DelMonteVisitaGeneral/1696-06

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[1696, Junio]

Día 1 de junio de 1696. En San Jorge. Después de la oración matinal y una conferencia, como de costumbre, el P. General comenzó la visita por la Iglesia; y encomendó a dichos Padres Provinciales la visita local y real, para terminar él antes la personal, que casi terminó este día.

Día 2 de junio de 1696. En San Jorge. El P. General continuó la visita personal, y las amonestaciones privadas, según el resultado de la visita.

Día 3 de junio de 1696. En San Jorge. El P. General tuvo Comunión general para los nuestros y para los escolares. Luego siguió con las amonestaciones susodichas, tuvo varias sesiones sobre el gobierno de la casa de San Jorge, y expidió una Patente provisional de Rector al P. Lucas [Mösch] de San Edmundo, hasta una nueva provisión de la casa de Prievidza, pues el P. Valeriano de la Inmaculada Concepción le había insistido con frecuencia para que lo liberase de la carga de este Rectorado. Por eso, en el mismo contexto de las Patentes, al P. Valeriano le nombró Vicerrector de Prievidza y Maestro de novicios, en conformidad con los estatutos de la Orden; y al P. Lucas le dio la facultad de dar dimisorias para las Órdenes sagradas, “servatis servandis”, a nuestros Hermanos Cristiano [Pott] de San Bruno, Pedro [Bubansky] de San Pablo, Ignacio [Czernenka] de San José, y Carlos [Holtzhauser] de San Juan Bautista; y obediencias a los PP. Juan Martín [Germani] de la Natividad, de Prievidza a Podolín, Agustín de Santa María Magdalena, de San Jorge a Podolín, si así lo deseaba. Además, a éste le dio autorización para dispensar y poder tomar carne los lunes, en el caso de un gravísima carencia de otros alimentos; pero guardando en lo demás nuestra observancia regular, como en las casas de Prievidza y San Jorge; y que, de la misma forma, “servatis servandis”, pudiera promover a nuestros sacerdotes a oír confesiones, incluso de los seglares en la Viceprovincia de Hungría. Tuvo la conferencia y el Capítulo [de culpas].

Día 4 de junio de 1696. En el camino. Celebradas las Misas, salimos de San Jorge; acompañaron al P. General, hasta Nikolsburg, el P. Provincial de Germania, el P. Viceprovincial de Polonia, y el P. Rector de de San Jorge; además de los Padres Provincial de Polonia, el Secretario y el Acompañante. Tanto en la comida como durante la noche, estuvimos en la residencia del Ilmo. Fundador de Prievidza. Los caminos fueron siempre llanos, y con poca lluvia.

Día 5 de junio de 1696. En el camino. La lluvia molestó mucho hasta antes de comer; por eso, aunque los caminos eran casi siempre llanos, el barro los hacía difíciles. En consecuencia, y debido al largo camino, a eso de las diez, es decir, dos horas antes de media noche, llegamos a Nikolsburg, llenos de frío, y cuando los nuestros estaban ya descansando. El P. Rector hizo lo que pudo, y nos preparó una cena ligera; y es que la carta enviada antes a San Jorge no había llegado.

Día 6 de junio de 1696. En Nikolsburg. Como fuimos a dormir a media noche, y más tarde aún, descansamos por la mañana. Después de la Misa, al toque de la campanilla, se reunió la Comunidad para saludar al P. General, porque no había querido hacerlo por la noche, al llegar. Después de comer, el P. General ordenó fijar para el día siguiente la notificación del comienzo de la visita. Escribió cartas, y fue visitado por el P. Guardián de los Capuchinos.

Día 7 de junio de 1696. En Nikolsburg. Después de la Corona de la Santísima Virgen, y una conferencia, como de costumbre, el P. General comenzó la Visita General Apostólica de nuestra casa de Nikolsburg, empezando por la Iglesia. Luego intervino en una breve Academia que tuvieron nuestros alumnos colegiales, y asistió a una Actuación escénica que representaron nuestros niños escolares, cuyo título era: “El Santito que realizó un buen presagio”, o, “José de Calasanz, elegido y aprobado por sus amigos como Guía valiente, en un juego pueril”. El P. General dio al P. Rector de San Jorge, que llegó al día siguiente a su residencia, las siguientes Ordenanzas.

Día 8 de junio de 1696. En Nikolsburg. Se fueron de Nikolsburg a sus residencias los Padres Lucas de San Edmundo, Viceprovincial de Hungría, y Andrés de la Conversión de san Pablo, Rector de San Jorge, que habían venido acompañando al P. General. Éste, empezó la tarea de hacer la visita personal, encomendando a los Padres Provincial de Germania y Polonia la visita local, que empezaron a realizarla. Después de comer, el P. General fue a visitar cuatro de nuestras clases, donde fue recibido con grandes aplausos; en cambio las clases de Retórica y Poética le ofrecieron una hermosísima Actuación escénica, cuyo argumento era: “Apolo expulsado del cielo”. Y en la apología pronunciada al final de la representación, el P. General, fue saludado como el Apolo de las Musas.

Día 9 de junio de 1696. En Nikolsburg. El P. General visitó las clases restantes, donde fue recibido con muchas felicitaciones. Prosiguiendo él la visita personal, al P. Provincial de Polonia y a mí, secretario, nos encomendó la revisión de los libros de Misas. Después de comer, visitó a uno de nuestros graneros, con el huerto y la viña, distante del Colegio.

Día 10 de junio de 1696. En Nikolsburg. El P. General distribuyó la Comunión General, tanto a los nuestros como a los escolares, el día de Pentecostés. Era un aire tan frío como el de noviembre en Italia. Envió una carta a las casas de Cosmonos, a Schlan, y a Schlackenwerth, muy distantes de Nikolsburg, diciéndoles que se iba a Roma por asuntos muy graves de la Orden, lo que le obligaba a abstenerse de la visita de sus casas, demasiado distantes; y aconsejaba a todos los nuestros que, si conocían algo que pudiera contribuir mejorar el estado de nuestra Orden, y al bien de nuestro Instituto, se lo comunicaran rápidamente, en cartas filiales, sirviéndose de un precepto formal, para que nadie impidiera su salida o la retrasara. El P. General, además, como quería terminar pronto, continuó también este día la visita personal.

Día 11 de junio de 1696. En Nikolsburg. El P. General fue admitido en el álbum de la Cofradía de Nikolsburg, erigida entre nosotros el año 1694, bajo el título del Santísimo Nombre de María, por Nuestro Santísimo Señor Inocencio XII, rubricada con un Breve Apostólico, y bajo la autoridad del Excelso Príncipe Carlos, Obispo de Olomuc, en tres casas nuestras, esto es, Kremsier, Altwasser y Freiberg o Pribor, y confirmada por el fundador. A ella pertenecen inscritos muchos varones principales, el primero de los cuales fue elegido Presidente de dicha Cofradía, es decir, el Ilmo. Sr. Antonio Jacobo, Conde de Dietrichstein, hijo de nuestro fundador de Nikolsburg (se llaman fundadores todos los hijos del primer Fundador), heredero de los bienes del Emmo. Cardenal de Dietrichstein, Primer Fundador de Nikolsburg.

Las principales indulgencias que fueron concedidas a estos Cofrades por el mismo Sumo Pontífice son: Indulgencia Plenaria, tanto en el día de la admisión, si se confiesan y comulgan, como in articulo mortis, si invocan el nombre de Jesús, si pueden, o, al menos lo hacen devotamente de corazón, y sesenta día de indulgencia cada vez que ejerciten una obra de piedad y caridad. Después de comer, el P. General asistió a una Representación escénica de escolares de Sintaxis y Gramática, cuyo argumento fue: “Clite contra Febo”, o Germania en general, pues quería disfrutar del espectáculo. Continuó también su visita personal, y encomendó al P. Provincial de Polonia visitar personalmente a nuestros Operarios, pues conoce la lengua germánica, y él así se hizo; a los Padres Provinciales de Germania y Polonia, la revisión de los libros de economía y de los racionales de Misas; y a mí, Secretario, me pidió que iniciara la revisión de los mismos.

Día 12 de junio de 1696. En Nikolsburg. Los días siguientes no faltaron en el refectorio demostraciones de afecto de los nuestros al P. General. Este día no hubo visita personal, ni examen de dichos libros. El día 10 de éste, el P. General envió cartas a los Rectores y Comunidades de Cosmonos, Schlan y a Schlackenwerth, a los que exhortaba a que, como por asuntos graves de nuestra Orden, debía volver rápidamente a Italia, y, por lo tanto, no podía realizar la visita programada en dichas Casas, por estar muy distantes, tanto los Superiores como los súbditos, podían escribir cartas al mismo P. General, enviadas por Nikolsburg, si conocían algo que pudiera contribuir al bien, tanto común como privado, del estado Religioso y de nuestro Instituto; con la prohibición de impedir o retrasar las cartas de nadie, bajo precepto formal de obediencia. Después de comer, el P. General, con los Provinciales susodichos, el P. Rector de Nikolsburg, el P. Secretario y el Acompañante, fueron a visitar las viñas de nuestra casa de Nikolsburg; y, a la vuelta, visitó la Iglesia de Santa María del Monte y la Capilla, dispersas en la montaña, donde se dice han sido construidas milagrosamente, y en las que están esculpidos los misterios de la Pasión de Cristo. La campana de la Iglesia es casi igual que la campana de Loreto.

Día 13 de junio de 1696. En Nikolsburg. El P. General suscribió, con gran dolor, la sentencia de expulsión de nuestra Orden de los clérigos Profesos en ella, Jacinto de la Santa Cruz, polaco, e Inocencio [Dati] de San Felipe Neri, de Palermo.

Pronunció para ellos una doble sentencia, en estos términos:

“Juan Francisco de San Pedro, etc.

En nombre de Cristo.

La obligación de nuestro cargo exige que, mirando por la integridad del cuerpo místico de nuestra Orden, apartemos de ella los miembros de cuya salud ya se desespera, lo que implica un peligro de infección, a causa del contacto social con el resto de las partes. Por lo tanto, después de las legítimas reiteraciones que nos han hecho sobre los excesos de N. N., en el siglo N., y de haber utilizado inútilmente los cánones, sobre las penitencias y demás remedios, según derecho, para obtener su arrepentimiento, tal como dictan los decretos prescritos sobre Apóstatas y Expulsados de Urbano VIII, de feliz memoria, de lo ordenado por Nuestro Santísimo Señor, el Papa Inocencio XII, de tener absolutamente comprobada su incorregibilidad, y, añadiéndose a ello el consejo, el asentimiento y el voto de seis Padres delegados para estas causas, y de repetir el Nombre de Cristo, con gran dolor, e impulsado por la necesidad, los susodichos N.N., en el siglo N.N., los expulsamos y echamos de nuestra Orden de las Escuelas Pías, y los declaramos expulsados y rechazados.

En consecuencia, ordenamos que, privados inmediatamente de nuestro hábito, sean revestidos con el hábito clerical secular, con el que siempre deberán caminar, para cumplir lo ordenado en dichos decretos. Y les exhortamos seriamente a que de ninguna manera se consideren libres ni exentos de los votos solemnes emitidos en nuestra Orden, sino que, fuera de nuestra Orden, deben vivir perpetuamente pendientes de la ejecución de las órdenes, y sometidos a los Ordinarios del lugar; prohibida incluso a los Ordinarios la facultad de relajar o aminorar dicha suspensión.

Además, bajo pena de falsedad y otras sentencias, que ninguno, y de ninguna manera, lleve falsamente el hábito de alguna otra Orden, como la nuestra. Y les urgimos a que, cuanto antes, se presenten a su Diocesano, y se sometan a su jurisdicción y obediencia.

En fe de lo cual, etc.

Dado en nuestra Casa de San Juan Bautista de Nikolsburg, a 31 de junio de 1696.

Juan Francisco de San Pedro, etc.”

El P. General asistió a una Representación escénica, llevada a cabo por los párvulos de la clase ínfima Después, yo, como Secretario, publiqué dichas sentencias ante los Padres Provinciales de Germania y Polonia, y de los PP. Rector y Vicerrector de Nikolsburg.

En consecuencia, debajo de cada una de las sentencias, se escribió: “Esta sentencia fue publicada y leída ante Nos, sentado en el tribunal, este mismo día, y ante los Padres José [Bruckner] de Santa Catalina, Provincial de Germania y Hungría, y Juan [Mudran], Provincial de Polonia, los cuales la firmaron de propia mano.

Día 14 de junio de 1696. En Nikolsburg. El P. Provincial, con los PP. Provinciales de Hungría y Polonia, en el coche de la casa fue a visitar al Ilmo. y Excmo. Príncipe Andrés Adán de Dietrichstein, Príncipe de Felburg, distante a casi una milla de Nikolsburg, quien, con todo cariño, lo invitó a comer. Luego, desde allí, lo llevó a visitar su magnífico jardín no inferior a las villas Tusculanas y el establo de sus caballos, verdaderamente noble, por los caballos selectos de varias naciones. Pero, antes de ir, había completado la visita personal en Nikolsburg. Este día nos pusimos al sol para sentir su calor, después de haber experimentado el aire otoñal de los días pasados.

Día 15 de junio de 1696. En Nikolsburg. Hoy fue nombrada una Comisión del siguiente tenor:

“Juan Francisco, etc.

A vosotros, P. Plácido [Balasovicz], Rector de Horn, y P. Agustín [Scarlatti] de Santo Tomás, Profesores de Sagrada Teología, os encomendamos la revisión del libro titulado “Filosofía de los átomos, o Física Democrítica, salva la santa fe de las especies Eucarísticas y del Alma racional expuesta metódicamente por el P. Melchor Eustaquio de San Antonio de Padua, Profesor de Sagrada Teología”. Dígannos fielmente lo que piensan de esta obra, después de una atentísima ponderación, a fin de conocer la verdad.

Dado en Nikolsburg, a 15 de junio de 1696.

Juan Francisco, etc.”

Hoy el P. General ha llamado a algunos Religiosos, para hacerles amonestaciones privadas, resultantes de la visita personal. Después de la oración de la noche, tuvo una charla con Capítulo de culpas.

Día 16 de junio de 1696. En el camino. Terminadas las Misas, salimos de Nikolsburg con los susodichos Padres Provinciales; después de unas tres millas germánicas, comimos en el pueblo llamado Neindorf; y tras otras dos millas más, antes de anochecer llegamos a Straznice, en donde el P. General ordenó fijar inmediatamente la notificación de la visita antes intimada, y que comenzaría al día siguiente.

Día 17 de junio de 1696. En Straznice. Después de la oración de la mañana, y de una conferencia, como de costumbre, para el resultado fructuoso de la visita, el P. General comenzó las revisiones, a partir de la Iglesia. Llamó también al proceso de la visita a los Padres Provinciales de Germania y Polonia. Se dedicó, pues, a la visita personal, encomendando a dichos Padres Provinciales la revisión del libro de economía, y a mí, Secretario, el libro de las Misas. También hizo la visita local en el tiempo de la recreación. Y, al celebrarse el día de la Santísima Trinidad, pronunció, como de costumbre, un sermón, a partir del Evangelio del día: “Enseñad a todos los hombres, etc.”, aconsejando que debemos enseñar a otros con el ejemplo. Por la mañana el P. General fue saludado por uno de nuestros clérigos, con un discurso en latín.

Día 18 de junio de 1696. En Straznice Por la mañana, el P. General visitó las dos clases que hay, donde fue recibido con grandes muestras de cariño; luego continuó la visita personal.

Día 19 de junio de 1696. En Straznice. El P. General terminó la visita personal y las privadas, y luego hizo las respectivas admoniciones. Después de la oración de la noche, tuvo una plática, con Capítulo de culpas.

Día 20 de junio de 1696. En Straznice y en el camino. Celebradas las Misas muy de mañana, los mismos que habíamos venido de Nikolsburg con el P. General, salimos de Straznice. Después de tres millas, llegamos a Rhadistin, vulgo Radisc, un poco antes de mediodía, para comer. Debido a las lluvias anteriores, tuvimos que atravesar aguas tan profundas, que entraban en los Coches. Después de comer, y recorrer cuatro leguas de caminos enlodados, abruptos, empapados, sobre todo por el desbordamiento del río Morava, que había echado a perder el heno de los prados, llegamos a Kremsier, donde fuimos recibidos por el P. Luis, Ex Asistente General, Rector de Kremsier actualmente, y por la Comunidad.

Día 21 de junio de 1696. En Kremsier. Era el día del Corpus Christi. Después de fijar en la puerta, por la mañana, la acostumbrada notificación de la Visita, hoy, rezada la Coronilla en la Iglesia, dijimos las Misas, y la dejamos libre para la devoción. A la hora establecida, el P. General tuvo la conferencia de costumbre, y comenzó la Visita por la Iglesia, encomenzando el resto a los Provinciales de Germania y de Polonia. Visitamos nuestro huerto de Kremsier, un poco distante de nuestro Colegio. Es ésta la única casa de Germania que no tiene el huerto contiguo a ella; todas las casas de Hungría lo tienen también al lado.

Día 22 de junio de 1696. En Kremsier. El P. General encomendó a los Padres Provinciales susodichos la revisión de los libros de entradas y salidas de nuestra casa de Kremsier; y a mí, Secretario, la revisión de los libros de cargas y cumplimientos. Él, en cambio, comenzó las visitas personales, encargando al P. Provincial de Polonia que oyera y tradujera a los Operarios que no sabían hablar latín. En cuanto a temperatura y nubes, tuvimos un junio como suelen ser los meses de octubre o noviembre en Italia. Este día también nuestros escolares de Retórica, Poética y Aritmética representaron una hermosa Actuación Escénica, cuyo argumento era: “La Clemencia de Ciro, Rey de Persia”, que fue para el P. General la obra más acabada, tanto por la argumentación, como por la prestancia de los personajes; estuvo dirigida por el Profesor de Retórica, el P. Felipe [Buttner] de Santiago.

Día 23 de junio de 1696. En Kremsier. El P. General continuó la visita personal, mientras los compañeros se dedicaron a la revisión de los libros. Por la mañana visitó también las dos clases, es decir, la de los retóricos y la de los párvulos. Después de comer, vimos la insigne Fortaleza, o Palacio del Excelso Príncipe, Obispo de Olomuc. No tiene nada que envidiar a las magnificencias romanas o tusculanas. Muchos de los acompañantes se mojaron un poco a causa de la abundancia de agua, al visitar las criptas, una de las cuales exhibía, con extraordinaria arte, una fosa al vivo, con cavadores prefabricados artísticamente de cal. Hoy por la mañana, el P. General ha distribuido la comunión general a nuestros escolares, dejando para el día siguiente, domingo, día titular de nuestra Iglesia de Kremsier, San Juan Bautista la conmemoración de los nuestros.

Día 24 de junio de 1696. En Kremsier. El P. General celebró solemnemente la fiesta de San Juan Bautista, titular de nuestra Iglesia, haciendo de diácono y subdiácono los Padres Provinciales de Germania y Polonia. Después de dos sermones en la Iglesia, uno en moravo, por un Franciscano de los Reformados, y otro en alemán, por el P. Felipe de Santiago, los nuestros recibieron la Comunión de manos del P. General. A nuestra comida asistieron el Ilmo. Señor Decano y los principales Oficiales de Kremsier.

Día 25 de junio de 1696. En Kremsier. El P. General autorizó, por escrito, al P. Casimiro [Petrasch] de la Ascensión del Señor, Vicerrector de Kremsier, anciano, a poder disfrutar de los privilegios de los ancianos, según nuestras Constituciones, y que pudiera, por cuenta suya particular, y sin detrimento de la Casa, buscar alguna limosna para su hermana necesitada. Prosiguió el P. General la visita personal, y, después de comer, asistió a una Actuación escénica de los escolares de Gramática, cuyo título era: “El ideal de los Jóvenes”, o “Atanasio, glorioso triunfador de los enemigos de tres capitales”. En todas partes le dedicaban actuaciones al P. General. Los adolescentes se portaron gloriosamente bajo la dirección del P. Teófilo [Koszkowski], y su actuación gustó mucho. Después, el P. General, con los acompañantes habituales, el P. Luis, Rector, y el susodicho P. Felipe, fue a devolver la visita al Rev. P. Antonio Fuchs, Guardián de los Reformados, quien, con el Vicario y dos predicadores, nos condujo por la Iglesia y el huerto; éste, muy hermoso, con tilos en forma de bóvedas sombreadas, como un claustro completo, muy apropiado para la quietud. Allí mismo, en medio de él, bajo una torrecita de tilos, también artísticamente coronada, no ofreció una cena sabrosa, y ´religiosamente opípara´, que, el P. General aceptó, no pudiendo rehusarla tras reiteradas peticiones.

Día 26 de junio de 1696. En Kremsier. Desde la mañana, el P. General se dedicó a las amonestaciones privadas, resultado de la visita. Después de comer, tuvo Congregación con los Padres Provinciales, el Rector y el Secretario, para tratar las cosas que había que ver en bien de la Casa de Kremsier. Después, los alumnos principiantes del Hermano Germán [de San Francisco] representaron una Representación teatral, cuyo argumento era “El Martirio de Santa Felicitas con sus siete hijos”. Finalmente, el P. General tuvo una conferencia, con Capítulo de culpas, después de la oración de la noche.

Día 27 de junio de 1696. En Kremsier y en el camino. Muy de mañana, después de celebrar las Misas, salimos de Kremsier. A los acompañantes habituales se nos añadió el P. Luis, Rector; y, aunque el camino hasta Lipnik, donde está nuestro noviciado, era de tres millas, sin embargo, a causa de charcos formados por las lluvias anteriores, el camino se retrasó de tal manera, que casi llegamos a Lipnik después de mediodía. Allí, en la puerta de la Iglesia estaba toda la Comunidad, que nos recibió cariñosísimamente. El P. Rector, después de muchas cortesías de recepción, comparó de nuevo al P. General a un águila.

Pero, como llegamos más tarde de lo que esperábamos, a pesar de que el P. General, mediante un carta enviada a Kremsier, había prevenido al P. Rector de Lipnik sobre la visita señalada para el día anterior, en el mismo acto de la llegada a la Iglesia, nos dijo que, por la llegada con retraso, y por los calores sufridos por el camino, difería su comienzo hasta después de comer. Así pues, hacia las cuatro de la tarde, y al toque de la campanilla, se reunió la Comunidad en la Sacristía, y tras una breve plática, como de costumbre, visitó la Iglesia, el Olio sagrado, etc.; y les encargó a los Provinciales que continuaran.

Día 28 de junio de 1696. En Lipnik. Después de la Misa el P. General comenzó las Actas de la visita personal, y encargó al P. Provincial de Polonia, porque hablaba la lengua germana, que escuchara a los Hermanos Operarios. Y él escribió la siguiente carta:

“(Fuera)

Al P. Bernardo [Bartlik] de San Felipe Neri, Rector, y a toda la Comunidad de Escuelas Pías P. G. Freiberg.

(Dentro)

Pax Christi,

No pudiendo, a causa de la escasez de tiempo y de tantas cosas como hay que hacer, acercarnos ahí de nuevo, como, de corazón, queríamos, para confortar a Vuestras Reverencias, y a todos, en el divino servicio, según nuestra pequeñez, la obligación de nuestro cargo, y la observancia regular, decretamos que nuestras veces las haga el P. Juan [Mudran] de Jesús María, Provincial de Polonia, con el P. Antonio de San José, Secretario nuestro. A él le encomendamos que visite esa Casa en nombre y autoridad nuestra, y así lo lleve a cabo, para la mejor dirección de las almas.

Que, recibiendo esto según su celo, prudencia, y la norma General de nuestros estatutos, y cumpliéndolo con la debida lealtad, podáis cumplir sus consejos u ordenanzas con la debida obediencia.

Y, si alguno quiere hablar algo con Nos con más confianza, comuníquelo, bien al P. Provincial, o al Secretario, bien mediante carta escrita directamente a Nos; con la seguridad de que tendrá igualmente una respuesta nuestra por carta. Y, para tranquilidad de nuestras conciencias, concedemos a nuestros confesores que, durante tres días a partir de la presente publicación, y sirviéndose de nuestra autoridad, puedan absolver, en el foro interno, de las censuras y casos de cualquier manera reservados, para que puedan disfrutar de las abundantes bendiciones, que continuamente les deseamos, para incremento de las virtudes de todos los Religiosos, en obsequio de la aspirada perfección.

Dado en Lipnik, a 28 de junio de 1696.

Juan Francisco, etc.”

El P. General, hoy por la mañana, ha ordenado también fijar esta notificación, para que, con ocasión de la visita ayer iniciada, puedan los Confesores absolver a los nuestros, etc. En las Vísperas encomendó al P. Provincial de Germania y Hungría la revisión de los libros de economía, desde la última visita, como otras veces.

Día 29 de junio de 1696. En Lipnik. Terminadas las Misas, el P. Provincial de Polonia y yo, Secretario, salimos de Lipnik a mediodía y, después de tomar una comida ya casi en la mitad del itinerario, llegamos a Freiberg, o Pribor, hacia las nueve y media de la tarde, después recorrer todo el día cuatro leguas por caminos muy dificultosos. Allí fuimos recibidos con cordialidad por el P. Bernardo de San Felipe Neri, Rector, y por la Comunidad, de cinco Religiosos. El P. Provincial, después de una breve insinuación, enseguida entregó al P. Rector la susodicha carta, redactada el día anterior, que, publicada por uno de los sacerdotes de la Comunidad, todos aceptaron. Este día, el P. Provincial, desde la mañana prosiguió la visita personal. Después de comer, asistió a una Representación cómica, interpretada por nuestros escolares.

Día 30 de junio de 1696. En Lipnik. Este día, el P. General tenía que ir a comer con el Excelso Príncipe de Dietrichstein, Prefecto de la Corte Imperial, pues había sido invitado a Hraničky, a su Fortaleza, a una legua de Lipnik, aproximadamente. Pero como durante todo el día estuvo cayendo una lluvia intermitente, se excusó ante él, y prosiguió su visita personal, tanto de los novicios, como de los profesos. Después de comer, asistió de nuevo a la Representación interpretada por nuestros escolares.

No hay que olvidar que nuestro Excelso Príncipe, Fundador de Lipnik, en atención a la presencia del P. General, ordenó enviar, como regalo, pollos, ánsares y vino sobre todo italiano, y otras cosas, a nuestro Colegio. Este día, el P. Provincial de Polonia y yo, Secretario, terminamos la visita de Freiberg, en cuanto al lugar y a las personas, en cambio examen del libro de Misas, quedó para el día siguiente.

Notas