífice designó Cardenal a nuestro José; otros aseguran que rechazó esta dignidad. Sin embargo los que dicen que lo mismo que en otras ocasiones no quiso aceptar otros honores, en la presente los rechazó, aducen el testimonio del cardenal Montalto, quien formaba parte de la comitiva del Su Santidad en esta ocasión.
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El presente año<ref group='Notas'>Falta el párrafo inicial: Annus 1609 Fratres Reformatos Ssae. Trinitatis adscripsit Ordinibus Mendicantium, et ex Hispanicis conventibus duas erexit Provincias sub uno Vicario Generali regendas. Bullar. Const. 60, Pauli V. Traducción: El año 1609 agregó a los Hermanos Reformados de la Stma. Trinidad a las órdenes mendicantes, y con los conventos de España se erigieron dos provincias para ser regidas por un Vicario General. Const. De las Bulas, de Paulo V. </ref> nos ofrece algo para el aplauso, y algo para el luto. Para aplauso fue que cuando era portado el Sumo Pontífice, al pasar frente a la Rotonda con su comité, viendo que José estaba allí para prestarle reverencia entre la gente, hizo parar la comitiva, le hizo llamar y se entretuvo charlando familiarmente con él, en presencia de la gente. Este hecho despertó la admiración de los espectadores, y a partir de entonces se sintió una gran veneración y estima hacia José, de la cual él por su humildad nunca se aprovechó. Hay algunos testimonios en el proceso de su vida que dicen que en esta ocasión el Pontífice designó Cardenal a nuestro José; otros aseguran que rechazó esta dignidad. Sin embargo los que dicen que lo mismo que en otras ocasiones no quiso aceptar otros honores, en la presente los rechazó, aducen el testimonio del cardenal Montalto, quien formaba parte de la comitiva del Su Santidad en esta ocasión.
  
 
Y la ocasión de luto es que nuestro Ilustrísimo Protector Cardenal de Torres cambió la vida presente por la inmortal el 9 de julio. Hombre distinguido entre otras cosas por el estudio de la Religión, la integridad de vida, el candor de ánimo, la suavidad de costumbres, el uso y experiencia de las cosas, y su benevolencia para con todos. Hombre que trató admirablemente con el Cardenal Baronio fallecido antes que él, y que juzgó digno el conjunto de sus escritos, antes de que fueran imprimidos y valorados. Hombre que ilustró su afecto a la Santísima Virgen con el testimonio de muchos discursos sobre la antífona Salve Regina. Hombre que no palidecía al llevar como príncipe purpurado el Santísimo Sacramento a los enfermos. Hombre que fue muy generoso con los pobres, por cuya virtud favoreció a las Escuelas Pías con una limosna mensual de 10 escudos, y un legado de cien. ¡Viva por siempre en la gloria!
 
Y la ocasión de luto es que nuestro Ilustrísimo Protector Cardenal de Torres cambió la vida presente por la inmortal el 9 de julio. Hombre distinguido entre otras cosas por el estudio de la Religión, la integridad de vida, el candor de ánimo, la suavidad de costumbres, el uso y experiencia de las cosas, y su benevolencia para con todos. Hombre que trató admirablemente con el Cardenal Baronio fallecido antes que él, y que juzgó digno el conjunto de sus escritos, antes de que fueran imprimidos y valorados. Hombre que ilustró su afecto a la Santísima Virgen con el testimonio de muchos discursos sobre la antífona Salve Regina. Hombre que no palidecía al llevar como príncipe purpurado el Santísimo Sacramento a los enfermos. Hombre que fue muy generoso con los pobres, por cuya virtud favoreció a las Escuelas Pías con una limosna mensual de 10 escudos, y un legado de cien. ¡Viva por siempre en la gloria!
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Habiendo desaparecido estos dos benefactores de las Escuelas Pías, nuestro José dirigió su atención a pedir a la Sede Apostólica un nuevo protector para su pequeña grey. Así que cuando tuvo ocasión de acceder a Su Santidad, después de besar piadosamente su pie, tras expresar su dolor por la pérdida, pidió con súplicas otro Protector para las Escuelas Pías. Y estando de acuerdo Su Santidad, en lugar del fallecido sustituyó con gran clemencia al Cardenal Justiniani para beneficio de las Escuelas Pías. No está claro si lo hizo mediante un Breve, como en el caso del difunto, o de viva voz. No hay ningún escrito que se refiera a ello. De cualquier modo tan pronto como fue publicado como protector nuestro, José con los de la casa le ofreció el homenaje de los deseos de una larga y feliz edad, y encomendó humildemente las Escuelas Pías a su cuidado.
 
Habiendo desaparecido estos dos benefactores de las Escuelas Pías, nuestro José dirigió su atención a pedir a la Sede Apostólica un nuevo protector para su pequeña grey. Así que cuando tuvo ocasión de acceder a Su Santidad, después de besar piadosamente su pie, tras expresar su dolor por la pérdida, pidió con súplicas otro Protector para las Escuelas Pías. Y estando de acuerdo Su Santidad, en lugar del fallecido sustituyó con gran clemencia al Cardenal Justiniani para beneficio de las Escuelas Pías. No está claro si lo hizo mediante un Breve, como en el caso del difunto, o de viva voz. No hay ningún escrito que se refiera a ello. De cualquier modo tan pronto como fue publicado como protector nuestro, José con los de la casa le ofreció el homenaje de los deseos de una larga y feliz edad, y encomendó humildemente las Escuelas Pías a su cuidado.
  
No faltaron quienes se mostraron a favor de las Escuelas Pías, y entre los primeros el R.P. Juan de Jesús María, meritísimo General de la familia carmelita descalza, hombre brillante en todas las virtudes. Él es quien, en agradecimiento por aceptar el oficio de protector para las Escuelas Pías, dedicó al Cardenal Justiniani un tratado&lt;ref group='Notas'&gt;En el texto original se dice: se adjunta el tratado, tal como fue impreso. Y, en efecto, pegado al manuscrito hay un librito de 36 páginas de 8 x 16 cm., titulado Liber de Pia educatione sive cultura pueritiae, compendio scriptus per R.P. F. Joannem a Jesu Maria, Carmelitam Discalceatorum Calaguritanum, Congregationis S. Eliae Praespositum Generalem. Romae, apud Iacobum Mascardum, MDCXIII. Superiorum permissu. &lt;/ref&gt; sobre la educación de los niños que en la página de agradecimiento marca este año, y luego se encontraron en años posteriores varios ejemplares. Lo que este nuevo Protector hizo por las Escuelas Pías se verá fácilmente en los años sucesivos.
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No faltaron quienes se mostraron a favor de las Escuelas Pías, y entre los primeros el R.P. Juan de Jesús María, meritísimo General de la familia carmelita descalza, hombre brillante en todas las virtudes. Él es quien, en agradecimiento por aceptar el oficio de protector para las Escuelas Pías, dedicó al Cardenal Justiniani un tratado<ref group='Notas'>En el texto original se dice: se adjunta el tratado, tal como fue impreso. Y, en efecto, pegado al manuscrito hay un librito de 36 páginas de 8 x 16 cm., titulado Liber de Pia educatione sive cultura pueritiae, compendio scriptus per R.P. F. Joannem a Jesu Maria, Carmelitam Discalceatorum Calaguritanum, Congregationis S. Eliae Praespositum Generalem. Romae, apud Iacobum Mascardum, MDCXIII. Superiorum permissu. </ref> sobre la educación de los niños que en la página de agradecimiento marca este año, y luego se encontraron en años posteriores varios ejemplares. Lo que este nuevo Protector hizo por las Escuelas Pías se verá fácilmente en los años sucesivos.
  
 
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Año 1609 de Cristo. Décimo tercero de las Escuelas Pías. Quinto de Paulo V.

El presente año[Notas 1] nos ofrece algo para el aplauso, y algo para el luto. Para aplauso fue que cuando era portado el Sumo Pontífice, al pasar frente a la Rotonda con su comité, viendo que José estaba allí para prestarle reverencia entre la gente, hizo parar la comitiva, le hizo llamar y se entretuvo charlando familiarmente con él, en presencia de la gente. Este hecho despertó la admiración de los espectadores, y a partir de entonces se sintió una gran veneración y estima hacia José, de la cual él por su humildad nunca se aprovechó. Hay algunos testimonios en el proceso de su vida que dicen que en esta ocasión el Pontífice designó Cardenal a nuestro José; otros aseguran que rechazó esta dignidad. Sin embargo los que dicen que lo mismo que en otras ocasiones no quiso aceptar otros honores, en la presente los rechazó, aducen el testimonio del cardenal Montalto, quien formaba parte de la comitiva del Su Santidad en esta ocasión.

Y la ocasión de luto es que nuestro Ilustrísimo Protector Cardenal de Torres cambió la vida presente por la inmortal el 9 de julio. Hombre distinguido entre otras cosas por el estudio de la Religión, la integridad de vida, el candor de ánimo, la suavidad de costumbres, el uso y experiencia de las cosas, y su benevolencia para con todos. Hombre que trató admirablemente con el Cardenal Baronio fallecido antes que él, y que juzgó digno el conjunto de sus escritos, antes de que fueran imprimidos y valorados. Hombre que ilustró su afecto a la Santísima Virgen con el testimonio de muchos discursos sobre la antífona Salve Regina. Hombre que no palidecía al llevar como príncipe purpurado el Santísimo Sacramento a los enfermos. Hombre que fue muy generoso con los pobres, por cuya virtud favoreció a las Escuelas Pías con una limosna mensual de 10 escudos, y un legado de cien. ¡Viva por siempre en la gloria!

La misma muerte el 9 de octubre cerró el camino del Venerable Juan Leonardi, fundador de la Congregación de los Clérigos Seculares de la Madre de Dios de Luca, que había favorecido mucho a las Escuelas Pías, y que estuvo presente en el capítulo en el que se trató de la vida comunitaria, para dirigirlo mejor, y que, según dicen algunos escritos, arregló algunas disputas entre las Escuelas Pías y sus adversarios por mandato del Sumo Pontífice.

Habiendo desaparecido estos dos benefactores de las Escuelas Pías, nuestro José dirigió su atención a pedir a la Sede Apostólica un nuevo protector para su pequeña grey. Así que cuando tuvo ocasión de acceder a Su Santidad, después de besar piadosamente su pie, tras expresar su dolor por la pérdida, pidió con súplicas otro Protector para las Escuelas Pías. Y estando de acuerdo Su Santidad, en lugar del fallecido sustituyó con gran clemencia al Cardenal Justiniani para beneficio de las Escuelas Pías. No está claro si lo hizo mediante un Breve, como en el caso del difunto, o de viva voz. No hay ningún escrito que se refiera a ello. De cualquier modo tan pronto como fue publicado como protector nuestro, José con los de la casa le ofreció el homenaje de los deseos de una larga y feliz edad, y encomendó humildemente las Escuelas Pías a su cuidado.

No faltaron quienes se mostraron a favor de las Escuelas Pías, y entre los primeros el R.P. Juan de Jesús María, meritísimo General de la familia carmelita descalza, hombre brillante en todas las virtudes. Él es quien, en agradecimiento por aceptar el oficio de protector para las Escuelas Pías, dedicó al Cardenal Justiniani un tratado[Notas 2] sobre la educación de los niños que en la página de agradecimiento marca este año, y luego se encontraron en años posteriores varios ejemplares. Lo que este nuevo Protector hizo por las Escuelas Pías se verá fácilmente en los años sucesivos.

Notas

  1. Falta el párrafo inicial: Annus 1609 Fratres Reformatos Ssae. Trinitatis adscripsit Ordinibus Mendicantium, et ex Hispanicis conventibus duas erexit Provincias sub uno Vicario Generali regendas. Bullar. Const. 60, Pauli V. Traducción: El año 1609 agregó a los Hermanos Reformados de la Stma. Trinidad a las órdenes mendicantes, y con los conventos de España se erigieron dos provincias para ser regidas por un Vicario General. Const. De las Bulas, de Paulo V.
  2. En el texto original se dice: se adjunta el tratado, tal como fue impreso. Y, en efecto, pegado al manuscrito hay un librito de 36 páginas de 8 x 16 cm., titulado Liber de Pia educatione sive cultura pueritiae, compendio scriptus per R.P. F. Joannem a Jesu Maria, Carmelitam Discalceatorum Calaguritanum, Congregationis S. Eliae Praespositum Generalem. Romae, apud Iacobum Mascardum, MDCXIII. Superiorum permissu.