BartlikAnales/1634

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Año 1634 de Cristo. Trigésimo séptimo de las Escuelas Pías. Duodécimo de Urbano VIII.

Ephemerides Calasactianae XII (1943, 104-109)

Para proseguir el hilo del tejido de nuestra historia, lo primero que ocurrió es que el P. Melchor al comienzo de este año abrió las escuelas de Palermo sin esperar los maestros prometidos por el P. General. Impaciente porque las escuelas iban a estar vacías durante largo tiempo y sin el mérito del ejercicio escolar, por sí mismo contrató provisionalmente algunos maestros seglares, a los cuales añadió su propio trabajo, y con su habilidad logró que en poco tiempo creciera el número de alumnos, de modo que el oratorio que se había inaugurado se quedó pequeño, y acudió forzado por ello al Virrey para que le ayudara. Como parecía que frente a la misma casa había espacio suficiente para edificar una iglesia nueva, eso hizo; enviadas a los tribunales algunas recomendaciones por orden del Virrey, reunió algún dinero para la obra que se iba a erigir, y procurados y traídos los materiales suficientes para los fundamentos, con la autoridad del ordinario puso la primera piedra el 7 de febrero en los cuatro ángulos, y para perpetua memoria, el mismo virrey mezcló una medalla con la inscripción siguiente:

“Siendo Urbano VIII Pontífice Máximo; Felipe IV rey potentísimo de las Españas y Sicilia; Juanetino Doria Cardenal de la S. Iglesia Romana y arzobispo de Palermo; Fernando Duque de Alcalá Virrey de Nápoles y Sicilia, D. Fernando puso la primera piedra dedicada a la nueva casa para uso de las Escuelas Pías el 7 de febrero de 1634.”

Y después con el esfuerzo de los obreros la construcción avanzó rápidamente, de modo que para la celebración del Sábado Santo ya se dijo la primera misa en el altar mayor y se tuvieron las 40 horas, convocando al pueblo con una campana ofrecida generosamente por D. Cosme Nani.

Con la misma celeridad se comenzó reparar en Lipnik de Moravia (ciudad hereditaria del Príncipe de Dietrichstein, distante tres leguas de Olomuc, capital de toda Moravia), para incremento de nuestro instituto, por orden del Eminentísimo Cardenal Dietrichstein, una casa y una iglesia que en otro tiempo habían ocupado los picarditas, para nuestro noviciado germano (que durante este año y el pasado había estado en Strasnize). Y la reparación siguió su curso de manera que en octubre se habían terminado las obras, y se trasladó allí el noviciado, como veremos luego.

El mismo nombrado Eminentísimo Dietrichstein, movido a compasión por los pies desnudos de nuestros pobres religiosos, cuando se padecía el crudo frío del invierno, desde Viena escribió al P. General para remediarlo, pidiéndole que dispensara de lo que se dice en la segunda parte de las Constituciones con respecto a las medias. El motivo para escribir fue que los sujetos no sólo se debilitaban con la pérdida de la salud, sino que esa descalcez era un impedimento para que muchos pidieran nuestro hábito. Esto con fecha 10 de febrero. El 14 del mismo mes también el ilustrísimo conde de Strasnize honró con una respuesta al P. General, por la felicitación que le había enviado como consecuencia de haber recibido el título de Conde del S. R. Imperio de su Majestad Cesárea.

En Génova con fecha 21 de febrero nuestros padres recibieron por votación del Serenísimo Senado el permiso para comprar y establecer allí el noviciado la casa de D. Nicolás Carrega con un pozo y otros derechos en la villa llamada Granaroli. Por estas mismas fechas más o menos fueron enviados a Palermo el P. Arcángel de S. María, o, como encuentro en otro lugar, de la Natividad del Señor, con el P. Genaro de la B. Virgen y el P. Santiago, quienes después que con el viento a favor llegaron al lugar, el primero se presentó no como maestro de la escuela, sino como futuro presidente de la nueva obra, por lo que el P. Melchor, desconfiando de poder convivir con él, aunque dijese lo contrario, aduciendo para disimular algunas razones, se disponía a marchar hacia Mesina; la cual ida el Virrey no sólo aprobó, sino que para erigir una fundación allí procuró obtener cartas de recomendación para el consejo público.

Así el P. Melchor llegó a Mesina, pero como Roma no hacía nada con respecto a la fundación, tomó el camino por Calabria, y una vez de vuelta contó que las Escuelas Pías en Sicilia caminaban de manera distinta de como se acostumbraba en Roma, pues caminaban con medias, y se vestían con paño sutil y delicado. El P. Melchor se turbó no poco al descubrirse lo que decía la fama acerca de la frustrada fundación de Mesina por iniciativa suya y del mismo Virrey, y le sentó muy mal que el P. Arcángel gestionara de manera tan imprudente el asunto de esta nueva fundación de Mesina. Pues para que los tratos iniciados con el magistrado de Mesina para que la fundación no se olvidaran, aquel envió al P. Jenaro con un novicio vestido de Palermo, para que ellos comenzaran urgentemente la fundación. Pero la llegada de los enviados no tuvo ningún efecto, pues apenas llegados a Mesina, los dos se pusieron tan enfermos que difícilmente conservaron la vida. Por lo cual fue necesario suspender la fundación de Mesina hasta un tiempo más oportuno, y arraigar bien y firmemente el instituto en Palermo.

El 18 de abril se celebró un acto público en nuestro oratorio común de San Pantaleo en el que el R.P. Juan de Jesús María, asistente general, hizo su profesión solemne en manos del P. General, estando presentes los padres asistentes Pedro de la Natividad de la Virgen y Francisco de la Purificación, y los demás padres y hermanos de la comunidad. En el mismo día de abril, el 25, también profesó de solemnes en el noviciado romano el P. Juan de S. María Magdalena sin terminar el bienio de noviciado, con dispensa del P. General, quien en su rescripto para memoria de los que vendrán dice que tuvo justos motivos, uno de los cuales pudo ser que iba a ser enviado a Germania. Pues ese mismo día, después de emitir la profesión, el P. Juan Tomás de S. María Magdalena junto con el P. Glicerio de S. Carlos y el P. Francisco de S. Miguel salieron hacia Nikolsburg. El mismo día fueron dispensados en Strasnize los dos primeros novicios de la provincia, y emitieron su profesión en manos del P. Juan Bautista de Sta. Tecla Virgen y Mártir. Estos eran el H. Lucas de S. Luis y Santiago de S. Bernardo, este de origen suizo y el otro tirolés, los cuales terminaron su vida viviendo en aquella provincia en el estado de hermanos operarios. Los demás que hicieron su profesión al terminar el bienio en nuestras provincias fueron 33.

El 15 de junio los alumnos del colegio Nazareno se trasladaron a la casa del Emmo. Cardenal Barberini contigua a nuestro noviciado sobre las 4 fuentes hacia la iglesia de S. Cayo, que su eminencia se dignó prestar por breve tiempo para uso de dicho colegio a petición del P. General. Sin embargo la llave de esta casa se la llevó el Rvmo. y Emmo. obispo de Sidonia llamado Scannaroli. Así lo confirma la carta de pago del mismo P. General y sus asistentes, escrita y confirmada con el sello común el día y año señalado.

El día 13 de julio el Rvmo. Sr. Juan Andrés Castellani, canónigo de la basílica del príncipe de los apóstoles de la ciudad obtuvo una carta en forma de breve para la casa de Cárcare por la cual dicha casa podía recibir rentas perpetuas para gastos de sacristía, biblioteca, médico y cirujano. El mismo Rvmo. Sr. Canónigo, queriendo mirar por el bien de la biblioteca y de a sacristía, para que se conservaran íntegramente, pidió otro breve a Su Santidad el Papa, en vigor del cual caería bajo pena de excomunión y privación de voz activa y pasiva cualquiera, no importa cuál fuese su autoridad, que se atreviera a extraer libros, pliegos, folios, tanto impresos como manuscritos de la biblioteca; utensilios de altar y cualquier tipo de útiles como cruces, cálices, lámparas, vasos sagrados adornados de oro o plata, y cualquier otro ajuar sagrado de la casa, la iglesia y de la sacristía, lo mismo si habían sido dados que atribuido, y también los que serían dados o atribuidos más tarde, lo mismo si era para que sirvieran en otras iglesias, monasterios o lugares piadosos, o que se extrajeran con cualquier excusa, razón, causa u ocasión.

El 30 de julio, bajo la dirección del P. Onofre del Smo. Sacramento salieron de Roma hacia Palermo en Sicilia Eustaquio del Espíritu Santo y el H. Antonio de Sta. María. Hacia Mesina salieron el P. Pedro Francisco de la Madre de Dios con el H. Alejandro de S. Luis. Los cuales, antes de llegar a Palermo, anunciaron que el P. Onofre era el superior de la casa y el P. Melchor maestro de novicios. Así dicen las patentes para uno y otro; como el noviciado no tenía lugar propio, el P. Onofre tomó para sí el cargo de maestro, y el P. Melchor fue llamado a Roma y el 25 de octubre apareció en Roma con 5 novicios.

El 25 de agosto, después de que nuestro P. General conoció por nuestros padres de Germania que nuestro instituto iba en aumento, y que en breve irían a una tercera casa, y que entre ellos no había alguien que en aquella provincia tan lejana de la ciudad no hubiera quien presidiera, lo cual sería bastante cómodo para todos según las exigencia de las cosas y de las personas, el mismo P. General nombró Superior de Germania a nuestro P. Peregrino de S. Francisco, superior de la casa de Nikolsburg, y enviándole la patente del oficio de provincial, quiso que fuera él mismo Provincial. La patente decía lo siguiente:

“José de la Madre de Dios, Superior General de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas a ti, P. Peregrino de S. Francisco[Notas 1], superior de la casa de Nikolsburg de las Escuelas Pías, salud. Como es tarea nuestra nombrar superiores idóneos, no sólo para las casas particulares, sino también para las provincias, de modo que puedan presidir y dirigir todas rectamente, confiando mucho en el Señor en tu fe, honradez y deseos de reforma, a tenor de las presentes te elegimos y nombramos Superior Provincial de la provincia de Moravia sobre las tres casas ya erigidas, y de las demás que, con la ayuda de Dios, se erigirán, a beneplácito nuestro. Te damos facultad para nombrar y elegir superiores locales en dichas casas y otros oficiales, y de transferirlos, cuando así convenga y te parezca bien. Te aconsejamos que en el gobierno procures imitar la mansedumbre y bondad de nuestro Redentor, y que trates de promover la perfección de tus súbditos en cuanto puedas en el Señor más con los ejemplos que con las palabras. Te ordenamos en virtud de santa obediencia que aceptes este cargo. Al recibirla que te obedezcan en el Señor todos y cada uno de los ministros locales, y todos nuestros hermanos en esa provincia, tanto los que están ahora como los que estarán en el futuro, en virtud de santa obediencia, y reunidos unánimemente y esforzándose por llevar a cabo la obra de Dios para beneficio del prójimo, podéis esperar el premio de la gloria eterna. En Roma, en la casa de las Escuelas Pías de S. Pantaleo el 25 de agosto de 1634. José de la Madre de Dios como más arriba. Por mandato suyo, Juan Bautista de S. Bartolomé”

El 27 de agosto el obispo de Gorizia escribió al Emmo. Cardenal Dietrichstein pidiéndole que enviara dos de nuestros padres, para que vieran el lugar que les tenía destinado en su diócesis, pero como no bastaban para Moravia nuestros sujetos, y no se esperaban de Roma más expertos y conocedores de la lengua alemana, no pudieron ser enviados. En torno a estas fechas también Carmagnola en el estado de Piamonte invitaba a nuestros religiosos, y se le prometieron, pero no antes de que no sólo prometieran local para vivienda de la comunidad y de las escuelas, sino que lo prepararan completamente.

El día 14 de octubre nuestra iglesia de Frascati ya terminada fue bendecida y consagrada con el título de la Madre de Dios con permiso del Emmo. Cardenal Lanti, obispo de Frascati, por el Rvmo. D. Juan Antonio Pallota, vicario general, quien la honró con la primera misa, con asistencia del P. Superior General y acompañantes. Al día siguiente se hizo el traslado desde el oratorio de la Congregación de la imagen milagrosa con indulgencia plenaria para ese día concedida por Su Santidad; fue depositada en el altar mayor donde hoy es visitada y venerada. Así dice el archivo de Frascati.

El día 28 de ese mes por orden de su P. Provincial, el maestro de novicios P. Juan Bautista de Sta. Tecla con 8 novicios nuestros salió de Strasnize hacia Lipnik, y llegaron allí la vigilia de Todos los Santos. El 19 de noviembre, con el religioso que le acompañaba estableció la vivienda en la casa que se preparaba para noviciado, y cantó la primera misa solemne en la vecina iglesia del Seráfico S. Francisco, asistiendo mucha gente y el magistrado de Lipnik a ese primer acto. Una vez evacuado el noviciado de Strasnize, 9 profesos que habían ido de Nikolsburg abrieron las escuelas el 4 de noviembre, siendo nombrado superior de la casa el P. Juan Tomás de S. María Magdalena.

Ephemerides Calasactianae XII (1943, 147-149)

En la provincia romana este año algunos licenciosos, arrepentidos de haber emitido la profesión, quisieron alegar su nulidad en razón del lugar del noviciado, pues en el tiempo de su profesión nunca especificaron en qué lugar y si había sido designado por la Sede Apostólica, como requieren las sanciones clementinas. En realidad el P. General, atribuyéndose los privilegios de otros religiosos, principalmente de los clérigos regulares, de ningún modo quiso que su instituto estuviese ligado a un lugar de noviciado, y por ello para evitar en el futuro este tipo de tumultos consiguió y publicó un breve de Su Santidad, que dice como sigue:

“Urbano VIII, Papa. Para perpetua memoria.
Conviene que el Romano Pontífice resuelva las dudas que surjan en la manera de entender las Constituciones o decretos apostólicos con el ministerio de su declaración.
1.Como se nos expuso por parte de los queridos hijos de la Congregación de los clérigos regulares pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías que se quite la duda sobre si los citados exponentes están comprendidos bajo los decretos de no recibir novicios sino en ciertos monasterios y lugares designados por la Sede Apostólica, dictados por el papa Clemente VIII nuestro predecesor de feliz memoria, y confirmados por nosotros
2.Nos, para quitar toda duda en relación con lo anterior, queriendo seguir favoreciendo a los exponentes con las gracias espirituales, absolvemos y declaramos absueltos a cada uno de ellos de cualquier tipo de excomunión, suspensión y prohibición y otras sentencias eclesiásticas, censuras y penas, de derecho o personales, con cualquier causa y extensión, lo mismo si están atadas de cualquier modo, a efecto de conseguir lo que se pide, inclinados ante las súplicas de quienes nos las presentan humildemente; con el consejo de nuestros venerables hermanos cardenales encargados de los temas de los regulares, declaramos por las presentes con autoridad apostólica que dichos Clérigos Regulares de dicha Congregación de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías no están comprendidos en los citados decretos aprobados por nuestro predecesor Clemente, del mismo modo que tampoco están comprendidos los demás Clérigos Regulares.
3.Y así debe ser observado y juzgarse por cualesquier jueces ordinarios y delegados, y también los auditores de causas del palacio apostólico; y declaramos que será inválido y nulo si cualquier tipo de autoridad atentara contra ello, de manera consciente o inconsciente.
4.No obstante lo anterior y las demás cosas en contra de cualquier tipo.
En Roma, en Santa María la Mayor bajo el anillo del Pescador el 17 de noviembre de 1634, duodécimo de nuestro pontificado.”

Después de esto, el P. Melchor de T. Los Santos vuelto de Sicilia, por medio de una carta al P. General expedida de la casa de Palermo con fecha 13 de octubre, pedía al P. General que lo volviera a enviar inmediatamente a Palermo, para remediar algunas cosa que había surgido en detrimento nuestro después de su partida. Y como parecía que los asuntos no admitían espera, como conjeturaba el P. General por las circunstancias, volvió a enviar al citado P. Melchor a Sicilia, el cual salió en compañía de algunos de los nuestros de la casa de Nápoles. Las obediencias para esta nueva ida allí llevan esa fecha[Notas 2].

Cuando provisto de esta obediencia se dirigió desde Nápoles a Mesina y llegó felizmente con sus compañeros, viendo al P. Jenaro convaleciente en la casa del Barón de Pancaldo nuestro benefactor, pronto dedicó todo su cuidado y habilidad a comprar una casa para vivienda nuestra y para ejercer nuestro ministerio. Y se ve que estuvo afortunado, pues la misma que había tenido por vivienda suya D. Andrés Patti, le prometió que sería suya por 4400 escudos. Sin esperar a que se hiciera un instrumento sobre ello, D. Alfonso Cardineo, Duque de Nápoles y gobernador militar de la plaza, cooperando mucho en ello, lo hizo dueño de la casa citada, no dueño real, sino en promesa, el primero de diciembre, cosa que ocultaba al P. Onofre con el P. Francisco llamados de Palermo, y al mismo tiempo trataba aquellas cosas que convenían para promover el propósito de la religión, por lo que después, cuando el Virrey se enteró de su venida próxima a Palermo se puso a esperarlo con gran expectación.

Mientras ocurrían estos viajes en Sicilia, en Nápoles el 2 de octubre dejó la vida presente el P. Santiago de S. Pablo, asistente general y provincial de la provincia napolitana cuando estaba avanzando en el año 64 de su vida, con gran pena de toda la Orden. Era un hombre tenacísimo de la observancia regular, adictísimo a los ayunos y obras de penitencia, insigne espejo de caridad y humildad, íntegro de vida y limpio de maldad. Así lo alaba el P. Rodolfo de S. Jerónimo, con el n. 7 entre los Venerables.

Además del padre citado, en otros lugares fallecieron en el presente año otros 8, cuyos nombres esperamos que estén escritos en el libro de la vida. Lo mismo parece que ocurrirá al Excmo., tanto por toga como por uniforme, Ilmo. D. Alberto Fridland, duque y conde de Waldstein, príncipe de los ejércitos cesáreos, y generalísimo del ejército, de cuyos beneficios a las Escuelas Pías hablamos en el año anterior. Este, después de servir con toda fe y oficio al emperador y a la casa de Austria en medio de muchos peligros de guerras, sospechándose que había tenido reuniones clandestinas con enemigos, con la intención de usurpar el reino de Bohemia, que solía ser de sus antepasados, a causa de ello fue despojado de sus cargos, y en su propia casa de Eger (ciudad de Bohemia) fue herido de lanza por aquellos que habían estado con él, a la edad de 50 años. Cuando el emperador se enteró, lo sintió mucho. Turselino y Spondano en este año. Y estas son las cosas que ocurrieron dignas de ser escritas este año. Pasemos al siguiente.

Notas

  1. En el texto publicado falta una línea después de Dei: Minister Generalis Tibi P. Peregrino a Sto. Francisco, que nosotros hemos incluido en la traducción.
  2. Falta la obediencia, que copiamos: “Joseph a Matre Dei. Tibi R. P. Melchiori ab OO. Sanctis in nostra Religione sacerdote professo salutem in Christo qui est vera salus. De tuam prudentia et fidelitate multum in Dno. confidentes praesentium tenore eligimus atque nominamus te Visitatorem ad Trienium super domos iam erectas , cum facultate alias erigendi et fundandi in Regno Siciliae juxta formam nostra rum Constitutionum, et signanter costituendi Domum Probationis qua prossit ubi opus fuerit suppeditare operarios, atque ad habitum Pauperum Matris Dei, quos idoneos judicaveris, et juxta eandem formam, transacto prius consueto biennio probationis(initialiter fuerit concessus a Nobis) ad professioni admittendi. Praecipientes omnibus et singulis, tam Ministris localibus, quam professis, ut decreta tua recipiant atque exequatur in virtute Sae. Obedientiae, et quaecumque de novo ordine contigerint nos certiores tertio quoque mense facere tenearis. Teque etiam admonentes ut ubique mansuetudinem et benignitatem Redemptoris nostri imitari cures, et subditorum salutem indomine promovere studeas. Hortantos nos ut unanimes cum opus fuerit simul congregati, qua Dei sunt in proximorum utilitatem tractantes et perficientes, ab ipso aeterna gloria praemium sperare possitis. Datum Romae ad S. pantaleonem die 16 novembris an. 1634. Joseph a Matre Dei, Minister Generalis.” Traducción: José de la Madre de Dios. A ti, R. P. Melchor de Todos los Santos, sacerdote de nuestra Orden, el bien en Cristo que es la verdadera salvación. Confiando mucho en el Señor en tu prudencia y fidelidad, a tenor de las presentes te elegimos y nombramos Visitador por un trienio de las casas ya erigidas, con facultad de erigir y fundar otras en el Reino de Sicilia según la forma de nuestras Constituciones, y concretamente de constituir una casa noviciado, al servicio de los lugares donde haya que enviar operarios, y de dar el hábito de los Pobres de la Madre de Dios a aquellos que considerares dignos, y del mismo modo, cumplido el bienio de probación (a no ser que nosotros concediéramos otras cosa) admitirlos a la profesión. Ordenamos a todos y cada uno, tanto superiores locales como profesos, que reciban tus decretos y los pongan en práctica en virtud de Santa Obediencia, y te pedimos que cada tres meses nos informes de las novedades. También te aconsejamos que intentes imitar en todo la mansedumbre y bondad de nuestro Redentor, y te esfuerces en el Señor por promover el bien de los súbditos. Os exhortamos a que, reunidos y unánimes cuando haga falta, tratéis y os esforcéis en las cosas de Dios, para el bien del prójimo, de quien podréis esperar el premio de la gloria eterna. En Roma, en San Pantaleo, el 16 de noviembre de 1634.