Cluj (RO) Colegio, internado de nobles y casa de formación Kalasanctinum

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Este texto es el original publicado en su día en el DENES. No se ha hecho sobre él ninguna rectificación. Su contenido, pues, puede no reflejar la realidad actual

Datos

Demarcación Rumanía

(1776-1949)

Historia

Este es desde su incorporación a Rumania el nombre de la antigua población de Kolozsvár, perteneciente al reino de Hungría. Hoy es la ciudad más importante de Rumania después de Bucarest. En ella existía en el siglo XVIII un colegio de Padres jesuita. Al ser estos expulsados de Austria-Hungría, se confió en 1776 la dirección del mismo y de su seminario de nobles a los escolapios. Desde entonces soportó las impertinencias de José II y experimentó las bondades de Francisco I en momentos difíciles. Llegado al siglo XIX y después de superadas las convulsiones revolucionarias y de las guerras napoleónicas, la comunidad escolapia de Cluj se componía de diecinueve religiosos; de ellos el P. Alejandro Eltes era el director de la tipografía del liceo regio; otro era el prefecto del observatorio astronómico; tres regían las respectivas aulas de latín y dos las de humanidades. Seguía pujante el seminario o internado de nobles, dividido en dos grupos: el de los cursantes de filosofía y el de los juristas; cada cual con director propio. El P. Alejo Szabo era el profesor de física teórica y experimental y prefecto de la biblioteca, que era notable. El vicerrector, P. Francisco de Sales Szoltsányi, era el director de la escuela primaria. Similar organización escolar perduraba en 1826 y 1837, según los catálogos. En el curso 1835-1836 los estudiantes de filosofía eran 164. Ya no se habla de juristas. Funciona el colegio como gimnasio superior con 248 bachilleres. Años más tarde, en el curso 1846-1847 concretamente, se especifica el alumnado en esta forma: estudio filosófico, 131 alumnos; gimnasio superior, 226, y escuela primaria 346. En total, pues, se superaban los 700 matriculados, lo que constituía al colegio en uno de los más importantes de la Provincia de Hungría. Resulta claro que se resintió fuertemente de la fracasada revolución de 1848: en el curso 1851-1852 había perdido ya el aula de filosofía; se conserva en cambio pujante el gimnasio superior con sus 197 alumnos y la escuela primaria con 432, cifras que se mantienen aproximadamente en años posteriores. Después de 1867 va modificando sus estructuras y así se comprueba que en el curso 1880-1881 el colegio abarca la llamada enseñanza primaria con 266 alumnos y la gimnasial con 382, tareas que atienden 15 religiosos. En el curso siguiente (1881-1882) se crea en el colegio, que en latín llaman «Claudiopolitano», el instituto filosófico-teológico para los júniores de la Provincia húngara, los cuales realizaban estudios en la Universidad por las mañanas, mientras en casa estudiaban filosofía y teología. En Cluj permaneció dicho instituto llamado Kalasanctinum hasta 1916, en que se trasladó a Budapest con el mismo nombre. Según el catálogo de 1909, los 404 alumnos del colegio eran atendidos por veinte sacerdotes; en el Kalasanctinum estudiaban a la sazón 24 júniores. En los años siguientes el alumnado crece: en el curso 1915-1916 llega a los 633 estudiantes; en el 1917-1918 llegaba a los 744. El final de la primera guerra mundial significó para este pujante colegio un desastre: pasó a formar parte del estado rumano; la enseñanza debía darse en rumano y por nativos. Los escolapios húngaros debieron retirarse y los escasos religiosos rumanos no se sintieron con empuje para llevar adelante la enseñanza a partir del curso 1919-1920. Cluj formó parte de la nueva Provincia de Rumania. En lugar del colegio se abrió allí el juniorato teológico de la nueva Provincia y fijó allí su sede el Provincial. Más tarde funcionó también como colegio: así en 1931, por ejemplo, residían en él 12 sacerdotes y 7 clérigos teólogos y daban enseñanza a 213 alumnos externos; estaban a su cargo, además, dos internados: el llamado «Bátory-Apor» con 160 muchachos y el «María Teresa» con otros 120. Tras el «Tratado II de Viena» (30 de agosto de 1940), la ciudad fue unida nuevamente a Hungría. El colegio hasta fines de 1944, así como el gimnasio superior diocesano estaban bajo la dirección de los escolapios y contaba con 628 alumnos. La comunidad, como las otras dos de Transilvania, estaban, de hecho, dependiendo del Provincial de Hungría hasta el fin de la guerra. Tras la segunda guerra mundial todo se acabó: desde 1949 los religiosos escolapios se vieron privados del edificio y desde entonces deben vivir dispersos.

Bibliografía

  • Regestum Religiosos, 1, 12, 14, 135.

Redactor(es)

  • Claudio Vilá, en 1990, artículo original del DENES I