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Dificultades mayores durante su generalato.
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Viajes

Un aspecto importante del generalato del P. Brattina lo constituyen sus viajes de visita a las Provincias escolapias no italianas. El P. Mistrangelo, que había viajado a España y Europa Central, había comprendido que el contacto personal servía para acercar a las provincias distantes a Roma. Es cierto que el P. Brattina no tenía el carisma personal del P. Mistrangelo, pero viajó, siguiendo las indicaciones (tal vez órdenes) del mismo P. Mistrangelo, o incluso de la Santa Sede, como lo da a entender un comunicado del Cardenal Merry del Val, Secretario de Estado[Notas 1]:

El S.P. se ha enterado de que el P. A. Brattina, apenas nombrado General de la O.D.E.P., ha comenzado, según lo indicado por S.S., la visita de las diversas P. Esc., y como la ha anunciado también para las Prov. de Eur. Cent. y Amér., y está próximo a comenzarla. Conociendo S.S. que, según las Constituciones de Calasanz, al comenzar el año capitular, cesaría toda facultad suya a este propósito, ha decidido derogar los puntos de las Constituciones citados, de modo que el citado P. A.B. pueda continuar la S. Vis. de esas provincias citadas, incluso durante el año capitular.

Tenemos una información bastante minuciosa del viaje a España, pues su acompañante, el P. Tomás Viñas, hizo un cuaderno con anotaciones y abundantes postales de los lugares que visitaron (aunque, por desgracia, no parece estar completa. Anuncia su visita a España en la reunión de la Congregación del 24 de marzo de 1905. E informa sobre la misma en la reunión del 14 de junio. Suponemos que comenzarían su visita por Barcelona. Copiamos a continuación, de manera telegráfica, algunos datos recogidos del cuaderno del P. Viñas.

Visitaron Valencia, Sevilla. Llegan a Granada. En el colegio había una comunidad de 17 religiosos. Visitan la ciudad. Describen la catedral, la Alhambra…

El 29 de abril llegan a Madrid. San Antón: una comunidad de 39. Descripción iglesia, etc. Visita a la ciudad. El 30, S. Fernando: Comunidad de 29. Foto de la iglesia. Visitan la ciudad. El 1, van a Getafe. Hay 20 de comunidad. Entre ellos, Carlos Lasalde y Faustino Míguez. Visita del Escorial. Historia, fotos, descripción. 3 de mayo: El Prado. Cuadros. Visita al Nuncio. Alcalá de Henares. 18 de comunidad. Universidad, Cisneros. Visitan a las Calasancias. Cervantes.

5 de mayo, en tren a Pamplona. Comunidad: 16. Visita a la catedral, etc. Loyola. 6 mayo, Irache y Estella. En Estella, 12 de comunidad. En Irache hay 10 sacerdotes, 84 juniores, 10 hermanos profesos y 10 h. novicios. El 7, academia. En honor de Cervantes. Tafalla. Hay 12.

9 de mayo, Zaragoza. Hay 46 de comunidad. el 10, importante reunión de la congregación Interprovincial de España, para tratar temas en relación con el próximo Capítulo General, y otras cuestiones. Visita del Pilar. La Seo. Jotas. El 12, salida hacia Barcelona. Pasan por Marsella, y visitan a los PP. de Timón David, según un intercambio epistolar que más adelante comentaremos.

Vemos que el aspecto turístico del viaje es tan importante, al menos, como el de contacto con las comunidades, aunque en todas las que visitaron se alegrarían de recibir al P. General. La única reunión importante tuvo lugar en Zaragoza; de ella hablaremos más adelante. Al informar de su viaje a la congregación General, el P. Brattina dice estar satisfecho de la buena marcha de los colegios, observancia y disciplina, buena educación, y amor de la gente a las Escuelas Pías.

Sobre su viaje a las Provincias de Europa Central, no tenemos mucha información en nuestro Archivo General. Como faltaba menos de un año para la celebración del Capítulo General, pidió permiso para seguir con la visita, y el permiso le fue concedido[Notas 2]. En la reunión de la Congregación de fecha 4 de octubre de 1905, el P. Brattina transmite su buena impresión tras el viaje a Austria, Bohemia, Polonia y Hungría. Todos están de acuerdo con la unión, según el Motu proprio del Papa. Durante sus ausencias por viajes, el P. Cianfrocca, primer Asistente, actúa como Vicario. En esta misma reunión anuncia su salida hacia América. Va a visitar las casas de la Viceprovincia de Argentina y Chile, y las de Cuba.

El viaje a América comienza el 14 de octubre de 1905, en Génova. En el buque Perseo viajan con el P. Brattina su secretario, P. Viñas, y un religioso de Liguria, Pietro Balbo, que ha pedido permiso para ir a visitar a su padre, que emigró a Uruguay muchos años antes. El Perseo es uno de los mejores buques de la compañía Navigazione Generale Italiana, construido en 1883, desplazando 4158 toneladas, a 16 nudos de velocidad. En el Archivo Provincial de Florencia[Notas 3] aparece un folleto con los nombres de los 75 viajeros de 2ª (todos italianos), entre los cuales figuran nuestros tres escolapios.



El viaje hasta Buenos Aires en barco debió transcurrir sin novedad. En Argentina visitaron los colegios escolapios. Por aquella época existían ya cuatro casas: Buenos Aires (fundada en 1891), Santo Tomás de Córdoba (1894), Pontevedra (1902) y la recién iniciada de Escuelas Pías de Córdoba (1904). Tras visitarlas, atravesaron los Andes en tren (era verano), y llegaron a Santiago de Chile. Desde allí, a principios de enero de 1906, escribe el P. Brattina al P. Mistrangelo:[Notas 4]

¡Más que nuevo mundo! ¡Puedo decir que me encuentro en el mundo de la Luna! Desde mi partida de ahí no he recibido ninguna carta de la vieja Europa. Y ahora que me encuentro en Chile, en Santiago, siento mayormente el aislamiento. No antes del 10 de enero podré embarcarme en Valparaíso, y Dios sabe cuándo podré llegar a la isla de Cuba. En el Pacífico los servicios no son directos como en el Atlántico, sino que casi todos los vapores hacen servicios de pequeño cabotaje. ¡Figúrese que antes de llegar a Panamá V.E. habrá recibido esta carta! En Panamá tendremos que esperar algunos días antes de poder embarcarnos para las Antillas. No estamos seguros de poder hacer el viaje directo a Cuba, sino que probablemente tendremos que ir a Jamaica, y desde allí a Cuba. Son viajes largos, desastrosos y costosos.

Aquí la visita era necesaria, y cuando vuelva le contaré todas las miserias del mal gobierno de estas fundaciones nuestras. Ahora no sabría cómo empezar la larga relación, ni pretendo exponerla en pocas palabras para no echarla a perder. Espero que el Señor me conceda un feliz retorno y cuando tenga la buena suerte de volverle a ver, de palabra, se lo contaré todo. No antes de mediados de marzo podre encontrarme en Europa. Por motivos que V.E. puede imaginar, le rogaría que informase a la Abadía que estaré de vuelta cuanto antes. Llegaré a Panamá hacia el 30 de este mes, y hacia el 15 de febrero podré estar en Cuba, suponiendo que no haya retrasos no ya de horas, sino de días. ¡Imagine que el último vapor ha llegado con 10 días de retraso! El Pacífico, en el hemisferio sur, no responde a su nombre, así que las Compañías de navegación no aseguran a los viajeros la puntualidad de las llegadas. Yo me conformaría con que me aseguraran la piel. Más de una vez he estado tentado de suspender mi visita y volver a Europa sin más, tantas son las molestias y disgustos que recibo de la falta de lealtad en quien gobierna y de la discordia entre los religiosos. Le expondré todo al Cardenal Vives; sólo la Santa Sede podrá poner un remedio seguro. Nada se puede esperar del Capítulo General y mucho menos del interprovincial de España, que pueda asegurar el porvenir de estas fundaciones nuestras.

Junto con la presente el envío un número del Porvenir, periódico católico de Santiago, donde se habla del cierre de nuestra fundación. La casa se ha cerrado verdaderamente, pero se omite la causa. El artículo lo ha escrito el P. Viñas.

En aquel tiempo había en Chile tres casas: la de Concepción (fundada en 1890), y dos recientemente abiertas en Santiago: la de Talleres Providencia (1904) y la de San Juan Evangelista (1904). Esta es la que decidió cerrar, en nuestra opinión (como veremos más tarde, acertadamente). A cambio decidió abrir una nueva en Sucre (Bolivia), y sin contar con las autoridades intermedias (Provincial de Aragón, Vicario General de España), envió allí dos religiosos, tras ponerse de acuerdo con el Arzobispo de la ciudad. Por desgracia, fue una fundación efímera, que apenas sobrevivió al generalato del P. Brattina. El 23 de enero de 1906 envía una breve carta desde Lima, diciendo que es una bonita ciudad, y que siguen viaje hacia Cuba[Notas 5].

De regreso a Italia, en la reunión de la Congregación del 21 de abril informa sobre su viaje a América. Argentina, Chile, Bolivia, Cuba. Van bien los colegios, son apreciados. Menos el de la calle Lira de Santiago de Chile, donde los escolapios hacían más de enfermeros de curas viejos que de maestros de niños. Y lo cerró.

Notas

  1. RG 2, 417.
  2. RG 2, 417.
  3. Caja Brattina.
  4. RG 250 e 4, 54.
  5. RG 250 e 4, 57.