Nyitra (SK) Colegio, seminario e internado de nobles

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Mapa de la demarcación

Datos

Demarcación Eslovaquia

(1701-1945)

Historia

Dos escolapios de Privigye (Hungría) llegaron a Nyitra buscando limosnas con carta de recomendación de don Ladislao Mattyasovski, obispo y conde de dicha ciudad y canciller del reino. Al ser conocida la institución, en 1698 se empezaron los contactos para una fundación. En 1701 se destinaban sumas para la fundación del colegio, que sería además seminario de clérigos e internado de nobles. Nyitra era ciudad de capital importancia y el establecimiento allí de las Escuelas Pías hizo que fueran conocidas por toda la nación. En efecto, a ella siguieron rápidamente otras Órdenes docentes. Hubo de superar muchas dificultades y oposición al principio. Pero una cosa singular pareció demostrar protección divina: en 1703 la ciudad sufrió un horroroso incendio. También el reciente colegio; en él se quemó una columna que sustentaba la imagen de María, pero ésta, con ser de madera, resultó totalmente ilesa. Cuando más tarde la peste desoló los alrededores del colegio, éste no sufrió daño alguno, como atestaban bajo juramento el 9-10-1741 el rector, vicerrector y secretario de la casa.

En 1711 la enseñanza abarcaba tres escuelas hasta la retórica inclusive. Y junto con la enseñanza se atendía al apostolado extraescolar, creándose una cofradía mariana bajo el título de la Visitación de María, canónicamente erigida e indulgenciada, no sólo para los alumnos, sino también para los fieles de ambos sexos. Se cantaban las letanías lauretanas por los alumnos los días festivos. Se tenía catequesis escolar según convenio fundacional. Para otras devociones debía hacerse convenio con el Cabildo. En 1717 eran trece los religiosos ocupados en el colegio y se ayudaban de varios seglares para los quehaceres domésticos. Funcionaba ya el internado de nobles. Se conserva copia del reglamento que señalaba los deberes y derechos de los religiosos en él empleados. El día 10 de agosto de 1723 un incendio destruyó la techumbre del colegio y del local que servía al edificio. El número de religiosos oscilaba entre 16 y 18, sin contar los dos que se ocupaban en el internado, los cuales vivían económicamente independientes de la comunidad. La biblioteca en 1723 era aún pequeña y pobre. Las escuelas, que eran de piedra y magníficamente acomodadas, sufrieron mucho con el incendio indicado. Por el inventario de 1729 se conocen los instrumentos músicos que eran propiedad del colegio, para el que la música tenía gran importancia ya como elemento educativo, ya para la solemnización de los actos del culto. En dicho año había 749 alumnos. El número de religiosos fue de 31 en 1760. Desde 1766 contaba con salón apropiado para el teatro escolar espléndidamente montado por cuenta del obispo de la diócesis. El teatro era muy cultivado en este colegio en todo el siglo XVIII, no sólo para una íntegra formación de los alumnos, sino también como medio de promoción cultural de los ciudadanos. El crédito del colegio era enorme en aquellas fechas: los alumnos llegaban en dicho año a 920. El edificio del internado seguía separado de la casa-vivienda de los religiosos y contrastaba con ella por su dignidad y esplendor. Tres religiosos atendían en él a 26 internos nobles en dicho curso. El obispo aumentó en ese año la dotación económica de la comunidad. Nuevo incendio sufrió el colegio en 1771. Al rehacer los daños, se añadió un tercer piso y se adecentó el exterior y el interior. Se cubrieron de cobre los techos de las torres y se instalaron en ellas cuatro campanas; se adecentó el refectorio y se restauró el teatro devastado por el fuego; corrió con los gastos el obispo, varón grandemente liberal y magnífico protector de los escolapios, testigo de la labor religiosa, apostólica y cultural que se realizaba por el colegio. La biblioteca en este tiempo obtuvo nuevos aumentos de calidad; era el rectorado del P. Estanislao Kószeghi de San Esteban (1766-1771). Pero toda esta prosperidad parece molestó al emperador José II, quien en 1784 despóticamente hizo clausurar el internado. Tres años antes había desvinculado el colegio de su obediencia a Roma junto con los demás de la Provincia. Después siguieron los trastornos napoleónicos con alguna sacudida en la marcha del colegio. En éste funcionaba un juniorato de la Orden (con dos cursos) hasta el año 1848, el de la revolución liberadora de Kossuth, que fracasó. Con la nueva organización absolutista austriaca que le sucedió, el colegio empeoró como demuestra el número decreciente del alumnado; parece que poco a poco se rehizo contando con 231 alumnos en 1858, 339 en 1878, que se convertían en 400 cuatro años más tarde y en 425 en 1898. Con el cambio de siglo no desmedró, sino que fue creciendo el alumnado: son 534 los escolares en el curso 1918-1919. Pero vino la desmembración del imperio y Nitra formó parte de la nueva nación checoslovaca, y de la Provincia escolapia eslovaca, creada entonces por razones políticas. Desde entonces se llamó Nyitra, pero el gobierno se incautó de las escuelas y los escolapios atendieron a la pastoral de los fieles en su iglesia y al servicio de las escuelas estatales algunos de ellos. La casa era entonces la sede del P. Provincial. Desde 1945 los religiosos escolapios viven dispersos sin poder formar comunidad alguna por prohibición del gobierno.

Bibliografía

  • Regestum Provincia 55
  • Catálogos.

Redactor(es)

  • Inocencio Buba, en 1990, artículo original del DENES I