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Última revisión de 08:59 23 may 2022
Momentos difíciles: desaparición de las Provincias Renano-Suiza, Lituania, Polonia.
A las Escuelas Pías, en todo su esplendor, empezaron a caerles golpes por el este y por el oeste, y luego también por el sur (norte, en realidad, nunca lo hubo).
El P. Stanislaw Krasinski nació en 1810 en Welnicze, en la parte occidental de Ucrania que en su tiempo formaba parte de Polonia. Ingresó en las Escuelas Pías en Lubieszów en 1827. Allí enseñó hasta la supresión de los colegios en diciembre de 1831. Ordenado sacerdote en 1836, fue enviado a Petersburg como maestro de la escuela parroquial de San Estanislao, confiada a las Escuelas Pías. En 1859, ya secularizado, fue nombrado obispo de Vilna. En 1863 el gobernador de Vilna le pidió que condenara públicamente la insurrección de Polonia y Lituania. Se negó a ello. Se le aprisionó y se le deportó a Wiatka (Urales). Permaneció exiliado allí 20 años. A los 15 de destierro renunció al obispado de Wilna. Libertado por Alejandro III en 1883, debiendo elegir domicilio fuera de Lituania, escogió en Cracovia el colegio de los escolapios. Allí celebró solemnemente su jubileo episcopal en 1884.
En el este, el Imperio Ruso se anexionó el territorio de la provincia de Lituania con ocasión de los tres repartos de Polonia (1772, 1793, 1795), y una buena parte de la de Polonia. En un primer momento permitieron que los colegios escolapios siguieran funcionando, hasta que sus exalumnos y los mismos religiosos se vieron envueltos en actividades políticas reivindicativas de lo polaco, y por consiguiente consideradas revolucionarias, y todos los colegios fueron cerrados a partir de la revuelta polaca de 1830-31. Los religiosos pasaron a enseñar en centros públicos; otros al servicio de las diócesis, o simplemente fueron recluidos. La parte polaca bajo control prusiano pasó a denominarse “Borusia”, en latín, o simplemente Prusia, y existió desde 1795 hasta 1807 como provincia independiente. La parte bajo control austriaco se denominó “Galitzia”, y existió como provincia independiente desde 1798 hasta 1810. Con la victoria de Napoleón, Polonia recuperó parte de su autonomía, y con las dos provincias anteriores se constituyó la provincia del Gran Ducado de Varsovia (1807-1815), que sólo duró lo que el tiempo del poder de Napoleón. Después del Tratado de Viena, buena parte del territorio polaco quedó bajo control ruso. Los escolapios siguieron enseñando en algunos de sus colegios, hasta que la segunda revuelta contra los rusos (1863-64) provocó el cierre de todos los colegios, y el exilio o encarcelamiento en Siberia de los escolapios que se habían distinguido más en la revuelta. A todos los demás se les prohibió seriamente mantener ningún contacto con el exterior. Y esta es la situación que encontramos cuando los PP. Tadeusz Chromecki, Adam Slotwinski y Casimiro Maliszewski intentan recobrar el colegio de Cracovia en 1869.
En el oeste las cosas habían sido más duras. La provincia Renano-Suiza, que había sido creada con casas de Bohemia y Austria en 1776, y llegó a tener nueve casas, sufrió directamente las consecuencias de las guerras napoleónicas y los cambios sociales y culturales que siguieron. A partir de 1808 el gobierno decretó que todos los colegios debían estar en manos de la autoridad civil, de modo que los escolapios se reciclaron como profesores o párrocos, y en pocos años la provincia, que no había tenido tiempo de consolidarse, fue declarada oficialmente extinta.