Revisión de 16:39 16 feb 2016

Como no se había prescrito una limosna exacta por parte del testador, después de su muerte se daba comida y vestido sólo según el número de hermanos que vivían entonces en esta casa. Como parecía muy molesto ir cada día a pedir a los oficiales, como si fuera una limosna, nuestros padres suplicaron al Excelso Príncipe Maximiliano de Dietrichstein, heredero del Cardenal fundador, que se dignara concretar con unas cifras precisas aquella cláusula general del testamento que decía que se diera comida y vestido para 20 religiosos de los Padres de las Escuelas Pías.

Lo cual se obtuvo graciosamente, pues el Príncipe decretó en el año 1639 que para sustentar 20 religiosos de las Escuelas Pías de Lipnik en el futuro se estableciera anualmente en esta fundación una cantidad, a pagar en dos plazos, a saber:

1000 FR, 2 modios de centeno, 2 modios de trigo, 5 tinajas de vino, 52 tinajas de cerveza, 10 sesentenas de carpas por ocho. Y suficiente leña para quemar.

Pero este estado de cosas sólo duró dos años, hasta 1642: en aquel tiempo la limosna se hizo incierta y menor. Había pocos de los nuestros en casa, pues la mayor parte habían huido a causa del ejército sueco, que tenía el campamento cerca.

La fundación sufrió cambios durante estos tiempos y los siguientes, y daban a veces más y a veces menos, según le parecía al fundador y lo requería el número de religiosos, hasta que en el año 1659 nuestros padres fueron a suplicar de nuevo al Excelso Príncipe Fernando de Dietrichstein, hijo del citado Maximiliano, que confirmara el antiguo criterio de la fundación que había establecido su señor padre en el pasado, y que quisiera pagarlo en el futuro, puesto que los tiempos eran ya mejores y la casa religiosa se iba volviendo ruinosa y había que restaurarla.

El citado Príncipe accedió a la petición de los padres y quiso que aquella antigua cuota de la fundación que había establecido su señor padre en el años 1639 volviera a estar en vigor, pero a beneplácito suyo añadió esta condición: que mientras se reparara el edificio, de los mil florines cada año se aplicarían 200 a la reparación, y 800 servirían para las necesidades de los hermanos, y si esto no se cumplía, no recibirían ninguna vitualla de las manos de los oficiales de su dominio. Por lo demás, en cuanto al vino, cerveza, trigo, centeno y leña, quiso que todo siguiera igual.

Así, pues, desde el año 1659 hasta el año presente 1696, se ha recibido de manera ininterrumpida de la fundación para 20 religiosos, cada año, como se dice más arriba:

1000 FR en dinero, 2 modios de centeno, 2 modios de trigo, 5 tinajas de vino, 52 tinajas de cerveza, 10 sesentenas de carpas por ocho.

La leña nos la tienen que traer tres aldeas del señorío: Augezd, Viscovitz y Vitoniz; cada campesino ha de traer tres cargas de los bosques de Helfestain.

Y esto es todo lo que hay sobre la fundación de nuestra casa de Lipnik, Ojalá se firmara algún instrumento auténtico para registrarlo en el archivo de la Provincia, para evitar las molestias y dificultades que pudieran surgir en el futuro.

STRAZNICE

Es una ciudad del marquesado de Moravia, situada junto al río Morava, en la parte norte. Por la parte sur, después de campos y viñas, tiene la frontera del reino de Hungría a media milla germánica de distancia. En otro tiempo tenía una numerosa población, que contaba 700 casas; hoy día, a causa de incendios frecuentes e incursiones de los enemigos no llegan ni a la mitad. Como no está rodeada de ninguna muralla, sino que sólo tiene una empalizada para impedir el paso a los caballos, pero que deja pasar por muchas partes a los que van a pie, y los fosos que la rodean dejan entrar fácilmente tanto a los buenos como a los malos.

Esta ciudad a lo largo de los tiempos soportó varios señores y muchos herejes, con el permiso de los cuales la basura de los herejes invadió Moravia y las provincias vecinas, llegando también a Straznice algunos hermanos herejes. Los llamados picarditas fijaron su sede en un lugar que ocuparon de manera furtiva, llevando allí a cabo sus enseñanzas, predicaciones y otras actividades de su secta. Limpiada al fin después de mucho tiempo la provincia manchada, también los hermanos citados que habían venido aquí fueron obligados a marcharse. Después de los señores heréticos, el primer señor católico fue el Ilmo. Sr. Conde Francisco de Magnis , italiano, originario de Milán. Movido por el ejemplo del eminentísimo Cardenal Francisco Dietrichstein , Obispo de Olomuc, que había llamado antes de Roma a nuestros padres para que fueran a fundar a su ciudad hereditaria de Nikolsburg (estaba unido a él por relación familiar), también él introdujo una comunidad de nuestros padres en Straznice, en el mismo edificio que habían ocupado los picarditas expulsados, arreglado en la medida de lo posible, el 6 de febrero de 1633. Los primeros habitantes fueron siete: el P. Juan Bautista de Santa Tecla [Constantini], con dos profesos y cuatro novicios.

Notas