GinerMaestro/Cap01
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Capítulo 01: Peralta de la Sal, su patria
Peralta de la Sal es hoy un pueblo de la provincia de Huesca. Su nombre completo e histórico es Peralta de la Sal y de la Honor, con categoría de Villa. En 1970, por razones de administración pública, los tres municipios colindantes de Peralta, Calasanz y Gabasa decidieron voluntariamente fusionarse en uno solo con el nombre oficial de Peralta de Calasanz, con capitalidad en el primero de ellos[1]. No obstante, la nueva denominación no ha sustituido a la antigua y el pueblo natal de San José de Calasanz sigue llamándose como antes.
Su nombre propio —Peralta—, si hay que buscarle alguna etimología plausible, la más obvia es la latina ‘Petra alta’ (piedra alta), como aparece ya desde finales del siglo XI en bulas papales y sigue luego en otros documentos a través de los siglos[2], aunque la primera vez que se la cita (en 1077) se la llama simplemente Peralta[3]. La aludida ‘Petra alta’ estaría relacionada con la iglesia que efectivamente está adosada a un peñasco cimero; más aún, el crucero actual —que debió de ser la nave única de antaño— está semiexcavado en la pared rocosa, que acertadamente han dejado al desnudo en las recientes restauraciones. Y por detrás de la iglesia sigue alzándose el roquedo, que como esperón de nave remata el cerro.
Su primer apellido —de la Sal— le viene de las abundantes salinas en las que el agua se remansa al sol y hace de la sal uno de los productos característicos de la villa. El segundo —de la Honor— evoca el hecho de haber sido, desde las profundidades del Medievo hasta el siglo pasado, cabeza de una baronía con todos sus derechos y peculiaridades. Hoy día, lejos ya de estructuras señoriales, ha recuperado en cierto modo su antigua capitalidad al constituirse ese nuevo municipio, llamado Peralta de Calasanz. Y si es verdad que esta moderna denominación hace referencia al pueblo vecino, con el que se ha fusionado, es inegable que evoca espontáneamente al ‘Calasanz de Peralta’, su hijo más preclaro.