Última revisión de 12:34 14 mar 2019

Wielun (1691)

La fundación fue obra del noble Alberto Casimiro Urbanski. El P. Provincial Vicente Dymowicz había encargado de ella al P. Hipólito de San Juan Crisóstomo (que en 1696 era el Rector), pero parece que no era capaz de resolver las complicaciones que surgían, por lo cual después de visitar el lugar cuatro veces, lo abandonó. Envió entonces el P. Provincial a otros Padre más experto, Adalberto Siemierkowicz, el cual arregló las cosas, y tras ejercer el superiorato durante un año, volvió a su comunidad de Lowicz, como Rector.

El primer capital de fundación era de 25.000 florines, que producían un interés de 1750 anuales. Luego se fueron añadiendo otros capitales que mejoraron su situación económica. En 1697 no tenían aún capilla, sino sólo un oratorio de la comunidad. Vivían provisionalmente en una casa de piedra; en otra casa cercana había 5 clases. Tenían otras propiedades: “Además de los dos edificios de piedra citados, hay un espacio vallado con el huerto contiguo, donde se construirá el colegio con la iglesia. En otro lugar hay un espacio sin casas. Hay un local construido en ladrillo en la finca Dubrowiense hereditaria del Gnso. Sr. Myszkowski, que inscribió para 30 años y lo confirmó con un contrato. Fuera de la ciudad hay una piscina recientemente limpiada, prados entre dos ciudades con 24 surcos de campo que se siembran”.

A pesar de estar sólo en sus comienzos, la comunidad en 1696 tiene ya su importancia:

P. Hipólito de S. Crisóstomo, Rector

P. Florián de S. Bartolomé, Vicerrector

P. Feliciano de la Asunción de la B.V.M., profesor de teología moral

P. Felipe de la Stma. Trinidad, predicador, confesor de los nuestros

P. Leopoldo de S. Matías, maestro de retórica, prefecto de las escuelas, predicador, confesor de los nuestros

P. Francisco de S. Casimiro, maestro de poesía, presidente del oratorio de jóvenes

H. Sebastián del E. Santo, maestro de sintaxis y gramática, catequista, presidente del oratorio de pequeños

H. de la Concepción, maestro de ínfima y de leer.

Vemos, pues, que había cuatro escuelas abiertas.

Notas