Galitzia/Copia de la carta
Copia de la carta
“Excelentísimo Barón, Ilustrísimo Señor y Venerado Bienhechor.
Le envío otra información sobre mis hechos, como es mi deber, para informar a Su Ilustrísima. Las Constituciones de nuestra Orden nos mandan, y es la costumbre en las Escuelas Pías, que si un superior está fuera, o fallece, debe sucederle el primero, bien por vocación, bien por fundación, y cumplir su oficio. Puesto que la autoridad del P. Provincial Joaquín Karwowski cesó y fue abolida por el excelso decreto, me compete a mí, en cuanto decano de los rectores, la ejecución del decreto imperial sobre la elección de Provincial de Galitzia Occidental. Por ese motivo envié inmediatamente cartas informando sobre la amplísima gracia del Poderoso Emperador, protector de la Orden y del Instituto. Después visité en Lukow al R. P. Eysymont, ex Provincial, al cual en las presentes circunstancias, a causa de su dignidad y méritos correspondía el gobierno, hasta que el Supremo Moderador dispusiera otra cosa con respecto a la nueva Provincia, y a quien correspondía tomar la útil medida de convocar a los sacerdotes pertinentes en un lugar adecuado, pero lo encontré débil y con poca salud, y después de recibir su consejo, y del Rector de la casa de Lukow, fui a también a Opole y Radom, donde también hay colegios nuestros, y los encontré a todos muy dispuestos a aceptar la benevolencia del Augustísimo Emperador Francisco II. Todas las comunidades y sus religiosos estaban muy satisfechos de la gracia otorgada par la conservación del instituto. El Superior de la Residencia de Opole espontáneamente ofreció su comunidad para acoger a los Rectores y sus acompañantes para celebrar allí el Capítulo Provincial. Inmediatamente se enviaron circulares a los Rectores comunicando la decisión unánime, junto con las peticiones y los pagos para el futuro Provincial y para la erección del noviciado, o para recuperar el colegio de Podolín que se encuentra en Galitzia Oriental, y que, contando con una muy buena fundación, en tiempos antiguos perteneció a la Provincia de Polonia, y ahora está ocupado por nuestros hermanos húngaros. Y puesto que hemos venido a estar en territorio perteneciente a la Serenísima casa de Austria, bajo el óptimo padre y clementísimo Señor Francisco II, de quien prometemos ser fidelísimos súbditos, y cumplir con el ministerio propio de nuestra profesión, que es la educación de la juventud, en latín según la norma de nuestra Orden, hasta que tengamos profesores de alemán. Como el colegio de Cracovia está muy lejos, a su P. Rector, un hombre muy amante de la vocación, para que consiguiera el acuerdo de los religiosos, se le ha enviado también una carta, para informarle sobre el acuerdo de los colegios y comunidades, y para que les informara rápidamente sobre el próximo gobierno, explicándole que queremos obedecer y cumplir exactamente lo que se nos ha ordenado, con gratitud. Volviendo a lo ordenado por el Supremo Gobierno, se continuará lo que se ha comenzado. Las comunidades van muy bien, pues todos los Rectores son hombres dignos de elogio por su rectitud de costumbres, su observancia de las Reglas, atención y obediencia a los Príncipes. A cada uno se ha dicho recientemente que deben tener el Capítulo local, para elegir al religioso que acompañe al Rector en el día determinado a Opole, para la elección del Provincial. Humildemente envío la presente con profunda veneración, solicito una resolución al círculo de Chelm, y con la obligación de orar por que todo vaya bien, quedo etc.”
He copiado fielmente al pie de la letra, con puntos y comas, la carta original escrita por el mismo P. Radecki, fechada el 10 de junio del corriente año.