Diferencia entre revisiones de «Bogotá (CO) Seminario Calasanz»
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Última revisión de 14:36 5 dic 2014
Aviso de contenido
Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual |
Contenido
Datos
Demarcación Colombia - Ecuador
(1953- )
Historia
La fundación del seminario «Calasanz» fue debida a la necesidad de extender la Orden en América, sentida, sobre todo, en España por razones históricoculturales. Pero al no existir base económica, puesto que ningún colegio escolapio tenía sede propia, prevaleció la necesidad de ir formando religiosos americanos sobre cualquier otra urgencia. La idea de un seminario calasancio fue del P. Vicente Tomek, cuando hizo la visita canónica en 1951, al ver la finca «El Paraíso» comprada por el P. Eliseo, pensando erigir allí el futuro colegio lo cual era imposible por dificultad en el acceso. Cuando el P. Provincial de Castilla, P. Agustín Turiel, en 1952, decidió mandar como rector al P. Salvador López, fue el P. General el que volvió a recordar su idea de 1951 sobre el mejor destino para la finca «El Paraíso» y pensó que el P. Salvador, conocedor de lo que era un aspirantado podría empezar la obra vocacional. Dadas las dificultades y riesgos de la empresa, conectó con otros directores de lo que entonces se llamaba «escuelas apostólicas». Como compañero del P. Salvador fue asignado el P. Carlos Izco, cuyo trabajo fue esencial para la consolidación del nuevo aspirantado. La aventura empezó en el curso 1953. Contaba con sólo tres muchachos llegados de Medellín; en ese mismo curso el número subió a seis, todos de los colegios de Medellín y Bogotá. En 1954 fueron once, en 1955, dieciocho, aunque en este año fallaron casi todos los del curso anterior; con los que permanecieron y los nuevos se llegó a catorce para el curso de 1956, número que aumentó más. El P. Aurelio Isla, preocupado por las vocaciones, empieza a preparar el terreno para un nuevo edificio, con gran capacidad, aunque fue lenta su construcción por falta de recursos. En la planta baja estaban las clases y la capilla; en la planta de arriba se instalaron los dormitorios. En 1958 los aspirantes de cuarto de bachillerato eran diez; de ellos saldrían los primeros novicios escolapios colombianos. Vistieron el hábito el día 14-2-1959 en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, a la que pertenecía el seminario. Su maestro de novicios fue el P. Leopoldo García, venido de España para tal cargo; quien también fue rector de la casa noviciado, que seguía siendo al mismo tiempo aspirantado. El mismo día bendijo la primera piedra del futuro noviciado y juniorato el P. Vicario, Eliseo Díaz; en la construcción del inmueble se invirtieron todas las disponibilidades económicas de la Viceprovincia, más la contribución que a la Provincia de Castilla debía abonarse. En el año 1960 llegó de España el P. Isidro García como maestro de jóvenes. El 15 de febrero de ese año fue la primera profesión escolapia en Colombia.
En aquellos años (1953-1967) los seminaristas no iban a casa en vacaciones (julio-julio). Por este motivo se compró (1961) una finca en Arbeláez, municipio de Cundinamarca, con la finalidad de poderlos llevar a descansar. Fue un gran sacrificio la ejecución de las obras porque había que transportar los materiales desde Bogotá. Esta construcción fue útil durante algunos años; hubo que venderla siendo Vicario el P. Fermín Abella. A raíz del Concilio Vaticano II empezó todo un cambio; en relación al aspirantado «Calasanz» se dudó hasta de la legitimidad de su existencia. Por eso se sostuvo difícilmente hasta el año 1970; en 1972 quedaban sólo unos cuantos muchachos y en el año siguiente fueron trasladados al internado del colegio Calasanz de Bogotá; terminó el aspirantado el año 1975; con ello el noviciado quedaba sin base. En 1981 se creó la nueva organización que sustituyó a la antigua, el pre-noviciado, formado por jóvenes bachilleres. Estos se preparan en él para ingresar en el noviciado, mientras cursaban un año de la carrera «Ciencias de la educación» en la Universidad Javeriana.
Con la extinción del aspirantado surge y aparece la creación del colegio «San José de Calasanz».
El juniorato de Colombia empezó en el año 1960. La filosofía la estudiaron con el P. Isidro en «El Paraíso». Los estudios de teología los realizaron primero en España y luego, cuando se fundó el juniorato internacional (SIR), en Roma; los cuatro primeros profesos, que llegaron a ser los primeros sacerdotes escolapios colombianos, fueron ordenados por el Papa Pablo VI en el Congreso eucarístico de Bogotá en el año 1968. Para conseguir uno de los objetivos del Concilio, la encarnación de los religiosos en su medio nativo, se determinó que los jóvenes estudiaran en Colombia, en la Universidad Javeriana, dirigida por los jesuitas. Eligiendo la carrera de «Ciencias de la educación» con especialización en filosofía como la más adecuada a la misión de educadores; después, teología en las facultades eclesiásticas de la misma Universidad. El P. Jesús Fernández fue durante esta época el eje de la vida espiritual del seminario. Desempeñó los cargos de maestro de novicios desde 1965 a 1973, el de maestro de jóvenes desde 1965 a 1966 y el de rector de 1964 a 1967.
El seminario Calasanz fue siempre tenido en gran estima por la Conferencia de religiosos. Desde 1965 trabajó en ella el P. Salvador López. Durante el año 1973 hubo cambios de formadores. El P. Jesús Fernández fue trasladado a Medellín y el P. Salvador al colegio Calasanz de Bogotá. El P. José Naranjo tomó la dirección del seminario como rector, maestro de novicios y de jóvenes. Los nuevos formadores crearon un equipo. En 1976 surgió entre ellos la necesidad de inserción de la Iglesia en el mundo marginado; esta idea vino a corroborar la tendencia a abandonar los grandes edificios de los viejos seminarios, para acercarse más al pueblo. El primer paso fue alquilar una casa de vivienda popular en el mismo barrio marginado «El Paraíso» e irse a vivir en ella los formadores. La casa se llamó «Peralta». Paralelamente se inició la apertura a lo socio-político, que estaba en el ambiente de la Iglesia latinoamericana. Por los años 1973-1975, al llegar los jóvenes a la Universidad Javeriana o a la de Santo Tomás comprobaron que la doctrina de los profesores no respondía a sus ideas apoyadas en Medellín 68, en la nueva teología de la Liberación. Ello creó una fuerte tensión dentro de la Iglesia: Roma y la jerarquía colombiana veía con suspicacia esa tendencia teológica. En este ambiente difícil, los escolapios, los claretianos, los vicentinos y las carmelitas de la Caridad pensaron crear un Plan Intercomunitario de Reflexión Teológica (PIRT). Esto ocurrió entre 1976-1979. Los vicentinos y las carmelitas desistieron después, quedando solos escolapios y claretianos. El intento no fue bien visto por el arzobispo de Bogotá, luego cardenal; porque entraban los claretianos y porque fueron escogidos como profesores del PIRT algunos religiosos jesuitas y salesianos sospechosos de ortodoxia. El arzobispo denunció el PIRT a Roma, a las Congregaciones de Seminarios y Universidades, a la de Religiosos y a la de la Fe. El P. General convencido de que no existía problema alguno de ortodoxia doctrinal por sus conversaciones con los formadores de Bogotá, intervino en las Congregaciones romanas; Roma, admitiendo que no había problema doctrinal, ordenó cerrar el PIRT para encontrar un entendimiento pastoral con el cardenal. Los primeros estudiantes del PIRT tuvieron dificultades frente a su ordenación sacerdotal.
La tendencia a insertarse en el barrio marginado continuó. En el año 1976 se dio el segundo paso: se compró un terreno en el barrio «El Paraíso», cercano al edificio del seminario, en el que se construyeron viviendas para los empleados y una casa sencilla para los seminaristas, llamada «Transtevere». El año 1979 fue necesario alquilar otra casita por insuficiencia de las anteriores; se hizo en el barrio «Galán», al oeste de la ciudad. Dadas las malas condiciones de ésta, en 1980 se buscó otra más espaciosa en el barrio «Primavera». El año 1980, ante la necesidad de preparar a los jóvenes que deseaban ingresar en el noviciado, después de haber terminado el bachillerato, y dadas las lagunas existentes en su formación se recreó el pre-noviciado. Se ubicó en otro barrio marginado «Rincón de Suba», y se le llamó «Estadilla». Durante un año han de estudiar en la Universidad Javeriana y hacer un curso de acceso a los temas humanos, cristianos, escolapios y pastorales. Su director fue el P. Diego Bernal. En 1983 se abre otra casa en el mismo barrio para los teólogos. Se la llamó «Emaus». Su director el P. Luis Guillermo Jaramillo, que era a la vez maestro de jóvenes y rector de todo el seminario. Históricamente así ha venido desarrollándose la formación de los jóvenes escolapios de Colombia.
Superiores
Persona | Año |
---|---|
Leopoldo García | 1959 |
Eugenio Cano | 1964 |
Jesús Fernández | 1967 |
Valentín Cadarso | 1970 |
José Naranjo | 1973 |
Luis Guillermo Jaramillo | 1982 |
Redactor(es)
- Diego Bernal y Salvador López, en 1990, artículo original del DENES I