General36/Grandes proyectos de la Orden

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Dificultades que surgen en el tercer mandato del P. Tomek
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Grandes proyectos de la Orden

La Delegación de los Estados Unidos

Es sorprendente que en el DENES no se mencione para nada la Delegación General de los Estados Unidos, como si no hubiera existido. Y, sin embargo, es el primer intento de “Reestructuración” (limitada) en la historia dela Orden, aunque, ciertamente, su existencia fue efímera y poco efectiva. Como este tema es ignorado por la gran mayoría de los escolapios, nos vamos a extender en él.

La situación de los escolapios en Estados Unidos era bien interesante y confusa en el año 1965. Hasta cinco diferentes iniciativas estaban en marcha en aquel año:

  • En el norte estaba la viceprovincia de Estados Unidos, formada por religiosos de varias nacionalidades, predominantemente húngaros y polacos;
  • En el norte y Puerto Rico estaba la Delegación Provincial de Nueva York y Puerto Rico, formada con religiosos aragoneses;
  • En el oeste, la Delegación Provincial de California, formada por religiosos catalanes;
  • En el sureste, la casa de Fort Lauderdale, bajo la jurisdicción del P. General, con religiosos de varias nacionalidades, predominantemente catalanes.
  • Y además estaba el grupito de juniores de Castilla que se preparaban para fundar en Nueva Orleáns.

El P. Laureano Suárez, Asistente General, hizo una visita canónica a los Estados Unidos en noviembre de 1965. Decidió tener una reunión en Devon con los superiores de las diferentes demarcaciones, los días 22 y 23 de noviembre. En una foto de aquel acontecimiento vemos reunidos a 15 escolapios con el P. Laureano. En esta reunión se trataron diversos temas de la vida religiosa ordinaria (observancia, uso del hábito, uso de la televisión y la radio, vacaciones...), así como otros relativos al ministerio, como la posibilidad de obtener escuelas diocesanas, titulaciones, relaciones públicas, intercambio de personal... El Visitador, que había seguido de cerca el Concilio, quería también animar a la Orden a buscar la adecuada renovación postconciliar y preparar las ideas para el próximo Capítulo General, en el que importantes cambios deberían producirse.

Tras varios meses, y después de tratar el asunto en Congregación General el 13 de agosto de 1966, el P. Laureano Suárez (a quien el P. Tomek había transferido el tema, sin ser asistente general por América) envía una circular a los superiores de los cuatro sectores de escolapios en Estados Unidos comunicándoles la creación de la Delegación de Estados Unidos[Notas 1]. No se trata de una nueva demarcación, sino de una entidad organizativa para resolver los problemas comunes, principalmente de formación de los religiosos jóvenes. La lectura de esta circular nos ayuda a conocer mejor las debilidades de este amplio territorio, y los ambiciosos objetivos que para él tenía la Curia General. Tras unas palabras de agradecimiento por la acogida que le brindaron, y por el trabajo que hacen en sus respectivas sedes, el P. Suárez pasa a concretar (en inglés, naturalmente) el objetivo de esta creación:

“Quiero que ustedes sean conscientes de cuánta atención prestamos a sus problemas y cómo quisiéramos encontrar soluciones adecuadas para todos ellos. Dediquemos ahora juntos un poco de atención a esos problemas.

Como ustedes saben bien, y mejor que nadie, los primeros pasos de nuestra Orden en los Estados Unidos y su progresivo desarrollo, así como la condición y la organización presentes han sido y son todavía muy especiales.

La Orden de las Escuelas Pías en este gran y extenso país comprende hoy una Viceprovincia independiente, bajo la autoridad directa del Padre General; dos Delegaciones Provinciales, concretamente California y Nueva York – Ponce, dependientes de las Provincias de Cataluña y Aragón, y la Casa de Fort Lauderdale, también bajo nuestra autoridad directa.

En cuanto a personal, la situación es también especial. Las personas definitivamente asignadas a la Viceprovincia y a la Casa de Fort Lauderdale en su mayor parte vienen de las Provincias de Hungría, Polonia y Eslovaquia, pero algunos Padres que pertenecen a las Provincias de Cataluña, Aragón y Castilla trabajan y viven aquí desde hace muchos años. Por otra parte, los que constituyen las dos Delegaciones Provinciales vienen en su totalidad de las Provincias de las que las dos Delegaciones dependen. Hay religiosos que vienen de la provincia de Castilla y que se preparan para comenzar una nueva fundación, probablemente en New Orleans, aunque no es fácil por ahora predecir su futuro desarrollo.

Como ocurre normalmente, y de manera especial en países muy desarrollados, los comienzos de nuestra Orden en los Estados Unidos fueron más bien lentos, duros y difíciles. Ni siquiera ahora las fundaciones están ya firmemente establecidas, y muchos problemas básicos esperan su adecuada solución.

No decimos esas cosas, queridos hermanos, como si no fueran bien conocidas, y particularmente para vosotros, sino para explicar muchas otras cuestiones, y, en primer lugar, para explicar nuestro retraso involuntario para daros a conocer las resoluciones que debían tomarse después de la visita canónica.

Sin duda es fácil de entender que, habiendo muchas provincias y mucha gente interesados en vuestros problemas, incluso por una regla de prudencia elemental, el Supremo Moderador de la Orden no podía tomar ninguna decisión sin haber oído antes la opinión de los Superiores Provinciales. Por este motivo, solo después de haber terminado la Visita Canónica de las provincias españolas hemos sido capaces de ponderar y tomar decisiones sobre vuestros problemas y cuestiones.

DOS TIPOS DE PROBLEMAS.

Esta carta no trata los dos mayores problemas de la Orden hoy: su renovación espiritual de acuerdo con las indicaciones del Concilio Ecuménico Vaticano y la preparación del próximo Capítulo General. En relación con estas dos cuestiones se ha enviado y probablemente han recibido ya otra carta circular.

Ahora estamos pensando en los problemas que conciernen especialmente a las Escuelas Pías de los Estados Unidos. Vamos a presentar una lista de los más importantes, como aparecen en el informe de la reunión de clausura de la Visita Canónica General tenida en Devon el 22-23 de noviembre de 1965.

1.Vida comunitaria y observancia religiosa.
2.El uso y el estilo de nuestro hábito en los Estados Unidos.
3.La cuestión de la radio y la televisión.
4.Vocaciones.
5.Noviciado.
6.Casa de estudios en Washington.
7.Estándar escolar de nuestras escuelas en los Estados Unidos.
8.Formulario básico de contrato con las diócesis al aceptar escuelas medias diocesanas.
9.Intercambio de personal.
10.Unificación de las relaciones públicas.

Basta con echar un vistazo a estas cuestiones para darse cuenta de la gran diferencia que existe entre los problemas citados en los números 1, 3 y 10 y los citados en los otros números. Los problemas del primer grupo y otros similares pueden ser llamados problemas particulares o locales, porque conciernen a casas o grupos; los demás tienen que ser llamados comunes o generales, porque se refieren a todos los grupos o, mejor aún, a las Escuelas Pías en los Estados Unidos como conjunto.

Sin embargo, queridos Padres, no podemos olvidar que cualquier tipo de problema, incluso los que hemos llamado locales, en cierto modo en este momento, especialmente entre vosotros, adquiere un aspecto general común de gran importancia, desde el momento en que intentamos conseguir una mayor unidad y una uniformidad y mejor organización general. Sin duda es necesario establecer algunas ordenanzas particulares, y lo vamos a hacer; pero lo más importante ahora es hacer frente a nuestros problemas desde el muy interesante punto de vista del bien común y organización general.

ORDENANZAS PARTICULARES.

1.Vida comunitaria y oración en común. Debemos exhortaros insistentemente a la promoción de la vida comunitaria, la observancia religiosa y el espíritu de oración, como las bases necesarias para una sólida vida religiosa y garantía para una buena educación cristiana. Sin esta fuente espiritual interior, nuestro trabajo apostólico necesariamente será menos provechoso y fructífero. Por lo tanto, las funciones litúrgicas deben ser realizadas propiamente, de acuerdo con las rúbricas y en el espíritu de la Iglesia; el Oficio Divino debe ser leído devotamente y a su debido tiempo; las oraciones en común, dichas regularmente y asistidas diligentemente; la devoción filial hacia la Santa Madre de Dios, cultivada cuidadosamente, siguiendo el espíritu y ejemplos de nuestro Santo Fundador. Por lo tanto, queridos hermanos, intenten llevar a cabo nuestro diario trabajo comunitario en común, con métodos comunes, con un esfuerzo común, con un propósito común, apuntando a objetivos comunes. Intenten sentirse a gusto trabajando juntos como un equipo, mejorando de este modo sus resultados y aumentando la eficacia de sus fuerzas. Cada cual debe estar preocupado por el trabajo comunitario, profundamente interesado en él, comprometido seriamente.
2.Oración comunitaria. Refiriéndonos ahora en especial a la oración comunitaria, deberá ponerse en obra fielmente lo que sigue. Las oraciones deben ser organizadas según el Decreto publicado el 4 de mayo de 1966, protocolo 624/1966. En general, los Padres Escolapios en los Estados Unidos están sobrecargados de trabajo. Sin embargo, cada uno, no importa cuánto trabajo pueda hacer, además de la misa y el breviario debe estar muy interesado en hacer al menos una meditación diaria. Los Superiores deben sentir la responsabilidad pastoral por ello. El tiempo prescrito para las oraciones nunca debe ser acortado; los cambios deben ser excepcionales y las dispensas muy razonables. Se permite a los Superiores el dar dispensas razonables, especialmente los fines de semana, a los que ofrecen servicios y oyen confesiones en parroquias o tienen que preparar sermones para las misas del domingo.
3.Uso y estilo del hábito. En primer lugar, tengamos siempre la mayor reverencia y aprecio por nuestro hábito religioso como un signo de nuestra consagración religiosa. Esto significa que nuestro hábito debe estar siempre limpio, bien hecho y llevado con dignidad. Sin embargo, para ir de acuerdo con los tiempos modernos y con el espíritu de la Iglesia, las siguientes normas parecen ser necesarias y deberían ser suficientes. Nuestro hábito es una sotana o un clergyman negro o gris oscuro. El traje seglar, como norma general, está severamente prohibido, y su uso debería ser permitido solamente de manera excepcional en muy raras circunstancias. La sotana debe ser usada en las funciones litúrgicas y regularmente también en las oraciones comunitarias. Se aconseja que se lleve también en el comedor y en la escuela, donde al menos la uniformidad y también la dignidad lo podrían requerir. En otros tiempos y lugares de circunstancias formales, el sentido común pide que se use, teniendo en cuenta también la dignidad religiosa y sacerdotal, tanto en casa como fuera. Sin embargo, en la vida privada individual o en la comunitaria se permite a cada cual llevar la ropa que le permita estar confortable y hacer su trabajo de manera efectiva, según las ordenanzas diocesanas y nuestra condición religiosa. Manteniendo la uniformidad con toda la Orden y observando los requerimientos de nuestras Constituciones y loables tradiciones, la forma de la sotana usada por los Padres Escolapios en los Estados Unidos debe estar cerrada por delante.
4.Radio y televisión. El uso de estos medios de comunicación, la responsabilidad pastoral de los superiores, la seriedad personal, los requerimientos de la observancia religiosa y de la vida comunitaria, tienen que ver con este problema, en la medida en que a veces puede convertirse en un problema. Los superiores deben establecer un tiempo ordinario límite después de las últimas oraciones, dando alguna indicación para el comienzo del “Gran Silencio” en las casas.

CONSIDERACIÓN MÁS AMPLIA DE LOS PROBLEMAS

Los problemas más importantes que tienen las Escuelas Pías en los Estados Unidos y sus aspectos más interesantes no son los que hemos mencionado hasta ahora. Los problemas que conciernen a las Escuelas Pías como un todo y su consideración desde el punto de vista del bien común y de una mejor organización, son sin duda mucho más importantes, y tienen que recibir el primer lugar. Debemos centrarnos, ver y resolver nuestros problemas bajo otra luz, y considerarlos en un marco general más amplio. Hoy día la Orden cuenta en los Estados Unidos alrededor de 70 miembros, que dirigen cuatro escuelas medias, dos parroquias, un noviciado, una casa de estudios y llevan a cabo otras muchas actividades culturales y pastorales en parroquias, colegios y especialmente la Universidad Católica de Ponce. Se trata de un número de religiosos que ni es grande ni pequeño. En un país tan vasto como los Estados Unidos, los Padres a veces se pueden sentir perdidos y aislados, a pesar de que en América, con la excepción de Colombia, en ningún país hay tantos escolapios como en los Estados Unidos. Sin embargo, su situación se puede considerar menos feliz, porque esos 70 padres no forman una unidad, y así los resultados de su actividad pueden parecer no tan buenos y tan impresionantes como se podría esperar. Considerando las circunstancias y las condiciones actuales de nuestra Orden en los Estados Unidos, parece que ha llegado el momento en el que debemos resolver los problemas comunes mediante un esfuerzo común, y establecer algunas conexiones entre los diversos grupos que trabajan en ese país para obtener resultados más satisfactorios. En otras palabras: el bien común requeriría una más amplia y elevada organización, bajo la cual, permaneciendo sin cambio las condiciones jurídicas de cada grupo, pudiéramos alcanzar una unión y uniformidad más fuertes; resolver más fácilmente algunos problemas y dificultades; moldear nuestra Orden en una estilo más americano de vida, manteniéndolo sin embargo lo esencial de nuestro espíritu y vocación escolapios; trabajar para conseguir vocaciones americanas con métodos, objetivos y propósitos bien definidos; formar las vocaciones en el mismo estilo escolapio y americano en un noviciado común y en una Casa de Estudios común, y todas esas otras cosas que pudieran con un esfuerzo común empujar a la Orden hacia nuevas etapas de desarrollo. Teniendo en cuenta únicamente estos objetivos, se ha considerado necesario tomar las siguientes decisiones:

a)El estado jurídico de cada grupo permanece sin cambios en lo que se refiere a estas ordenanzas.
b)Cualquier tipo de ajustes que deban ser hechos de acuerdo a estas prescripciones, la ayuda financiera que algunas provincias reciben en la actualidad, lejos de ser reducidas, a su debido tiempo serán pagadas.
c)Se crea una Delegación General que comprende todos los grupos de los Estados Unidos, con el fin de establecer y seguir una política común para resolver estos problemas y dificultades que afectan a las Escuelas Pías como conjunto. Habrá un Delegado General con dos Consejeros nombrados por el Superior General.
d)Los problemas más importantes y urgentes que ahora mismo ya llaman nuestra atención son los siguientes: todo el trabajo de las vocaciones; el noviciado; la Casa de Estudios en Washington; un genuino estilo de vida americano, ajustándose y manteniendo lo esencial de nuestra vocación; el soporte común para los gastos de los candidatos; requerimientos y concesiones comunes en la vida comunitaria, observancia religiosa, vacaciones, pobreza; un formulario básico de contrato para aceptar escuelas medias diocesanas; tipo y estándar de nuestras escuelas en los Estados Unidos; intercambio de personal cuando el bien común o las dificultades personales o locales lo requieran; uniformidad en la publicidad y anuncios de la Orden etcétera.
e)Para conseguir una profunda unidad espiritual, apuntando a los mismos objetivos y no quedarnos simplemente en un conglomerado externo, todos los grupos, renunciando a tradiciones, tendencias o compromisos personales, provinciales o nacionales, deberán adoptar un mismo aspecto escolapio americano, buscando conformar una genuina rama americana de la Orden.
f)El noviciado continuará en Derby (Buffalo) hasta el momento en que sea posible transferirlo a California.
g)Se creará muy pronto una Comisión para estudiar y proponer para su aprobación un plan financiero para construir una casa de estudios en Washington. Esta Comisión estará formada por el P. Delegado General, el P. Viceprovincial y los dos Delegados Provinciales.
h)Los gastos para la formación de los candidatos, tanto novicios como juniores, serán soportados por todos los Padres que viven en los Estados Unidos, cargando una misma cantidad por cabeza en el presupuesto.

i)Las intervenciones a favor de la misión y de las vocaciones deben ser aumentadas de manera provechosa, y el dinero recogido por medio de estas intervenciones, fiestas y otros entretenimientos sociales, debe ser puesto honradamente a disposición del Delegado General para gastarlo en estos objetivos específicos.

j)Se establecerá una oficina central de publicidad en Washington, bajo la autoridad y control del Delegado General. Su primer objetivo será la unificación en la medida de lo posible de la propaganda e información sobre la Orden.

Que la Santa Virgen María Madre de Dios, Reina de las Escuelas Pías, bendiga nuestros buenos propósitos y nos guarde a nosotros y a nuestra Orden bajo su poderosa protección materna. Honrémosla con filial afecto y piedad, recordando que la verdadera devoción consiste en la imitación de sus virtudes. Esperemos que, de este modo, por intercesión de Nuestra Madre Celestial y San José de Calasanz, la bendición y la ayuda de Dios desciendan sobre nuestros esfuerzos, y buenas vacaciones. oyendo la divina llamada, se unan a nosotros, y las Escuelas Pías en los Estados Unidos experimenten un crecimiento diario en número y produzcan una rica cosecha de frutos educativos que lleven la salvación a los jóvenes.”

El 25 de agosto se nombraba Delegado General al P. Stephen Senye, siendo sus consultores los PP. Leopoldo Laredo (Delegado Provincial de Puerto Rico y Nueva York) y Jaime Ortínez (Delegado Provincial de California) y su secretario el P. Chester Naumowicz, superior de Fort Lauderdale[Notas 2].

Los días 17-19 de noviembre de 1966, bajo la presidencia del P. Laureano Suárez, se reunió el Consejo de la Delegación General, al que asistieron, además del Presidente, los cuatro miembros citados en el párrafo anterior. Las actas de esta reunión fueron enviadas al P. General[Notas 3]. Transcribimos algunos puntos de estas actas.

I.“EL CARGO DE DELEGADO GENERAL. DEBERES Y RESPONSABILIDADES. El P. Senye dejó claro que era de vital importancia determinar sus facultades y las limitaciones de las mismas. Subrayó que es indispensable para su cargo el poder transferir a los miembros de la Delegación, y tener diversas facultades espirituales. El P. Suárez dijo que el Padre General no había expresado con precisión qué facultades conferiría al Delegado General, y por lo tanto hay que distinguir entre las facultades mencionadas en el decreto que constituye la Delegación General, y problemas que necesitan clarificación por parte del Superior General, y en esta categoría, entre otras, están las siguientes: Envíos o cambios de miembros de la Orden, y en este caso debe buscarse la delegación del Superior General apoyando al Delegado General para tomar efectivamente las decisiones de intercambiar personal cuando el bien común o las dificultades personales o locales lo requieran. Como conseguir el consentimiento de los Provinciales catalán y aragonés en casos particulares puede hacer el mecanismo del cambio engorroso e ineficaz, por este motivo “se deberán delegar facultades normales para hacer cambios al Delegado General, con garantías constitucionales”. Es decir, él puede actuar válida y lícitamente después de haber escuchado a sus consejeros y al Viceprovincial americano. Al Superior General se le puede pedir que tome medidas para que los respectivos Provinciales de Cataluña y Aragón no interfieran.
Le corresponde la admisión de novicios a la Institución americana; puede recibir su profesión, entendiendo que esos nuevos miembros de la Orden serán enviados a servir en este particular sector de la Orden al que pidieron ser admitidos.
El Delegado General debe disfrutar todas las facultades y jurisdicción espiritual, tales como dar permisos para las concelebraciones, dispensar del Breviario, poder dar permiso para recitar el Breviario en lengua vernácula, jurisdicción en todas las casas, dar el “imprimatur” para publicaciones, etc., sin prejuicio a la autoridad y facultades del Viceprovincial y Delegados Provinciales.
Al Superior General se le puede pedir que disipe los temores de los Provinciales de Cataluña y Aragón, pues su autoridad constitucional no está lesionada desde el momento en que la acción se toma mediante y con el consentimiento de sus delegados. Por supuesto, cualquier cambio que se haga por el bien común no afectará al estatuto del religioso individual en cuanto su pertenencia a su propia provincia o delegación.
II.TAREAS ASIGNADAS AL DELEGADO GENERAL EN EL DECRETO DE ERECCION DE LA DELEGACIÓN GENERAL Y EDUCACIÓN DE LA GENERACIÓN DE ESCOLAPIOS JÓVENES EN LOS ESTADOS UNIDOS.
1.Vocaciones. Después de una larga discusión, se decidió que, de momento, como solución provisional al problema, el P. Iranyi continuará siendo el Director Vocacional de la Delegación; el P. Mario Vizcaíno será su asistente; el junior Michael Flanagan será el Secretario. El director vocacional central (nacional) deberá preparar material como panfletos, diapositivas, películas, etcétera, y coordinar el trabajo de los directores vocacionales locales. Los directores vocacionales locales deberán mantener contacto constante con los posibles candidatos; deberán ir a predicar sobre temas vocacionales, establecer contactos y hacer el seguimiento. Deberán ser nombrados inmediatamente por los respectivos superiores.
2.Noviciado. Es evidente que de momento el noviciado deberá permanecer en Derby, N.Y., al menos por dos o tres años, hasta que un nuevo noviciado esté preparado en California. Los miembros del Comité están de acuerdo en que el terreno propuesto por la Archidiócesis de Los Ángeles como posible lugar futuro para el noviciado, debe ser comprado cuanto antes. Expresan su agradecimiento a la Liga por haber hecho esto posible con los fondos reunidos.
3.La Casa de Estudios. Es necesario construir una nueva casa de estudios que ofrezca instalaciones adecuadas para nuestros clérigos estudiantes. Se ha previsto que el edificio costará 420.000 $. Para reunir los fondos necesarios, se han creado 70 participaciones a 6000 $ cada una. Se propone la siguiente distribución de participaciones: Padre General, 3 participaciones (18.000 $); Viceprovincia, 32 participaciones (192.000 $); California, 14 participaciones (84.000 $); Nueva York-Puerto Rico, 10 participaciones (60.000 $); Fort Lauderdale, 11 participaciones (66.000 $). Total, 420.000 $. En cuanto a la cuestión legal de la propiedad, se señala que se trata de una copropiedad basada en el número de participaciones tomadas por cada unidad. El título de la Corporación será “Padres Escolapios de Estados Unidos Inc.”. Pronto se encontrará el terreno para la construcción. El financiamiento del proyecto se llevará a cabo de acuerdo con el plan adjunto (en folio adjunto se explica el pago inicial y los sucesivos de cada parte). Se considera que un nuevo edificio es una condición indispensable para reformar y desarrollar nuestra propia “ratio studiorum”. El P. Suárez declaró con este motivo que el Tesorero General de la Orden abrirá una cuenta en Estados Unidos para facilitar transacciones financieras. Esto está de acuerdo con decisiones anteriores y políticas actuales. Para proveer a las necesidades de la casa de estudios, noviciado, relaciones públicas y otras necesidades de la Delegación, se decidió establecer un impuesto de 60 $ mensuales per cápita, que se cobrará por medio del Viceprovincial y los Delegados Provinciales. Se anima a todos, incluso a la casa de estudios, a establecer Asociaciones Escolapias para obtener los muy necesitados fondos.
4.Ratio studiorum. Se constituirá una Comisión con para la ratio studiorum, compuesta por los Padres directamente concernidos por la formación de los juniores. En ella participarán también representantes de las casas particulares. La Comisión deberá comenzar su trabajo inmediatamente, y se organizará una reunión durante el tiempo de Navidad.
5.Juniores enseñando. Enviar a nuestros juniores a enseñar en el colegio de Devon ha sido un éxito.
6.Formación de los Hermanos. Los Hermanos deberían ser preparados para ser efectivamente útiles en los campos de la administración, responsabilidades financieras, como profesores, etcétera.
7.Deberán hacerse los esfuerzos necesarios para conseguir que una disciplina uniforme sea observada por todos los miembros de nuestra Orden aquí en los Estados Unidos.
8.La publicidad uniforme de nuestras publicaciones es muy deseable, y por este motivo todas las casas deberán preparar textos y presentar ideas constructivas al P. Senye, quien se ocupa de las publicaciones.
9.El Boletín Escolapio debe convertirse en una publicación para todos. Cada casa enviará noticias.
10.Vacaciones. Los Padres recibirán 250 $ y las vacaciones durarán 3 semanas, con dos domingos incluidos. Se habló de pedir al Padre General establecer una norma según la cual a los Padres se les permita ver a su familia en Europa cada 4 años, pero a petición del P. Suárez se resolvió presentar esta petición como una proposición en el próximo Capítulo General.
III.OTRAS CUESTIONES. Hubo un intercambio de ideas sobre la cuestión de cómo los Escolapios de Estados Unidos pueden contribuir al Capítulo General: se deben organizar dos comisiones o una que se dividiría en dos. Esta Comisión recibirá los informes y sugerencias de las comunidades mediante los canales apropiados. El P. Bátori será el presidente a nivel nacional. La Comisión preparará de manera correctamente escrita el material recibido. Esta Comisión debe ocuparse de temas relacionados con la formación espiritual y pastoral, y los problemas particulares a la situación americana, respetando su derecho a proponer soluciones referentes a problemas generales. El P. Bátori presentó ampliamente el problema crítico de la educación católica americana.
Se decidió expresar al Muy Reverendo Padre General Vince Tomek nuestro agradecimiento y apreciación por su infatigable e ininterrumpida asistencia e interés ayudando a la Orden en Estados Unidos. Después de una sincera y seria discusión, nos pusimos de acuerdo en que la cuestión de las vacaciones de los juniores debe ser reexaminada, buscando una solución religiosa aceptable.
El P. Bátori felicitó y agradeció al Padre Senye por este primer encuentro del Consejo de la Delegación General, tan bien preparado y dirigido. Quiso además afirmar que él admite que el futuro desarrollo de la Orden en los Estados Unidos está mejor asegurado con el establecimiento de la Delegación General.
El P. Senye agradeció al P. Suarez su presencia, y a todos su colaboración, y expresó su gozo porque ya hemos superado el periodo de los miedos y alcanzado la era de la mutua cooperación.”

Aunque nos salgamos del último generalato del P. Tomek, quiero terminar con este tema del P. Senye y la Delegación de Estados Unidos.

El P. Senye se dedicó con interés al tema de la formación de los candidatos, mientras seguía manteniendo su cargo de Director de Devon (y no le faltaban problemas en su propia casa). Visitó el noviciado de Derby y vio que el ambiente no era bueno, por lo que propuso trasladarlo a Devon. Para tener un número mayor de novicios, propuso tener el noviciado en años alternos. Mejor funcionaba el juniorato en Washington. Mientras se planeaba construir un edificio más grande, se ocuparon tres casas cercanas a la Universidad Católica. En el curso 1966-67, siendo rector el P. Iranyi y Maestro de juniores el P. Mario Vizcaíno, llegó a haber 23 juniores: 10 de la viceprovincia, 8 de California-Cataluña, 3 de Castilla (que venían a reforzar a los Estados Unidos) y 2 de Aragón-Puerto Rico.

En 1967 se celebró Capítulo General, y fue elegido Superior General el P. Laureano Suárez. El P. Senye, que asistió, presentó una proposición “sobre el mejor uso de la mano de obra en nuestra Orden”. Propone que el P. General tenga más libertad para enviar religiosos de un lugar a otro de la Orden, sin verse atado por las limitaciones demarcacionales. Algo que más tarde se ha designado como “interdemarcacionalidad”. Dice esta proposición, entre otras cosas:

“El P. General debe tener autoridad y poder para cambiar libremente al personal de acuerdo con las necesidades. Un poder real y no sólo teórico. Si se comienzan nuevas fundaciones en un país y los miembros vienen de diferentes provincias, deben estar bajo la jurisdicción directa del P. General, hasta que se establezcan entidades jurídicas regionales y nacionales. Debe tener la libertad de intercambiar personal entre esas nuevas fundaciones, aunque provengan de provincias diferentes. Y debe ejercer esa autoridad por medio de un delegado suyo en ese país, que esté al corriente de los problemas y condiciones locales”.

En definitiva, pedía refuerzos y una estructura nueva para los Estados Unidos, pues aquí “podríamos conjuntamente hacernos cargo de una escuela secundaria grande. Estas escuelas son las fuentes de vocaciones para las órdenes enseñantes. Ninguna de las fundaciones actuales puede hacerse cargo de una escuela de esas características por sí sola. El P. General debe tener autoridad y libertad para organizar una empresa de ese tipo, saltando por encima de estructuras provinciales”.

Era una idea bien moderna, llena de sentido común. Pero el Capítulo General no la aprobó. Nuestro provincialismo fue más fuerte. Este rechazo parece que afectó bastante al P. Senye. El 29 de agosto de ese año el P. Suárez confirmó en su cargo de Delegado al P. Stephen Senye, buen amigo suyo, por un trienio.

El P. Senye siguió trabajando con interés por la Delegación. En una circular fechada el 16 de enero de 1968, la única suya, informa a todos los religiosos de las diferentes demarcaciones en Estados Unidos sobre la reunión que se tuvo en noviembre de 1967. De este modo quiere crear una mayor comunicación entre todos. Sin embargo, el P. Delegado se fue encontrando con los recelos de los distintos superiores de las Delegaciones y de las Provincias, que temían perder jurisdicción sobre sus religiosos y obras, y que, si no obstaculizaron, tampoco apoyaron con entusiasmo sus iniciativas. Por otro lado, el P. Senye iba viviendo su propio proceso personal. En marzo de 1969 presentó su dimisión al P. General, sin dar muchas explicaciones: “No creo que en las presentes circunstancias mi oficio sirva para nada. Más bien aumenta el desconcierto que ya existe en nuestra comunicación. Por favor, no dude en aceptar mi renuncia”.

Al terminar el curso se fue de Devon. Dejó la Orden y el sacerdocio. A los 57 años decidió comenzar una nueva vida por su cuenta. La decisión debió afectar bastante al P. General, que se fiaba mucho de él. Decidió no nombrar de momento otro Delegado General, pues la celebración de la segunda parte del Capítulo General Especial le tenía absorbido. Al terminar el Capítulo en 1970, tampoco nombró ningún Delegado General, con lo que la Delegación General se extinguió por sí sola, con menos de tres años de existencia real. En mayo de1971 el P. Laureano Suárez presentó su dimisión como General, por razones personales, y se retiró durante dos años a la residencia escolapia de Nueva York. Sospechamos que el fracaso de su sueño de la Delegación General de Estados Unidos tuvo que ver algo con la decisión, aunque no fuera la única causa.

El ambicioso proyecto del IPPP.

La Sagrada Congregación de Seminarios había establecido que los seminaristas debían estudiar tres años de teología, y luego un curso de Pastoral, antes de ser ordenados sacerdotes. En Roma podían estudiarlo en la Universidad Gregoriana; se decidió que en España se organizaría un curso de Pastoral en el colegio P. Scío de Salamanca, recién terminado de construir y aún sin inaugurar, en el verano de 1961. Se hicieron los arreglos necesarios, pero existía el inconveniente de que el curso terminaba en pocos meses, y luego era difícil reintegrar en los colegios a quienes lo habían hecho. Por eso en junio de 1963 se anuncia que el curso de pastoral de 1963-64 para los que han terminado teología en Salamanca se hará en dos cursillos de verano.[Notas 4] El P. Tomek exponía en una circular a los Provinciales de España lo siguiente:

“La experiencia de los dos últimos años, durante los cuales se ha tenido para los nuestros en Salamanca el curso prescrito de Pastoral, nos ha mostrado que sería más útil para nuestro ministerio calasancio si el año pastoral para nuestros Padres no consistiera solamente en una parte práctica, como se ha hecho hasta ahora, sino que incluyera también las materias teóricas y doctrinales que los nuestros han estudiado en la Universidad Pontificia, pero enseñadas por Padres nuestros.

Pero, por desgracia, por ahora no tenemos suficientes religiosos convenientemente preparados para enseñarlas, principalmente en lo que se refiere a métodos modernos pastorales, pedagógicos y psicológicos. Es necesario, cuanto antes, preparar diligentemente hermanos nuestros, con experiencia escolar, en ellos.”

Tras exponer el plan de los cursillos de Pastoral para el verano, continuaba:

Por las presentes se encarga al P. Asistente General por España que durante las vacaciones de verano vea con los Provinciales de España a) quiénes son los Padres en cada Provincia que en breve tiempo, en Roma o en otras Universidades puedan prepararse convenientemente en poco tiempo para enseñar las materias del año pastoral; b) quiénes son los religiosos que no tienen un título oficial para enseñar y que pueden obtener en el curso 1963-64 en la Universidad Lateranense la licencia en teología, es decir, un título oficial válido.”

El segundo punto no tuvo mayores consecuencias; el primero, sí. En verano de 1963 el P. Laureano va a España a hablar con los provinciales para pedirles religiosos que hagan estudios superiores en el extranjero, según el plan tratado con el P. General. Su idea es crear un gran Instituto Pisco-Pedagógico Pastoral en el que todos los escolapios de España, tras los estudios teológicos, se preparen para ejercer el ministerio escolapio. Los provinciales ofrecen, sin resistencia, hasta 10 religiosos. A cambio se quedan los jóvenes que han terminado la teología, pues ya no harán el curso de Pastoral en Salamanca.

El 17 de septiembre de 1963, desde Salamanca, el P. Laureano envía al P. Tomek copia de las cartas enviadas a los provinciales sobre religiosos que irán a perfeccionar estudios fuera[Notas 5]. La que escribe al P. Félix Leorza, Provincial de Vasconia, por ejemplo, dice lo siguiente:

“Muy estimado P. Provincial, Como se le comunicaba hace pocos meses en carta circular del Reverendísimo P. Prepósito General, se había pensado en mandar al extranjero religiosos bien dispuestos en todos los sentidos para cursar estudios pedagógicos y pastorales.

Con este fin, como también sabe V.P., la Sagrada Congregación de Religiosos ha concedido al Rvdmo. P. General la facultad de conmutar un año de estudios pastorales de nuestros juniores por dos cursillos de verano, para que las provincias recibieran una cierta compensación por los religiosos que habían de dar y aún habrán de dar para atender a la mejor realización de tales planes.

Por las presentes tengo el hueso de comunicar a V.P. que de su provincia ha sido designado para este efecto El R.P. Luis Zabalegui.

Tenga la bondad V.P. de comunicar lo antes posible al interesado este su nuevo destino y de disponer las cosas de manera que antes de finalizar el presente mes de septiembre se encuentra en Roma.

En espera de que el P. Luis Zabalegui sepa corresponder plenamente a la confianza que en él se ha puesto y de responsabilizarse con la misión que se le encomienda, queda de V.P. affmo. hermano en Cristo”.

Los otros elegidos son: de Castilla, Enrique Díez, Antonio de la Torre, David Sierra, Luis Rubio; de Aragón, Alejandro López y Cesáreo Tiestos; de Cataluña, Félix Iguacen y Pablo Gaeta.

Durante el verano el P. G. Sántha va a visitar universidades a donde enviarlos. Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, Austria. El 4 de octubre de 1963 informa al P. General sobre su viaje.[Notas 6] Informa sobre Bélgica (Lovaina: buen centro; difícil encontrar alojamiento; en Bruselas no hay sitio), Francia (Inst. de Pastoral del Institut Catholique de París, muy bien organizado), Suiza (Ginebra, pedagogía, pero hay muchos españoles revolucionarios: no interesa), Múnich (psicología, 4 años para el doctorado), Austria (se alegrarán nuestros padres de acogerlos; allí pueden estudiar alemán).

El P. General pide que todos, antes de ser destinados a sus lugares de estudio, pasen por Roma, y luego se les enviará a sus respectivos países. Unos se especializarán en Pastoral (París); otros en Psicología (Lovaina, Múnich), otros en Pedagogía (Roma). Viena es estación de paso para aprender alemán quienes luego irá a Múnich. A los citados se añade más tarde el P. Antonio Aparisi; el P. Cubells estudia en Salamanca, mientras es maestro de juniores.

Ellos mismos han de buscarse la residencia, y procurar prestar algún servicio pastoral para disminuir gastos. A veces les resulta más fácil; a veces, menos. Por ejemplo, el P. Pablo Gaeta escribe desde París el 28 de octubre de 1963[Notas 7]. Les acogieron los claretianos, que no tenían sitio. Han recorrido 40 conventos de monjas, 14 parroquias, 9 residencias sacerdotales, y muchas particulares. Él está en una parroquia de Vanves. Aparisi, en otra parroquia al norte de París. Les queda poco dinero. Tienen que matricularse, comprar libros…

De Lovaina escribe el P. Enríque Díez el 2 de noviembre de 1963[Notas 8]. Estudian materias de psicología, sobre todo. David Sierra y Alejandro López perderán un semestre, estudiando francés. Fueron a la fiesta de Vorselaar. El P. Alejandro escribe al P. Laureano el 15 de diciembre de 1963[Notas 9]. Tiene la sensación de perder el tiempo: van a algunas clases por libre, y no entienden nada. Han de estudiar el francés… pero en Lovaina se habla flamenco. El instituto de Psicología no es muy bueno, y no ofrece prácticas… Pero Bélgica es muy bonita.

El 12 de abril de 1964 el P. Laureano envía el programa de estudios de verano para los estudiantes de estudios superiores (4 a Inglaterra, 5 a Austria-Alemania, 2 a Francia)[Notas 10]. Cada uno se las arregle para los gastos con ayuda sacerdotal, estipendios, etc. Darán cuentas luego. Consigan intenciones de misa. El objetivo es descansar de los estudios y aprender lenguas. “trabajar en la información relativa al futuro Instituto Psicotécnico-pedagógico”. Explica el porqué de los envíos.

El 4 de agosto de 1964 el P. Laureano envía una circular a los nuevos candidatos escolapios de España seleccionados para comenzar estudios superiores[Notas 11]. En ella se ve que, como él dice, la idea del año pastoral ha crecido, hasta convertirse en un proyecto mucho más ambicioso. Dice lo siguiente:

“A estas alturas nadie desconoce, entre los Escolapios de España, que el año pasado salieron varios Padres de las diversas Provincias a cursar estudios pedagógicos en el extranjero. Todo con miras a la organización de un AÑO PASTORAL de formación para nuestros Juniores, específico y ajustado a las exigencias de nuestra vocación.

La idea del AÑO PASTORAL se ha ido agrandando y ampliando, de modo que hoy se habla de y se proyecta un INSTITUTO PSICOTÉCNICO PEDAGÓGICO PASTORAL (P.P.P.), de nivel superior, con proyección hacia dentro y hacia fuera, es decir, donde puedan cursar estudios los nuestros y los extraños, y en el cual el AÑO PASTORAL sea tan solo una de sus secciones.

El Instituto PPP tendrá un fin inmediato: el de responder plenamente, como se ha visto. a muchos deseos y aspiraciones de los nuestros, al mismo tiempo que pone eficazmente en práctica numerosas disposiciones de Reglas y Constituciones, especialmente los números 156 y 295 de las Reglas.

Será - quiere ser – además: a) medio para despertar la conciencia de nuestra vocación específica, revalorizándola y encajándola dentro de la misión salvífica universal de la Iglesia; b) medio para modernizar y potenciar la labor educativa de nuestros colegios, ayudándoles a prestar obra de mayor servicio a alumnos y familias; c) medio eficaz de penetración social; d) medio para ponernos al nivel de las exigencias pedagógicas de nuestra época y sociedad.

En el instituto PPP se prevén secciones como las siguientes: Casa de Escritores / Investigación y Publicaciones Calasancias / Textos E.P. pedagógica y didácticamente elaborados y experimentados / psicotécnico-pedagógica de orientación profesional y vocacional / psicotécnico-didáctica / médico-psiquiátrica de niños difíciles y anormales / catequística / Pastoral Juvenil / centro de estudio y propaganda vocacional.

Para su realización se está:

a)Preparando el personal seriamente sin regateos de tiempo y de gastos necesarios o sencillamente útiles;
b)Tratando de adquirir terrenos y preparar el edificio de modo que:
c)Al terminar el personal su preparación científica y práctica, encuentren pronto el ambiente de trabajo.

Es posible que este plan tan esquemático diga poco a quienes no se encuentren activamente dentro de su realización, pero da una idea suficiente para hacerse cargo de lo que se proyecta con miras al mejoramiento de nuestras actividades.

Tengo el gusto de comunicarle que usted es uno de los escogidos para estos estudios pedagógicos y para cooperar directamente en la realización de esta obra. Es natural que se necesita poner todo el esfuerzo y ponerlo con plena responsabilidad, donde quiera que se le destine.

Se le pide plena responsabilidad. Responsabilidad humana; responsabilidad religiosa, con una fidelidad grande a nuestra vida de piedad y a los votos religiosos; responsabilidad escolapia, con un sincero amor y conocimiento y servicio de nuestra vocación; responsabilidad intelectual, con un asiduo trabajo y entrega al estudio, con miras a una seria preparación; y responsabilidad dinámica, tratando de desarrollar el espíritu de iniciativa personal.

Y todo esto porque se va a depositar en usted toda la confianza una respuesta plena una confianza plena.

Tenga, pues, la bondad de responder a las preguntas siguientes a la mayor brevedad posible:

1.Si le gusta y le atrae la idea.
2.Si piensa cooperar con todas sus fuerzas y con toda su responsabilidad. Tenga en cuenta que el trabajo es duro, pero vale la pena.
3.Qué estudios oficiales (civiles o eclesiásticos) y qué títulos universitarios tiene. Procúrese los documentos o certificados oficiales necesarios.
4.Qué idiomas sabe: francés, inglés, alemán, italiano. Distinguir si sabe hablarlos o los entiende leyendo, bien, regular o con dificultad.
5.Por qué idiomas siente mayor afición o predilección.
6.Dónde prefiere cursar estudios: España, Italia, Francia, Bélgica, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra.
7.Qué estudios psicopedagógicos le atraen más, qué estudios de tipo pastoral.

N.B. Tenga preparada con tiempo toda su documentación: pasaporte, certificados de estudios, etcétera. Y equipaje, para cuando se le notifique su destino, notificación que se hará a primeros de septiembre.”

El 18 de abril de 1965 el P. Laureano envía otra circular informativa sobre el proyectado Instituto[Notas 12]. En ella, tras presentar de nuevo sus objetivos, dice:

“Se piensa especialmente en miembros de otras instituciones educativas, en los alumnos de Escuelas Normales de la Iglesia y del Estado y en los estudiantes de Iberoamérica que acuden a cursar estudios en centros de Madrid. (…)

En total son hoy 25 los religiosos que expresa y formalmente se preparan con miras al futuro Instituto[Notas 13]. Decimos “expresa y formalmente” porque dispone ya la Escuela Pía de personal bien preparado en diversos campos de las ciencias y de las letras, capaces de prestar, en su día, magníficos servicios al Instituto.

Este número inicial de 25 se seguirá integrando de acuerdo con las necesidades del centro que se proyecta. Por este motivo y para que se pudiera realizar la obra sin mermar los cuadros de las provincias, harto necesitadas de personal, se pidió a la Santa Sede la conmutación del Año canónico de Pastoral por cursillos de verano. Y podemos añadir que la Sagrada Congregación, además de conceder con gusto la conmutación pedida, se ha mostrado en diversas ocasiones complacida por esta nuestra iniciativa, que trata de llenar una laguna en la formación de las vocaciones.

Los 25 religiosos que actualmente cursan estudios superiores (10 de segundo y 15 de primero) están distribuidos de este modo en los siguientes centros: 9 en Roma en el Instituto Superior de Pedagogía del Pontificio Ateneo Salesiano; 4 en Múnich; 4 en París; 3 en New York y 5 en España, en el Instituto Nacional de Psicología Aplicada y Psicotecnia.

Es cosa digna de mención que los religiosos destinados a estos estudios superiores de Psicología, Pedagogía y Pastoral, tienen todos experiencia personal de vida en comunidad y de actividades educativas en colegio, además de estudios universitarios. (…)

No es difícil comprender que un Instituto como el que se proyecta, además de personal preparado cuidadosa y sólidamente en los diversos campos del quehacer educativo, necesita una sede propia adecuada. Por eso es interesante dar a conocer y saber que, al mismo tiempo que se trabaja con todo empeño en la preparación científica del personal, se sigue avanzando en la preparación de la sede del Instituto. Se han comprado los terrenos para el mismo en la periferia de Madrid, concretamente en Pozuelo de Alarcón, a 10 km de la Puerta del Sol de Madrid, por la carretera de La Coruña, subiendo hacia la Sierra, en muy buena posición, con buenas comunicaciones ya actualmente, y con todos los servicios de urbanización (carretera asfaltada, alcantarillado público de Madrid, agua, teléfono, etc. etc.). Son 37.000 metros cuadrados abundantes. Han costado 6.300.000 pesetas en números redondos. Se está estudiando un plan de conjunto para comenzar lo antes posible la construcción.

Nos consta que a estas horas todos los PP. Provinciales de España han visitado los terrenos, cuyo emplazamiento ha gustado mucho a todos”.

Sigue el esbozo de estructuración académica: año común, sección pedagógica, sección psicológica. Al final llama a los estudiantes al sentido de responsabilidad: espiritual, religiosa-vocacional, económica. Envía al P. General el plano del terreno.

La idea, sin embargo, no es del agrado de todos los escolapios. El 23 de septiembre de 1965, en respuesta a la invitación del P. Laureano a dialogar sobre el Instituto que se propone, los PP. A. Maduell, J.M. Segura, F. Botey escriben al P. General desde Barcelona[Notas 14]. Son solo tres, seguramente, entro otros muchos escolapios que no ven con buenos ojos la idea, pero no lo expresan. Les parece bien que, respondiendo al Concilio, se haga en la Orden un aggiornamento, pero al parecer es solo pedagógico. Y se centra en este Instituto. El Concilio pide más. “Nuestra manera de ver es la siguiente: la idea del instituto es grandiosa. Pero la forma como se quiere llevarla a cabo con un gran edificio y costosas instalaciones, parece inoportuna, como se verá por los argumentos que presentamos. Hay una línea trazada por nuestro Santo Padre que es hoy también totalmente indiscutible y válida que no podemos rehuir sin infidelidad: la atención al mundo de los pobres. Conviene primeramente atender a este y, simultáneamente si se quiere, comenzar humildemente el Instituto, sin ostentación, si se ve en él un esfuerzo para sobrevivir en un mundo que exige competencia científica”.

A continuación, discuten varios aspectos que aparecen en la circular del P. Laureano. Se trata de una serie de argumentos que son válidos en todo tiempo, y que ponen en duda la validez (u oportunidad) de todo el proyecto. Reproducimos sus conclusiones, que argumentan debidamente en un escrito de 6 folios.

“PRESTIGIO: La idea del Instituto debe concentrarse hasta el mínimo detalle en un equipo amplio de Iglesia. Es inoportuno buscar el prestigio particular de una Orden. (…) Preferimos, desde luego, entender el Instituto como este servicio humilde que presente a los ojos de España un signo del trabajo de Iglesia cada vez menos cerrado al propio contorno, abrazando todas aquellas instituciones y personas que, con profundo sentido de Iglesia, se sientan llamados a orientar en pedagogía.

BIOLOGÍA. Un instituto así ha de comenzar desde abajo. Es idealista estructurarlo a priori. (…) Ello implica no precipitar la construcción de un gran edificio cuyas exigencias vendrán dadas en gran parte por el mismo equipo de trabajo, desde la experiencia llevada ya algún tiempo. Que la obra crezca como biológicamente. Tal vez lo que hace falta es que de un tiempo a esta parte se haya destacado el hombre que sepa llevar semejante labor de equipo.

POLÍTICA. Tal vez el futuro político hará inútil una costosa inversión que no sería tan inútil empleada en los pobres. (…) Construir el Instituto de Pastoral de espaldas al futuro es sencillamente lamentable. No podemos pensar en el futuro como si fuera una caja de sorpresas a la medida de nuestra imaginación; se descubren muchos signos y muchos presagios. ¿Qué significaría nuestro Instituto en un mundo socializado? No podemos tardar demasiado tiempo en pasar de una Iglesia comprometida con el poder a la condición de Iglesia desterrada, peregrina y pobre. Mientras el futuro nos quiere desilusionar respecto a la costosa obra en que se sueña, nos exige también que redimamos un poco nuestro olvido de los pobres y del triste testimonio de nuestra pobreza, abriéndonos más al evangelio de los pobres.

ECONOMÍA. Es injusto dedicar tanto dinero a un Instituto - que además se ve utópico - cuando primariamente los pobres nos están esperando. (…) Aun cuando no estamos informados de la cuantía de esta inversión y suponiendo que se sufragara con algún fabuloso donativo, ¿no sería más oportuno y urgente dedicar esos millones al servicio de los pobres y comenzar el Instituto PPP con algo más humilde? Y aun cuando todo saliera del esfuerzo de la Escuela Pía, ¿no constataremos con ello que mentimos cuando afirmamos sin ambages que no podemos abrir colegios para las clases humildes? ¿Seríamos incapaces – somos - de hacer en favor de los pobres un esfuerzo semejante? ¿No puede dedicar la Escuela Pía un crecido número de personal al servicio de los humildes como ahora los dedica a estudiar para el futuro Instituto con cuantiosos dispendios?

CRISIS. Hay una cuestión previa al Instituto que este, por tanto, no puede resolver. El ignorarla puede hacer fracasar el Instituto en sus cimientos. (…) Si se ha querido positivamente el cultivo de las vocaciones en los niños y la formación de su libertad, hay que aceptar todos los riesgos. Y uno de ellos es precisamente el que su vocación se vaya determinando - bajo influencias múltiples que escapan a todo condicionamiento - hacia formas de apostolado que no coinciden con la específicamente pedagógica. La experiencia de un curso de pastoral en el Instituto Pastoral de Salamanca pareció indicar que nuestros jóvenes quedaban desorientados respecto del apostolado escolar. En realidad, estaban ya desorientados, solo que tenían oportunidad de ensayar ideas por los más diversos caminos para ser más responsables a la hora de fraguar su determinación vocacional. ¿Resolverá el Instituto ese problema cuando los jóvenes llegarán a él con los mismos interrogantes que han ido acumulando en los años de estudio, precisamente porque no eran vocaciones determinadas? (…) La educación de la libertad, sin embargo, puede ser interiormente orientada si apelamos a las reservas de ideal que se guardan en los secretos de cada alma. Pero esta apelación no puede hacerse con palabras. Solo serán capaces de despertar esa capacidad de ideal las metas sugestivas y audaces que señale una Escuela Pía comprometida con las necesidades del hombre actual. Necesitamos testimonio vivo de que la Iglesia ama con preferencia al pobre y educa su promoción cultural al mismo tiempo que su fe. Una mayor dedicación a los pobres es mejor argumento que un Instituto PPP para descubrir la belleza de la vocación específica pedagógica. Ojalá un día surja la necesidad de un Instituto PPP a partir de un amor de preferencia a los humildes manifestado con hechos”.

El P. Tomek responde a esta carta el 28 de enero de 1966.[Notas 15] Les dice que, como no está muy enterado de los detalles de la situación española, la hizo leer también a padres españoles que conocen mejor las cosas y le han dicho que se trata de opiniones personales y unilaterales. El proyecto seguirá en lo esencial, aunque haya algunos cambios secundarios. En el Concilio había más de 100 Superiores Generales, que reflexionaron sobre lo que había que hacer. Vosotros no sois de ellos, les dice, así que obedeced como súbditos. “Se trata de Padres prudentes y equilibrados. En su opinión, lo que escribís sobre el futuro Instituto de Madrid son más bien opiniones personales y unilaterales. Tras recibir sus informaciones, me parece que las opiniones de mis informadores son más objetivas y constructivas que las vuestras, y por tanto debo adherir a ellas. En resumen: aunque los planes del Institutos pudieran cambiar en lo accidental, en lo esencial deben seguir. Permítanme hacer esta declaración: este proyecto no tiene ninguna relación con el Concilio Vaticano II.”

También el P. Claudio Vilá, desde Salamanca, envía el 3 de febrero de 1966 su opinión al P. Laureano[Notas 16]. Nuestros juniores deberían estudiar filosofía, teología, pastoral, ciencias, e IPPP. Sugiere que este no debe tener una función docente, sino de servicio psicotécnico a nuestros colegios de España, y casas de formación en lo psicológico, pedagógico y pastoral. Y función de investigación, a partir de los datos recogidos con ese servicio. Pozuelo no es un buen sitio: mejor en Madrid.

Al comienzo del curso 1966-67[Notas 17], los estudiantes que se preparan para el Instituto son ya 29: 7 de Cataluña, 4 de Aragón, 11 Castilla, 3 Valencia, 4 de Vasconia. Sus lugares de estudio son los siguientes:

  • Paris 6: Luis Espinosa, Enrique Olcina (Cataluña); Eduardo Martínez, Eladio Sedano, Demetrio González (Castilla); Jesús Lesaga (Vasconia)
  • Roma 4: Antonio Tort (Cataluña), Cesáreo Tiestos (Aragón), Emiliano Herrero, David Silva (Castilla)
  • New York (5): Manuel Pallarés, Félix Iguacen (Cataluña), Vicente Moreno (Valencia), Joaquín Beaumont, Ignacio Dendaluce (Vasconia)
  • Devon (1): Elías Isla (Castilla)
  • Múnich (3): Melchor Ramírez (Aragón), Anselmo González (Castilla), Luis Zabalegui (Vasconia)
  • Viena (1): Ceferino Sampedro (Valencia)
  • Madrid (5): Benito del Moral, Zacarías Heredia (Aragón), Antonio de la Torre, Cándido Rodríguez (Castilla), Vicente Faubell (Valencia)
  • Madrid (3) con estudios terminados: Pablo Gaeta (Cataluña), Enrique Díez, Antonio Aparisi (Castilla)
  • Salamanca (1): Francisco Cubells (Cataluña).

A partir de febrero de 1967 va apareciendo el Boletín ICCE (vemos que ha cambiado ya el nombre de Instituto Psicotécnico Pedagógico Pastoral por otro más escolapio: Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación). Aparecen varios números policopiados, destinados a los miembros del proyecto y a los Superiores Mayores. Cada grupo, por ciudades, se ocupa de confeccionar un boletín, comenzando por Madrid.[Notas 18] En él los diversos autores informan sobre sus estudios, sueños y proyectos. Se renuncia al proyecto del Instituto en Pozuelo de Alarcón, y en febrero de 1967 el P. General da poderes al P. Delegado Germán López compre en Madrid una pequeña clínica en venta que se encuentra en la calle Eraso 3-5, y que se puede adaptar fácilmente para los objetivos buscados[Notas 19].

El 11 de abril de 1967 el P. Laureano convoca en Madrid a varios Padres para planificar la actividad del ICCE[Notas 20]. El 14 de junio de ese año, el Procurador General pide permiso para erigir una Comunidad en el ICCE.[Notas 21] Recibido este permiso, y con permiso de la Sagrada Congregación de Religiosos, la casa se erige formalmente el 18 de junio de 1967[Notas 22]. El P. Claudio Vilá es nombrado primer Director. En verano se hicieron algunas obras de adaptación. Llegó el capítulo General, y el P. Tomek terminó su generalato. Con una hermosa ceremonia, a la que acudieron el nuevo P. General (Laureano Suárez) y el antiguo, se inauguró oficialmente el ICCE el 18 de enero de 1968, cuando ya llevaba unos meses funcionando. Y su historia es objeto de otros estudios. Podemos decir que el ICCE marca una referencia en la historia pedagógica de las Escuelas Pías, aunque quedó bastante lejos de los objetivos que tenían quienes lo idearon. De hecho, la pastoral, que fue el primer motor para el Instituto, nunca entró en él. Como no sea bajo la forma de la Revista de Pastoral Juvenil, de la que se hizo cargo el ICCE, y que ya existía desde muchos años antes.

Notas

  1. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1120/1966.
  2. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1177/1966.
  3. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1788/1966.
  4. AGSP Fondo Tomek, Prot. 831/1963.
  5. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1418/1963.
  6. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1487/1963.
  7. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1638/1963.
  8. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1669/1963.
  9. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1913/1963.
  10. AGSP Fondo Tomek, Prot. 648/1964.
  11. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1469/1964.
  12. AGSP Fondo Tomek, Prot. 666/1965.
  13. De ellos, 5 de Cataluña, 5 de Aragón, 10 de Castilla, 2 de Valencia y 3 de Vasconia.
  14. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1474/1965.
  15. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1474/1965.
  16. AGSP Fondo Tomek, Prot. 237/1966.
  17. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1594/1966.
  18. AGSP Fondo Tomek, Prot. 300/1967.
  19. AGSP Fondo Tomek, Prot. 347/1967.
  20. AGSP Fondo Tomek, Prot. 657/1967.
  21. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1107/1967.
  22. AGSP Fondo Tomek, Prot. 1137/1967.