Tucumán (AR) Colegio
Datos
Demarcación Escuelas Pías Sudamericanas
(1884-1888)
Historia
Muerto el P. Cabeza, su sucesor el P. Molina entró en trato con el Vicario foráneo de Tucumán, Mons. Colombres, para fundar un colegio en dicha ciudad y así oponerse al laicismo oficial. Llegados a un acuerdo, el colegio empezó a funcionar provisionalmente en una casa alquilada, primero, y en el ex-hospital de mujeres después, hasta tanto los donantes, los señores Juan C. y Manuel Méndez, hicieran efectiva la donación. Entre tanto, los PP. Molina y Mozota se dedicaron con ardor a su colegio, a la predicación y al periodismo. Se sabe que se llegó a colocar la primera piedra de una iglesia dedicada a San José de Calasanz. Para asegurar su obra, el P. Molina pensó en incardinarse a alguna de las Provincias italianas y así se hizo, subsanándose «in radice» cualquier defecto canónico anterior. Pero como aquéllas pasaban penuria, el P. General le indicó pasarse a la Provincia de Castilla, fórmula no muy del agrado del Vicariato de España, que nunca simpatizó con la obra de Cabeza y Molina. Desde allá vino un pequeño grupo de religiosos con el P. Pedro Díaz como rector. El nuevo superior carecía de prudencia, tuvo querellas con Molina que se negaba a reconocerlo como tal y con el Vicario Colombres que lo protegía. Tampoco llegó a un acuerdo con los hermanos Méndez. De resultas de todo esto cerró el colegio y se volvió a España con sus subditos, excepto el P. Molina que pasó al clero secular de Tucumán. El cierre inopinado del colegio provocó escándalo y una ola de críticas contra los escolapios. Con este episodio terminaron las Escuelas Pías Americanas. No obstante su corta vida, las Escuelas Pías tucumanas tuvieron una gran influencia religiosa y cultural aunque hay que reconocer que ello fue más bien obra personal del P. Molina.
Fueron exalumnos del colegio, el general Lucas Rocca, el doctor Juan B. Terán, fundador de la Universidad local, el doctor Ernesto Padilla, ministro de Justicia e Instrucción Pública, el doctor Aníbal Ojeda, político de renombre, quien orientó al P. Clavero Navarro en sus investigaciones sobre las Escuelas Pías de Tucumán, y don Miguel Lillo, naturalista, considerado el mejor conocedor de la flora y fauna del norte argentino, autor de notables estudios dendrólogos y grandes colecciones autóctonas.
Superiores
Persona | Año |
---|---|
Fermín Molina | 1884 |
Pedro Díaz | 1886 |
Bibliografía
- CL 1, 117 y ss.
- en «El Orden», diario de Tucumán, «Justificación de los Padres Escolapios»
- SANT tomo IV, VII, pp. 413, voz Lillo.
Redactor(es)
- Juan Langan, en 1990, artículo original del DENES I