BischettiVida/Al lector
Al lector
Te presento de nuevo la vida del Venerable Fundador de mi Orden, pero es diferente de la que escribí antes. La otra estaba en latín y dividida en más elogios; esta es en lengua vulgar y escrita continuadamente. Comencé a componerla el año pasado, cuando daba clases de filosofía, y la he terminado ahora, que doy clases de Retórica en este colegio Nazareno.
No aparece aquí nada que no sea o público, o recogido por personas dignísimas de toda fe, y que se consideran afortunadas por haber conocido al sujeto del que se escribe, y de haber hablado con él. Confieso, sin embargo, que he dejado fuera muchas cosas no porque no merezcan ser consagradas a la eternidad, sino porque espero que salgan a la luz por otro camino, y con mayor gloria de José.
Conténtate de momento con estas, y no te escandalices de las reflexiones que he añadido, como si quisiera instruirte. No pretendo tanto: si alimentase estos pensamientos, demostraría no conocer que soy hijo de uno al que podemos considerar el retrato de la humildad. El motivo de ponerlas nació de las mismas acciones, y de un pío deseo de aprovecharme de las memorias de quien es un padre para mí. De todos modos, si te resultan saludables en algún sentido, alabaré a Dios, y me preciaré más de mi trabajo. Es la primera composición que sale de mi pluma en esta lengua, y por eso debes tanto más compadecerla y corregirme, porque si haces aquello y no esto, darás prueba de tu bondad, pero siendo cada cual prójimo de los demás, no satisfarás la deuda que te obliga a enseñarme. Esto es lo que te ruego, y lo que espero.