1696EuropaCentral/Hungría

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Hungría

La Viceprovincia de Hungría tenía una breve pero agitada historia. Empecemos diciendo que el actual Estado de Hungría a finales del siglo XVII estaba aún parcialmente bajo el control del Imperio Otomano; en cambio el actual Estado de Eslovaquia formaba parte del antiguo Reino de Hungría, y es ahí donde se encontraban las tres casas que formaban la Viceprovincia de Hungría en 1696. De hecho se encontraba también en este mismo territorio la casa de Podolín, fundamental en los inicios de la Provincia de Polonia, y que sólo en 1782 se agregó a la Provincia de Hungría.

Una característica de este territorio es que había sufrido una influencia protestante muy fuerte durante los siglos XVI y XVII. Aunque los Habsburgo, coronados como Reyes de Hungría, dominaban la parte norte del antiguo Reino de Hungría (la actual Eslovaquia), y trataban de contrarrestar la influencia de los predicadores luteranos y calvinistas, no siempre les resultaba fácil. Política y religión estaban estrechamente mezcladas, como lo vemos durante las diversas guerras en la segunda mitad del siglo XVII, que afectaron de lleno a nuestras casas. Por eso mismo la actividad escolapia tiene también aquí mucho de “misionero”: las autoridades civiles y religiosas que patrocinaban las fundaciones escolapias querían, de manera muy clara, que los religiosos trabajaran de lleno en la “conversión de los herejes”, cosa que los nuestros hicieron con el entusiasmo propio de la época y con notables resultados, como veremos luego.

La primera casa fundada en Hungría fue la de Prievidza. Fue su fundadora la Condesa Francisca de Kanin Belassy, viuda del Conde Pablo Palffi de Erdeöd, Palatino del Reino de Hungría. En 1660 se había trasladado de Viena a su fortaleza de Bojnice, junto a Prievidza, señorío hereditario suyo. Expulsó de su territorio a los ministros protestantes y buscó religiosos católicos que trabajaran en la conversión de sus vasallos. Contactó primero a los jesuitas, que rechazaron la fundación. Contactó a continuación al P. Provincial escolapio de Germania, Carlos Pessau, en 1665. Se encontraba él entonces en plenas negociaciones, nada fáciles, para establecer la fundación de Schlackenwerth, y además consideró que el lugar propuesto, muy cerca de la frontera con los turcos, que en aquellos años conquistaban nuevas fortalezas húngaras y amenazaban atacar a Viena (cosa que harían años más tarde), era demasiado peligroso para una fundación, así que rechazó la fundación.

La Condesa, sin desanimarse y por recomendaciones, escribió al P. General, Cosme Chiara, explicándole sus deseos y la negativa del P. Provincial de Germania. Él le respondió diciendo que contactase al P. Provincial de Polonia, Wenceslao Opatowski. Éste acogió favorablemente la petición, pues el intento de fundar en Cracovia no avanzaba, crecía el número de religiosos en la Provincia y, de todos modos, tenía ya una fundación en territorio húngaro: Podolín. Así que se desplazó a Viena, pasando por Prievidza para conocer el lugar, y el 17 de febrero de 1666 firmó con ella un contrato de fundación. La casa de Prievidza, que se convirtió en la más importante de Hungría en aquellos tiempos, siguió en manos escolapias hasta 1970, y después de la caída del Telón de Acero volvió a nosotros.

Después de fundarse Prievidza, otra Condesa, Dña. Ana María Sczechy, esposa del Príncipe Francisco Welesseny, decidió seguir su ejemplo y erigir otra fundación de nuestro instituto en su territorio de Murany, en 1667. El conde invitó al P. Provincial de Polonia, el cual después de oír la piadosa intención de uno y otra, envió a la fortaleza palatina de Murany dos sacerdotes, a los cuales se les concedió celebrar misa en la capilla de la fortaleza hasta que se pudiera erigir una casa proia, y por lo demás todo lo necesario para comer y vestir. Sin embargo poco tiempo después tanto el conde como su esposa fueron encontrados conspirando con los rebeldes indpendentistas, así que el Conde fue ejecutado, la Condesa fue llevada a prisión y todos sus bienes fueron confiscados, con lo que desapareció la esperanza de fundar, y los dos escolapios volvieron a Prievidza.

Después de Prievidza, llegó Brezno. Esta fue una fundación de otro estilo: por primera vez, encontramos en falta el fundador que apoya con dinero la presencia escolapia. Esta fundación surgió como consecuencia del puro entusiasmo misionero escolapio. En 1673 pasó por Prievidza el Coronel del Regimiento de Croatas Matías Collalto, que tenía la misión de recuperar para la Iglesia Católica las parroquias que habían sido ocupadas por protestantes, e instalar en ellas clero católico. Naturalmente no era fácil encontrar de pronto tantos sacerdotes católicos como eran necesarios. Invitó al Superior de la Casa, Nicolás Hausenka, a que le acompañara, y le confiaría alguna de las parroquias que recuperara. El P. Nicolás se puso en contacto con el P. Provincial, Pablo Frankowics (o Hovrath), quien le dio permiso para ir adelante. En Brezno, cuando llegaron los soldados de Collalto y los escolapios, todos eran luteranos: se puede comprender que no fueran bienvenidos, pero Collalto llevaba consigo la fuerza, y una cierta legalidad. De modo que la casa, con no pocas dificultades, como veremos luego, se estableció y se mantuvo.

La tercera casa llegó años más tarde: San Jorge, en 1685, fundación póstuma de otro gran obispo amigo de los escolapios: Jorge Szelepcheny, Arzobispo de Esztergom y Primado de Hungría. Tampoco allí lo tuvieron fácil los primeros escolapios, por dificultades económicas y de entendimiento con las autoridades civiles, pero al final todo se fue arreglando.

En Polonia no todos estaban de acuerdo con mantener las fundaciones húngaras. El primero, el citado Provincial Pablo Frankowics, que como Provincial y luego como Asistente General (1677-1683) hizo todo lo posible por deshacerse de las casas húngaras, y pasárselas a Germania. Cosa lógica, pues políticamente formaban parte del mismo Imperio, y por otro lado se trataba de dos países, Polonia y Hungría, con lenguas y culturas diferentes. Cuando se calmaron las revoluciones y guerras en Hungría, a partir de la derrota de los turcos a las puertas de Viena, y la reconquista de terrenos húngaros, las cosas comenzaron a dirigirse en esa dirección. En 1687 el P. General Alejo Armini concedió el permiso para crear un noviciado húngaro (distinto del polaco, en Podolín) en Prievidza, que se inauguró en 1689. En 1692 se creó el Comisariado General de Hungría, con un Superior o Comisario bajo la autoridad directa del P. General. Constaba de 17 religiosos en tres casas, de los cuales 10 eran sacerdotes, 4 clérigos, 1 hermano operario y 2 novicios.

El 6 de abril de 1695 el P. General Juan Francisco Foci erigió las tres casas de Hungría como Viceprovincia dependiente de Germania, aunque en la práctica gozando de una autonomía muy amplia. Estos eran los datos estadísticos de la Viceprovincia en 1696:

Casa
Padres
Clérigos
Operarios
Novicios
Total

Prievidza

7
4
-
4
15

Brezno

3
1
-
-
4

San Jorge

3
3
1
-
7

TOTAL Casas: 3

13
8
1
4
26

Como vemos, la casa de Prievidza era la más importante, sede del Superior Viceprovincial, del noviciado y, al menos de manera temporal, del juniorato. Las otras dos casas estaban empezando a consolidarse en 1696.

La Viceprovincia de Hungría comenzaba un camino que la llevaría a convertirse en Provincia en 1721. Una Provincia floreciente, que en 1766 era la más numerosa de la Orden en cuanto a casas religiosas (25), posición que mantuvo hasta principios del siglo XX, en que la reestructuración política de Europa después de la I Guerra Mundial, y el triunfo del comunismo en varios países después de la II Guerra hizo sentir pesadamente sus consecuencias sobre esta Provincia.

Notas