San José de Costa Rica (CR) Colegio Calasanz
Datos
Demarcación Centroamérica
(1961- )
Historia
El P. Bruno Martínez realizaba una misión en Guanacaste; al concluirla acudió al obispo de Alajuela ofreciéndole una fundación escolapia para su diócesis, quien no creyó oportuna la oferta; se la formuló al arzobispo de San José, Carlos H. Rodríguez Quirós; éste no sólo la acogió benévolamente sino que también le prestó toda ayuda. Era el 1-8-1960. Al mes siguiente volvía el P. Bruno a Costa Rica con el fin de ir preparando la fundación, sin recursos y sin influencias. El domingo 31-1-1961 el arzobispo anunció en la celebración de la misa la fundación escolapia; el 17 del mes siguiente se abrían dos pequeñas casas alquiladas en Avenida Central de San Pedro Montes de Oca (zona hoy ya integrada en la capital); dicho P. Bruno con los PP. J. Escrivá y V. Caudeli limpiaron, ordenaron el mobiliario llegado de Managua y anunciaron por las calles la próxima inauguración de un kinder y tres grados de primaria. El 6 de marzo la comunidad escolapia estaba formada por los PP. R. Mengual, M. Antequera, F. L. Espinosa; abrían el curso e iniciaba su historia el colegio Calasanz. En aquel momento no llegaron a 30 los alumnos. Surgió una interesante oferta de terrenos que el P. Bruno aceptó aconsejado por el arzobispo y los señores Antonio Artiaño y Rodrigo Vargas Antillón. El 26-5-1962 la Caja Costarricense concedió, no sin dificultades, un préstamo válido para ir cancelando deudas; también en esta ocasión los escolapios estuvieron aconsejados por D. Pedro Abreu Menéndez y Harry Zurcher Acuña. El curso correspondiente al año 1962 el colegio creció en número (117 alumnos, de ellos 23 de bachillerato), mejoró el local y pudo clausurarlo solemnemente en el teatro Capri con la presencia del P. Provincial, llegado de España. El 26-4-1963 se pudo pasar a los terrenos adquiridos; el arzobispo bendijo el solar y colocó la primera piedra, estando presentes las autoridades de la ciudad y bienhechores del colegio. Una vez comenzada la obra, la constructora pudo entregar la parte contratada del nuevo colegio y la vivienda de la comunidad en los primeros meses de 1964. Sin embargo, la obra total se vino realizando en etapas sucesivas. Así: las canchas deportivas funcionaron desde 1966; la biblioteca desde 1968; del mismo año (3-6-1968 a 25-10-1970, a costa de limosnas y donaciones, con la colaboración técnica de Jorge Borbón y Luis Solano y Fernando Beeche) se levantó la capilla para uso del colegio y de los vecinos del barrio; en dos fases, 1969 y 1976, el kinder; los laboratorios en 1971 y 1972; el gimnasio cubierto en el mes de noviembre de 1975, siendo los técnicos Pablo Corini y Fernando Cañas; en 1980, el salón de artes industriales y, en 1981, el auditorio. En la financiación de todo ello se usó el préstamo de la Caja Costarricense y el Anglocostarricense con 500 y 700 mil colonos; la asociación de padres de familia 400.000; el colegio de Managua, 400.000. Todo eso para la primera parte de las obras. El resto costó: 350.000 la capilla, además de las limosnas; 400.000 el parvulario; otro tanto el gimnasio; 90.000 la sala de artes industriales; 250.000, el auditorio. Hay que reseñar en la breve historia del colegio el «Calasanz nocturno». Tuvo su origen en 1972; fue iniciado por un grupo de personas preocupadas por la concienciación de las gentes de baja clase social en las aulas del centro; en el primer momento fueron 18 los alumnos de la educación básica nocturna. En el año siguiente el asunto tomó cuerpo: funcionó la educación diversificada hasta cuarto curso y en 1975 se impartieron ciclos completos de primero a quinto. De 1976 a 1980 los alumnos superaron los 500, tras haber recibido ya diploma de estudios secundarios nada menos que 423. Una labor de tanto interés social se llevó a cabo no sólo por la prestación de los locales y los medios escolares calasancios, sino también con la colaboración de los mismos escolapios del diurno, los profesores seglares, exalumnos, y todos gratuitamente.
Finalmente, en la tarea colegial conviene hacer referencia a otras acciones complementarias como la publicación de los libros de texto por paite del profesorado; la enseñanza personalizada como modo educativo, constituyéndose en paradigma ante el ministerio de Educación nacional; el permanentemente creciente número de alumnos (1256 en 1981, cifra ya limitada en las admisiones); la inserción en la Iglesia diocesana y local; y su preocupación vocacional, como puede verse en la reseña del Centro Vocacional.
Superiores
Persona | Año |
---|---|
Remigio Mengual | 1961 |
Francisco Pobo | 1963 |
Vicente Gaspar | 1964 |
Dióscoro Diago | 1967 |
José Llombart | 1971 |
Juan Álvarez | 1976 |
Bibliografía
Redactor(es)
- Jesús Gómez, en 1990, artículo original del DENES I