Última revisión de 16:54 6 feb 2019

Todos están consternados

Cuando recibieron la carta, los Rectores y demás religiosos quedaron tan consternados que temieron la ruina segura y la dispersión de nuestro instituto a no ser que se pusiera fin a la temeridad y la clarísima ambición del P. Radecki. Sin embargo todos flaqueaban, y no sabían qué debía hacerse en las presentes circunstancias. Todos pensaban que había que acudir a la justicia para evitar discordias en la elección del Provincial y el establecimiento de la Provincia, después que el P. Radecki lo cambiara todo y hubiera obtenido de manera subrepticia la autoridad para gobernarla provisionalmente, pero por otro lado no querían oponerse al decreto del Gobierno Supremo y las disposiciones que aparecían en él, pues de hacerlo tal vez lo tomarían como una excusa para su disolución, por lo que prefirieron callarse en este asunto. Y entonces Dios misericordioso, que elige al débil para confundir al fuerte, aunque a veces sitúe a su pequeña grey en grandes peligros, tocó y dio fuerza al corazón del P. Segismundo Linowski, Rector de Cracovia, para que se opusiera como un héroe por las leyes de los Padres y la casa de Israel al P. Radecki. Se encontraba en cama, afligido de una grave enfermedad, cuando recibió la carta anterior, y movido por el celo, con la ayuda de un criado se levantó de la cama, se sentó junto a una mesa y con trémula mano escribió una carta al Excelso Gobierno en nombre suyo y de los demás Superiores en las cuales exponía brevemente nuestras leyes en las que se decía lo que estaba previsto en caso de gobierno vacante para nombrar al moderador de la Provincia. Declaraba que el P. Radecki no tenía ningún derecho, ni era el decano de los Rectores, y demostraba que era falso lo que contaba del P. Eysymont, que estaba enfermo, y que no quería aceptar el gobierno provisional, y para mayor convicción adjuntaba la carta del P. Eysymont en la que convocaba a los Superiores convocándoles a reunirse en Capítulo para elegir Provincial. Rogaba humildemente al Excelso Gobierno que tuviera valor la elección del P. Eysymont como Presidente del Capítulo, y que el P. José Radecki fuera privado del nombramiento de Comisario, que había obtenido subrepticiamente mediante una información falsa.

Notas