Diferencia entre revisiones de «General36/Segundo Mandato (1955-1961)»

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Relación del P. General al Capítulo
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Segundo Mandato (1955-1961)

Algunos temas correspondientes a este periodo han sido ya tratados en el primer mandato, por dar una continuidad a la historia. No queremos repetir cosas ya dichas; en esta parte narraremos el desarrollo de temas nuevos, y el de los anteriores cuando sea necesario.

El punto de partida del segundo mandato del P. Vicente Tomek es el Capítulo General de 1955, celebrado, como el anterior, en Monte Mario, del 20 de julio al 8 de agosto, bajo la presidencia del Cardenal Micara, nombrado Vicario General de Roma en 1951. El P. Tomek fue reelegido posiblemente con la mayoría más clara de votos de toda la historia de nuestros capítulos: en la primera votación recibió 31 votos de los 33 capitulares. No asisten el P. Enrique Centelles, Asistente General por América, por encontrarse enfermo; ningún escolapio de países comunistas obtiene el visado para asistir, y de Europa Central solo pueden venir el P. Provincial de Austria, Ramon Edelmann, y el vocal austriaco, Juan Schmidt.

Tras el reconocimiento de los capitulares el 20 de julio, se reúnen las tres comisiones encargadas de estudiar las proposiciones al Capítulo los días 21,22,23, y el 25 por la tarde. Se dedican luego varias sesiones (los días 25-28) a estudiar modificaciones a las Constituciones y las Reglas. En la sesión VII, del 28, por ejemplo, tratan sobre el uso del tabaco (se prohíbe, menos a los que ya tienen el vicio, pero no pueden hacerlo en público); solo se permite una radio por comunidad; solo un televisor por casa, bajo el control del superior, que deberá pedir permiso al P. General (aprobado por unanimidad). Siguen todavía otras sesiones estudiando cuestiones prácticas (Caja de la Orden; fondo provincial; ayuda económica a la provincia Romana…)

El 1 de agosto se tiene la sesión solemne, XIII. Viene el Cardenal Protector, el Vicario de Roma Micara. Se procede a la elección del P. General, y, como hemos dicho, en la primera votación es reelegido el P. Tomek.

Siguen varias sesiones los días 2 a 4, con propuestas sobre las Reglas, y otras propuestas menores. Hay que nombrar un Director Espiritual en todos los colegios. Que la Congregación General promueva los estudios pedagógicos. Sobre formación profesional para alumnos gratuitos. El P. Laureano Suárez informa sobre el estado económico de la Orden.

En la sesión XX (5 de agosto) se procede a la elección de los Asistentes Generales: P. Isidoro Campora (Italia), Juan Walter (Europa Central), Laureano Suárez (España); Julián Centelles (fundaciones fuera de Europa). En la sesión XXI se leen varios nombramientos: Giuseppe Righetti es nombrado Procurador General. Agustín Turiel, Delegado General de España.; Martín Ezcurdia, Secretario General; Laureano Suárez, Ecónomo General; Juan Otal, Postulador. Se crea una Comisión para modificación de las Constituciones (L. Suárez, L. Picanyol y Q. Giusta); otra para las Reglas (A. Turiel, V. Tomek, Teófilo López, G. Ausenda y V. Vitillo.)

Sesión XXII (8), firma documentos.

Es evidente que, tras los logros del sexenio anterior, todas las provincias tenían ya suficiente “masa sobre la mesa” como para pensar en muchos proyectos nuevos. Era tiempo de consolidar las fundaciones recientes, y devolver a los bancos los préstamos de los años anteriores. Sin embargo, como veremos más adelante, la Orden siguió expandiéndose durante este segundo mandato del P. Tomek. Y, si no hubiera sido por el dramático recorte cubano al final del mismo, habría sido un periodo de franco crecimiento. Se construyen y se renuevan muchos edificios en la Orden, gracias a los préstamos de los bancos. Don José Sinués, director de la Caja de Ahorros de Zaragoza desde 1933, es un declarado amigo de los Escolapios que facilita préstamos no solo para varias provincias de España, sino incluso para Italia[Notas 1].

Pero al mismo tiempo, como iremos exponiendo, reaparecen viejas tensiones (nacionalismos vasco y catalán), y aparecen con fuerza otras nuevas (Aragón - Argentina) que hacen un poco más penosa la tarea de gobierno del P. Tomek. Contando, además, con las nuevas corrientes filosóficas y teológicas que iban caldeando el ambiente en vísperas del Concilio Vaticano II, y cuyas consecuencias se hacían sentir más en algunos lugares concretos (Albelda, Florencia-Balducci).

Notas

  1. AGSP Fondo Tomek Prot. 401/1959.