Albelda de Iregua (ES) Casa de formación y central de estudios
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Contenido
Datos
Demarcación Delegación General de España
(1929-1975)
Fundación y cierre.
La formación teológica de los jóvenes escolapios fue impartida en San Marcos de León (1879-1888), en San Pedro de Cárdena (1888-1901) y en Tarrasa (1901-1904). A partir de tal fecha cada Provincia proveyó oportunamente. Mons. Passetto, visitador apostólico, resolvió decididamente en 1926 que la Orden abriera una nueva casa central de estudios para cursar la teología, como Irache lo era para la filosofía. En diferentes lugares se pensó ubicar: Celanova, Yecla, el palacio de Liria, Peralta de la Sal; pero el que más probabilidades tuvo fue Zaragoza, la finca del Cascajo, propiedad de los escolapios. Finalmente y por causas circunstanciales se pusieron los ojos en la finca de «Las viñuelas», a doce kilómetros de Logroño, en el término municipal de Albelda, a orillas del río Iregua. Era una propiedad de casi veinte hectáreas de regadío y que aparentemente reunía buenas condiciones. La Orden la compró el 9-1-1928; fue encargado de las primeras gestiones el P. Patricio Mozota, Provincial de Aragón. En ella había tres edificios: una casa de campo, la cual sirvió de primera vivienda (la 'casona'), una capilla con cripta para enterramientos (la «Soledad») y un molino de aceite.
El 18-9-1928 tomó posesión el nuevo rector, Luciano Moreno; previamente se habían personado otros religiosos que tenían como objetivo adecentar el inmueble para poder habitarlo y dar comienzo el curso escolar en él; a ellos les tocó soportar las dificultades de cualquier fundación moviéndose con escasez de medios. El 15 de septiembre llegó el primer grupo de jóvenes y al día siguiente se celebró solemnemente la inauguración de la casa religiosa escolapia en la población; las clases dieron comienzo el 1 de octubre.
Había que levantar un nuevo edificio espacioso y habilitado con todos los medios necesarios para desempeñar la función encomendada. Así, pues, la tala de chopos comenzó el 25 de octubre; dos meses más tarde se bendijo la primera piedra; pero no fueron fáciles los comienzos: dificultades económicas y sociales con los obreros que trabajaban levantando el edificio, dificultades con el pueblo por razón del uso de las aguas. El 25-12-1929 fue la fecha del traslado al nuevo inmueble, aunque todavía sin terminar y con bastantes deficiencias. Se debe afirmar que el 12-6-1931 el juniorato quedaba terminado con la inauguración de la capilla.
Treinta y ocho años más tarde dejaría de cumplir su función. El hecho de la reapertura de los junioratos provinciales, al tiempo que cada vez era mayor la escasez de vocaciones obligan a los Superiores mayores a tomar una determinación sobre la casa y finca. Como en los últimos años se habían promocionado y promovido las tareas agrícolas y ganaderas, se vio oportuno que algún religioso mantuviera la posesión hasta que el 1-1-1976 fue vendida y entregada al Ministerio del Ejército, que deseaba colocar en ella un centro para niños disminuidos física y psíquicamente.
Juniorato y casa de estudios.
Las razones de Mons. Passetto para crear el centro eran: potenciar la formación teológica y reforzar la formación en la vida religiosa, aunando fuerzas. Tales, pues, fueron los objetivos de la casa desde el primer momento. En cuanto a la organización y dinámica se inspiró en la de Irache, que venía funcionando a placer de todos. (En la reseña correspondiente queda su descripción). Por otra parte, este tipo de seminarios venían ordenados por determinaciones eclesiásticas, desde Roma. En el capítulo académico, la casa de Albelda se preocupó de los estudios teológicos, con algunas excepciones; se le pretendió llamar por algunos «universidad calasancia», aunque en verdad sus estudios nunca pasaron del nivel seminarístico, aunque se llevaron siempre con rigor y exigencia. Respecto a este tema el mayor auge lo tuvo en las décadas de los cincuenta y sesenta: la creación de una gran y buena biblioteca, la inauguración del «museo bíblico» y la creación del «día bíblico», las «semanas teológico-pedagógicas» y la «preocupación catequética» fueron algunos signos. Todas estas actividades eran pregonadas en la prensa civil y eclesiástica, dando gran realce a la Rioja y la Orden calasancia.
Como casa de formación conviene indicar otros capítulos. Fue noviciado y postulantado. Si bien muchos jóvenes pasaron por tales instituciones, pocos perseveraron. La primera vestición se celebró el 2-12-1930 con el H. Antonio López. Unos meses antes se instauró la oración continua con los «adoradores calasancios» (1-5-1930); su finalidad era fomentar la dimensión eucarística y mariana, dentro del marco calasancio de la «oración continua».
Otros datos de intereses históricos.
Por la situación política del país no fueron fáciles los años primeros de la casa. Al estallar la guerra civil, los jóvenes tuvieron que ir a incorporarse al ejército; los pocos no afectados fueron trasladados el 13-2-1938 a la casa de Irache. El 21 de junio del mismo año el seminario diocesano de Logroño se instaló en los locales de Albelda; la casa, con todo, nunca fue abandonada por la comunidad escolapia. Por algún tiempo fue depósito de armas del ejército; y en los veranos lugar de colonias escolares. Acabada la guerra se volvió a abrir el juniorato (30-8-1939), pero recibiéndose en él sólo los neoprofesos, aunque iniciasen los estudios filosóficos. La casa de Irache se reservó para los clérigos que procedentes del frente o de los cuarteles deberían terminar sus estudios sacerdotales. Al acabar esa época excepcional volvió el estudio de la filosofía a Irache, mientras que la teología quedaba en Albelda.
Años más tarde, al abrirse la casa de Salamanca, en el curso 1961-1962, y debido al número elevado de jóvenes residentes en la casa de Irache, se ordenó al curso superior de filosofía que se trasladara a la casa de Albelda con el profesorado necesario, y en dicha casa concluir esos estudios, situación que se mantuvo prácticamente hasta el momento de su supresión.
Superiores
Bibliografía
- Archivo Histórico Escolapio: Archivo Vicaría General: Arch. casa de Albelda
Redactor(es)
- Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I