HB23/PRIEVIDZA/COMPENDIO

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PRIEVIDZA
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PRIEVIDZA/CRÓNICA DEL COLEGIO
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El 1 de septiembre de 1679 fue solemnemente consagrada la iglesia de las Escuelas Pías de Prievidza.

El 16 de septiembre de 1683 los derrotados rebeldes heréticos y tokolianos expulsaron a las Escuelas Pías de Prievidza. Expulsados los rebeldes, volvieron allí después de alrededor de un mes.

El 4 de octubre de 1687 se transfirió la inscripción de la fundación de Prievidza de 25.000 florines del señorío neolempacense al de Bojnice, y el 24 de febrero del año siguiente 1688 se publicó el decreto cesáreo-real confirmatorio.

El 4 de enero de 1690 llegó a la casa de Prievidza la fundación hunyadiana, cuyo capital de 400 florines producen 24 florines anuales al colegio.

El 14 de febrero de 1691 llegó a la casa de Prievidza la fundación Robikiana de 500 florines, que producen 30 al año. En el mismo año se recibió una fundación de 1000 florines, que producen 60 al año para ayudar a los pobres, hecha por el Rvmo. D. Juan Alejo Turkowicz, prefecto de Bojnice.

CRÓNICA DEL COLEGIO KANIN-PALFFIANO DE LAS ESCUELAS PÍAS EN EL REINO DE HUNGRÍA, DIÓCESIS DE ESZTERGOM, CONDADO DE NITRA, SEÑORÍO DE BOJNICE.

Es propio de la naturaleza de la virtud el que, aunque avance con mucho esfuerzo, nada tiene que ver con ella el sexo, pues se puede ver en la mujer tanto como en el hombre.

Por ello se ven cada día heroínas de gran ánimo que culminan grandes acciones por amor a los premios del cielo, con admiración de todos los cristianos, que siguen e imitan las acciones dignas de culto de los héroes ilustres. Tal fue la Excelentísima Princesa e Ilustrísima Condesa Francisca de Kanin Belassy, viuda del Excelentísimo Conde Pablo Palffi de Erdeöd, Palatino del Reino de Hungría, que con un ánimo superior al de las mujeres, combatiendo por la gloria al par que los héroes, llevó a cabo obras piadosas siguiendo la ilustre línea de su estirpe, y realizó insignemente grandes hazañas. Pues ella durante el estado de su viudez llevaba la vida de una monja, semejante a la mujer fuerte, muy asidua en las oraciones y en la meditación de las cosas santas, pasaba la mayor parte de las mañanas de cada día fervientemente de rodillas sobre el suelo, principalmente en la santa capilla de Loreto de los Agustinos Descalzos de Viena, con una conciencia tan delicada que ni siquiera permitía que se dijera una palabra ociosa ante ella sin reprenderla. A su mesa añadía la frugalidad, para que sus comidas recomendaran la abstinencia religiosa. Ajena a la pompa secular y al embellecimiento del cuerpo, se contentaba con un vestido simple y honesto, mientras procuraba el adorno en las cualidades del alma, y en la decoración de las iglesias. Con lo que promovía de manera egregia el culto divino y el bien del prójimo, tanto con su celo como con sus obras y fuerzas.

Cuando toda Hungría temía al Marte otomano, y lo había jurado como enemigo el soldado cristiano imperial Leopoldo I Augusto, la misma impertérrita heroína, agitada por muy loables estímulos de emulación, se preparaba para la guerra, pero contra la herejía. Por lo que al asumir el condado en el año de Cristo 1660, desde Viena se trasladó a Hungría, y se instaló en Bojnice. Mientras tanto en el reino el ánimo de los herejes promovía diversos y tristes tumultos, con los cuales fue afligido el reino más tarde, encendiendo pocos años más tarde la terrible llama de la rebelión, que abrasó muchas regiones nobilísimas y extinguió la luz de la vida de muchos mortales, pero ya trataremos de esto en el año 1670.

La fortísima princesa, que estaba dispuesta a ir a luchar contra mil enemigos, en medio de los peligros, yendo generosamente a la muerte por Dios, en primer lugar en Hungría expulsó de todo su señorío de Bojnice a los pseudo ministros luteranos, sufriendo graves molestias, siendo molestada con piedras por las alborotadas mujeres de los herejes y casi apedreada, después de expulsar de Prievidza al pseudo obispo Tarnocio, y de hacer salir de todos sus pueblos y aldeas a los predicadores y rectores luteranos de las escuelas, así como a los demás servidores de las iglesias, devolvió las iglesias al uso católico, y a sus legítimos dueños. Trajo a las parroquias sacerdotes ortodoxos, y especialmente entre ellos a los padres de la Compañía de Jesús, para llevar con todas sus fuerzas al pueblo que le estaba sujeto a la fe católica, este ejemplo de mujeres gobernantes, honra de la heroínas, norma de las viudas poderosas. Para que la reforma avanzara más fácilmente, y para que esta obra quedara como digna de meditación para los siglos, decidió hacer una fundación de religiosos en su señorío, cuya principal vocación fuese el bien del prójimo y la formación piadosa de la juventud. Pues estaba sapientísimamente persuadida de que no había una manera más fácil y más feliz de propagar la verdad católica, pues si desde su tierna edad la juventud es apartada de los errores de sus mayores, pronto será formada en los rudimentos de la verdadera fe y de las virtudes. Por ello invitó a los Padres de la Compañía de Jesús a hacerse cargo de una fundación en su señorío citado de Bojnice. Pero ellos no estaban satisfechos con el capital que ella destinaba para la fundación, y querían más, así que, para no perder más tiempo en llevar a cabo su objetivo, la piadosa princesa dirigió su atención a las Escuelas Pías. Entonces llamó al Prepósito Provincial de Germania de Nikolsburg a Viena, y le expuso su intención. Pero como el señorío de Bojnice se encontraba cerca de los turcos, que habían conquistado nuevas fortalezas, y se consideraba que la frontera era un territorio peligroso, y también esta parte, puso no pocas dificultades. Pero no perdió el ánimo la generosa heroína, y escribió una carta a las Escuelas Pías de Polonia, invitándoles a asumir y propugnar esta santa y gloriosa obra. Era entonces Propósito Provincial de Polonia el P. Wenceslao [Opatowski] del Santísimo Sacramento, quien considerando que no debía desperdiciar esta fundación, pues por ella contaba promocionar nuestro instituto en el reino de Hungría, y viendo en ella una buena oportunidad para trabajar por el bien del prójimo, se puso en camino.

[1666]

Así, pues, al principio del año 1666 el P. Wenceslao del Santísimo Sacramento salió de Polonia, y al llegar a Viena, fue a visitar a la Excma. Dña. Francisca viuda de Palffi. Ella misma acogió amablemente al huésped, y le ofreció que para la fundación en Hungría eligiera Bojnice, Prievidza o Teutoprona, según su gusto. El P. Provincial se detuvo en Bojnice, y entre los pueblos ofrecidos se quedó con Prievidza, y en ella eligió un terreno que estaba no lejos de una explanasa, a occidente y en el camino que va hacia la fortaleza de Bojnice, en el lugar en que actualmente se encuentra nuestro colegio, aunque allí se le habían ofrecidos otros terrenos, y concretamente la iglesia de Santa María fuera del pueblo, situada en un montículo a oriente, en lugar lejano después de la plaza del mercado que se encuentra al este, además de un amplio espacio en la explanada del norte, mirando desde la iglesia parroquial hacia la fortaleza de Bojnice. Tras explorar P. Provincial el espacio elegido, y de mandar dibujar a Antonio Biberelli, italiano, arquitecto palffiano, la planta del colegio que mostramos en la página de enfrente, volvió a Viena a ver a la Ilma. Sra. Fundadora, y allí los dos aprobaron los planos, y los firmaron; según ellos se construyó el colegio actual.

Vuelto de Bojnice a Viena el P. Provincial, y después de haber tratado suficientemente con la Excma. Sra. Fundadora, estableció con ella el contrato que sigue:

“Para gloria de Dios Omnipotente e incremento de la Santa Madre Iglesia, con ocasión de fundar un colegio para los Reverendos Padres y Religiosos Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías en la ciudad de Prievidza, perteneciente a la fortaleza de Bojnice, en el condado y diócesis de Nitra, habiéndose hecho un contrato entre la Excma. Sra. Condesa Francisca Kanin de Belaffy etc. y el Muy Rvdo. P. Wenceslao del Smo. Sacramento, Provincial de la Provincia de Polonia de su Orden, se concluyó lo que sigue.
*La anteriormente citada Sra. Condesa hace una fundación en el citado colegio para doce personas de esa Orden, y para cada uno de ellos promete dar cien florines anuales, y además, para la conservación del templo, sacristía y fábrica del colegio, otros cien. Además, para celebrar perpetuamente una misa diaria por las almas del purgatorio, otros cien. Además, que en aquellos días en los que en la iglesia no se use el color negro, la oración colecta y la conmemoración se haga por ellos. Además, para leña para el fuego y otras cosas necesarias para el colegio, otros cien. En total, pues, entregará como fundación perpetua mil quinientos florines anuales. Los recibirán directamente de las manos de la Condesa hasta que se encuentre un lugar seguro e idóneo en el que se pueda colocar un capital que produzca los mil quinientos florines anuales para el colegio, de manera perpetua, infalible y sin defecto, lo cual se intentará hacer lo más pronto posible.

Notas