BartlikAnales/1651

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Año 1651 de Cristo. Séptimo de Inocencio X. 15º de Fernando III. 54º de las Escuelas Pías

Para comenzar con las cosas sagradas antes que las profanas, empezaremos este año con lo relativo a la formación del Proceso de la Vida de nuestro V. P. Fundador. Comenzaremos con los testigos que debían ser examinados acerca de las obras hechas por el citado Siervo de Dios, y que lo fueron. Aquí está su elenco.

Testigos a examinar

1.Ilmo. y Excmo. D. Apio Conti, Duque de Poli, y Maestro romano perpetuo de los jóvenes nobles del S. Hospicio del palacio apostólico.
2.Ilmo. D. Pedro Abad de Máximis, hijo de D. Fabricio de buena memoria, joven noble romano de edad de 27 años.
3.Muy R. P. Camilo de S. Jerónimo, sacerdote de las Escuelas Pías y Rector del Colegio Nazareno, de 40 años de edad.
4.D. Carlos Antonio Gamora, de Gozzano, diócesis de Novara, de 35 años de edad.
5.Dña. Catalina Anastasi Sergiuli, viuda de Ancona de unos 40 años de edad.
6.Dña. Marta, hija de un cierto Pablo Paris, romana, de unos 40 años de edad.
7.D. Cristóbal de Antonis, romano, de 40 años de edad.
8.Muy ilustre D. Tomás Cocchetti, hijo de Arturo, inglés, de 73 años de edad.
9.Ilustrísimo y reverendísimo D. Miguel Jiménez Barber, de Binaced, del reino de Aragón y la diócesis de Lérida, de 38 años de edad.
10.Maese Esteban Comini, de Bérgamo, de 45 años de edad.
11.Alejandro Domingo, hijo de D. Esteban Comini, romano, de 25 años de edad.
12.Dña. Julia Oliverii Gabiatti hija, esposa del mismo D. Esteban Comini, romana, de unos 45 años de edad.
13.Dña. Francisca, hija de Juan Foschi, de 53 años de edad.
14.D. Valerio Mattei Roselli hijo, romano, de 67 años de edad.
15.Dña. Constancia Pesuli Marcelli de Rosis, viuda de 65 años.
16.D. Francisco Gutiérrez, español de Madrid, de 60 años.
17.Ilma. Dña. Laura Cayetana, romana, de 73 años.
18.Ilma. Dña. Hortensia, viuda de D. Francisco Biscia, romana, de 50 años.

Todos los citados aquí fueron examinados entre el 2 de mayo y el primer día de diciembre, en los días especificados en el Proceso. ¿De qué fueron examinados, después de tomarles juramento? En el Proceso figuran los 34 artículos propuestos por el P. Vicente de la Concepción, procurador de la causa de este Siervo de Dios el P. José de la Madre de Dios, fundador de nuestro instituto. Y que son los siguientes:

Puntos examinados

1.Si es cierto que el V. S. de Dios José nació en 1556 en el pueblo Peralta de la Sal de la diócesis de Urgel en el Reino de Aragón, hijo de Pedro Calasanz y María Gastón, familia noble de aquella población, fue bautizado y educado piadosamente por sus padres, y confirmado a su debido tiempo.
2.Si durante su niñez y adolescencia dio abundantes muestras de la futura santidad, huyendo del pecado, superando tentaciones y engaños del demonio, absteniéndose de muchos de ellos en los cuales podía haber caído, por ser joven o por ser frágil, según el dicho: pudo transgredir, pero no transgredió.
3.Que de joven asistió a las Universidades de Perpiñán, Valencia y Complutense, y logró el magisterio en ambos derechos y en sagrada teología.
4.Que a los 19 años de edad entró en la milicia clerical, y habiendo hecho un voto de sacerdocio una vez que estuvo enfermo, se curó; y en cumplimiento del voto recibió las órdenes menores y mayores.
5.Que una vez ordenado sacerdote fue elegido por varios obispo confesor, teólogo examinador, visitador, secretario, oficial y otros cargos, en los cuales actuó prudentísimamente buscando la gloria de Dios y el bien del prójimo; redujo a la paz pueblos enteros; erigió montes de piedad para los pobres, e hizo otras obras que expresaban su ardiente cridad y celo.
6.Que en el año del Señor 1592 vino a Roma, donde practicó obras de piedad y caridad, y visitaba lugares piadosos, en especial las siete iglesias, si podía de día, y si no de noche. Llevó ayuda espiritual y corporal además a los enfermos en los hospitales; a los detenidos en la cárcel les llevó consuelo y consejo; enseñó pública y privadamente la doctrina cristiana a los niños ignorantes, en iglesias y plazas; fue miembro de las principales archicofradías, y se esforzó por cumplir otras obras de misericordia.
7.Que siendo teólogo del cardenal Marco Antonio Colonna de feliz memoria no dejó de practicar las obras citadas, sino que se entregó perfecta y totalmente a ellas, y con el párroco de Sta. Dorotea en el Trastévere puso las bases de las Escuelas Pías; reunió a niños pobres y huérfanos y en el horario establecido les enseñaba la doctrina cristiana y les instruía en los rudimentos de las letras, y cambió de lugar hasta que por fin se estableció en S. Pantaleo, y desde allí propagó admirablemente su instituto de las Escuelas Pías.
8.Que el Siervo de Dios fue muy alabado a causa de esta obra pía por Clemente VIII, el cual quiso que se entregaran para los operarios de las Escuelas Pías doscientos escudos de la Cámara Apostólica, y Su Santidad envió a visitar el lugar de las escuelas y la manera de enseñar a los Cardenales Baronio y Antoniano; como deseaba que sus operarios vivieran según la pobreza, obtuvo del Vicario del Papa el permiso para pedir limosna. Y, abandonando el palacio del Cardenal Colonna, en el que siempre ayunaba a pan y agua, vivió de manera muy humilde, se dedicó a reunir los operarios, y cuidaba diligentísimamente la marcha del instituto de las Escuelas Pías.
9.Que se ocupó enérgicamente en este ejercicio, enseñando a los niños ignorantes los rudimentos de la lectura, la escritura y la gramática, sin cesar nunca de practicar mientras tanto devociones y otras obras buenas, principalmente de penitencia y oraciones.
10.Que en el año 1614 Paulo V le dio como ayudantes a los Padres de la Congregación Luquesa, y en el año 1617 convirtió con un motu proprio el instituto en Congregación con los tres votos simples, y hecho Prefecto el Siervo de Dios, asumió el nombre de la Madre de Dios; el Sumo Pontífice le tenía tanto afecto que un día en el que iba por la plaza de la Rotonda lo vio, y entonces se detuvo y tuvo una larga conversación con él allí, y le inscribió en la lista de los que serían nombrados cardenales, pero él renunció a esa dignidad por humildad, lo mismo que a otras que le había propuesto el Rey Católico.
11.Que en el año 1621 Gregorio XV convirtió su Congregación en Orden, y luego nombró General al mismo Siervo de Dios; aprobó las Constituciones que había escrito el mismo, y que como luego no quiso admitir a los votos solemnes a algunos que tenían un espíritu menos ferviente, estos le intentaron dar muerte, y se vio la obra de Dios en que en esta ocasión y en otras persecuciones fuera liberado, pidiendo él siempre el bien para aquellos que le hacían mal.
12.Que perseveró siempre sólidamente contra las tentaciones hasta la muerte, que ocurrió el 25 de agosto de 1648 en la casa de S. Pantaleo siendo nonagenario; dio ejemplo de gran paciencia y santidad durante su enfermedad, durante la cual recibió reverentemente los sacramentos de la Iglesia.
13.Que durante todo el tiempo de su vida brilló sobremanera en las virtudes de la vida religiosa, y no sólo consiguió hacer de ellas un hábito, sino que también las confirmó con actos heroicos para la edificación.
14.Que tuvo fe; lo cual es evidente cuando enseñaba a los pequeñitos a hacer el signo de la cruz; cuando oraba cada día; leía libros devotos; exhortaba a los demás al bien; ordenado sacerdote solía dar vueltas a la Santa Escritura y a los Santos Padres muy a menudo; se le vio celebrar y administrar los sacramentos; poco antes de morir mandó recitar en nombre suyo el símbolo de los Apóstoles en el Vaticano, y alegre pidió la bendición papal en el momento de la muerte.
15.Que tuvo esperanza resulta evidente porque abrazó la Suma Pobreza para su Congregación y quiso que se profesara; sufrió durante mucho tiempo las dificultades y arduos trabajos de la institución, propagación y reforma del instituto, y permaneció en la esperanza en los premios eternos hasta la muerte; puesta su esperanza en Dios y en la Virgen consiguió además muchos favores.
16.Está fuera de toda duda que tuvo una ardiente caridad, como se ha dicho más arriba, puesto que trabajó por el amor de Dios y el bien del prójimo; sin embargo decía que no había hecho casi nada; y no toleraba que se ofendiera a Dios con los pecados. Al contrario, exhortaba de palabra y por escrito a sus siervos a que soportaran todas las cosas por amor de Dios.
17.Estaba tan inflamado por tanta caridad hacia el prójimo que nunca se vio que se cansara de practicar obras de misericordia corporales y espirituales.
18.Fue asiduo a la virtud de la religión, cosa que estaba claro porque enseñaba que las cosas santas debían ser tratadas santamente, y él mismo realizaba los ejercicios del culto divino con toda la santidad y piedad que podía, visitaba cada día iglesias y veneraba las reliquias de los santos, y servía especialmente a la Santísima Reina de los Cielos, con cuyo nombre quiso llamar a su Congregación.
19.Estuvo claramente adornado con las virtudes cardinales; practicaba normalmente la justicia, de modo que no se atribuyó a sí mismo nada que correspondiera a los demás; no actuaba con pasión en la distribución de los cargos, ni defraudaba en nada que fuera debido a alguien.
20.A causa de su prudencia era venerado por grandes príncipes, y no sólo por ellos, sino también por primeros dignatarios, como fueron Clemente VIII, Paulo V y Gregorio XV. Sus charlas inspiraban no poca sabiduría, y sus consejos prudencia, a cusa de lo cual venían muy a menudo en gran número a visitarle y oírle.
21.Brilló su fortaleza en los esfuerzos asumidos y tolerados por la gloria de Dios, por el bien del prójimo, y por la conservación del instituto, sabiendo que el Reino de los cielos sufre violencia, y sólo los violentos lo poseerán. Nunca se quejó de estar aplastado por los trabajos, dificultades, desprecios, pobreza y humillación.
22.Se vio dotado de una templanza peculiar, tanto refrenando los afectos como mortificando el cuerpo; más inclinado a vigilias y ayunos que a banquetes; y quiso contentarse con una pobre comida no sólo él, sino que también se contentaran sus hermanos.
23.A todos sus seguidores dio muestra y ejemplo de la observancia de los votos con su vida religiosa preclara, pues además de los tres ordinarios, que vivía normalmente, añadió el cuarto voto de educación de la niñez, para que sus seguidores lo practicaran a ejemplo e imitación suya. Como el día se le quedaba corto para enseñar, gastaba las noches dedicado a preparar las tareas escolares.
24.Dio muchos ejemplos de castidad preclara pronto desde la juventud. Por ello vetó el uso de libros profanos en la escuela, y no quiso que se tratara y hablar sino de las cosas que son santas y púdicas.
25.Fue tan amante de la pobreza que quiso que las cosas superfluas fueran prohibidas en casa por una regla especial. Y tenía como un gran honor que las cosas necesarias resplandecieran como viles y simples, tanto para sí como para los demás.
26.Quiso que la obediencia hacia los prelados de la S. R. Iglesia, prescrita en las reglas, fuera observada, y lo confirmó con su propio ejemplo. Veneró a los superiores de las casas como ministros y vicarios de Dios, aunque fueran díscolos e indignos de ese honor y título.
27.Era amante de la humildad, y amaba las labores viles y humildes, como barrer las clases, estar con los enfermos, limpiar los recipientes sucios.
28.Que llevó una vida áspera, de lo cual no sólo es un signo el hábito común de su Orden, las vigilias y abstinencias de las que hemos hablado más arriba, sino que tenía perfecto odio hacia su carne[Notas 1], como lo prueban las nuevas penitencias con las que afligía su cuerpo, de las cuales no se abstuvo ni en la vejez.
29.Que es evidente que tuvo el Dios le dio el don de profecía, como se vio en muchos hechos famosos.
30.Que tenía la gracia de hacer milagros, como lo prueban los energúmenos liberados de un espíritu malo gracias a él y para gloria de Dios; los enfermos que recobraron la salud y los que fueron ayudados a librarse de graves peligros.
31.Que la fama de santidad que tuvo en vida, brilló a su muerte, y después de su muerte se extendió de tal manera que llegó a toda la ciudad.
32.Que acudieron a su sepulcro muchísimas personas, nobles y plebeyos, políticos y eclesiásticos, para tocar reverentemente su cuerpo, besarlo y se cuenta que algunos intentaron llevarse reliquias de sus vestidos a casa; todos hablan de ello abiertamente.
33.Que por medio de las reliquias de este Siervo de Dios llevadas a diversos lugares del mundo se han producido cosas admirables, de lo que hablan muchos documentos.
34.Que la fama de santidad del Siervo de Dios crece cada día, y no hay nada que la oscurezca.
35.Que, finalmente, todas las cosas anteriores son cosas notorias y de voz pública, como confiesan los testigos bajo juramento.

Hasta aquí los puntos propuestos, sobre los cuales se formó el interrogatorio, examen y Proceso de la vida del Siervo de Dios José de la Madre de Dios, trabajo que se llevó a cabo no sólo durante este año, sino que continuó durante muchos otros sucesivos, como se verá si Dios quiere en su lugar.

Estando ocupado el P. Vicente en una tarea tan gloriosa por su padre y Siervo de Dios, el P. Juan Carlos no se permitió el ocio, sino que continuó dedicado más y más a escribir las narraciones de los milagros o de los hechos que parecían tales. Y así este año se informó y escribió con su fiel pluma 53 milagros o casi milagros.

¿De qué manera contribuyeron las provincias vecinas en esta labor? Fácilmente podrá verse por lo que sigue.

Conversos en Bohemia

Como nuestra Germania no podía contribuir con relatos de milagros, transmitió nuevos testimonios de la santidad del Siervo de Dios por medio del testimonio de sus súbditos en la conversión de herejes, con los cuales se promoviera la recomendación de nuestro instituto por parte de la S. Congregación de Propaganda Fide. Y son los siguientes.

1.Svitavy, localidad de Moravia, dependiente de la sede episcopal de Olomuc, también llamó a Bohemia a nuestros padres de Litomysl. Para atestiguar cómo se comportaron en el desempeño de su misión, enviaron el siguiente testimonio escrito a Litomysl: “Recientemente se me confió por parte del Muy Rev. Decano Chrudimenti la misión a los herejes que se esconden en su pertinacia en Biela Teutónica. Consideré que haría bien si para esta santa tarea contaba como compañero con el P. Juan Jacobo de S. Francisco, prefecto de las Escuelas Pías en Litomysl, conociendo que era un hombre muy capacitado para ello, digno de mérito y estaba aprobado por el Eminentísimo y Revmo. Príncipe Cardenal de la S.R. Iglesia de Harrach, arzobispo de Praga. El cual obtuvo permiso de su R. P. Provincial en una carta especialmente enviada para ello. Y el Dios tres veces Santo bendijo nuestra tarea, pues después de predicar cuidadosamente en una y otra lengua, es decir en bohemo y en alemán, abjuraron de su herejía y espontáneamente reconocieron la luz de la fe católica pidiendo la gracia divina 103 personas. Hecho en Svitavy, el 27 de enero de 1651. Lo atestiguo con mi propia mano, y pongo el sello acostumbrado. Matías Juan Stefet, Doctor en S. Teología y en ambos Derechos, protonatio apostólico, canónigo de Bratislava y Decano de Svitavy.”

2.“Yo infrascrito atestiguo y doy fe de con la gracia divina y con la predicación de la palabra de Dios, y su saludable explicación, el P. Juan Jacobo, prefecto de las Escuelas Pías de Litomysl según un encargo hecho el 15 de abril del presente año 1651 para escuchar las confesiones pascuales de los súbditos del generoso Sr. Kapaun, trajo al seno de la Santa Iglesia Romana 130 almas de herejes, que acudieron espontáneamente después de oír la citada predicación del evangelio. Hecho en Chrudim, en Bohemia, el 20 de abril de 1651. Juan Adalberto Svanda, Decano de Chrudim y su distrito, vicario foráneo del Eminentísimo y Rvmo. Príncipe Arzobispo de Praga, compañero en los trabajos del P. Jacobo.”

3.Yo infrascrito doy fe de que los RR. Padres de las Escuelas Pías destinados a esta misión por su Muy Rvdo. P. Provincial trabajaron animados por gran ardor y esfuerzo en la propagación de la fe cristiana y en la explicación del santo Evangelio, y pelaron las peleas del Señor para erradicar por completo de las almas de los herejes las fibras y raíces de los dogmas falsos, para que produzcan el fruto mejor de la santidad y de la integridad de la fe verdadera. Y para que todo sea para mayor gloria de Dios y propagación de la fe verdadera, los trabajos de los dichos RR. Padres no fueron en vano, sino fructuosos y útiles. Escribí con mi propia mano y le puse mi sello en testimonio de la verdad, en Litomysl, el 12 de febrero de 1652. Capitán Jorge Harassta Dubczansky.”

Hasta aquí los testimonios a favor de los padres de Litomysl en la cuestión de la conversión de herejes, que el P. Alejandro de S. Bernardo envió a Roma al Cardenal Caponi de la S. Congregación de Propaganda Fide intentando que hicieran alguna recomendación de nuestro instituto a la Sede Apostólica. Y estas son las noticias de Bohemia.

Edición de un opúsculo

En Palermo, Sicilia, el P. Glicerio de la Anunciación este año editó un tratado vulgar en tres partes sobre la felicidad de las monjas, que se cree que principalmente compendiaba la vida de María Francisca de Blanchefort, fundadora del monasterio de los Sagrados Estigmas de la ciduad de Palermo. Y como ya no nos queda nada, sino que cuatro de los nuestros fallecieron en el Señor, de los cuales no tenemos ningún conocimiento especial, no nos quedemos en el año viejo, sino pasemos al nuevo. Adelante.

Notas

  1. Original: carnem. ASP: carmen.