Celanova (ES) Colegio
Datos
Demarcación Castilla
(1868-1930)
Historia
El monasterio «San Rosendo» de benedictinos en la villa gallega es uno de los más famosos de la región. Fue fundado por San Rosendo, obispo de Dumio (Mondoñedo) en el año 937 y tuvo bajo su jurisdicción más de 80 abadías y prioratos, hasta la desamortización de Mendizábal. La presencia escolapia en él fue debida a D. Cesáreo Fernández de Losada, diputado a Cortes por la circunscripción, al alcalde de la villa, D. Manuel Valcárcel, al gobernador civil, D. Lucas Quiñones, y al obispo, D. José de la Cuesta. El P. Pascual Peña, Vicario de Castilla, firmó las actas y capitulaciones entre las diversas potestades, y el P. Ramón del Valle, Vicario general otorgó su aprobación y asentimiento para su inauguración en 1868. La primera tarea que debieron realizar los escolapios fue subsanar las condiciones lamentables de deterioro y abandono en que se encontraba. Pronto tomó fama a irradió su labor no sólo en la población sino también en los alrededores; así en 1875 ya contaba con un centenar de internos. Pero el período más glorioso surge desde 1912: se presta mayor atención al aspecto pedagógico, aumentando el material de enseñanza, se transforman algunos locales, se crece la biblioteca, se arreglan los dormitorios de internos, se instaura el alumbrado por acetileno y un molino de viento para la elevación del agua; y todo ello a pesar de las deudas del ayuntamiento que no cumple con las obligaciones pactadas y la cantidad, nada despreciable, se acerca a las 100.000 pesetas. También los colegiales internos volvieron a los 90, cifra no conseguida desde los tiempos de la fundación. La persona relevante del último período fue el P. Evaristo Larrañaga, «hombre íntegro y de acrisolada virtud», cuya gestión económica, en medio de la penuria tolerada, resultó altamente brillante y alabada. Las amenazas se cernían sobre el colegio por las pretensiones del alcalde, Juan Casáis, y algunos concejales, en 1929; consiguieron un real decreto del Gobierno de posesión y usufructo del antiguo monasterio benedictino, ocupado desde hacía más de medio siglo por los escolapios en virtud de las estipulaciones fundacionales. Ante tales perspectivas lamentables que dificultaban la libertad de movimiento y hacían ingrata la permanencia de los religiosos, el P. Provincial, Clemente Martínez, ordenó cerrar el colegio y abandonar la población. Esa acción fue muy sentida por la comunidad y por gran parte de los hombres de la villa. El último rector y su comunidad salieron en enero de 1930. Entre las personas que pasaron por el colegio y la iglesia y dejaron gran recuerdo para la historia conviene citar al pintor Silvio Fernández González, al poeta bilingüe Celso Emilio Ferreiro, a D. José Mencisidor; el poeta Curros Enríquez, aunque parece no frecuentó las aulas, recibió influencia escolapia en la iglesia y mantuvo con la Orden relaciones de amistad y convivencia.
El monasterio está dedicado a San Salvador; la iglesia, de Melchor de Velasco, se concluyó a finales del XVII; tiene tres naves con bóveda de arista y cúpula y luce artesonados y decoración de las Órdenes militares. El retablo es barroco; conserva dos magníficas sillerías de coro. Tiene también dos claustros; el mayor, con dos cuerpos, de mediados del XVI; el segundo de comienzos del XVIII, más sencillo. En la huerta se conserva la capilla de San Miguel, monumento nacional, estilo mozárabe del siglo X, atribuida a un hermano de San Rosendo. Auténtica obra de arte.
Superiores
Bibliografía
- Revista Calasancia, IX (1892) 176-178
- Archivo Castilla carpeta 42-43
- Sabravo, Hipólito de: El monasterio de Celanova, Everest, Madrid, 1982
- Cid Rumbao, Alfredo: Crónica y guía del monasterio de Celanova, La Región, Orense, 1976
- Álamo, Anselmo del: Seis décadas de apostolado y actividad educacional de las Escuelas Pías en la villa de Celanova (Orense), en AnC 42-43 (1979, 1980) 497-533 y 207-272, respectivamente.
Redactor(es)
- Anselmo del Álamo, en 1990, artículo original del DENES I