General34/Tercer Centenario de la Fundación de la Congregación de las Escuelas Pías, celebrado en 1917.

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La observancia regular en las provincias de España
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General34/Tercer Centenario de la Fundación de la Congregación de las Escuelas Pías, celebrado en 1917.
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Procesos de beatificación y canonización
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Tercer Centenario de la Fundación de la Congregación de las Escuelas Pías, celebrado en 1917.

El P. Viñas, como buen y eficaz pedagogo, no solo se sirvió con todas sus fuerzas de circulares, decretos, preceptos, artículos, estatutos y penas canónicas para promover la Observancia regular en nuestro Instituto, sino que puso también ante los ojos de los religiosos propuestas eficaces para el espíritu y la voluntad, y nobles estímulos para conseguir oportuna y válidamente las finalidades de la vida religiosa. Le proporcionó una óptima ocasión para ejercer su celo y esfuerzo el tercer centenario de la fundación de la Congregación de las Escuela Pías en el año 1917, que coincidía con el 150 aniversario de la canonización de nuestro Santo Padre.

En cuanto se acercó el tiempo para pensar con la mente y el corazón en este centenario, el P. Viñas hizo todo lo posible para preparar su digna y fructuosa celebración, de modo que no solo se confirmara en buen nombre de las Escuelas Pías en todas partes, sino que la memoria tres veces centenaria de ministerio y apostolado calasancio, ilustrada con esplendores y fastos, infundiera una gran confianza y conciencia a los Escolapios, como fundamento sólido y seguro para sus acciones y reformas.

Para celebrar dignamente el centenario en el año 1917, el P. Viñas ya habló de él a Benedicto XV el 22 de septiembre de 1914 y el 17 de enero de 1915[Notas 1]. Lo recordó también en la Circular VII, con fecha 4 de abril de 1915. Al año siguiente, en la sesión de la Congregación General del 11 de mayo de 1916 se presentó el primer borrador de las futuras solemnidades[Notas 2]. En la siguiente sesión del 18 de mayo el P. General leyó ya la Memoria y petición a presentar a su Santidad sobre este tema, que fueron aprobadas por los Padres[Notas 3]. El P. Viñas las entregó a Benedicto XV en un encuentro privado que tuvo con él el 26 de mayo de 1916[Notas 4]. Después, en otra entrevista privada con Benedicto XV, el 18 de noviembre de 1916 entregó también el primer borrador de la Carta Apostólica dirigida a nosotros con ocasión del Tercer Centenario[Notas 5]. Esta carta nos fue dirigida con fecha 10 de febrero de 1917[Notas 6], y fue leída con gran gozo de los Padres en la sesión de la Congregación General del día 24 de febrero de 1917[Notas 7], y el P. Viñas la hizo leer en público con su circular X, con fecha 6 de marzo de 1917, con motivo del III Centenario[Notas 8]. El P. Viñas dio muy sinceras gracias por ella en la audiencia del 29 de marzo de 1917[Notas 9].

Además de los habituales triduos indulgencias, oraciones, circulares con motivo del Tercer Centenario, y además de la solemne pompa con que la imagen de Frascati fue traída a Roma el 23 de agosto, presentada al beso del Sumo Pontífice y expuesta los días 25-27 de agosto en nuestra iglesia de San Pantaleo a la pública veneración de los fieles[Notas 10], fue un fruto no pequeño de este tercer centenario las obras de contenido escolapio que fueron publicadas impulsadas por el P. Viñas para esta ocasión. En primer lugar, se hizo una nueva edición de la antigua Vida de Calasanz escrita tiempo atrás por el P. Talenti, a cargo del P. Giovannozzi[Notas 11], y preparada desde el año 1914[Notas 12]. A estas publicaciones siguió la Historia de las Escuelas Pías en España, compuesta por el P. José Calasanz Rabaza de la Provincia de Valencia, cuyos tres primeros volúmenes se publicaron el año 1917 en Valencia, y el cuarto al año siguiente, 1918[Notas 13]. Con esta ocasión editó también en Florencia el P. Giovanni Giovannozzi su importantísima obra Scolopi Galileiani[Notas 14], y el P. Tomás Catani preparó y publicó su obra Un amico dei ragazzi[Notas 15]. El P. Juan Comellas editó sus obras Compendio histórico de la vida de S. José de Calasanz, Fundador de las Escuelas Pías y Compendio histórico de la vida del V. Glicerio Landriani de las Escuelas Pías, además de las Vidas resumidas de Pedro Casani y Salistri[Notas 16]. El Rvdo. Francesco Ferrari, párroco de Bagazzano, de la diócesis de Módena, con ocasión del Centenario editó una obra titulada Il Collegio delle Schole Pie di Fanano. Memorie e Biografie, con ilustraciones, como testimonio agradecido a las Escuelas Pías[Notas 17]. El Excmo. Ordinario de Urgel, Juan B. Benlloc y Vivó, en el mismo año 1917 editó una magnífica Pastoral en memoria de S. José de Calasanz[Notas 18]. Finalmente, para celebrar y recordar de manera digna este Centenario, a fines del año 1916 y por mandato del P. Viñas, el P. Andrés Friedreich escribió su magnífico Compendio de la Historia de la Provincia de Hungría, cuyo manuscrito se encuentra en el Archivo General[Notas 19]. Y el P. Basilio Kabrhel, Provincial de Bohemia, preparó su Notas sobre la Provincia de Bohemia tomadas de los Anales del P. Bartlik[Notas 20]. Por último, la Revista Calasanciaeditada en Madrid preparó un número extraordinario en memoria de este Centenario y describió minuciosamente los principales acontecimientos de las solemnidades centenarias a lo largo de todo el año. Podemos decir que todas estas obras. principalmente las impresas, sirvieron para aumentar en los nuestros el espíritu calasancio, y, aunque no pudieron corregir inmediatamente el estado de nuestra observancia regular, sirvieron como semillas para la futura restauración, y significaron importantes estímulos para seguir investigando en la vida y en la historia de Calasanz.

Tras considerar todas estas cosas, el 6 de septiembre de 1917 los Padres de la congregación General se dijeron con razón satisfechos por el feliz resultado de todo el Centenario, para pagar cuyos gastos el Cardenal Francisco de Paula Cassetta había entregado generosamente mil liras. También en esta ocasión el Rmo. P. Vladimir Ledochowski, Prepósito General de la Compañía de Jesús, escribió una carta llena de amor fraterno y veneración al P. General el 24 de agosto de 1917[Notas 21], y mandó celebrar 300 misas a su intención para próximos actos de las Escuelas Pías[Notas 22]. El mismo P. Viñas, en su circular XI, fechada en Roma el 12 de septiembre de 1917, prácticamente pone el punto final a las celebraciones del III Centenario. en ella, tras la intimación de los Capítulos, con sincero amor y solicitud paterna resume los principales aspectos de vida y observancia religiosa durante las celebraciones pasadas, e invita a abrazarlas con espíritu renovado de manera fiel y eficaz en el futuro.

Las fiestas de este Centenario se celebraron con filial participación en todas nuestras casas de España, como se percibe en las innumerables cartas dirigidas al Padre común sobre las fiestas y fastos del Centenario[Notas 23]. No faltó quien, en memoria de un tan gran acontecimiento, quisiera fundar alguna casa reformada en España, eliminando el peculio, las vacaciones y otros impedimentos para la vida religiosa[Notas 24].

Esta fiesta centenaria felizmente celebrada produjo el efecto de la renovación del espíritu calasancio que se había marcado como objetivo, o al menos los primeros y modestos principios de ella. Y de ellos se alegraron mucho Benedicto XV y el Piñas en la audiencia del 14 de marzo de 1918[Notas 25]. Ciertamente las semillas echadas con tanto ardor no siempre cayeron en buena tierra, ni tuvieron siempre tanta fuerza como para superar fácilmente las a menudo adversas condiciones de las personas y de las cosas. Sin embargo, “la suerte estaba echada”. Poco a poco comenzaba a brotar otra vez una nueva y reformada vida escolapia. Cuatro años más tarde, en 1921, otro Centenario, el tercero de la erección de la Orden de las Escuelas Pías animó de nuevo el antiguo ardor de la llama y marcó la sagrada imagen del eterno escolapio de manera más profunda en el corazón de cada religioso. Sin embargo, no era fácil sacudir de repente el peso y el polvo de tantos lustros. Ni parecía bastar la sola fuerza del Superior General para restaurar todas las cosas en Cristo. Pero de esto hablaremos en otro lugar.

Notas

  1. Cf. Circular VII, pág. 11.
  2. Cf. Actas de la Congregación General, 11 de mayo de 1916, RG 22, f. 377.
  3. Cf. Actas de la Congregación General, 11 de mayo de 1916, RG 22, f. 378.
  4. Cf. Memorias particulares 1916-1923 (RL-Sc 370, VII) f. 4.
  5. Cf. Memorias particulares 1916-1923 (RL-Sc 370, VII) f. 6.
  6. Cf. Memorias particulares 1916-1923 (RL-Sc 370, VII) f. 9.
  7. Cf. Actas de la Congregación General, 24 de febrero de 1917, RG 22 a, f. 5.
  8. Esta circular se imprimió en las Ediciones Calasancias de Florencia.
  9. Cf. Memorias particulares 1916-1923 (RL-Sc 370, VII) f. 10.
  10. Cf. Actas de la Congregación General, 24 de febrero de 1917, RG 22 a, f. 5-6. Cf. también Memorias particulares, f. 12: “5 de agosto de 1917. Audiencia del Santo Padre. Hoy a las 10 ½ el Santo Padre se ha dignado concederme audiencia, en la cual hemos fijado para el 24 de agosto la ceremonia del beso de la Virgen de las Escuelas Pías de Frascati. Le he explicado el programa de las Fiestas Centenarias que celebraremos en S. Pantaleo y en Frascati. Con mucha bondad me ha atendido durante veinte minutos, y luego me ha dado la Bendición Apostólica”.
  11. Cf. Circular X, p. 23.
  12. Cf. la carta del P. Gandolfi escrita al P. Viñas en 1914 (sin día) (RG 252 d 3, 22): “Quisiera someterle un proyecto en relación con la vida de nuestro S. Fundador de Talenti. Como esta Vida se ha vuelto difícil de encontrar, y hay una persona piadosa que me daría 500 L para reimprimirla tal cual, de modo que sirviese como documento auténtico, excepto algunas expresiones anticuadas, que el P. Giovannozzi se encargaría de corregir. Pero las 500 L no bastan para la edición; al menos harían falta otras tantas. Rogaría por tanto a V.P. me ayudara en esta empresa con un subsidio o con la adquisición de un buen número de copias, o bien obligando a nuestras casas a comprar al menos dos copias, según a Usted le parezca más oportuno. Sería este el momento más apropiado para la edición, pues también aquí se deja sentir fuertemente la crisis económica y comercial, y nos faltan encargos. Cuando le venga bien, luego, podemos hacer una nueva edición de Talenti, modificada o corregida por V.P. Rma., según me dio a entender”.
  13. Cf. PICANYOL, La Biblioteca Scolopica di S. Pantaleo di Roma I p. 171; Circular X, p. 23; cf. especialmente la carta del P. Rabaza al P. General de fecha 5 de julio de 1917, sobre el envío del primer volumen (RG 252 l, 79): “Godelleta, 5 de julio de 1917. Mi venerado y querido Padre: hace muchísimo tiempo que recibí de V.P. Rma. dos cartas, que fueron premio y aliento para mí, y como tales las estimé y agradecí. Era al terminar el primer tomo de nuestra Historia, que tan grata acogida encontró en V, P. Rma. Me hacía observaciones luminosas y discretas, como de quien conoce nuestras cosas mejor que nadie y ha formado el criterio en la escuela de los hombres y las cosas de nuestro Instituto. Estimo sus indicaciones sobre la formación de la provincia de Cataluña, asunto al que yo no he dado gran importancia, y formulé aquellas preguntas con el sencillo deseo de saber la verdad, sin presumir que me pudieran contestar desde tan alto. Me atuve en la narración a las actas del Capítulo Provincial de 1741, y como en realidad de verdad la provincia de Aragón, en el orden de las provincias, en los Capítulos Generales, en el turno de sus Asistentes, &, ha ido delante de Cataluña, veré si en la fecha de la restauración de 1844 encuentro razones o congruencias, que no faltan, para ocupar el primer lugar que ocupa. Respecto al ultrajado P. Sancho, no he podido dar con las actas del I Concilio Filipino. Aún las espero de los dominicos de Filipinas. Es una gran figura dicho P. Basilio y no me ha sido difícil ponerla de pie y sobre decoroso pedestal. La vindicación completa quédese para ‘Acotaciones a la Historia’, que habrá de venir después. El objeto de esta carta es principalmente participar a V.P. Rma. que hace ya unos días que se está repartiendo el segundo tomo, que alcanza hasta la formación de la vicaría de España por la Bula ‘Inter graviores’. Ando ya enfrascado en el tercer tomo y mucho habré de comprimirme para meter en él y el siguiente todo el siglo XIX. Los dos últimos tomos de la Historia Particular, como es obra de los colegios, están muy adelantados, casi ultimados. No podrán ser menos de seis tomos. Estoy viendo la manera de remitirle a V.P. Rma. los ejemplares correspondientes, para que a su vista pueda hacerme las observaciones convenientes, que siempre resultarán en beneficio de la obra y prestigio de todos”.
  14. Cf. PICANYOL, La Biblioteca Scolopica di S. Pantaleo di Roma I p. 100; Circular X, p. 23; Cf. también la carta del P. Giovannozzi al P. General con fecha 8 de diciembre de 1917 (RG 253 d 3, 30): “Rmo. Padre. Veía bien que imprimir ahora el prometido libro sobre los Escolapios Galileanos era imposible. El gasto habría sido mucho mayor, y yo no tenía tiempo y comodidad, estando muy ocupado con las clases. Por otro lado, no quería que terminara el año centenario sin contribuir de algún modo a mi promesa. Por eso he hecho imprimir una conferencia que di precisamente sobre los Escolapios Galileanos en mayo de 1915, y que es como el esquema o resumen del libro. Será al menos un pequeño recuerdo del centenario, y una muestra de lo que seguirá”.
  15. Cf. PICANYOL, o. c. p. 52; Circular X, p. 23.
  16. Cf. PICANYOL, o. c. p. 63-64; Circular X, p. 23-24. Cf. también la carta del P. Comellas al P. General con fecha 11 de abril de 1917 (RG 254 i, 176): “Rmo. P. General: Ayer recibí su afectuosa carta, la que agradezco en gran manera y por la que le doy muchas gracias. En paquete postal le envío muestra del libro de San José de Calasanz, segunda edición; le incluyo también muestra de la traducción de la Carta Pontificia, la cual, como los anteriores folletos, ‘Recuerdo del Tercer Centenario’, etc., he distribuido por nuestros colegios de España en número de 45.000 ejemplares. Además, ofrecí a los colegios los que quisieran al justo precio de coste, y algunos me han pedido en bastante cantidad, y creo que otros pedirán. Pedí a los periódicos su publicación, y la han insertado íntegra… Sea todo para mayor gloria y veneración de San José de Calasanz y sus Escuelas Pías”.
  17. Cf. Circular X, p. 24; Actas de la Congregación General, 12 de marzo de 1917, RG 22 a, f. 7: “Los Padres dieron las gracias a D. Francesco Ferrari, párroco de Bagazzano, de la diócesis de Módena, por su obra titulada Il Collegio delle Schole Pie di Fanano. Memorie e Biografie. El Rmo. P. Prepósito General se encargó de escribir un oficio en agradecimiento por su afecto hacia las Escuelas Pías”.
  18. Cf. Memorias particulares ff. 14-15; PICANYIOL, o. c., I, p. 223.
  19. Se encuentra en RP 66, Hungría. Cf. la carta del P. Hénap al P. general sobre este asunto, de fecha 9 de mayo de 1916 (RG 253 f 2, 1).
  20. Cf. Circular X, p. 24.
  21. Cf. R.C. 1917, pp. 650-652; la respuesta del P. Viñas, del 7 de septiembre de 1917, en R.C. 1917, pp. 652-653.
  22. Cf. Actas de la Congregación General, 6 de septiembre de 1917, RG 22 a, f. 11-12.
  23. Se encuentran en RG 253.
  24. Cf. esta carta del P. Ángel Pallarés al P. General, enviada desde Tafalla el 29 de junio de 1917 (RG 253 i 3, 3): “Con muy buen acuerdo determinó V.P. que se celebrase el 3er Centenario de nuestra Corporación con fiestas religiosas y literarias. Y ¿no parece a V.P. que sería un bellísimo modo de celebrarlo y dejar de él perpetua y gloriosa memoria autorizar, acudiendo para ello a todos los medios necesarios, a la formación de un colegio escolapio en el que todos los individuos se comprometieran a observar los votos y reglas en toda su extensión sin corruptelas de ningún género, sin peculio, sin vacaciones, etc.? No sería difícil, ni mucho menos, encontrar 8, 10, 12 individuos que quisieran vivir con esa perfección, antes bien sobrarían, pues me consta el descontento de no pocos ante el desbarajuste y relajación que tristemente impera. Ojalá el Sto. Padre influya desde el cielo para que sea un hecho esta insinuación, ya que vale más no ser que ser de la manera que somos”.
  25. Cf. Memorias particulares ff. 14-15.