Gandía (ES) Real colegio San Francisco de Borja

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Mapa de la demarcación

Datos

Demarcación Valencia

(1807- )

Antecedentes.

Preocupado el IV duque de Gandía, después S. Francisco de Borja, por la educación cristiana de sus subditos moriscos convertidos, fundó un colegio de primeras letras, gramática, doctrina cristiana y otras materias en la iglesia de S. Sebastián. Adquiridos unos terrenos se bendijo el solar el 5-5- 1546 y comenzó a construir nuevo edificio; antes de ser terminado lo cedió a los jesuitas (29-2-1548), comprometiéndose a concluirlo a su expensas. Pablo III aprobó la fundación por bula de 20-4-1548 y el 10 de mayo siguiente entraron solemnemente los jesuitas en la ciudad. La idea de colegio fue ampliada, hasta convertirla Pablo III en Universidad (4-11-1547), con la consiguiente confirmación de Carlos V; la confirmación de la bula no llegó a Gandía hasta el 9-2-1550. A partir de 1556 fue un colegio de segundo orden con título de Universidad. Expulsados los jesuitas en 1767 por real disposición de este mismo año se les sustituyó por maestros seglares de primeras letras, gramática y retórica; pero la Universidad sólo sobrevivió hasta el 11-8-1772 en que fue suprimida. Los maestros continuaron enseñando hasta que también estas clases se clausuraron. Dedicado el edificio a «casa de misericordia» (25-4-1785) arruinaron el claustro, capilla y habitación del Santo duque. Hecha nueva obra, aunque no se reinstaló la «casa de misericordia», llegaron a vivir allí hasta 72 familias. La iglesia se mantenía cerrada.

Colegio escolapio.

En 1772 la duquesa de Gandía, que seguía siendo la patrona de la fundación, intentó traer a los escolapios castellanos, aunque éstos no aceptaron las duras condiciones que imponía. Pero la ciudad no podía contentarse con los tres profesores seglares y sus clases de primeras letras y latinidad. En 15-10-1804 el colector general de espolios y vacantes preguntó al municipio sobre el destino del edificio, a lo que se le contestó acordando se dedicara a la enseñanza bajo la dirección de los escolapios. En el mes de diciembre se pedía el permiso real que fue expedido por real orden de 28-12-1806. Los días 10 y 11-11-1807 comunicó el ayuntamiento la real orden al Vicario general de las Escuelas Pías y al Provincial de Aragón, respectivamente. El Provincial aceptaba la fundación por carta de 20 de enero del mismo año. Se concedían a los escolapios 3.312 reales por los propios que se entregaban a sus maestros de gramática, 752 reales-vellón, consignados para un maestro, la renta de los montes de S. Juan y S. Antonio, excepto las de las temporalidades, el edificio del colegio, la iglesia y huerto y las rentas de la ermita de Santa Ana. Lo que se llevó a la práctica fue: un tanto anual de los propios del Ayuntamiento, rentas de la ermita de Santa Ana, de media casa de la calle de Nogueras y una lámina de la deuda pública procedente de las rentas del monte de S. Juan. Los escolapios debían enseñar primeras letras, gramática latina y aritmética y satisfacer los cargos que gravaran sobre el edificio y huerta. El arzobispo entregó 300 libras para primeros gastos. Tomó posesión del colegio Braulio Cavero (28-12-1806), rector del colegio escolapio de Valencia. El 28-3-1807 se escrituró la cesión ante el notario Antonio Torres. El solemne traslado de la Eucaristía al templo se realizó el 25 de julio, celebrándose grandes fiestas. Al restituir Fernando VII a los jesuitas (29-5-1815), se formaron dos bandos en la ciudad (ayuntamiento y algunos gremios eran projesuitas) cada uno de los cuales pedía el retorno de los jesuitas o la permanencia de los escolapios. La respuesta del gobierno (19-12-1816) resaltaba el gran inconveniente de la cesión escriturada y formal en virtud de real orden y más estando los escolapios en posesión del edificio y desempeñando las obligaciones contraídas; pero si las partes se avenían, el gobierno atendería la solicitud del ayuntamiento. La aveniencia no se dio y el caso fue sobreseído (real orden 22-11-1816). El ayuntamiento no cejó, según consta por el informe que el real Acuerdo de Valencia elevaba al Consejo supremo en 4-8-1829; pero nada consiguió.

En 1815-1817 (orden de la regencia de 3-12-1813 y real orden 4-8-1817) residió la Academia o colegio Militar, que después pasó a Valencia y más tarde a Segovia, ocupando la parte de poniente e independiente de la comunidad escolapia. Los avatares políticos del siglo XIX no pudieron en ningún momento con el colegio: ni la guerra de la Independencia, durante la que se planeó y abrió y durante la cual llegó a albergar temporalmente al Vicario general P. Gabriel Hernández, huido de Madrid, ni la supresión de Órdenes religiosas.

El 10-3-1936 el ayuntamiento acordó substituir la enseñanza religiosa; un mes después, «la Comisión gestora debía mandar a los escolapios que se marcharan» y una visita al centro determinó su demolición; pero estalló la guerra civil y nada pasó. Los escolapios fueron expulsados el 25-3-1936 para convertirse el colegio en cárcel. Este sólo cerró los años 1936 a 1939. La iglesia fue incendiada y aquél convertido en checa. El 30-3-1939 fue devuelta a la Orden sólo la iglesia, que volvió a abrirse al culto el 15 del mes siguiente; el 15-9-1940 fue devuelto parte del colegio y el resto el 13-8-1941. Fueron cinco los escolapios sacrificados durante la guerra, aunque, uno, V. Agut incruentamente; los demás fueron: F. Alcantarilla, J. Alba, S. Lloret, A. Mesquida.

El edificio actual es de fines del siglo XVIII, reformado en sus fachadas en 1940 por J. M.ª Blay. Forma un cuadrilátero y por uno de sus lados se prolonga la iglesia. Ocupa un total de 6.835 metros cuadrados (con 3.174 de patios y 2.725 de construcción). La iglesia (936 metros cuadrados) data de 1605 y sólo ha variado en sus detalles ornamentales, renovándose en 1945. El día 10-12-1976 el Ministerio de Educación y Ciencia publicó un decreto declarando la antigua Universidad de Gandía, esto es, el edificio actual de este colegio «Monumento histórico artístico» de interés social.

Las necesidades pedagógicas obligaron a la construcción del llamado «Pabellón de EGB», bendecido e inaugurado el 26-11-1970, y que ocupa unos terrenos de 3.286 metros cuadrados (2.357 construidos). Fue obra del P. Federico Moliner.

Sus propiedades se reducen a una casita en la ciudad y el usufructo perpetuo de la ermita de Santa Ana. Este edificio es de comienzos del siglo XVIII con una preciosa talla policromada de la santa de incalculable valor artístico. Adosada a la ermita se levanta una vivienda y el total de esta finca de montaña es de 209.550 metros cuadrados, con un pedazo de tierra de huerta, hoy arrendado. Hay también allí un campo de fútbol para los alumnos del colegio y un típico «Calvario» con sus correspondientes casetas alineadas por la montaña. Constituyen su vegetación olivos, algarrobos, pinos, eucaliptus y matorrales. La recién acabada restauración de la ermita ha sido obra del P. Vicente Faus y la población lo han visto con alegría no exenta de cariño.

Otros datos.

Noviciado y postulantado.

El noviciado quedó instalado en esta casa desde la fundación y con alternativas varias de aperturas y cierres. Permaneció abierto de 1875 a 1892 por cierre del de Albarracín. Estuvo también el postulantado de la Provincia escolapia desde el cierre de la Masía del Pilar en 1958 hasta 1963.

Internado.

Se instituyó con la fundación, funcionando desde 1807 hasta 1966, sin que los avatares políticos ni la supresión de las Órdenes religiosas del siglo XIX cerraran sus puertas.

Enseñanza.

Las exigencias pedagógicas del documento de fundación (real orden 28-12-1806) se aplicaban en 1814 en cuatro clases de mínimos y menores, mayores, escribir y de párvulos; en ellas se desarrollaban primeras letras, doctrina cristiana, historia sagrada, de España, latín, retórica y poética, aritmética y álgebra, formándose más tarde la enseñanza elemental o primaria y tres cursos de segunda enseñanza. En 1875 se amplió hasta el grado de bachiller con las siguientes materias: psicología, lógica, filosofía natural, geometría y trigonometría, física y química,historia natural y agricultura elemental. Después se añadieron los cursos de francés. En 1876 se adquirieron algunas máquinas para el gabinete de física y el museo de ciencias naturales aumentó considerablemente por obra de Leandro Calvo.

El colegio obtuvo para el período de 1936-1970, de la guerra civil a la ley de educación, los máximos reconocimientos académicos dados para colegios de este tipo: fue definitivamente reconocido de enseñanza primaria el 15-11-1954 y de grado superior de bachillerato por orden ministerial de 21-12-1957. Después de la ley de 1970 se ha transformado en colegio de Enseñanza General Básica obteniendo la clasificación definitiva en 29-11-1973.

En 1819 el colegio publicó dos ejercicios literarios (Valencia Imp. de M. López), titulados Academia de Doctrina Cristiana, dirigida por el padre Ramón Monforte y Academia de Latinidad y Bellas Artes, dirigida por el padre Vicente Borja.

Arte.

En escultura, cabe reseñar: «Crucifijo», de 50 cms.; comienzos del siglo XVII; Ángel Barros Montero, durante muchos años restaurador del Museo de Louvre, lo considera valiosísimo. «Crucifijo», de 125 cms. de Grafiá. «Maqueta de S. Pedro», en arcilla, de Grafiá. «Maqueta de S. José de Calasanz», de 20 cms. de Grafiá. «Maqueta de S. José de Calasanz», de 30 cms., de Roberto Rubio. «Púlpito» tallado en madera, de estilo barroco, de Antonio Sanjuán (1948). «San José de Calasanz», tallado en madera, de 170 cms. de altura, de Roberto Rubio; lo costeó el alumnado, como recuerdo del III centenario de la muerte de S. José de Calasanz y paso de sus Reliquias por Gandía; trabajo realizado en 1948 y que costó 18.810,45 ptas. «San Pedro», paso de Semana Santa, realizado por Rafael Grafía, imagen arrodillada de 150 cms. de altura. «Sagrario», metal dorado en oro y plata, realizado en 1941 por el orfebre José Vilaplana. «Virgen de los Desamparados», imagen de J. M.ª Bayarri realizada en 1943 de 150 cms. de altura; Tres «Crucifijos», de talla antiguos, de 30 cms.

En pintura: el colegio posee una pinacoteca de 75 cuadros. Los de autores conocidos son: dos «Apuntes», de Tomás Parra Alventosa, de principios de siglo XX; dos cuadros de «Flores», de Miguel Parra Abril (1780-1846). «Milagro de S. Diego de Alcalá», lienzo de grandes dimensiones, de Jerónimo Jacinto Espinosa (1600-1667). «San José de Calasanz» (185 x 130 cms.), lienzo de F. Domingo y Marqués, pintado entre 1863 y 1869; cuadro de juventud, a sus 23-25 años; aparece inventariado por primera vez en junio de 1865; «se ha reformado el cuarto rectoral y hecho un retrato grande, de cuerpo entero, de S. José de Calasanz, de lienzo al óleo, con marco dorado»; Luis Reynat era el rector del colegio; en él aparece un rasgón mal restaurado; se produjo en 1882, cuando se derribó la puerta «de Valencia» de las murallas de Gandía, a cuya parte alta se llegaba por el cuarto rectoral; una viga de éste se desprendió durante el derribo y dañó el cuadro. «San José Esposo», lienzo de Vicente López Portaña (1772-1850). Seis «Tablas del Maestro de Alcira», fechadas (1527) y catalogadas en la Historia del Arte de Pijoan. «Acuarela» con cartón de Constantí Gómez Salvador (1865-1937). «Paisaje», de Teodoro Andreu y Sentamants (1870-?). «Dolorosa», cuadrito de Lamberto Alonso y Torres (1863-1929). «Marina», de Rafael Monleón y Torres (1853-1900).

En cerámica: Seis piezas: cuatro platos grandes y uno pequeño del siglo XVII y una escudilla del siglo XVI.

En orfebrería: Seis relicarios de plata; diez cálices de plata (uno donación de Fernando VII en 1831); dos incensarios y dos navetas de plata; una lámpara de plata de 1737; un Lignum Crucis de plata y vidrio; dos bandejas de plata grandes (siglo XVIII); una bandeja de plata mediana (s. XIX); un frutero de plata (siglo XVIII).

Exalumnos célebres.

Joaquín Ballester, Beato Carmelo Bolta Bañuls, Salvador R. Cucarella, Enrique Rambal, Tomás Peris Mora. Son también dignos de mención: Fernando Ciscar, profesor que fue del seminario conciliar de Valencia y que en 1917 escribió «Remembranzas», recordando sus años de colegio; José Torrent Guasp, ingeniero de montes y director general de montes en el ministerio de agricultura; Vicente Ribes Romero, químico, que fue jefe de sección del Instituto Nacional de Industria; José Merí Puig, farmacéutico, exdirector del instituto laboral de Gandía, fue alumno también del colegio de S. Joaquín de Valencia y se le concedió la carta de hermandad en 25-3-1946; Carlos Pérez Monzó, abad de la Colegiata de Gandía.

Superiores

Persona Año
Marcelino Boira 1807
Joaquín Suéscum 1814
Tomás Paricio 1823
Gonzalo Moreno 1824
Manuel Crespo 1827
Ramón Monfort 1830
Jaime Llop 1847
Victorio Giner 1857
Luis Reynat 1858
José Leonarte 1865
José Gomar 1869
Gaspar Novella 1872
Ramón Querol 1875
Salvador Melis 1880
José Leonarte 1880
Hermenegildo Torres 1884
Joaquín Real 1885
Salvador Puchades 1891
Francisco Lumeras 1897
Isidoro Fuster 1900
Joaquín Real 1904
Rafael Tomás 1906
Fernando Garrigós 1914
Francisco Gascón 1919
Juan Tomás 1922
Salvador Monrabal 1925
Francisco Crespo 1926
Juan Tomás 1928
Manuel Mayor 1931
Fernando Alcantarilla 1934
José María Blay 1939
Bruno Martínez 1949
Joaquín Ferrandis 1952
Fausto Garcerá 1955
José Molíns 1956
Federico Moliner 1964
Antonio Fuster 1970
Teodoro del Val 1973
Vicente García 1979

Bibliografía

  • Begues, A., Reseña histórica, Gandía, Imp. Cátala y Serra, 1907
  • Las Provincias, (Valencia) 4-6-1975
  • Levante (Valencia) 6-11-1974
  • Actualidad gandiense (Gandía) 26-2-1977
  • Mater Desertorum (Valencia) mayo 1955.

Redactor(es)

  • Vicente Faubell, en 1990, artículo original del DENES I