BerroAnotaciones/Tomo2/Libro2/Cap25
CAPÍTULO 25 Confirmación De la Reintegración, Mediante otra cartas [1645]
Podría creer alguno que he sido demasiado crédulo al dar crédito, tan pronto, a las cartas anteriores, aunque escritas por personas conocidas. Pero, para cerrar la boca a todos, sobre todo a quien me crea ingenuo, pondré aquí, a mayor confirmación de lo ya escrito, una carta de la parte contraria; para que, quien no quiera creer a los amigos de la Orden, dé fe al menos a los mismos enemigos.
Esta carta ha sido leída y copiada al pie de la letra desde su original, y leída también públicamente en Nápoles, y todos la vieron con sus propios ojos.
Carta
Fuera
“Al P. Juan Lucas [di Rosa] de la Virgen María, Provincial de las Escuelas Pías. Nápoles.
Dentro
Pax Christi
El martes último hubo Congregación de los Cardenales, acerca de las cosas de la Orden. El Decreto aún no ha salido; por eso, muchos se lanzan a adivinarlo. Sólo hay de cierto que el P. General será repuesto en el título, con una consulta de Asistentes, que tendrán voto deliberativo. Arreglar la Orden estará en nuestras manos, si queremos ponernos de acuerdo entre nosotros. El Señor nos bendiga.
Roma, a 22 de junio de 1645
De V. R.,
Humildísimo servidor en el Señor,
Esteban [Cherubini] de los Ángeles,
Superior y Procurador General”.
Observa, lector, estas palabras: “Repuesto en el título el P. General”. Pondré aquí la carta de del mismo V. P. Fundador General.
Fuera
“Al P. Vicente [Berro] de la Concepción, Sacerdote de las Escuelas Pías. Nápoles.
Dentro
Pax Christi
He recibido la carta de V. R., en la que hace relación a las cosas de esas partes. Me disgusta que, habiendo estado tanto tiempo ahí el Visitador, haya conseguido tan poco provecho en la observancia de nuestras Reglas. Con la ayuda del Señor, en el futuro se procurará el remedio más conveniente. El Señor ha querido que el martes 18 del actual se congregaran los Sres. Cardenales delegados sobre nuestras cosas, en el Palacio del Emmo. Roma, donde se resolvió que yo recuperara mi prístino puesto; espero que, con el tiempo, si Dios me da vida, nuestras cosas vuelvan a su prístino estado. Ahora habrá que tratar de elegir Asistentes, y no se sabe si entre ellos entrarán algunos de los viejos, o de los nuevos. Cuando se convoque la Congregación y tome alguna resolución acerca de este particular, se lo avisaremos. Pidamos al Señor que nos dé a todos su santa gracia, para servirlo en el futuro mejor de cómo lo hemos hecho en el pasado. Es cuanto por ahora recuerdo.
Roma, a 22 de julio de 1645
Servidor en el Señor,
José de la Madre de Dios
Ya ves, queridísimo lector, -con mucho tipo de cartas, también de los adversarios- aceptada la reintegración en su oficio de General de N. V. P. Fundador. Y, por consiguiente, arreglada y tranquila nuestra pobre Orden de ´Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías´.
Así que te dejo con este buen sabor de boca, para que conmigo se lo agradezcas a Su Divina Majestad, “qui bene omnia fecit”.
FIN DEL LIBRO 1º TOMO 2º DE ANOTACIONES