Lorca (ES) Intento de fundación

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Mapa de la demarcación

Datos

Demarcación Valencia

(1852-1854)

Historia

A petición del ayuntamiento de Lorca se iban a iniciar en 1853 los trámites para que las Escuelas Pías dispusieran de una casa ahora en el reino de Murcia. El 11-9-1852 solicitaba dicho ayuntamiento, por conducto del gobernador de la provincia, al ministerio de Gracia y Justicia que se autorizara el establecimiento de los escolapios en la ciudad, a fin de que atendieran a la instrucción de la juventud y ayudasen al clero, allí residente, en sus arduas tareas. No pareció mal la propuesta a las autoridades educativas y se remitió oficio al Comisario apostólico de las Escuelas Pías, P. Jacinto Feliu, para que informara de su parecer. Consultados sus asistentes, no todos emitieron dictámenes parecidos. Por un lado la fundación se veía beneficiosa, además contaba con que la iniciativa había venido alentada por el gobierno de su majestad. Parecía conveniente pasar a estipular bases y condiciones. Por estar la Provincia de Castilla sobrecargada de peticiones y tener que atender a colegios geográficamente muy distantes, se pensó que la nueva casa debía asignarse a la Provincia de Valencia. Hasta se esbozó el proyecto lejano de emprender la fundación, precisamente por estar aislada en la geografía escolapia, con idea de que en cuanto fuera posible se podría hacer noviciado y juniorato para jóvenes de la misma provincia de Murcia, que allí ingresaran, profesaran y se formaran; de modo que, después y en breve, pudieran verificarse otras fundaciones, formando posteriormente Provincia y a la vez evitando graves inconvenientes a la de Castilla. No vieron tan claro y venturoso el futuro otros asistentes, quienes no acababan de entender qué significado debía atribuirse a lo que se solicitaba en el punto de ayudar al clero en sus arduas tareas. Admitir este punto supondría cargar con otras tareas menos propias del Instituto y doblar la asignación de religiosos. Deliberó el Comisario apostólico y, con fecha 31-3-1853, comunicaba su poco definida decisión al ministerio. Manifestaba no haber inconveniente alguno para que el ayuntamiento de Lorca pudiera dirigirse a los Superiores de la Orden y así tratar lo necesario para el establecimiento de la fundación; pero no sin antes haber matizado los grandes problemas de personal que padecía la Congregación. Conocidos estos puntos, solicitó el ayuntamiento, el 19-4-1853, que se comisionara a un individuo para que pudiera conferenciar lo relativo al proyecto. Esta responsabilidad se delegó en el Provincial de Valencia, Vicente Borja, a quien correspondería designar un religioso de su confianza. Acordadas las bases preliminares entre el ayuntamiento de Lorca y el rector del colegio de Valencia, se remitió el documento a la consideración del Superior de la Orden y sus asistentes. Mientras hubo quien argumentó defendiendo lo bien arreglado y ventajoso que aparecía el proyecto, otros quisieron discernir, matizar y aclarar puntos concretos, pensando en la posible renuncia a la fundación. La poca especificación en temas tan claros para las Escuelas Pías como el edificio, mobiliario, ubicación de seminario y escuelas; algunas exigencias respecto a la amplitud de la segunda enseñanza; la implícita obligación que reflejaban las bases de impartir a los externos y seminaristas distintas enseñanzas, por lo que de duplicidad de personal implicaba; y la considerada insuficiente asignación de doce mil reales anuales para la primera enseñanza fueron algunos de los escollos que no lograron superarse, condicionando el establecimiento de una nueva fundación.

Bibliografía

  • Archivo Histórico Escolapio: Archivo Vicaría General

Redactor(es)

  • Pedro Alonso, en 1990, artículo original del DENES I