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Revisión de 16:51 16 feb 2016
DESCRIPCIÓN DEL ESTADO DE LA CASA DE STRAZNICE
El estado de la casa de Straznice, si a veces ya era miserable a causa de que se nos negara la fundación por completo, en la actualidad es más miserable aún, pues no se nos entrega ni en dinero ni en bienes naturales nada, sino sólo lo poco que por ruegos de la Ilma. Fundadora se consigue en trigo, o lo que graciosamente se ofrece en dinero para misas. No se ve cómo haya personas en esta casa que puedan sustentarse, puesto que no dan nada para que se sustenten. En los años anteriores desde la fecha de la fundación, aunque no todos, se restringió lo que se daba para 8 personas por el Ilmo. Conde Francisco de piadosa memoria, y su Ilma. esposa lo ha reducido ahora, a causa de que el señorío quedó arruinado por los tártaros. Y si entonces sólo se podían mantener 8 personas en la casa, ¿de qué modo podrán mantenerse más ahora que la fundación no da nada?
La propuesta de que se enviaran más personas a la casa, y el hecho de que se enviaran, fue iniciativa del Rector de esta casa, P. Antonio de Francisco, bajo cuyo mandato Su Excelencia el Conde de Opperstorff, que tenía el señorío bajo su tutela, entregó toda la fundación; pero luego confió la tutela a la Ilma., que daba según su voluntad lo que quería, y compensaba con generosas limosnas que ofrecía para celebrar misas. Eran aquellos tiempos mejores, en los que la gente no estaba afligida con contribuciones, y todo andaba más abundante, por lo cual ofrecían limosnas más frecuentes y más generosas. Ahora, en estos duros tiempos de guerras, y de escasa caridad, en los que vivimos sólo de limosnas, y estas son inciertas y raras, cualquier persona prudente podrá juzgar fácilmente lo difícil que es sustentar a tantas personas.
En los años pasados de hecho no necesitábamos comprar centeno para el pan ni trigo para alimentos farináceos, pues incluso sobraba algo; algo comprábamos con nuestros trabajos a los RR.SS. párrocos, y en caso de no ser suficiente, nos veíamos obligados a otras personas.
Necesitamos al menos 56 metretas[Notas 1] de centeno y 30 de trigo, y tal cantidad no pueden lograrse sólo con limosnas, pues el cereal es tan caro que sólo lo podemos conseguir sirviendo en dos o tres parroquias que puedan dar cereal. La cebada para cerveza se compra también con dinero, para la cual 80 metretas apenas bastan para que cada persona pueda beber una jarra, y una metreta hasta ahora nos cuesta 1,12 imperiales. La Ilma. nos dio 14 metretas este año, y 20 el anterior; las demás las tuvimos que comprar con limosnas, pero al ser las limosnas escasas, pudimos comprar pocas. Las viñas exigen mucho gasto, y son viejas, por lo que apenas cubren los gastos de los trabajos. En los dos años anteriores apenas recibimos nada de ellas, en particular el año pasado, y este año se espera poco de ellas. La bodega en que se guardaba el vino en años pasados está vacía, y no lo compramos, pues es demasiado caro para nosotros, y no bebemos. Lo cual es bastante duro, especialmente para los criados y para quienes son débiles de estómago.
El precio del paño actualmente pasa de 100 FR, aunque este puede conseguirse de lana por caridad. Apenas nos bastan 4 urnas[Notas 2] de mantequilla, que si se compraran aquí costarían 20 FR, pero se tienen que comprar fuera, a 4 millas, y hacerlas traer a Lipnik pagando el porte. La lavandera recibe 16 FR al año; la cantinera, 6. El sastre y otros artesanos suben su precio a causa de la falta de caridad. El pescado para adviento y cuaresma, y la carne de vaca y de ternera durante todo el año cuestan muy caro. ¿Dónde encontrar tela para las camisas y otras prendas necesarias? ¿Cómo arreglar el tejado de la casa? ¿Cómo conseguir la cera y el aceite para la iglesia y para la casa? Para comprar todas estas cosas hace falta dinero. La leña que teníamos de la fundación, ahora la tenemos que comprar a un precio bastante elevado, en la plaza o en el bosque, y no podemos conseguir la suficiente, especialmente en invierno.
Con todo el dinero que recibimos por las misas y algo de las rarísimas limosnas, apenas podemos comprar todas esas cosas, a no ser que la Divina Providencia nos consiga mayores limosnas para la casa, como en el año 1694. Pues en ese año un ciudadano y oficial imperial de Sakolice dio a nuestra casa 50 FR para misas. Su Excelencia el príncipe de Dietrichstein envió de la Cámara Imperial 50 FR para misas. El H. Wenceslao de Sta. Ludmilla, novicio de nuestra Orden, antes de su profesión legó a esta casa 50 FR. El Sr. Cuminario de Hrasdiste antes de morir nos dio 19 FR, y su hijo, después de su muerte, nos dio 30 FR para misas. El Sr. Deán de Vesely, piadosamente difunto, nos legó antes de morir dos caballos, que vendimos por 70 FR. El Muy Rvdo. Párroco de Milolice en su testamento nos dejó 30 FR para misas. El párroco de Gezovia nos legó 10 FR para misas. El Muy Rvdo. Párroco de Osvetima, además de un tonel de vino antes de su muerte, nos dio también 10 FR para misas. El R.P. Rector de Nikolsburg nos dio casi 100 FR para que celebráramos misas que ellos no podían celebrar. De este modo se reunió una cierta cantidad de dinero, que sirvió para cubrir gastos mayores, pero no duró mucho tiempo, y ya no queda nada.
Si no nos llegan otras limosnas semejantes, de las cuales por ahora no oímos nada, y no parece que vayamos a recibir nada de la fundación, a no ser que se venda el señorío, y se nos conceda poder sobre él, de modo que mantengan toda la fundación. El estado de nuestra casa de Straznice y el colegio es miserable, mientras la divina providencia no lo haga más feliz.