BerroAnotaciones/Tomo3/Libro3/Cap25

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CAPÍTULO 25 Escritos sobre la validez y nulidad De las Profesiones

Este punto de la nulidad de nuestras Profesiones fue considerado como una de las causas principales que mas disgustaron a N. V. P. Fundador y General José de la Madre de Dios. El P. Mario [Sozzi] de San Francisco, primer sublevado contra N. V. P., se sirvió de ellas como cobijo de sus pasiones, y se lo dio a conocer al P. Pietrasanta, jesuita, nuestro Visitador apostólico, que también lo empleó como excusa grandísima. El P. Mario me escribió sobre ello desde el día 20 de mayo, mientras yo estaba en Nápoles.

Ambos entablaron diversas causas para probar dicha nulidad, pero vanas y sin fundamento, como el mismo P. Pietrasanta, nuestro Visitador Apostólico refirió a la Sagrada Congregación de los cuatro Emmos. Delegados para los asuntos de las Escuelas Pías, con estas precisas palabras: “Acerca de aquéllos que pretenden demostrar la nulidad de sus Profesiones, ya se ha mandado estudiar el caso a los teólogos, cuyo voto es que son válidas, y que es necesario se serenen y reconozcan la obligación de sus profesiones”. Hasta aquí el P. Pietrasanta, Visitador Apostólico, en la Relación que envía en el tiempo del P. Esteban [Cherubini] de los Ángeles.

Hubo mucha oposición por parte de los adversarios a nuestra Orden. Muchísimos escritos de los principales Religiosos teólogos, e insignes Doctores de Roma, escritos que estarán en nuestros Archivos. Pero yo no tengo más que los siguientes, que pondrá aquí debajo con toda fidelidad; aunque hubiera sido mejor ponerlos, o al principio de este libro, o también en los dos tomos primeros. Acepta mi buena intención, ¡oh lector! Y excúsame.

DUDAS ACERCA DE LA VALIDEZ DE LA PROFESIÓN

“Gregorio XV, después de dos Constituciones distintas, confirmó la Orden de las Escuelas Pías y sus Reglas; y con una Constitución especial, confirmó al P. José de la Madre de Dios como Superior General de la Congregación para nueve años; el cual, con otros cuatro, El P. Pedro [Casani] de la Natividad, el P. Viviano [Viviani] de la Asunción, el P. Francisco [Castelli] de la Purificación, y el P. Pablo [Ottonelli] de la Asunción, clérigos y compañeros suyo, “tenga voz activa y pasiva y representen el cuerpo de la Orden”. Después permitió a éstos que emitieran los votos solemnes en manos de algún Prelado que ellos eligieran. Por último, determinó que sería inválido e nulo si, por el contrario, cualquier atestado alguno fuera de estos, y cualquiera fuera su autoridad.

-Se pregunta si son válidas las profesiones emitidas con la aceptación del Superior General solamente, sin pedir el sufragio requerido de los otros cuatro compañeros suyos, que representaban el cuerpo de la Orden. Y si los que han profesado de esta manera se cree que han sido incorporados suficientemente a la misma Orden, de forma que no hayan de ser oídos acerca de la nulidad de su profesión.

O, por el contrario, por defecto de consentimiento de la Orden, se piensa que sus profesiones han sido inválidas y nulas, sobre todo porque fueron inválidas y nulas las profesiones de los cuatro compañeros arriba nombrados, si la emitieron en manos del Superior General, contra la disposición del Sumo Pontífice.

Pues, en el primer bienio uno de los cuatro Asistentes murió; los otros dos que ahora quedan, confiesan que ellos nunca admitieron a nadie a la profesión sin haber obtenido antes el consentimiento requerido del P. General, como aparece por el atestado de ellos dos.

-No se responde a la última duda, es decir, si fueron inválidas y nulas las profesiones de los cuatro compañeros antes nombrados, si es que la emitieron en manos del Superior General contra la disposición del Romano Pontífice. Porque, si bien es verdad que el Emmo. Cardenal Tonti quiso que dichos cuatro compañeros hicieran la Profesión en manos del P. Fundador José de la Madre de Dios, y lo reconocieron como su cabeza y Fundador, como Su Eminencia recibió la profesión de éste sólo en sus propias manos, sin embargo le pudieron mostrar un Breve que fue expedido no sé qué poco tiempo después, en donde, con consentimiento de Su Santidad, hicieron nuevamente profesión todos juntos en mano de un Prelado nombrado. Yo he visto dicho Breve, y debe de estar en nuestro Archivo de la casa de San Pantaleón.

Notas