BerroAnotaciones/Tomo3/Libro1/Cap40

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CAPÍTULO 40 Provincia de Sicilia [1646]

Esta Provincia de las Escuelas Pías tiene casa y puesto principal en las dos principales ciudades de dicha Isla y Reino, es decir, en Palermo, en la Calle Machera; es una casa conforme a la regla toda desde los cimientos, con claustro, y un edificio con patio separado, para los novicios. Y en Mesina, donde nuestros Padres viven en la Calle Merciari, en el paseo, no muy lejos de la iglesia parroquial de San Lucas. Tienen además de esto un huertecito con agua en casa. Podía haber habido en otros lugares, sobre todo en Mazzara, de la que era Obispo el Emmo. Spinola de Santa Cecilia. Yo fue el primero que fue a verla, pero la muerte de Su Eminencia lo impidió todo. También la ciudad de Pazza; y Castelvetrano; y la ciudad episcopal de Patti; y Cefalù. Éstas hicieron también diligencias extraordinarias para tener Escuelas Pías, pero, hasta ahora, estamos solamente en las dos primeras ciudades.

Cuando se leyó en Roma el Breve de reducción de Orden a Congregación, del Papa Inocencio X, el Ilmo. y Revmo. Monseñor Luis Cameros, juez de la Monarquía de dicho Reino, acogió a todos nuestros Religiosos bajo su protección, y no permitió nunca que los Arzobispos pusieran su mano encima; sino que quiso que todos fueran reconocidos siempre como verdaderos Religiosos, y como tales los mantuvo siempre, hasta que el Papa Alejandro VII no hizo la gracia de la reintegración.

Sin embargo, el común enemigo no cesó, también por medio de hombres, de hacer guerra a estos pobres y pocos Religiosos nuestros, aunque separados de la tierra y circundados por el már. En efecto, al aparecer en Palermo el ya conocido P. Fernando [Gemmellari] de San Jerónimo -aquel que, despojándose en Roma de nuestro santo hábito, se lo vendió a los hebreos, con la Cruz de los Caballeros de Malta- contó tantos despropósitos que le había sugerido el demonio, que embrolló a los nuestros, y sembró en algunos la tentación de salir de la Orden, como en efecto hicieron muchos sacerdotes:

P. Francisco [Demitri] de San Vicente, bajo pretexto de ayudar a su padre.

P. [Grecco] del Santísimo, hijo del famoso Miguel Grecco.

P. Carlos [Fossati] de San José, de la casa de los Fossati, milanés.

P. Alejandro [Fornari] de San Ludovico, palermitano.

PP. Silvestre [Silvestri] de San… y Antonio [Silvestri] de San Roque, hermanos carnales, palermitanos.

P. Vicente [Gambino] de San Francisco, palermitano, que luego retornó.

P. Felipe de la Anunciación, palermitano.

P. Bernardo [Testaini] de San…

Hubo también algunos HH. Operarios, y me parece que otros sacerdotes y clérigos, de los que ahora no recuerdo el nombre. Así que aquellas casas quedaron privadas de muchos individuos; pero los que quedaron, eran tan fervorosos en el servicio a S. D. M. por medio de nuestro Instituto, que se maravillaba todo el Reino, dado que tampoco se veían libres de otras persecuciones. Pero siempre fueron consolados y ayudados por dicho Ilmo. y Revmo. Juez de la Monarquía, y también por los MM. RR. PP. Dominicos y teatinos, lo mismo que por la misma ciudad, todos los cuales conocían muy bien dónde había nacido nuestra depresión y reducción.

Notas