Poli (IT) Colegio y residencia

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Vista del colegio e iglesia escolapios en Poli

Datos

Demarcación Romana

(1628- )

Historia

Este colegio fue debido a los duques de Poli, Apio Conti y su esposa doña Cecilia. Se abrió en 1628. En su iglesia, consagrada en 1138 y dedicada a San Esteban, radicaba la parroquia; ésta se trasladó a la iglesia de San Pedro dentro de la población. En 1628 San José de Calasanz colocó la primera piedra para colegio (3-10-1628); los duques aseguraron el sustento de los escolapios con generosidad, a base de acciones sobre montes. Al colegio se le unió una huerta y se le proveyó de agua abundante. Sin embargo, con el tiempo, los escolapios invirtieron en su edificación más del doble de lo aportado por los duques: rehicieron asimismo la vieja iglesia de San Esteban, en vez de levantar la nueva. En ella el culto era grande, lo que despertó celos en el párroco, quien reclamó la iglesia, pero quedaron reconocidos los derechos de las Escuelas Pías en 1683. En el colegio no existía más que una escuela en 1683 y el número de niños, cuando más, no pasaba de una treintena, que por su pobreza no podían dedicarse a mayores estudios. Con el tiempo se necesitó mucha habilidad para llevar el colegio de Poli, pues aunque había bastantes legados, todos eran de poco capital y de mucha carga. Las rentas de la casa, apenas cubrían los gastos de la comunidad, que oscilaba comúnmente entre los seis y ocho religiosos y un fámulo. Quedan rescriptos de reducción de obligaciones de misas. En 1723 el colegio fue visitado por el Papa Inocencio XII quien alabó la docencia escolapia y la obra pastoral de los religiosos en Poli y comarca. El colegio siguió su marcha normal apenas perturbada por una polémica con el párroco en 1735; al año siguiente San Leonardo de Puerto Mauricio predicaba una misión en Poli e instalaba el viacrucis en el colegio. Para 1770 la sacristía acusaba pobreza y el colegio vejez y ruinas; en 1790 colegio y sacristía habían mejorado algo. En la invasión napoleónica, se expulsó a los escolapios, pero quedó en Poli el P. Fossati enseñando en el palacete ducal a los niños, pagado por el municipio. En octubre de 1818 se abrieron de nuevo las Escuelas Pías y se devolvieron a los religiosos los bienes usurpados. El alumnado seguiría escaso; en 1839 se modificó el plan de estudios. La casa no era grande y no obstante sobraban espacios para sus tres religiosos quienes los alquilaban a los vecinos. Después de 1870, el municipio mantuvo a los escolapios en sus escuelas, y aún les pidió abrir otra de preparación para los estudios superiores. En 1896 eran cinco los sacerdotes enseñantes y ciento doce los alumnos. Después se pensó en el cierre. Poli lo impidió, si bien se redujo a dos el número de religiosos; con todo el alumnado crecía en los años siguientes, llegando a 250 en 1909. Se superan las dos guerras mundiales con un promedio de 150 alumnos anuales. El colegio cuenta con exalumnos distinguidos: Giuseppe y Luis Rosa Gordiani, Bernardo Palmirani, Luis Meddi, Felipe Panicelli, Pedro Brugnoli que llegó a General de su Orden, etc. De 1948 a 1952 y de 1967 a 1969 fue casa noviciado de las Provincias italianas. En 1970 se clausuraron el internado y la escuela media privada. Una escuela media estatal ocupó la planta baja hasta 1976. En 1980 cesó toda actividad escolar en la casa. Actualmente está preparada para acoger grupos en ejercicios espirituales, reuniones, etc. Los religiosos atienden la iglesia muy concurrida y un centro de juventud. Poli mantiene aún hoy muy vivo el recuerdo de San José de Calasanz que le concedió tal fundación.

Bibliografía

  • MO, 82-83
  • P. 12, II, 61
  • V 2, 213-214, 218, 230
  • Eph. (1974) 73.

Redactor(es)

  • Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I