Albarracín (ES) Colegio y casa de formación
Contenido
Datos
Demarcación Valencia
(1731-1976)
Antecedentes.
La fundación de Tramacastilla suscitó el inmediato deseo a las gentes de Albarracín de trasladar el colegio a esta ciudad que, por su importancia, número de habitantes y categoría de capital de la sierra, reunía más facilidades y mayor número de alumnos. El gobernador eclesiástico de la diócesis, Juan Francisco Navarro y Gilabert obtuvo (23-1-1715) del fundador, J. Monteagudo, la posibilidad del traslado que tuvo lugar el 29-9-1731. Era el rector Ignacio Cistué y con él se trasladaron cinco escolapios y los novicios. Los dos primeros años fueron difíciles. Dos instancias de Cistué lograron se cerrasen las escuelas de maestros seculares y se absorbieran alumnos y maestros en el nuevo colegio. Estos impusieron la condición de seguir enseñando según sus propios métodos y aunque Cistué consintió en ello pronto los abandonaron y asimilaron los métodos escolapios.
Edificio.
En el primer edificio, casa alquilada a las afueras de la ciudad, estuvo el colegio un bienio. Después se trasladó a la calle que va de la plaza a la catedral, donde permaneció cinco años, hasta que en 1738 se compraron varias fincas con huerta (escrituras de 17-7-1738 y 13-7-1740) y se trasladó de nuevo el colegio durante el rectorado de Miguel Reguerat (1737-1742). Aquí estuvo el colegio poco menos de 13 años. Durante este período funcionaron las escuelas en el nuevo emplazamiento y dos de primeras letras y escribir arriba en la ciudad (calle Taberna, hoy de Azagra). El nuevo y definitivo colegio e iglesia se emplazaron en los terrenos comprados en 1738 y 1740. Los planos los hizo el H.° Blas García de la Provincia de Castilla; en septiembre de 1742 puso el obispo J.F. Navarro la primera piedra y comenzó a edificarse en 1744. En 1746 el H.° Blas fue trasladado a Getafe para dirigir las obras de su colegio. Prosiguió las obras de Albarracín el H.° Andrés de la Virgen del Pilar, zaragozano. Y se concluyeron el 7-12-1751, en que se instaló la Eucaristía en el oratorio y pasaron los escolapios de la casa de la huerta al nuevo colegio durante el rectorado de José Colas (1751-1752). Constaba la comunidad de 11 miembros. Al obispo Navarro le sucedió Molina que invirtió grandes sumas de dinero en la construcción de la iglesia, a donde se trasladó la Eucaristía el 15-4-1774. De estilo neoclásico, el templo consta de tres naves de igual altura, con crucero y trece altares laterales. El coro fue construido en 1892 siendo rector Pascual Juan. Bajo el presbiterio y sacristía se encuentra la cripta funeraria, a donde fueron trasladados (1-6-1774) los restos de los tres escolapios enterrados en Tramacastilla y poco después los de los 7 enterrados en la capilla de la última casa habitada. El 19 de noviembre fueron inhumados los restos del fundador Monteagudo. Ni las guerras ni las prohibiciones pudieron cerrar este colegio durante el siglo XIX. La desamortización privó al colegio de los bienes de Tramacastilla mediante una «lámina intransferible de la deuda perpetua interior del Estado» que redituó 883 ptas. anuales, sujetas a descuento. Durante la guerra civil (1936-1939) Albarracín quedó en zona nacional y el colegio sirvió de cuartel general a los jefes del Ejército de Levante, Várela y Aranda (13-7-1937) y Hospital Militar desde el 3 de marzo al 3 de mayo de 1938); y a pesar del asedio de la ciudad, el edificio sufrió muy poco, constituido en refugio momentáneo de la ciudadanía ante el primer ataque; pero la comunidad escolapia tuvo una víctima en el maestro de novicios, José Ferrer. Dos de las clases de primaria siguieron funcionando durante toda la guerra. De octubre de 1940 a octubre de 1952, a petición de gobernador eclesiástico de Teruel, Roque Escuder, se instaló en el colegio el seminario diocesano. Después quedó como administrador Pompilio Marco, pero sin ninguna vida escolar. El edificio y huerta fueron vendidos al Estado (Ministerio de Información y Turismo) el 26- 2-1976 ante el notario de Madrid, Víctor Aguado Zaragoza. En la escritura consta que la iglesia tiene 640 metros cuadros; el colegio, con sus patios y corrales adyacentes 16.000 metros y la huerta 6.700.
Enseñanza.
Fue gratuita hasta que en 1824 se introdujo, debido a la precaria situación económica, la clase de encomendados o vigilados que abonaban una mensualidad en concepto de permanencia o vigilancia. El colegio tenía un internado, llamado seminario concepcionista, por estar dedicado a la Inmaculada Concepción. A fines del siglo XVIII obtuvo gran prestigio que alcanzó a todo el Bajo Aragón y a Valencia. En 1820 tenía 5 escuelas públicas: de primeras letras, leer y principios de doctrina cristiana; leer, caligrafía, aritmética, doctrina cristiana, urbanidad, gramática, ortografía, principios de la Constitución de la monarquía; rudimentos de latinidad; humanidades, poética latina y castellana, retórica, geografía, doctrina cristiana y Constitución; y la que explica la Constitución política de la monarquía, según el real decreto de 26-4-1820. Para el curso 1852-1853 quedó incorporado al Instituto Nacional de Teruel de acuerdo con el decreto de 27-2-1845 y comenzaron a explicarse las mismas asignaturas que en los Institutos estatales incluido el tercer curso. Con la ley Moyano (1857) se agregó el cuarto curso y en 1881-1882 se montaron un buen gabinete de física, laboratorio de química y un museo de historia natural para el quinto curso. La biblioteca llegó a tener más de 5.000 volúmenes, con un fondo antiguo de obras religiosas, otro fondo científico general, enriquecido con la compra de la biblioteca personal de D. Bernardo Zapater, profesor del colegio¿ otro fondo humanístico con numerosas obras y una colección de las principales revistas del siglo XIX. Al cerrarse el colegio la biblioteca pasó a los colegios de Valencia. Hasta 1952, en que fue trasladado a Tramacastilla, estuvo en el colegio el archivo de la «Comunidad de la Sierra de Albarracín».
He aquí algunas estadísticas:
Año | Internos | Externos | Alumnos |
1845 | 180 | ||
1891 | 19 | 199 | 218 |
1903 | 4 | 240 | 244 |
1916 | 16 | lia- | 134 |
Otros datos complementarios.
Casa de Formación. Fue sede del noviciado en 1731-1751, de la Provincia de España; en 1847-1898 y 1900-1936, con eventuales cierres y reaperturas (1875-1892, cerrado), de la Provincia de Valencia; y del juniorato (1731-1852, con alternativas de apertura y cierres; 1852- ? ) de la Provincia de Valencia.
Arte.
Los retablos e imágenes primitivas de la iglesia eran de estilo barroco; aquéllos decorados con lienzos al óleo; entre ellos uno de S. José de Calasanz y otro de San Lorenzo. Según Blay algunos de ellos pudieron salir del taller de los Vergara en Valencia. Después se añadieron imágenes de factura moderna. Hacia 1865, Francisco Domingo Marqués pintó cuatro cuadros: dos de S. José de Calasanz y dos de la Virgen de las Escuelas Pías (hoy en S. Joaquín, de Valencia y en el colegio de Albacete).
Escolapios de Albarracín.
Entre otros cabe destacar a Carlos Lahuerta, Julio Burzuri (1875-1935), Ceferino Lázaro (1875-1904), Joaquín Aula (1872-1917), Francisco Egeda, Ignacio Martínez (1882-1935), Paulino Moreno (1881-1958) y Pompilio Lozano (1897-1950).
Exalumnos.
Manuel Polo Peyrolón; Domingo Gascón Guimbao; Bernardo Zapater Marconell; Manuel Mora Gaudó y Martín Almagro.
Superiores
Bibliografía
- Archivo Provincia Valencia
- VARIOS: Escolapios víctimas de la persecución religiosa en España, 1936-1939, Salamanca, 1963-1966, IV, 25-44
- Blay, J. M.; Martínez Ortiz, h: El origen de las Escuelas Pías en Teruel, en «Teruel» (Inst. de Est. turolenses, Dip. prov.) 26 (1961) 79-227
- Piedad y Letras (1947) 34.
Redactor(es)
- Vicente Faubell, en 1990, artículo original del DENES I