LituaniaMateriales/Miedzyrzecz1754
[1754]
En el año 1754 el Rector P. Szybinski terminó el edificio de ladrillo destinado a ser vivienda de los estudiantes. Rodeó parte del convento y del huerto con una valla.
Hacia la mitad de la Cuaresma se produjeron disturbios en Lutsk. Habían acudido los notables de Volinia para asistir a un juicio, pues se había oído que el Príncipe Juan Sanguzski quería distribuir los bienes de Ostrog, y los que estaban a favor de la distribución llegaron a las manos con los que estaban en contra. Se vertió sangre, y sólo Dios sabe cuántos muertos habría habido si el lugarteniente del prefecto del lugar, Czasplicki, no hubiera calmado la tormenta con moderación y sagacidad. Los notables, sin esperar el final del juicio, se volvieron a casa.
El 12 de junio, en la ladea Kilikijovia perecieron cinco personas golpeadas por un rayo. Estaban cayendo muchos rayos, y un campesino, que estaban bebiendo en una taberna, levantó un vaso lleno de aguardiente y gritó: “¡Dios está golpeando, viva!” En aquel momento cayó un rayo y lo mató.
Este año, el tercer día después de S. Juan Bautista hubo en Polonia una boda celebrada con gran magnificencia, la celebrada entre el Príncipe Lubomirski, Subcamarlengo del Gran Ducado de Lituania que se trajo a casa a la hija Lubomirski del Escudero Real, después que nuestros fundadores obtuviesen de Roma la dispensa, pues eran consanguíneos. Ese día hubo una tormenta que causó grandes daños en Polonia y en Miedzyrzecz. En nuestra iglesia y colegio, las ventanas que miraban al sur fueron arrancadas por el viento, y el tejado fue destruido en muchos lugares. Destrozó casi por completo el edificio de ladrillo, y tronchó los árboles del huerto. El Rector Szybinski al volver de la boda puso a todos a trabajar en la restauración, y además construyó una capilla en la aldea Charuczca, y blanqueó dos partes del convento.
Este año hubo disputas filosóficas durante seis días, antes y después de mediodía. Vinieron los jesuitas de Ostrog y otros religiosos.
El techo de la cocina parecía que no era sólido, y amenazaba ruina separándose de las paredes. El Rector mandó tirarlo y sustituyó el maderamen.
En el pueblecito de Nienirovia se produjo una epidemia que contagió a muchos. Se decretaron las oraciones y ayunos en Lutsk y Lvov, pero el número de víctimas aumentó, por lo que el temor se apoderó de todos, y muchos pueblos y aldeas cerraron sus puertas, y no dejaban entrar a nadie.
En Ucrania esta epidemia causaba estragos, y los hajdamaces, mucho más. Atacaban los pueblos y los palacios de los ricos, robaban y asesinaban. Un cierto Krzeczewski estaba haciendo una fiesta en casa después del bautizo de su hijo, a la que había invitado a parientes y vecinos. Los hajdamaces atacaron la casa por la noche, mataron al dueño y se llevaron todo. Por aquel tiempo se iba a hacer la coronación de la Virgen María en Berdycrovia, y acudió mucha gente. También los hajdamaces se preparaban para ir, pero cuando los vieron venir las tropas de Antonio Lubomirski informaron de inmediato, llegaron otras tres compañías y los dispersaron. Muchos más crímenes hubieran cometido de no ser por el invierno, que aquel año fue muy crudo, hasta el punto de que en las tierras de Miedzyrzecz murieron de frío más de 30 personas; el frío extremado duró desde Santa Bárbara hasta la Purificación.
Ya remitía la epidemia en Wisnica y Nienirovia cuando volvió a atacar por culpa de un judío. Un judío de Wisnica volviendo a casa, quiso examinar su ajuar y su dinero, y mandó sacar todo de una cesta a una sierva cristiana suya. Apenas lo tocó, cayó de repente y murió, y el contagio siguió propagándose. Aquellas cosas estaban infectadas de la peste.
Es digno de recordar un hecho que aconteció en nuestra escuela. Algunos jóvenes de Miedzyrzecz fueron sorprendidos robando, y fueron condenados a morir ahorcados. El P. José Arabski, Vicerrector del colegio y peritísimo en medicina pidió uno de los cadáveres al Príncipe Lubomirski, el cual se lo concedió, y en presencia de otros médicos nuestro Arabski lo disección públicamente en la escuela, y enseñó a sus alumnos la anatomía humana.
Otro acontecimiento triste aconteció en esta escuela. Un estudiante de retórica, José Izdebski, un joven recomendable bajo todos los aspectos, director o jefe de grupo, salió de casa y no volvió. Lo buscaron por todas partes, y al final lo encontraron en un bosque cerca de Bludove, pero muerto. Sólo llevaba puestos la camiseta y los calzoncillos; el resto de la ropa la llevaba atada a la cabeza. Tenía un cuchillo en la mano, con el que se había causado quince heridas, una de ellas muy profunda. Trasladaron el cadáver a Miedzyrzecz y lo enterraron. Se supone que le dio un ataque de locura.