Módena (IT) Hospicio-hospital
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Contenido
Datos
Demarcación Toscana
(1764-1778)
Historia
Francisco III de Este, duque de Módena y gran protector y admirador de los escolapios, erigió un nuevo hospicio general para pobres en la capital de su ducado y decidió encomendarlo en 1764 a los escolapios. Pedía que fueran unos doce para dicho hospicio, más otros dos para la dirección espiritual del hospital, del que acababa de despedir a los capuchinos. Pero de hecho no pasaron nunca de diez entre todos. Para atender mejor a estas obras, dispuso que se cerrara la casa escolapia de Pavullo y que sus religiosos y bienes fundacionales se incorporaran al hospicio. Más todavía, con el fin de que se seleccionara el personal exigió que fueran trasladados a dicha casa religiosa no sólo de la Provincia Toscana, sino también de la Romana y de la Liguria. Especialmente de esta última designó para rector de Módena al P. Jerónimo Saechen, que era rector de Milán y exprovincial, quien durante un decenio estuvo al frente de la casa de Módena. La comunidad residía en el hospicio y su actividad no era de orden académico o escolar, sino exclusivamente espiritual, salvo los cargos administrativos de rector y ecónomo. No se limitaban los escolapios a atender al hospicio sino que desarrollaban su labor en otros centros, preponderantemente femeninos. Así consta en algunos documentos en que se mencionan las ocupaciones específicas de cada religioso, a saber: el rector es además el director espiritual y primer catequista del hospicio y el ecónomo es también catequista en dicho hospicio. Hay sendos confesores para el hospital de varones y de mujeres. Otro es director espiritual del colegio femenino de nobles de San Geminiano y otro distinto ocupa el mismo cargo en otro colegio femenino que es el de Santa Catalina, para huérfanos nobles. Hay uno que da catecismo en el hospital y dos son predicadores del colegio de San Geminiano y de las mujeres nobles en el hospital respectivamente. Además, tenía a su cargo la iglesia del hospicio. En un catálogo de 1767 se añade a los oficios pastorales mencionados el calificativo de «profesor emérito» de aritmética, gramática, humanidades, retórica, teología, filosofía a algunos de ellos. En 1772 se dice simplemente que los sacerdotes son «confesores públicos». En 1775 quedan sólo tres religiosos y uno sólo en 1778. Hacia 1780 debió desaparecer de Módena el último escolapio. Con todo, hay que reconocer que las actividades de aquella comunidad no armonizaban mucho con las costumbres de las casas escolapias y tal vez por ello decidieron abandonar la empresa.
Bibliografía
- Regestum Provincia, 18, 21
Redactor(es)
- Severino Giner, en 1990, artículo original del DENES I
