BartlikAnales/1665

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Año 1665 de Cristo. 11º de Alejandro VII. 8º de Leopoldo I. 69º de las Escuelas Pías

Comienzo del Capítulo General

Como el principal acontecimiento de este año fue el Capítulo General, vamos a comenzar los acontecimientos del año con él.

Después que los PP. Capitulares llegaran en el tiempo establecido a Roma, para no molestar durante mucho tiempo a la casa de S. Pantaleo, y que no fuera muy costoso, se abrieron las puertas del Capítulo General el lunes 4 de mayo, y con ellas abiertas se procedió hasta el final en el orden que sigue.

Día 4 por la mañana. A toque de campana, como es costumbre, se reunieron los padres capitulares que estaban entonces presentes en la ciudad, y cada uno de ellos fue legitimado presentando su carta patente y testimonial, tanto los provinciales como los vocales, y los demás escritos referentes a la situación de las comunidades, casas y provincias.

El mismo día se formaron tres comisiones. Una de diez padres capitulares, para estudiar el estado temporal y espiritual de las casas. Eran los siguientes:

P. José de la Visitación, primer Asistente.
P. Vicente de la Concepción, provincial romano.
P. Cosme de Jesús María, provincial de Sicilia.
P. Santiago de Sta. Bárbara, provincial de Polonia.
P. José de S. Eustaquio, Procurador General.
P. Ambrosio de la Visitación, rector de Castiglione y vocal de Toscana.
P. Arcángel de la Madre de Dios, vocal de Nápoles.
P. Wenceslao del Smo. Sacramento, vocal de Polonia.
P. Pablo de S. Felipe Neri, vocal de Germania.
P. Felipe de la Pasión, vocal de Cerdeña.

Se formó otra se 9 padres para estudiar las causas y errores si los había, y estaba formada por:

P. Pedro de la Anunciación, segundo Asistente General
P. Gabriel de la Anunciación, provincial de Liguria.
P. Martín de S. Juan Bautista, provincial de Cerdeña.
P. Ángel de Sto. Domingo, vocal de Nápoles.
P. Nicolás de Santiago, vocal de Liguria.
P. Pablo de la Natividad de la Virgen, vocal de Polonia.
P. Carlos de S. Ignacio, vocal de Sicilia.
P. Alejandro de la Asunción, vocal de Germania.
P. Tomás de Jesús, vocal de Cerdeña.

La tercera comisión, de 10 padres, sobre Constituciones, reglas y ritos. Eran los siguientes:

P. Nicolás de S. Francisco Javier, tercer Asistente General.
P. Miguel de Sta. María, cuarto Asistente General.
P. Carlos María de San Benito, provincial de Nápoles.
P. Simón de S. Bartolomé, provincial de Toscana.
P. Carlos de Sta. María, provincial de Germania.
P. Pedro de S. José, vocal romano.
P. Jerónimo del Smo. Sacramento, vocal de Liguria.
P. Lorenzo de S. Sixto, vocal de Toscana.
P. Alejo de la Concepción, vocal de la Romana.
P. Francisco de Jesús, vocal de Sicilia.

De este modo se formaron las comisiones antes de comenzar el Capítulo, para que vieran lo que había que ver, examinaran lo que había que examinar y lo refirieran a la Congregación General, para que se gestionaran más fácilmente los asuntos, según la voluntad el Eminentísimo Protector, que parece que exhortó a los padres capitulares a que se hiciera así.

Progreso del Capítulo

El 7 mayo, jueves, e Muy Rev. P. Camilo General dijo un breve sermón, en el que invitaba a los capitulares a la mejor elección, y les recordó que había excomunión automática para quienes aspiraran directa o indirectamente al cargo de General, y para quienes lo supieran de otros y no lo revelaran.

El día 8 de mayo presentaron las testimoniales de su cargo:

P. Pedro de S. José, vocal romano.
P. Ángel de Sto. Domingo, vocal de Nápoles.
P. Jerónimos del Smo. Sacramento, vocal de Liguria.
P. Alejo de la Concepción, vocal romano,

porque no se encontraban allí cuando los demás habían presentado las suyas, y como se vio que eran personas legales, fueron legitimados y admitidos al gremio del Capítulo.

Domingo 10 de mayo por la mañana. Como todo bien y todo don desciende del cielo del Padre de las luces, para que él dirigiera con su luz el Capítulo General y la elección mejor de la cabeza de toda la Congregación, se celebró una misa solemne del Espíritu Santo, a la cual asistieron todos los padres capitulares con roquete, en la cual, tras leer el evangelio, el P. Agustín de S. Antonio dijo una homilía en latín sobre la elección del General. Acabada la misa, en presencia del Eminentísimo Protector, que llegó después de la comunión, se expuso el Santísimo Sacramento a pública veneración. Después, precedidos de la cruz y cantando el himno Veni Creator Spiritus, los padres capitulares procedieron en procesión con el Eminentísimo al lugar del Capítulo. El P. Alejo de la Concepción, vocal romano, expuso en un breve discurso en latín las óptimas condiciones que debería reunir el nuevo prepósito General que iba a elegirse. Una vez terminado, salieron todos los que no eran del Capítulo, y cerró las puertas por fuera el P. Benito, rector del noviciado, nombrado Custodio del Capítulo por el Muy R. P. General. Después de todo ello, el P. Nicolás de S. Francisco Javier, Asistente General y Maestro de ceremonias, leyó la lista de los padres capitulares, que aparecen por orden a continuación.

Lista de Capitulares

Muy R. P. Camilo de S. Jerónimo, Prepósito General.
P. José de la Visitación, primer Asistente.
P. Pedro de la Anunciación, segundo Asistente.

P. Nicolás de S. Francisco Javier, tercer Asistente.

P. Miguel de Sta. María, cuarto Asistente.

P. Vicente de la Concepción, provincial romano.

P. Gabriel de la Anunciación, provincial de Liguria.

P. Carlos María de San Benito, provincial de Nápoles.

P. Simón de S. Bartolomé, provincial de Toscana.

P. Cosme de Jesús María, provincial de Sicilia.

P. Carlos de Sta. María, provincial de Germania.

P. Martín[Notas 1] de S. Juan Bautista, provincial de Cerdeña, pero no había venido.

P. Santiago de Sta. Bárbara, provincial de Polonia.

P. José de S. Eustaquio, Procurador General.

P. Pedro de S. José, rector de Narni y vocal romano.

P. Ángel de Sto. Domingo, rector de Chieti y vocal de Nápoles.

P. Jerónimo del Smo. Sacramento, rector de Savona y vocal de Liguria.

P. Ambrosio de la Visitación, rector de Castiglione y vocal de Toscana.

P. Lorenzo de S. Sixto, rector de Florencia y vocal de Toscana.

P. Nicolás de Santiago, rector de Cárcare y vocal de Liguria.

P. Arcángel de la Madre de Dios, rector del noviciado y vocal de Nápoles.

P. Alejo de la Concepción, rector de Ancona y vocal de la Romana.

P. Pablo de la Natividad de la Virgen, rector de Rzeszów y vocal de Polonia.

P. Carlos de S. Ignacio, rector de Palermo y vocal de Sicilia.

P. Wenceslao del Smo. Sacramento, rector de Varsovia y vocal de Polonia.

P. Alejandro de la Asunción, rector de Slany y vocal de Germania.

P. Francisco de Jesús, vocal de Sicilia.
P. Pablo de S. Felipe Neri, rector de Horn y vocal de Germania.
P. Felipe de la Pasión, vocal de Cerdeña, pero no había venido.
P. Tomás de Jesús, vocal de Cerdeña, pero no había venido.

Después de leer la lista de los vocales, el mismo Maestro de Ceremonias pronunció tres veces el aviso de que si había alguien que supiera que alguno debería ser excluido del capítulo por alguna falta notable; y como no se encontró ninguno, se tuvieron por legítimas todas y cada una de las personas de los vocales, y se leyeron las bulas de la S. Inquisición, y las de Clemente VIII en particular en lo referente a la elección, y también lo que se dispone con respecto a esta materia en nuestras Constituciones, en el capítulo I de la tercera parte.

Elección de Secretario y Adjunto

Entonces se impartió la absolución de la censura a todos por parte del Eminentísimo Protector en tanto que Presidente del Capítulo, y se procedió a la elección del secretario. Fue elegido el P. Alejo de la Concepción, rector de Ancona, por 20 votos a favor de 27, y fue declarado adjunto el P. Francisco de Jesús, vocal de Sicilia, con 16 votos de 27.

Después de esto el Muy R. P. General leyó el juramento de observar el secreto ante nuestro Eminentísimo Protector, al cual todos los capitulares se unieron poniendo la mano en el pecho, según la manera de los sacerdotes. Después el Eminentísimo Protector dijo un sermón a los capitulares para que no quisieran tratar de otra cosa sino de lo que les pareciera mejor para mejorar el estado religioso, cerró la sesión y se fue a casa, acompañado por nuestro vocales hasta fuera de la iglesia, para volver al día siguiente par la elección del General.

Decretos del Capítulo

1.El mismo día después del almuerzo se convocó la reunión de los vocales en el oratorio confirmando los decretos que ya se habían dado antes; confirmando de nuevo el decreto del Capítulo de 1959 el 14 de mayo: que no se admitan ni reciban a los que se fueron de nosotros y abandonaron la Orden, máxime si habían hecho la profesión. Que se cumpla lo que se ha establecido, y que de ningún modo se les admita en el futuro.
2.Acerca del decreto del mismo Capítulo en relación con el cap. 4 de las Constituciones, parte segunda estableciendo que el miércoles se puede y es lícito tomar lacticinios, los Padres declaran lo siguiente: “Con una abstinencia moderada por la tarde: se entiende que con un plato único, que puede ser crudo o cocido, pero dentro de la cantidad permitida por el ayuno”.
3.Acerca de lo establecido por el Capítulo General de 1659 el día 19 de mayo acerca de los examinadores para aprobar o reprobar maestros, confesores y predicadores. Se estableció que también los que iban a recibir el hábito debían ser aprobados por los mismos examinadores.
4.Acerca del cap. 5, parte 2 de las Constituciones, sobre la pobreza. Decidieron por votación secreta sobre la uniformidad del hábito, y declararon castigar a los transgresores en cuestión de vestido y sandalias con la pena de tomar sólo pan y agua en las comidas; y si el superior no les corrige, sufrirá la misma pena. Se exceptúan las sandalias para ir de viaje: si quiere puede dar la dispensa para usar calzado con agujeros para proteger el pie fuera de casa.
5.El lunes 11 de mayo, como las Constituciones no dicen nada sobre los Generales que ya cumplieron el tiempo de su mandato, pareció a los padres capitulares que debería decidirse algo sobre la cuestión. Y así por votación secreta, se decidió por 22 votos a favor de 28, que el P. General que ha terminado su generalato tiene su lugar después del mismo General, y tiene voto tanto en el capítulo general como en el provincial de su provincia, allí donde estuviere de comunidad. Además puede elegir casa, y también tener un compañero hermano operario durante toda su vida.
6.También por votación secreta, con 25 votos a favor de 28, se decretó que los que han sido asistentes generales y el procurador general tienen voto en el capítulo provincial en la que se encuentren de comunidad. Finalmente se declaró que los que han sido provinciales tienen en la provincia en que ejercieron el cargo y vivan entonces tienen todos y cada uno el lugar que le corresponde según profesión como vocales.

Llegan los padres sardos

El P. Martín de S. Juan Bª, provincial de Cerdeña, con sus vocales llegaron al Capítulo, y tras presentar los documentos necesarios para legitimar sus personas, y mediante la absolución dada por el P. General y prestar el juramento de costumbre, fueron admitidos entre los capitulares.

El día 12 se leyeron las reglas comunes y los ritos por los que debería regirse toda nuestra Congregación, de modo que pudieran tenerse en cada una de las casas, para que en todas se observaran el mismo orden y modo.

Ese día por la tarde no se celebró ninguna sesión.

7.Miércoles día 13 por la mañana. Considerando los padres lo que sería conveniente que se observara en todos sitios, por votación secreta, con 28 votos a favor de 31, se aprobaron los Ritos que deben observarse en toda la Congregación, que comienzan: “Sobre las ceremonias eclesiásticas. Capítulo I. Las misas a celebrar”. A continuación se aprobaron también las Reglas Comunes, con 29 votos a favor de 31, y otras en las que se especifica cada cargo. Comienzan: “Proemio. De las cosas sagradas…” Después se interrumpió la sesión durante una hora aproximadamente, y después los padres capitulares al toque de campana bajaron a la puerta para acoger con todo obsequio al Eminentísimo Protector, quien entró en el lugar del Capítulo estando presentes todos los capitulares. Allí, después de decir las oraciones al Espíritu Santo y otras, y una nueva exhortación acerca de la elección del General, se procedió a la elección del mismo. Y según la voluntad de Dios, por medio de votación escrita, en el tercer sufragio o escrutinio la suerte cayó en el Muy Rev. P. Cosme de Jesús María, provincial de Sicilia, con 18 votos de 30. A continuación el Eminentísimo Cardenal mandó publicar el decreto de la elección.

Promulgación

“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Nos, Marzio Cardenal Ginetti, Vicario de Su Santidad nuestro Señor el Papa, obispo de Sabina y Protector de los Clérigos Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, en nombre propio y del resto de los padres capitulares que piensan igual, elegimos al P. Cosme de Jesús María, y lo declaramos Prepósito General de la Congregación de los Clérigos Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías.”

Una vez publicado el decreto, el nuevo Prepósito General se dirigió al eminentísimo Protector, rogando humildemente su patrocinio. Entonces se abrieron las puertas, y después de tocar la campana, sentado ante el altar en la esquina del evangelio, recibió humilde y amablemente la reverencia expresada por todos los padres capitulares y los demás, que iban llegando en orden mientras se cantaba el himno ambrosiano. Una vez terminado se levantó la sesión, y bajaron a acompañar al eminentísimo.

El mismo día por la tarde se eligieron los Asistentes Generales, que fueron

P. José de S. Eustaquio, ex procurador general.
P. Francisco de Jesús, vocal de Sicilia.
P. Alejo de la Concepción, rector de Ancona.

P. Ángel de Sto. Domingo, rector de Chieti, y se concluyó la sesión.

El jueves día 14 de mayo no se tuvo sesión porque se celebraba la fiesta de la solemne Ascensión del Señor.

El viernes 15 de mayo se leyó el documento por el que se declaraba procurador general al P. Arcángel de la Madre de Dios.

Continuación de los decretos

8.Después acerca de los asistentes provinciales se declaró que tienen voto en el capítulo provincial, y su lugar es antes de los rectores, sólo durante la celebración del capítulo, según el decreto del Capítulo General de 1637, del día 23.
9.Y se concluyó que en cada casa noviciado debería haber al menos 3 con voz, para pudiera celebrarse el rito de los escrutinios.
10.En cuanto a nuestros estudiantes se decretó que si se muestran negligentes en los estudios, y tampoco se muestran de manera adecuada en las costumbres, se les aparte de los estudios y no se les promueva a las órdenes a no ser que después de algún tiempo mostraran enmienda.
11.Finalmente se decidió en esta sesión que el P. General y cada Provincial en su provincia tengan una casa de estudios permanente, y que por ninguna causa les sea permitido interrumpir estas casas. En cuanto al noviciado, quisieron que los maestros formasen también el intelecto de los estudiantes, y les enseñaran algunos cánones.
12.El mismo día por la tarde los padres decidieron que lo referente a las casas de Nócera y Bisignano quedara a disposición del P. General con los asistentes.
13.¿Qué hacer en las provincias de Polonia y de Germania en relación con las parroquias? Dijeron que decidiera el P. General.
14.Permitieron que se aceptara una escuela junto a la iglesia de S. Juan Bautista en Varsovia.
15.Las condiciones relativas al seminario de Avellino parecieron onerosas, y no fueron aceptadas, y por lo tanto no se aceptó el seminario.
16.Sábado 16 por la mañana. De común acuerdo los padres encargaron al P. José de la Visitación componer los Anales de la Congregación, y al P. Pedro de la Anunciación escribir la vida del V. P. Fundador.
17.Volviendo los padres capitulares al decreto del capítulo general de 1659 que dice que si alguien de nuestra Congregación quiere probar que su profesión es nula, o pide salir de un modo u otro de la Congregación, decretaron que no sólo se le prive inmediatamente de todo oficio etc., sino también de voz activa y pasiva, y que de ningún modo puede asistir a las reuniones de comunidad, mientras no cambie y abandone la idea.
18.Aprobaron que, observando lo que hay que observar, se cambie una casa que tienen los padres de nuestro instituto por otra de D. Vito Carraccioli vecina a nuestra vivienda.
19.En cuanto a la huerta de nuestra casa de Campi, dijeron que se debía cumplir la voluntad del señor testador.
20.Se decreto por votación común que la casa de Poli, en lo que se refiere al estudio de letras humanas, debe estar sujeta inmediatamente al P. General.
21.Finalmente el Capítulo General, queriendo proveer a los gastos que se hacen en las visitas, estableció que en el capitulo provincial de cada provincia debe establecerse un impuesto para pagar las visitas, tanto la general, como la provincial o de un comisario.
22.El mismo día por la tarde se decreto por votación secreta que los anteriores asistentes generales deben tener su lugar detrás de los nuevos durante el capítulo general. Y que las 7 festividades de la Beata Virgen que deben celebrarse como fiestas de primera clase deben ir precedidas por un ayuno riguroso.
23.Domingo 17 de mayo. Se concluyó acerca de los contumaces y reos, y la gracia de inmunidad a los que huyen a nuestras casas, que deben observarse las constituciones y bulas apostólicas.

El lunes 18 no hubo sesión, pues el P. General con los asistentes y el procurador general fueron a Catelgandolfo a besar los pies del Sumo Pontífice.

24.Día 19 de mayo por la mañana. Se tuvo sesión en el noviciado romano, y se conformó lo dicho en el Capítulo de 1659 acerca de la expulsión de los incorregibles según lo expresado por Urbano VIII acerca de expulsados y apóstatas, de modo que se entiende lo mismo que se había expresado antes, a saber: 4 padres asistentes Generales, el provincial romano, el P. Procurador General, y en caso de faltar alguno de ellos, el P. Rector de la casa de San Pantaleo.
25.En la misma sesión se concluyó que cada casa contribuya a los gastos de las cartas de la casa de S. Pantaleo.
26.Miércoles 20 de mayo. Los padres reunidos decretaron unánimemente que en adelante en los capítulos provinciales además de los dos vocales habituales para ir al capítulo general, podrían elegir además un tercero con la condición de que si uno de los otros dos enfermara o muriera al tiempo en que debía ir a Roma, este tercero le pueda sustituir para ir al Capítulo General como auténtico vocal.

Final del Capítulo

Jueves 21 de mayo. Reunidos todos los padres capitulares, el Muy R. P. General les preguntó lo siguiente: “Reverendos padres capitulares, ¿les parece bien que para alabanza de Dios Omnipotente y gloria de la Santísima Virgen María y de su Esposo y protector nuestro, pongamos fin a este capítulo nuestro, y que se tengan por firmes, ratos y válidos todos y cada una de las cosas declaradas, decretas y definidas en él, y que sean observadas por todos nuestros religiosos?”

Todos respondieron que sí, a lo cual el P. General añadió: Pues vengan todos en orden y firmen”. Lo cual se hizo, en el orden siguiente:

Muy R. P. Cosme de Jesús María, Prepósito General.
P. Ángel de Sto. Domingo, primer Asistente.
P. Francisco de Jesús, segundo Asistente.
P. Alejo de la Concepción, tercer Asistente.
P. José de S. Eustaquio, cuarto Asistente.
P. José de la Visitación, ex asistente.
P. Pedro de la Anunciación, ex asistente.

P. Nicolás de S. Francisco Javier, ex asistente.

P. Miguel de Sta. María, ex asistente.

P. Vicente de la Concepción, provincial romano.

P. Gabriel de la Anunciación, provincial de Liguria.

P. Carlos María de San Benito, provincial de Nápoles.

P. Simón de S. Bartolomé, provincial de Toscana.

P. Carlos de Sta. María, provincial de Germania.

P. Martín de S. Juan Bautista, provincial de Cerdeña.

P. Santiago de Sta. Bárbara, provincial de Polonia.

P. Martín de S. Juan Bª, provincial de Cerdeña.

P. Arcángel de la Madre de Dios, Procurador General.

P. Pedro de S. José, rector de Narni y vocal romano.

P. Jerónimo del Stmo. Sacramento, rector de Savona y vocal de Liguria.

P. Ambrosio de la Visitación, rector de Castiglione y vocal de Toscana.

P. Lorenzo de S. Sixto, rector de Florencia y vocal de Toscana.

P. Nicolás de Santiago, rector de Cárcare y vocal de Liguria.

P. Pablo de la Natividad de la Virgen, rector de Rzeszów y vocal de Polonia.

P. Carlos de S. Ignacio, rector de Palermo y vocal de Sicilia.

P. Wenceslao del Smo. Sacramento, rector de Varsovia y vocal de Polonia.

P. Alejandro de la Asunción, rector de Slany y vocal de Germania.

P. Pablo de S. Felipe Neri, rector de Horn y vocal de Germania.
P. Felipe de la Pasión, vocal de Cerdeña.
P. Tomás de Jesús, vocal de Cerdeña.

Y después de cantar la misa y el himno ambrosiano, se terminó el Capítulo.

Continuemos ahora con las cosas que se hicieron para el mejor gobierno de las provincias yd e cada casa. Como el capítulo general duraba ya muchos días en Roma, según hemos visto, para que no pareciera demasiado larga la ausencia de los superiores, el mismo día, o sea el 21 de mayo a mediodía se hizo la elección de provinciales, y para cada provincia en concreto. Y que fue como sigue:

En la provincia romana

P. José de la Visitación, provincial.
P. Pedro de la Anunciación, rector de S. Pantaleo.
P. Jerónimo de la Anunciación, rector de Moricone.
P. Benito de Jesús María, rector del noviciado.
P. Juan de S. Felipe Neri, rector de Ancona.
P. Silvestre de Sta. María Magdalena, rector de Poli.
P. Pedro de S. José, rector de Narni.
Los demás fueron confirmados en sus cargos.

En Liguria

P. Juan Esteban de la Madre de Dios, provincial.
P. Gabriel de la Anunciación, rector de Génova.
P. Antonio José de S. Joaquín, rector de Savona.
P. Nicolás de Santiago, rector de Cárcare.

En la provincia de Nápoles

P. Simón de S. Bartolomé, provincial.
P. Felipe de S. Francisco, rector de la Duchesca.
P. Onofre del Stmo. Sacramento, rector del noviciado.
P. Ángel de S. Agustín, rector de Chieti.
P. Agatón de S. Pablo, rector de Turi.
Los demás fueron confirmados en sus cargos.

En Toscana

P. Carlos de Sto. Domingo, provincial.
P. Lorenzo de S. Sixto, rector de Florencia.
P. Ambrosio de la Visitación, rector de Castiglione.
Los demás fueron confirmados en sus cargos.

En Germania

P. Carlos de Sta. María, provincial.
P. Miguel de Sta. María, rector de Nikolsburg.
P. Pablo de S. Felipe Neri, rector de Horn.
P. Alejandro de la Asunción, rector de Slany.
P. Alejo de S. Onofre, rector de Litomysl.
P. Cristóbal de la Madre de Dios, rector de Strasnize.
P. Ambrosio de Sta. Ludmilla, rector de Lipnik.

En Sicilia

P. Carlos de S. Ignacio, provincial.
P. Pedro de Jesús, rector de Mesina.
P. Jerónimo del Smo. Sacramento, rector de Palermo.

En Polonia

P. Wenceslao del Smo. Sacramento, provincial.
P. Santiago de Sta. Bárbara, rector de Varsovia.
P. Pablo de la Natividad de la B. Virgen, rector de Rzeszów.
El de Podolín fue confirmado en su cargo.

En Cerdeña

P. Carlos María de S. Benito, comisario general.
P. Martín de S. Juan Bª, rector de la casa profesa de Cagliari.
P. Eusebio de S. Marcos, rector del noviciado del mismo lugar.
P. Jorge de S. mateo, rector de Islisi.

Hasta aquí la lista de los cargos de provinciales y rectores de las casas, para que todo estuviera en orden. Una vez recibidos por los PP. Capitulares, se despidieron de la ciudad santa y volvieron cada cual a su lugar.

Sucesos de Germania.

Veamos ya las cosas que ocurrieron fuera de la ciudad romana.

En Slany de Germania el P. Agustín de S. José, vicario in cápite por ausencia del P. Rector, no sólo venció en beneficio de su casa frente a los cobradores de impuestos reales, sino que también se encargó de procurar la fundación de Schlackenwerth por parte del Duque de Sachsen-Laeunburg.

La ocasión la ofreció la noble Dña. Margarita Polixena Fitzkavin de Lielenberg, regente en el señorío de Svolenow. Esta, después de oír predicar durante una hora a dicho padre Agustín, parte en alemán y parte en lengua bohema, le gusto mucho su manera de predicar. Pues el párroco de ese lugar (que quizás estaba enfermo y le había invitado a suplirle) alternaba de ese modo la lengua, y en una fiesta predicaba en bohemo y en otra en alemán; el P. Martín se prestó a hacer lo mismo con toda satisfacción, hablando durante una hora, usando a ratos una lengua y a ratos otra. Este método le gusto mucho a la citada Sra. Regenta, quien al terminar la misa pidió al P. Agustín que viniera a explicarle en resumen a qué se dedicaba nuestro instituto, pero en vano. Volvió luego a Schlackenwerth y contó al duque y la duquesa las cosas insignes que había observado en el predicador P. Agustín, y refirió eficazmente en orden lo que había oído contar acerca de nuestro instituto, de modo que el Serenísimo y la Serenísima buscaron la oportunidad de hablar con dicho padre Agustín. Cosa que pudieron hacer por fin cuando se reunieron con la comitiva del Excelentísimo Burgrave mayor nuestro fundador de Slany cuando iba a las Termas Hispergenses cerca de los Montes Gigantes. En el camino el P. Agustín dio a conocer a la corte serenísima nuestro instituto que les era desconocido con favor y gracia, de modo que cuando volvió a casa el 6 de julio además de un donativo de 20 áureos llevó también la esperanza de conseguir una fundación nueva de esas Serenísimas.

Mientras tanto el P. Provincial volvió de Roma a la provincia con el P. Alejandro, vocal (el P. Pablo se había quedado en el camino a causa de sentirse enfermo), y el P. Miguel, ex asistente general, y publicaron en Nikolsburg y Strasnize sus patentes de cargo, así como los decretos y órdenes de los hechos capitulares. De allí fueron a Lipnik, haciendo la visita del lugar. El 4 de agosto por orden del mismo P. Provincial se volvió a asumir el edificio que había sido abandonado a causa de las invasiones tártaras, y el P. Domingo de la Concepción sustituyó en el lugar al P. Ambrosio de Sta. Ludmilla, que a finales del año pasado había sido tomado en la corte del Excelso príncipe de Dietrichstein nuestro fundador para la instrucción de los pequeños príncipes.

Resueltos los asuntos de Lipnik partieron hacia Slany pasando por Litomysl y continuaron viaje hasta Praga quedándose casi ocho días en casa del Excmo. Sr. fundador pues debían tratar algunos asuntos privados con él. Una vez concluidos, llegaron a Slany a salvo de un viaje tan largo, y fueron recibidos con gozo, y se le devolvió el rectorado al P. Alejandro. El P. Provincial sin embargo tomó al P. Agustín como secretario suyo, y después de terminar la visita de la casa hizo publicar los decretos del capítulo General y volvió a Nikolsburg para ocuparse de otros asuntos de la provincia. Bastará con nombrar dos de ellos.

El principal parece que fue en relación con el obispo de Olomuc, en cuya diócesis se habían fundado tres casas, para pedirle jurisdicción para oír confesiones y permiso para predicar la palabra de Dios, pues había pasado un año (como se suele hacer cuando se promueven nuevos obispos) durante el cual se suspende la concesión de una y otra gracia. Por lo que el P. Provincial se lo suplicó de acuerdo con lo que correspondía al gobierno de su provincia, y obtuvo el diploma siguiente.

Licencia para confesores

“Carlos, obispo de Olomuc por la gracias de Dios, Príncipe del S. R. Imperio, Duque de la Capilla Real de Bohemia, Conde de Liechtenstein, etc.
A nuestro querido en Cristo el religioso Padre Carlos de Sª María, Provincial de las Escuelas Pías, salud en el Señor, y nuestra gracia.
En nuestra diócesis de Olomuc el pasado 29 de noviembre del año pasado 1664 se publicó una carta por la cual habíamos suspendido todas las licencias concedidas por el Rvmo. y Serenísimo Archiduque de Austria etc. etc. y nuestros antecesores los muy honrados D. Leopoldo Guillermo y D. Carlos José, obispos de Olomuc de piadosa memoria, o el consistorio episcopal a todos y cada uno de los regulares (pero no los que tenían cargas parroquiales), sin exceptuar en nuestra diócesis ningún tipo de acuerdos, aprobaciones y licencias a excepción de los seculares, también a los confesores de sacerdotes y de monjas, y para predicar la divina palabra, y además nos reservamos para Nos algunos casos expresados en ella, y declaramos caducada la potestad de todos y de cada uno de los regulares citados para absolver de los casos nulidad en personas de uno y otro sexo, como se contiene claramente en la carta a la que hacemos relación.
Sin embargo, a causa de las peticiones presentadas recientemente por el citado P. Carlos, Provincial, Nos, inclinados favorablemente hacia el mismo P. Provincial y a los Provinciales que le sucederá canónicamente en el cargo, en cuyo celo, piedad, integridad y ciencia confiamos mucho en el Señor, a tenor de las presentes damos licencia para que sus sacerdotes aprobados por nuestros antecesores, o que habían sido aprobados por el consistorio episcopal, y que habían obtenido licencias, gocen y disfruten de ellas de nuevo; los demás deberán ser aprobados y admitidos por los mismos o por otros examinadores delegados (para que sean tenidos como sacerdotes idóneos). Por lo cual descargamos en sus conciencias y las de los examinadores el que deben presentarnos a Nos o a nuestro consistorio episcopal como hasta ahora para admisión y aprobación el atestado de idoneidad para oír confesiones de fieles seglares de uno y otro sexo fuera de sus iglesias. Por lo demás les autorizamos a administrar el sacramento de la Penitencia en tiempo pascual (dando además a los penitentes el certificado de confesión para mostrarlo al párroco). Además, junto con nuestra bendición, que les damos benigna y amorosamente con las presentes, el permiso para predicar la Palabra de Dios una vez presentada la certificación dicha (fuera de sus iglesias, sin embargo, con el permiso de los párrocos y cualesquiera a quien corresponda el cuidado pastoral).
Por lo demás rogamos y pedimos en el Señor, y mandamos con la autoridad que tenemos estrictamente a todos y cada uno de los decanos de los decanos de zonas rurales, párrocos y cualquier otro tipo de rectores de iglesias que tengan en cuenta amenudo lo que hemos expuesto con la autoridad de nuestro cargo espiritual, y que quieran, se esfuercen y deben promover atentamente las obras de los padres enviados a la viña y a la mies del Señor.
En nuestra residencia de la ciudad de Krems, el 11 de agosto de 1665.
Carlos m.ppa. J. Tengellott m.ppa.”

Esto es lo que dijo el citado Príncipe y obispo de Olomuc en favor nuestro. Esta simple demostración parece que anunciaba los grandes cúmulos de gracias que en su tiempo iba a mostrar hacia nuestro instituto, más bien con inesperada prodigalidad que con ordinaria generosidad; pues lo mostró haciendo, poniendo y erigiendo fundaciones duraderas, con colegios y un seminario confiados a nosotros, primero en la ciudad de su residencia, Krems; luego en Santa Ana de Altwasser, y últimamente Freiberg, todos los lugares en el territorio episcopal. De las cuales habrá ocasión de hablar más ampliamente en otro momento.

Creación de una escuela de profesores

Otra preocupación de nuestro P. provincial fue crear una escuela de profesores para hacer estudios de humanidades, según el decreto del recientemente celebrado Capítulo, con fecha 6 de mayo. Lo cual llevó a cabo trasladando el Estudio de Filosofía de Nikolsburg a Horn, y colocando allí los novicios del segundo año para ese fin, entre los cuales me encontraba yo, que escribo esto. Como director de nuestros estudios fue nombrado el P. Carlos de S. Wenceslao, noble de Litomysl, hombre en otro tiempo en la Provincia de Polonia, de gran fama a causa de este Estudio, que pocos años después que entregó el alma a Dios a causa de una de apoplejía, cuando venía del altar de celebrar la misa, en menos de tres horas. Poeta y orador eximio, que compuso sobre sí mismo y otros cortos de estatura como él este enigma: “Está siempre borracho (ebrius) aunque no ha bebido vino, el cuerpo que es pequeño (brevis). Jugaba con las palabras “brevis” y “ebrius”, que constan de las mismas letras.

Resolución

En Nápoles a principio de este año un marqués siciliano quiso crear en nuestra iglesia una capilla en honor de Sta. Rosalía para la gente de Palermo; al estar cumplidas todas las condiciones el 26 de junio se dio permiso al P. Rector para hacerlo, pero no se dio ningún derecho a poner allí ningún aparato ni mobiliario, como quería poner dicho patrono, excepto el derecho de su sepultura, y así quiso el P. General que fuera estipulado y asegurado por medio de un instrumento público.

Parroquia florentina

En Florencia nos ofrecieron la comodidad de administrar la parroquia de la iglesia de Sta. María Alterighi, contigua a nuestra casa con fecha 8 de agosto, y se aceptó, después de discutir, con una condición: que no nos incumbiría la cura de almas hacia fuera, y la sede sería servida por un capellán que nosotros pondríamos y quitaríamos, para administrar los sacramentos, en ocasión de enfermos, y otras circunstancias, y más adelante se trataría más bien de suprimir totalmente dicha parroquia.

Brindisi

Para concluir la fundación de Brindis según los términos por una y otra parte, la necesidad exigió que fuera hecho procurador con plenos derechos el P. Tomás de S. Agustín, rector de Campi, al cual se le envió la procuración para estipular y confeccionar el instrumento público que fue hecho con fecha 25 de septiembre.

La casa de Génova

En Génova también se arregló un contrato acerca de la casa de D. Nicolás Castagnola con sus herederos, y se realizó la compra por el precio de 14.500 libras. Se hizo un instrumento con todos los requisitos el 3 de diciembre, por medio de Juan Bautista Borsotti.

Mientras tanto el P. General había decidido visitar las provincias en el mes de octubre, y para que constara a todos esta visita general, les envió una circular anunciándola que decía lo siguiente.

Anuncio de la Visita General

“La paz de Cristo.
El afecto que siento hacia Vuestras Reverencias me tiene en cierto modo impaciente por poder estar con vosotros en cada una de las casas de nuestra Congregación. Estoy ansioso de veros a todos, y consolarme con vuestra conversación, y que me contéis del común amor fraterno, paz y unión de los que conviven en su estado religioso. Por ello, animado no por otro fin sino solamente porque su ejemplo me anime a conseguir una mayor perfección, a conseguir la cual no sólo deben aspirar, sino que deben esforzarse lo más hábilmente posible todos los religiosos, y especialmente nosotros, que no estamos muy lejanos de nuestro venerable P. Fundador, respirar cuyo olor de bondad y santidad debe ser nuestra tarea principal, para conseguir de este modo el gozo prometido en nuestro Señor. Admitan pues vuestras reverencias que vaya en nombre de este común consuelo con vosotros, y que alcance la meta de mi deseo de veros, y correspondan con afecto mutuo hacia el instituto. No es hora ciertamente de que nuestros religiosos duerman con un sueño pesado dentro de la nave del instituto; cada cual debe temer que una voz divina le pregunte: “¿Por qué estás durmiendo pesadamente?”. Levántate, e invoca a Dios. Atengámonos pues a la exacta observancia en todas las cosas, tal como nos fue dejado por nuestro V. P. Fundador, y que nosotros vivimos al principio de nuestra vocación.
No puedo ciertamente expresar cuántas ganas tengo, si Dios lo permite, de visitar las provincias y nuestras casas (espero empezar el próximo otoño), y ver en ellas el celo, el fervor de espíritu en la disciplina regular, y el magnífico funcionamiento de los estudios de la juventud; una vez extirpados los abusos que a causa de la fragilidad humana el enemigo sembró en los campos donde nosotros habíamos sembrado y esparcido antes el bien de las virtudes. Además de esto, ojalá huela en todas partes el olor de la piedad y la santidad cristiana, y oiga el buen nombre de los Pobres de la Madre de Dios. En ese caso no podré razonablemente son dar infinitas gracias a la divina Majestad. Por tanto anímense, carísimos en el Señor, y diré que se animen el afecto mutuo de la perfecta caridad, y esfuércense a conservar la buena fama ante todos, y Dios, que puso en su corazón los santos deseos de encenderse en su amor, les dé a todos su santa, amplia y generosa bendición.
En Roma, en nuestra casa de S. Pantaleo, el 16 de agosto de 1665.
Humildísimo siervo en Cristo de Vuestras reverencias,
Cosme de Jesús María, Prepósito General.”

Esta es la carta que envió a las provincias (yo también oí su lectura en Germania) anunciando el tiempo de su salida de la Ciudad como se dice más arriba, y que mandó publicar. A las cosas de Roma solamente envió la siguiente.

Anuncio de la visita a las casas romanas

“Cosme de Jesús María, Prepósito General de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías.

1.Aquellas cosas que fueron entregadas por el Espíritu Santo a nuestros padres por el feliz estado de nuestra Congregación de los Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, y aprobadas por los Sumos Pontífices en la erección de nuestro pío instituto, nos exhortamos a vigilarlas atentamente para mayor gloria de Dios y bien de las almas de los fieles cristianos, y para provecho de toda nuestra Orden, de modo saquemos provecho de la observancia en todas partes la observancia regular, y principalmente rechazando aquellas malas costumbres y todo mal que pueden retrasarnos o infeccionar la santa observancia del instituto, y todo redunde en el incremento de la Iglesia de Dios.

Por lo tanto, como todas las provincias de la Congregación y casas piden la inspección de nuestras obras, nos sentimos animados, siguiendo las huellas de los mayores, a nuestra visita general de las mismas. Por lo que rogamos y recordamos a cada uno de nuestros religiosos que para que Dios nos ayude para el divino honor y gracia de la Santa Sede apostólica y el bien de toda la Congregación en la Santa Iglesia, que para expresar que todos amamos nuestro santo instituto en un asunto de tanta importancia, no permanezcamos ociosos, sino que dirijamos humildemente nuestras oraciones a Dios por medio de nuestra Santísima Madre, para que ella las presente a su hijo.

En Roma, a 8 de octubre de 1665. Cosme, como más arriba, m.ppª.”

Cesión del derecho generalicio

2.“Cosme, como más arriba.

A ti, P. Ángel de Sto. Domingo, si estás en la ciudad; y si estás ausente al R. P. Francisco de Jesús; y en el caso de que fallecierais, al R. P. Alejo de la Concepción, asistentes nuestros.

Como conviene que nos salgamos de Roma para hacer la visita general de las provincias de nuestra Orden, y estando nos ausente pueden ocurrir algunas cosas a las que sea necesario proveer urgentemente aquí en Roma, pues no se puede esperar fácilmente nuestra decisión, te damos facultad para que conjuntamente con nuestros asistentes generales trates, disciernas y decidas todos los asuntos que se vean que no admiten dilación y que de otro modo serían tratados por nos. Os doy la plena, necesaria y oportuna autoridad para ello.

Os encargamos y encomendamos que, con vuestra habilidad y diligencia en todo hagáis la obra de Dios unánimes en el Señor.

En Roma, a 8 de octubre de 1665. Cosme, como más arriba.”

Decreto universal

3.“Como conjeturamos por diversos argumentos la idea de Su santidad el Papa de que los religiosos no se mezclen ni impliquen en los asuntos seculares, sino que avancen mejor sin tales impedimentos en la santa caridad y paz de Dios, y puesto que nuestras Constituciones prescriben estrictamente lo mismo, Nos, queriendo obedecer la santa voluntad y las leyes, mandamos a todos los religiosos de nuestra Congregación, tanto súbditos como superiores y oficiales, cualesquiera que sean, en la ciudad bajo pena de privación de voz activa y pasiva y relegación durante un trienio, y en otras provincias bajo pena de privación de voz activa y pasiva durante un trienio y un mes de cárcel, que ninguno de ellos se atreva a aceptar, tratar o promover negocios y pleitos de ese tipo, sean criminales o civiles, bajo ningún pretexto, y mucho menos ir por esa causa a los tribunales o para actuar como parte. ¿Qué hay que hacer si se presenta tal caso? Con permiso escrito del P. Provincial de manera privada vaya a ver a procuradores y abogados solamente, sin estrépito y sólo a causa de la piedad y la caridad. Además ordenamos bajo la misma pena que nadie encargue a Roma ningún asunto, lo mismo de nuestras casas que de sus religiosos, sino al General o al Procurador General, como lo dice un loable decreto del Capítulo de 1659. Mandamos que esta carta sea leída en el oratorio en público ante todos, y que se ponga una copia de la misma en el lugar habitual y se conserve el original en el archivo, y que el rector nos informe de la recepción, lectura y publicación, con la firma de dos testigos.
En Roma, a 8 de octubre de 1665. Cosme de Jesús María, Prepósito General.”

Cesión del derecho de los Asistentes Generales

4.“Como el Muy R. P. Cosme de Jesús María, nuestro Prepósito General, decidió salir para llevar a cabo la visita general de las provincias de nuestra Congregación, para lograr el incremento de la obra de Dios en nuestro instituto y el progreso más perfecto de la observancia regular, los padres generales de común acuerdo y por deseo del mismo nuestro P. Prepósito General concedieron con ocasión y durante el tiempo de la visita toda facultad que les corresponde y los votos para que pueda, si ocurre (que Dios no quiera) que pueda deponer a cualquier superior, y nombrar a otros en su lugar, y que pueda tratar y decidir sobre todos los asuntos, del tipo que fueren, según Dios le dé a entender. Y viceversa, el mismo P. General les da toda facultad a los asistentes generales que residen en Roma para que puedan, si ocurriera un caso similar, quitar y nombrar nuevos superiores, y tratar y decidir en todo tipo de asuntos por el bien de nuestra Congregación, tanto en la misma casa de S. Pantaleo como con los religiosos que están fuera de la ciudad.

En fe de lo cual… En Roma, 9 de octubre de 1665.

Cosme de Jesús María, Prepósito General. Francisco de Jesús María, Asist. Gen. Alejo de la Concepción, Asist. Gen. José de S. Eustaquio, Asist. Gen.”

Procuradores en la causa del V. P. Fundador

5.“Puesto que los padres capitulares expresaron el común deseo en el Capítulo General el día 22 de mayo del año 1659, y rogaron que no dejara de haber un procurador que siguiera el proceso de la vida del V. siervo de Dios nuestro Padre fundador de las Escuelas Pías José de la Madre de Dios, llamado Calasanz, y como el P. José de S. Eustaquio, procurador general, fuera encargado de este asunto por el Muy R. P. Camilo de S, Jerónimo con sus asistentes generales el 26 de agosto de 1659, Nos, para que se proceda en este asunto con mayor diligencia y fervor, al citado José de S. Eustaquio, ahora nuestro cuarto asistente, destinamos también a esta tarea al P. Ángel de Sto. Domingo y al P. Juan Carlos de Sta. Bárbara, para que vean separados o conjuntamente todas las cosas necesarias y oportunas, pero principalmente para preparar el proceso de la beatificación y canonización; sin embargo con información recíproca entre ellos, y que al menos una vez al mes refieran en la reunión del padre General con los Asistentes lo que se haya hecho.

En fe de lo cual…

En Roma, a 9 de octubre de 1665. Cosme de Jesús María, General.”

Salida del P. General

Hasta aquí los decretos. Una vez dispuestas y ordenadas las cosas de este modo, el P. General salió hacia Florencia para hacer la visita con su secretario el P. Arcángel de la Madre Dios el 12 de octubre.

Veamos ahora lo que se hizo este año en relación con el proceso de la vida del V. P. Fundador.

Hechos en la causa del P. Fundador.

Primero hay que saber que no sólo era tarea de los padres procuradores el gestionar las cosas que ocurrían en la ciudad, sino que también se ocupaban de organizar aquellas que llegaban para la promoción a Roma de fuera, desde las más remotas partes. Hay que escribir aquí de sus esfuerzos, y en especial del P. Juan Carlos, con los que prepararon tantos memoriales al Sumo Pontífice para la introducción de la causa del venerable Siervo de Dios. Consiguieron el apoyo para esta obra piadosísima no sólo de personajes eclesiásticos, sino también de otros provistos con el cetro y las enseñas reales, así como ilustres duques, y excelentes y famosos en el mundo político. Como considero que vale la pena señalarlos para eterna memoria, no considero costoso ponerlos por orden a continuación.

Lista de los suplicantes

Felipe IV, augusto rey de España.
Serenísimo Duque de Sabaudia y su serenísima consorte.
Embajador den Roma del Duque de Sabaudia.
Rvmo. e Ilmo. Obispo de Narni.
Rvmo. e Ilmo. Obispo de Potenza.
Rvmo. e Ilmo. Obispo de Bisignano.
Rvmo. Cabildo Lateranense.
Rvmo. Cabildo de Narni.
Muy R. Sres. Curas de la Ciudad Santa.
Rvmo. P. General de los Clérigos Servidores de los Enfermos.
Rvmo. P. Procurador General de los Benedictinos de Montecasino.
Rvmo. P. Procurador General de los Carmelitas Descalzos.
Rvmo. P. Procurador General de los Barnabitas.
Santa cofradía de la Sma. Trinidad.
Santa cofradía de de los Santos Apóstoles.
Santa cofradía de los Estigmas de S, Francisco.
Santa cofradía de la Doctrina Cristiana.

Fueron ciertamente muchos los que enviaron memoriales a la Sede Apostólica para promover la causa de beatificación y canonización de nuestro Venerable P. Fundador.

En los años que vendrán daremos otros nombres.

El trabajo de nuestros padres procuradores en la ciudad este año fue especial, pues presentaron a la Sagrada Congregación de Ritos el proceso preparado por autoridad ordinaria en los años anteriores acerca de la vida y milagros de dicho Siervo de Dios nuestro P. Fundador, junto con el de no culto, y la positio preparada según la forma de los novísimos decretos de Urbano VIII. Y para llevarlos adelante suplicaron y rogaron que la misma Sagrada Congregación que se les concediera un cardenal ponente o presentador de la causa, según el decreto de Su Santidad el Papa, del 25 de febrero de este año. Vistas tantas peticiones para lograr la cosa, Su santidad nombró al Eminentísimo Cardenal Delcio como relator para la introducción de la causa. El 8 de abril. A tenor de lo que escribió nuestro Eminentísimo Protector con las palabras siguientes.

“Su Santidad N. Señor el Papa Alejandro VII nombró al Eminentísimo Delcio Relator para la introducción y el seguimiento de la causa de dicho Siervo de Dios, con las facultades necesarias y oportunas.
Este 8 de abril de 1665.
Marzio Cardenal Ginetti, obispo de Sabina. Bernardino Casalis, secretario de la Sag. Cong. de Ritos”

Número de difuntos y de neo profesos

Estas son las cosas notables que ocurrieron este año. En las diversas provincias fallecieron 3 sacerdotes, 2 clérigos profesos y 3 hermanos operarios. Y 31 hicieron la profesión.

Y de este pasemos ya al año siguiente.

Notas

  1. Aquí hay error tanto en el original como en ASP; el Provincial de Cerdeña, según aparece antes y después, no se llamaba Carlos, como dicen los dos textos, sino Martín.