Mario Sozzi

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Procedencia

Demarcación Romana

Cualidades

Vicario General de la Orden.

Fechas

Chiusi 7-4-1608, Roma 10-11-1643

Biografía

Era de familia noble y no escasa de bienes. A los doce años recibió la tonsura clerical y el Papa le concedió un pequeño beneficio simple, que rentaba 15 escudos, en Sarteano (1620). En 1628, ante sus deseos de hacerse sacerdote, su hermano mayor Claudio, le cedió en usufructo una finca que rentaba al año otros 35 escudos. Recibió las órdenes menores y subdiaconado con especial rescripto pontificio. En 1630 se hallaba en Nápoles, donde conoció al escolapio P. Pedro Casani: pidió la sotana. Se le puso como condición se ordenara antes de sacerdote para poder ayudar desde el primer día de noviciado. Calasanz colaboró para obtener el rescripto pontificio que concedía el «extra témpora»; así se ordenó de diácono el 9-5-1630 y de sacerdote el 12 del mismo mes. El 19 inmediato tomaba la sotana. Profesó con dispensa del segundo año de probación el 8-6-1631. En Nápoles dirigió algún tiempo la Congregación de los Artistas; estuvo después en el noviciado de Roma y en Florencia (primera vez); de ahí es enviado a Nápoles y Palermo por brevísimo tiempo en ambas ciudades (1634). Retorna al Noviciado de Roma (1634) y luego marcha a Poli como catequista y director de Congregantes. Más tarde se halla en Frasead (1636) y en San Pantaleón, ocupado aquí en algunos negocios del Colegio Nazareno por orden de Calasanz. En 1637 Calasanz lo nombró Secretario de los Capítulos Provinciales de Liguria, Toscana, Romana, Sicilia y Nápoles, lo que desempeñó a satisfacción de Calasanz. Permanece luego al lado de éste en San Pantaleón según parece hasta 1639, haciendo en el entretanto una peregrinación a Loreto (1939). En este año es enviado segunda vez a Florencia, donde se emplea en tareas pastorales en nuestra iglesia de la Madonna dei Ricci, en la que hay mucho culto, y cuida de su propio perfeccionamiento profesional en materia bíblica, catequética y del ministerio de la confesión principalmente. Precisamente a través de la confesión vino en conocimiento de los excesos sexuales de Faustina Mainardi, lo que comprobado fuera de confesión hábilmente, dio parte al Santo Oficio de Florencia ganándose con ello la protección del mismo. Con esto comienza la última etapa de la vida del P. Mario Sozzi, que aún no ha sido objeto de una investigación rigurosamente crítica. A causa de una serie de acusaciones contra diversos escolapios de la Comunidad ante la Inquisición, se le mandó a Narni; pero Sozzi, con cartas de recomendación del inquisidor florentino Muzzarelli, se presenta en Roma al Asesor Albizzi. Logra retornar a Florencia alegándose la utilidad del Santo Oficio. Alteró en el colegio la paz, llegándose a las manos entre los religiosos. Mario Sozzi recibe seria admonición. En venganza formula por escrito más acusaciones de galileismo contra algunos escolapios seguidores de Galileo y las entrega a la Inquisición de Florencia y a la de Roma, añadiendo que los escolapios imbuían en aquella filosofía a los hijos del Gran Duque. En Roma se nombra a Mario Provincial de Toscana. Marcha a Florencia y se venga de sus enemigos. Se le resisten algunos colegios. Se traslada a Roma e inculpa de todo al santo Calasanz. Alardea además de poseer documentos gravemente comprometedores contra el Cardenal Cesarini, Protector de las Escuelas Pías y políticamente enemigo del Cardenal Barberini. El Conde Corona recibe de Cesarini la orden de incautarse de los papeles del P. Mario, cosa que no logra evitar Calasanz. Mario acusa del registro efectuado a Calasanz ante el asesor Albizzi. En 15 es arrestado Calasanz con sus Asistentes y llevado al Santo Oficio. Se complican las relaciones de la Orden con la Santa Sede que prohíbe nuevas fundaciones, y se enlaza lo político con este asunto: el Gran Duque prohíbe recibir en Florencia Superiores que lleguen de Roma. Mario se presenta allí el 7 de noviembre y es desterrado por el Gran Duque, Fernando II, como espía de guerra, pues se hallaba aliado con Eduardo Farnese de Parma, que invadiera los Estados pontificios el 10 de septiembre. Sozzi llega a Roma. Acude al Santo Oficio y sabe exponer las cosas de modo que hace sospechoso a Calasanz. Así se llega al nombramiento de Mario Sozzi como Vicario General de las Escuelas Pías con Breve del 30-12-1642, pero que no se publicó de inmediato, aunque algo se traslució, siendo causa de que se tomara la cosa a burla por algunos que desconocían el contenido del Breve. Mario no pudo soportarlo de modo alguno y parece que entonces compuso el llamado «memorial calumnioso», cuyo efecto fue la designación de un Visitador Apostólico para las Escuelas Pías en la persona del P. Agustín Ubaldini y del nombramiento de Mario para su primer Asistente, suspendiendo a Calasanz y sus colegas de todo cargo y prohibiendo nuevas fundaciones de casas. Muy pronto logró con sus manejos que Ubaldini fuera sustituido por el P. Silvestre Pietrasanta, S. I. y habiendo renunciado los otros tres Asistentes, quedó con el mando efectivo en sus manos, dándole Pietrasanta carta blanca para actuar. Pietrasanta había entrado en funciones en mayo de 1643. Mario fallecía en noviembre en el Colegio Nazareno, siendo su cadáver trasladado a San Pantaleón y enterrado en su iglesia. Parece que recomendó como sucesor suyo la persona del P. Esteban Cherubini, quien vio hundirse todo en sus manos con el decreto de reducción de Inocencio X del mes de marzo de 1646. La historia dirá la última palabra cuando se conozca la documentación que debe hallarse en los archivos del Santo Oficio.

Obras

  • Cartas, en S 6, 2522-2540.

Bibliografía

  • Vilá Palá, C, El P.M.S.: datos anteriores a su ingreso en la Escuela Pía: ArSP (1979) pp. 57-86; (1980) pp. 87-140

Redactor(es)

  • Claudio Vilá, en 1983, artículo original del DENES II